REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Lamarque de Novoa, José. Sevilla, 19.VIII.1828 – Dos Hermanas (Sevilla), 7.IX.1904. Poeta, militar, político conservador.
Descendiente de una notable familia originaria de Navarra establecida en Sevilla a principios del siglo xix, recibió una esmerada educación acrecentada por un ambiente culto, en particular, literario. Desde temprana edad, conoció en su hogar las frecuentes visitas de encumbrados personajes de las artes y la política; las animadas tertulias a la caída del día, que activaron su inclinación por las buenas letras. Leyendo con fruición a los poetas clásicos hispanos y a los principales de la Sevilla de su época, el avispado adolescente sintió la emoción del lenguaje bello sujeto a la medida y cadencia. Ya en la mocedad, sus estudios de Derecho en la Universidad hispalense y, luego, el adiestramiento militar, no le apartaron de su auténtica vocación.
Cuando tenía veinte años empezó a publicar sus artículos literarios en la prensa sevillana, acogidos con manifiesto interés y excelente crítica. Su amistad con los poetas sevillanos Rodríguez Zapata, Narciso Campillo, Fernando de Gabriel, Bueno, Benavides y otros, también en boga, supuso un importante estímulo para ofrecer sus ensayos sobre poesía y sus primeros versos publicados en periódicos y revistas de Barcelona, Valencia, Cádiz y Sevilla. Estos laureles, sin embargo, no moderaron su acendrada fe religiosa, fundada en principios teológicos de la Iglesia Católica y en un patriotismo exacerbado.
El 1 de abril de 1861 José Lamarque de Novoa se casó con Antonia Díaz, natural de Marchena (Sevilla), conocida poetisa, juntándose dos almas gemelas, según la observación del cervantista José María Asensio.
Los acontecimientos políticos de 1868 —revolución que aceleró el fin del reinado de Isabel II y dejó paso libre al advenimiento de la Primera República— fueron razones contundentes para que Lamarque se convirtiera en abanderado de la institución real en la prensa, sea en prosa o en verso. Y desplegó una arriesgada campaña de “salvación patriótica”, cuya meta era la vuelta de la Monarquía, en los periódicos Español y La Legitimidad, de Sevilla, y La Palma, de Cádiz.
“Sus valientes versos —escribe Luis Montoto Rautenstrauch en el prólogo del libro España— fueron armas bien templadas y puestas al servicio de la buena causa.
En esta obra, protestación de la fe política de su autor, fe no amortiguada por vituperables olvidos y no menos censurables ingratitudes, acreditó a las claras que si es un poeta de altos vuelos, también es un político convencido y un español amantísimo de su patria”.
La Restauración monárquica era como soñar despierto para su ardiente defensor. Dedicó odas y sonetos al joven rey Alfonso XII y estuvo presente en cuantos actos oficiales se organizaron en Sevilla en su honor. La recompensa de la Corona se hizo patente con la concesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica. En el primer viaje del Monarca a la capital andaluza, la Casa Real comunicó al matrimonio Lamarque este desplazamiento y el deseo del Rey de saludar a José Lamarque personalmente al paso del tren real por la estación de Dos Hermanas; dado que la “Alquería del Pilar”, señorial mansión de los poetas estaba situada frente al edificio del ferrocarril. Se detuvo, como estaba previsto, el convoy, y en la entrada del parque familiar, exornada de banderas y guirnaldas, recibió Lamarque, con las autoridades locales, al joven Monarca.
Aparte de estos reconocimientos, la Santa Sede premió sus servicios a la patria y a la Iglesia Católica con la Gran Cruz de San Gregorio Magno. Otras distinciones se le otorgaron, como el ingreso en la Orden del Santo Sepulcro, de la que fue elegido comendador, y caballero de las de San Juan y Francisco I de las Dos Sicilias. Por otro lado, estando sin titular el Consulado de Austria Hungría en Sevilla, le fue conferida esta dignidad a Lamarque de Novoa, gracias a la mediación de la reina María Cristina. La Real Academia Sevillana de Buenas Letras lo nombró miembro correspondiente, siendo entonces individuo de la Comisión de Monumentos Históricos de Sevilla.
Superados los acontecimientos políticos, también sociales, y consolidada la Monarquía alfonsina, José Lamarque se reencontró con su afición literaria, en ningún tiempo olvidada, y se consagró enteramente a ella. En esta resolución influyó poderosamente su esposa, quien desde su casamiento, y al no tener descendencia, se dedicó a las tareas literarias. Antonia Díaz gozaba ya de un lugar preponderante en la Sevilla culta de la segunda mitad del siglo xix.
Lamarque cultivó con análoga maestría e inspiración la poesía épica, lírica o dramática, de acuerdo, siempre, con esos conceptos de la escuela romántica sevillana que tan excelentes autores diera en su época de mayor esplendor. Tanto Sevilla como Dos Hermanas dedicaron calles a José Lamarque de Novoa en su centro histórico. Su biblioteca fue adquirida por la Fundación José Manuel Lara (Sevilla) a los herederos del poeta.
Obras de ~: Poesías, Sevilla, Imprenta de Manuel P. Salvador, 1867; España (poesías patrióticas), Sevilla, Imprenta de Gironés y Orduña, 1879; Recuerdos de las Montañas: Baladas y leyendas, Sevilla, Imprenta Gironés y Orduña, 1879; Desde la montaña: cartas de impresiones de viaje dirigidas al director de El Eco de Andalucia, Sevilla, Imprenta de Gironés y Orduña, 1883; El siglo xix y su Sátira contra los vicios de la sociedad española de nuestros días, Sevilla, Real Academia Sevillana de Buenas Letras, 1884; Sueños de Primavera: leyendas, Barcelona, Pons y Cía., 1891; Cristóbal Colón: poema, Sevilla, Imprenta de E. Rasco, 1892; Poesías líricas, Sevilla, Imprenta E. Rasco, 1895; El fondo de mi cartera: colección de poesías, Sevilla, Imprenta E. Rasco, 1895; Desde mi retiro (poesías), Sevilla, Imprenta Rasco, 1900; Remembranzas: colección de poesías, Sevilla, Imprenta Francisco de P. Díaz, 1903.
Bibl.: J. Alonso Morgado, Reseña Histórico-Descriptiva de la sagrada imagen de Nuestra Señora de Valme, Sevilla, Imprenta E. Rasco, 1897; D. Pineda Novo, Antonia Díaz en Dos-Hermanas, Sevilla, Gráficas Mirte, 1992; H. Santos Gil, Romería de Valme 1894-1994, Sevilla, Gráficas Mirte, 1996; J. M.ª Gómez, “La marque de Novoa, José”, en E. Barrero González (dir.), Diccionario de Ateneístas de Sevilla, vol. I, Sevilla, Ateneo, 2002, págs. 259-260.
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