MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS

Aquí está la ceniza, es tan caliente en especie,
Quemará con fuerza: respira, toca, recuerda...
No llores mientras la pisas y escondes
Tus lágrimas, antes de que la futura ceniza no tiemble...

Intensidad en estos versos.
Pascual, gracias.

A veces alguien más  fuerte que nosotros coon sonrisa, con la mano tendida, con amistad nos empuja... Ea, sigamos.

YULIA DRUNINA (1924-1991)
WIKIPEDIA
Yulia Vladimirovna Drunina (ruso: Ю́лия Влади́мировна Дру́нина, IPA: [ˈjʉljɪjə vlɐˈdjimjɪrəvnə ˈdrunjɪnə] (escuchar); 10 de mayo de 1924 – 20 de noviembre de 1991)^[1] fue un poeta soviético que escribió en ruso. Fue enfermera y médica de combate durante la Segunda Guerra Mundial y conocida por escribir letras y poesía sobre mujeres en guerra. Sus obras se caracterizan por la claridad moral, la entonación sincera y basadas en su experiencia de la vida real, incluida la participación en la guerra como fuente de inspiración para sus escritos.

Biografía[editar]

Yulia creció en Moscú. Su padre era profesor de historia y su madre trabajaba en una biblioteca y daba clases de música. Julia comenzó a escribir poesía cuando tenía 11 años y a fines de la década de 1930 uno de sus poemas ganó un concurso y fue publicado en un periódico.
Después de que la URSS fuera atacada por Alemania en junio de 1941, Julia, de 17 años, se unió a la Cruz Roja, se formó como enfermera y comenzó a trabajar como voluntaria en un hospital local. Más tarde ese verano, cuando el ejército alemán se acercó a Moscú, fue enviado para ayudar a construir fortificaciones cerca de Mozhaisk, a unos 100 km al oeste de la capital. Allí, durante un ataque aéreo, se separó de su grupo y fue recogida por un grupo de soldados de infantería, que necesitaban un médico de combate. Más tarde, el grupo se encontró rodeado por el enemigo y pasó 13 días atravesando el territorio ocupado. Durante esos 13 días, Yulia se enamoró del comandante del batallón y lo describió en varios poemas escritos a lo largo de su vida, refiriéndose a él simplemente como "Comandante". El comandante, junto con varios otros soldados de infantería del grupo, no logró salir del cerco, ya que murió por la explosión de una mina terrestre.
Yulia regresó a Moscú en el otoño de 1941, pero pronto se fue a Siberia, junto con su padre, como parte de la evacuación civil. Ella no quería salir de Moscú y aceptó evacuar solo por su padre enfermo, que había sufrido un derrame cerebral al comienzo de la guerra. Después de que su padre murió a principios de 1942, Yulia fue a Khabarovsk, en el Lejano Oriente ruso, donde se inscribió en una escuela para técnicos de aviación, pero, queriendo luchar en el frente, pronto se unió a una unidad de rifles como médica de combate y fue enviada al Frente Bielorruso, donde sirvió junto a Zinaida Samsonova (también médica de combate). que en 1944 murió en combate y fue galardonado póstumamente con el título de Héroe de la Unión Soviética. Drunina más tarde escribió uno de sus poemas más sentidos, "Zinka", sobre Samsonova.
En 1943 Drunina resultó gravemente herida cuando un fragmento de proyectil la golpeó en el cuello a varios milímetros de su arteria carótida. Sin darse cuenta de la gravedad de su lesión, simplemente envolvió su cuello en vendas y continuó trabajando. Finalmente, fue hospitalizada en estado crítico y se dice que apenas sobrevivió. Escribió sus primeros poemas sobre la guerra mientras estaba en el hospital. Después de recuperarse, regresó a Moscú, donde aplicó al Instituto de Literatura Máximo Gorki, pero se le negó la admisión, ya que su escritura no se consideró lo suficientemente madura. Luego regresó al frente y luchó cerca de Pskov y en la región del Báltico. Fue herida de nuevo en noviembre de 1944 y pasó el resto de la guerra en Moscú, donde volvió a probar suerte en el Instituto de Literatura y esta vez se le permitió inscribirse como veterana de guerra.
Se casó con su compañero de clase y compañero veterano de guerra Nikolai Starshinov en 1944 y dio a luz a su única hija, Elena, en 1946. La familia vivía en un apartamento comunal en la pobreza extrema en el Moscú de la posguerra, mientras Julia continuaba escribiendo. Varios de sus poemas fueron publicados en la década de 1940, incluyendo su primer libro en 1948, seguido de varios más en las décadas siguientes. También escribió un cuento, "Aliska" y una novela autobiográfica, "From Three Peaks".
En 1960, se divorció de su primer marido y se casó con el guionista Alexei Kapler, a quien había conocido en 1954. Drunina y Kapler permanecieron felizmente casados hasta la muerte de Kapler en 1979. Drunina dedicó muchos poemas a su marido.
Durante la era de la perestroika, fue elegida para el Soviet Supremo de la URSS. Durante el golpe de agosto de 1991, fue una de las muchas intelectuales que participaron en la defensa de la "Casa Blanca". Sin embargo, más tarde se sintió terriblemente deprimida por la disolución de la Unión Soviética y las publicaciones críticas con el sistema soviético. Se suicidó el 21 de noviembre de 1991. ^[2]
Fue enterrada junto a su esposo, Alexei Kapler en el cementerio Starokrymskoe en Stary Krym.
Un planeta menor 3804 Drunina, descubierto por la astrónoma soviética Lyudmila Chernykh en 1969 lleva su nombre. ^[3]

Referencias[editar]

[list=references][*]^ "Yulia Drunina - Biblioteca del Congreso". id.loc.gov. Consultado el 1 de octubre de 2022.
[*]^ "Стихи о войне. Юлия Друнина – Биография Юлии Владимировны Друниной". Drunina.ru. Consultado el 30 de diciembre de 2011.
[*]^ Schmadel, Lutz D. (2003). Dictionary of Minor Planet Names (5ª edición). Nueva York: Springer Verlag. pág. 322. ISBN 3-540-00238-3.
[/list]

Enlaces externos[editar]

• Yulia Drunina. Poemas
  
  
• Yulia Drunina en la biblioteca de Moshkov
  
  
• http://www.aif.ru/online/longliver/69/21_01 Recuerdos sobre Y.Drunin
  
  

YULIA DRUNINA (1924-1991)

2. ¡CUIDADO, NIÑOS!

Los carros van como en aludes,
Bramando corren los camiones.
Por Sadòvaya las máquinas ruedan
Furiosas como toros.
Nací en Moscú, sin embargo
En cierta hora yo tiemblo.
...¡Cuidado! Está cruzando
un círculo infantil la calle.
Primaveralmente pecosos,
Infantilmente bonitos,
Retozan, paticos
Patizambos, chiquitos,
Tan desamparados,
Tan valientes...
Se nos pasman los corazones.
De pronto un miliciano como una torre
El ojo del semáforo enrojece.
Al instante rechinan las gomas,
Aprietan los chóferes los pedales
Y se detiene el alud  de los carros:
¡Cuidado, niños!
... Y si por todo el planeta surgiera esta luz roja:
¡Alto a la guerra!
¡Cuidado, niños!

 
 
 

Y esto declaro solemnemente:
que no he vivido ningún año sin valor,
ni recorrido ningún camino en vano,
ni cerrado mi mente a ningún pensamiento,
ni cerrado mis oídos a ninguna noticia,
ni he dado regalos donde no los debía.
Ni me arrepiento mi Amor,
Engañado y herido e inseguro,
Cuya luz, imperecederamente pura,
Está con uno todavía,
está en mí todavía.
Y nunca será demasiado tarde
Para empezar de nuevo,
empezar de nuevo...
Sin embargo, del pasado borrado
Ni una sola palabra, ni un suspiro de dolor.

Versos para llevarlos siempre encima. Nunca decaer, nunca tirar la toalla, a pesar de...
Gracias, Pascual.

Gracias, Lluvia. A ver cuando puedo continuar.

Besos.

Hay materia suficiente como para esperar disfrutando, amigo mío.
Sin prisa y gracias.

SIGO PUES, PARA QUE NO TE FALTE MATERIAL.

BESOS.


Por cierto... UN POEMA EXCEPCIONAL (de la ANTOLOGÍA DE POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, editada en CUBA EN 1966, por NINA BULGAKOVA y SAMUEL FEIJOO - una joya). He de pasarlo a mano

No importa hay quien incrementa sus exposiciones durmiendo.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Enterramos nuestro amor,
pusimos una cruz sobre la tumba.
"¡Gracias a Dios!" – dijimos los dos...
Y el amor salió del ataúd,
asintiendo con la cabeza, reprochó:

- ¿Que me hicieron? ¡Estoy vivo!



Yulia Drunina...Me la apunto.
Gracias, Pascual