MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

EN MOSCÚ, LAS CÚPULAS EN LLAMAS.

En Moscú, las cúpulas en llamas.
En Moscú, ya tañen las campanas.
Los sepulcros están aquí, en hilera,
y allí duermen los zares, las zarinas.

Tú no sabes aún que en el alba del Kremlin
se respira mejor que en cualquier otro sitio.
Tú no sabes que en el alba del Kremlin
yo te rezo hasta el alba.

Tú pasas sobre el Neva
y yo sobre el Moscova,
cabizbaja.
Se duermen las farolas.

Te quiero en el insomnio.
Te escucho en el insomnio.
Mientras que por el Kremlin
despiertan campaneros.

Mi río con tu río,
mi mano con tu mano
se ignoran. Cariño mío, alegría
hasta que el alba alcance a la siguiente.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

ENTRE NOSOTROS, LOS DIEZ MANDAMIENTOS


Entre nosotros, los diez mandamientos,
el calor de las diez hogueras.
La sangre hermana causa rechazo,
pero eres de sangre ajena.

En los tiempos evangélicos
yo sería una de aquéllas…
(¡La sangre ajena es la más deseada,
y entre todas, la más ajena!)

Con todas mis desazones, preclaro,
arrastrándome, te seguiría.
Oculta la mirada demoníaca,
Perfumes en ti vertería:

sobre tus pies, bajo tus pies,
o derramándolos a tu paso…
¡Fluye, pasión envilecida,
empeñada a los parroquianos!

Fluye con la espuma de la boca,
con el fervor de la mirada.
Fluye en el sudor del lecho. Tus pies
en mi cabellera calzo
como en una piel.

A tus pies, como seda, me extiendo.
¡No serás aquél (¡soy aquélla!)
que dijo a la bestia de la melena
ígnea: “¡Levántate, hermana!”

2

Por tus derroteros no pregunto,
porque, amada, todo se cumplió.
Tú me has calzado a mí, descalzo,
en el torrente
de tu cabello
y de tu dolor.

No pregunto cuánto han costado
estos perfumes. Al desnudo,
a mí,
con la ola de tu cuerpo
me has vestido,
como con un muro
o una vid.

Dócil y dulce, como nunca antes,
manso tocaré tu desnudez.
A mí, tan recto, me has enseñado
el declive de la ternura
al caer a mis pies.

Me harás una fosa entre tu pelo,
y sin lienzos me envolverás.
¿Para qué me has de traer la mirra?
Como ola,
tú me lavarás.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

ES SENCILLA MI ROPA


Es sencilla mi ropa,
pobre mi hogar.
¡Soy una isleña
de islas remotas!
¡Nadie me hace falta!
si entras -pierdo el sueño.
Por calentarle la cena a un Extraño
quemaría mi casa.
Si me miras -ya nos conocemos,
si entras -¡quédate a vivir!
Es sencillo nuestro fuero,
está escrito en la sangre.
En la palma de la mano tendremos
la luna, si nos place.
Si te vas -es como si no existieras,
y como si tampoco yo existiera.
Miro la marca del cuchillo:
¿sanará antes
de que venga otro extraño
a pedirme agua?

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

HE VUELTO A CASA, NO SOY UNA IMPOSTORA.


1

He vuelto a casa: no soy una impostora
ni una criada -no necesito pan.
Soy tu ocio del domingo, tu pasión,
tu séptimo día y tu séptimo cielo.

Allí, en la tierra, me echaban monedas,
me colgaban piedras al cuello.
-¡Amado! ¿No te acuerdas?
Soy tu golondrina, tu Psique.

CONT.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

HE VUELTO A CASA, NO SOY UNA IMPOSTORA.


2

‘Toma, cariño, mis harapos
que fueron un dulce cuerpo.
Lo he destrozado, lo he gastado,
sólo quedan las dos alas.

Vísteme tú con tu esplendor,
sálvame, por piedad.
Y los pobres andrajos raídos
llévalos a la sacristía.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

HE VUELTO A CASA, NO SOY UNA IMPOSTORA.


1

He vuelto a casa: no soy una impostora
ni una criada -no necesito pan.
Soy tu ocio del domingo, tu pasión,
tu séptimo día y tu séptimo cielo.

Allí, en la tierra, me echaban monedas,
me colgaban piedras al cuello.
-¡Amado! ¿No te acuerdas?
Soy tu golondrina, tu Psique.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

HE VUELTO A CASA, NO SOY UNA IMPOSTORA.

2

‘Toma, cariño, mis harapos
que fueron un dulce cuerpo.
Lo he destrozado, lo he gastado,
sólo quedan las dos alas.

Vísteme tú con tu esplendor,
sálvame, por piedad.
Y los pobres andrajos raídos
llévalos a la sacristía.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

INSINUARSE

Quizás la mejor victoria sea
sobre el tiempo y la atracción,
pasar sin dejar huellas,
pasar sin dejas sombra

en las paredes…

Quizás renunciando
vencer? Quién del espejo se borra?
Así como Lermontov en el Cáucaso
colarse sin inquietud en las rocas.

Es quizás la mejor diversión
con los dedos de Sebastián Bach
del órgano provocar el son?
Despedazarse sin dejar

cenizas para la urna…

Quizás por engaño
vencer? De toda latitud darse de alta?
Así en el tiempo tal océano
colarse sin inquietar las aguas…

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

INSOMNIO II


Así como me gusta
besar las manos
y ofrendar nombres,
también me gusta
abrir las puertas
-¡de par en par!- a la oscura noche.
Apoyando la cabeza,
oír los recios pasos
hacerse más ligeros,
y cómo el viento mece
el bosque somnoliento
y desvelado.
¡Oh noche!
Van creciendo los arroyos
que en el sueño desembocan.
Ya se me cierran los ojos.
En medio de la noche
alguien se ahoga.

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

INSOMNIO 10

Otra vez una ventana
donde otra vez no se duerme.
A lo mejor beben vino,
a lo mejor no hacen nada.
O tal vez, manos unidas,
no separan esas manos.
En cada casa, mi amigo,
hay así una ventana.
Separaciones y encuentros:
gritas, nocturna ventana,
quizás hay cientos de velas,
o quizás sólo tres velas.
Sin reposo
mi cabeza.
En mi casa
ha entrado eso.
¡Hay que rezar por la casa sin sueño!
¡Y rezar por el fuego en la ventana!

MARINA TSVIETÁIEVA (1892 - 1941)

Insomnio, amigo mío!
Otra vez tu mano.
Mientras alzo mi copa
te encuentro en la callada,
en la sonora noche.
¡Déjame que te embruje!
¡Prueba!
No trates de ascender
sino de ir hacia adentro…
Ya te llevo…
Susurra con los labios:
¡Paloma! ¡Amigo!
Prueba.
Déjame que te embruje.
Bebe
de todas las pasiones,
huye
de toda noticia.
Calma.
Concede,
amiga…
Abre los labios.
Abre los labios al placer
y, al borde de la tallada copa,
bebe.
Absorbe.
Traga
hasta el no-ser.
¡Amigo! ¡No te enfades!
¡Déjame que te embruje!
¡Bebe!
De todas las pasiones
la más apasionada,
y de todas las muertes
la más dulce… mis manos.
¡Déjame que te embruje! ¡Bebe!
Desaparece el mundo. Ningún lugar:
orillas inundadas… Bebe mi golondrina
perlas fundidas.
Y tú bebes el mar,
bebes el alba.
¿Con qué amante es la juerga?
¿Con el mío?
Bebe, pequeño,
que ya compararemos.
Y si preguntan, ¡responderé!
El porqué de las mejillas lívidas.
Con Insomnio me fui de juerga, sí.
Con Insomnio me fui de juerga.

(Me faltan bastantes poemas de MARINA TSVIETAIEVA. Volveré a ella en otro momento.

Hasta el momento se han tocado, con mayor o menor intensidad, los siguientes autores ( por orden de aparición)

- V. MAIAKOVSKY.

- A. PUSHKIN

- LERMONTOV.

- A. BLOK.

- B. PASTERNAK.

- I. EHRENBURG

- A. AJMATOVA

- S. ESSENIN.

- B. AJMADULINA.

- O. MANDESLSTAM

- E. EVTUSHENKO.

- N. GUMILIEV

- M TSVIETAIEVA

(No de todos se ha dicho igual; de unos más y de otros menos. Seguiremos, sin embargo, con otros autores y autoras. Y, posiblementte, volvamos a exponer más tarde poemas de autores de los que no se habló mucho).

La siguiente autora será OLGA BERGHOLZ ( Si puedo, empezaré mañana.)

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

BIOGRAFÍA. FTE. WIKIPEDIA

Olga Fiódorovna Bergholz (en ruso: О́льга Фё́доровна Бергго́льц; San Peterburgo, 3 de mayojul./ 16 de mayo de 1910greg.-Leningrado, 13 de noviembre de 1975) afamada poetisa soviética, conocida por su trabajo en la radio durante el Sitio de Leningrado, donde fue el símbolo de la fuerza y la determinación de la ciudad.


Biografía

Era hija de un médico que trabajaba en una central, y publicó sus primeros versos en 1924. En 1925, se unió al grupo literario 'El cambio', donde conoció a Borís Kornílov en 1925, con quien se casó en 1926, y con quien pronto tendría a su hija Irina. Se graduó en filología en la Universidad de Leningrado en 1930, y la enviaron a Kazajistán como periodista del periódico La estepa soviética. En 1930, se divorció de Kornílov y se casó con su compañero de facultad Nikolái Molchánov.

Tras su vuelta a Leningrado, trabajó de redactora en el periódico de la fábrica Electrosila (1931-1934) y publicó varios libros. El 13 de diciembre de 1938, fue encarcelada, permaneciendo detenida 7 meses durante la Gran Purga, donde una golpiza durante un interrogatorio le causó una muerte fetal. Borís Kornílov fue fusilado en 1938. Ella fue liberada el 3 de julio de 1939, siendo rehabilitada a continuación. Se alistó en el partido comunista en 1940.

Bergholz es una de las poetas más conocidas del Sitio de Leningrado. Su segundo marido, Nikolái Molchánov, filólogo, murió de hambre en 1942. Olga Bergholz permaneció en la ciudad asediada. Allá ha creado sus mejores poemas, dedicados a los defensores de Leningrado.

Fue condecorada con la Orden de Lenin y numerosas medallas; una calle de San Petersburgo, un cráter de Venus y el planeta menor 3093 Bergholz descubierto por la astrónoma soviética Tamara Smirnova en 1971 llevan su nombre.1​

Está enterrada en los Literátorskie Mostkí (Puentecillos literarios) del Cementerio Vólkovo de San Petersburgo.

Obra

Глубинка (1932)
Годы штурма (1933)
Ночь в Новом мире (1935)
Журналисты (1934)
Зерна (1935)
Стихотворения, (1934)
Книга песен (1936)
Февральский дневник (1942) - “Diario de febrero”
Ленинградская поэма (1942) - “Poema de Leningrado”
Памяти защитников, (1944)
Ленинградская тетрадь (1942)
Первороссийск (1950) - galardonado con el Premio Stalin
Они жили в Ленинграде (1944)
У нас на земле (1947)
Верность (1954)

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

1. HERMANA

Noche, muerte, asfixia…
Hacia el mar,
corres con un bebé en los brazos.
Date prisa, apenada hermana,
el muelle ansiado está cerca.

Un barco de mi patria
te espera impaciente,
vino aquí en nombre de la vida
para salvar a los niños españoles.

Aúllan las sirenas…
Maldito, con alas negras
el avión vuelve una vez y otra…
Envuelto en una toquilla con olor a humo, escondido,
aprieta al hijo la madre.

¡Oh hermana, apresúrate al muelle!
Cómo recuerdo esa noche.
Luchando hasta el amanecer con la muerte,
impidiendo que la muerte se lo lleve…

Querida, no temas la separación.
Escucha, desde mi casa
hacia ti extiendo las manos
para acoger al niño.

Como tú, podré calentarlo,
ningún dolor suyo consentiré,
y cuidadosamente cultivaré en su alma
un fuerte rechazo a los enemigos.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

2. RECIBIMIENTO

Sin embargo de felicidad ni de tristeza,
sin ocultar la alegría,
así recibimos a los niños españoles,
nacidos fuera, agraviados niños.

Aquí llegan -morenos, ruidosos,
de otra tierra natal,
los ojos y el pelo negros-
como golondrinas en una embarcación …

Y la estrella, la estrella condujo
a los barcos, brillando sobre la ciudad,
y a todos les pareció que esa tarde
había nacido un niño en cada casa.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

3. CANCIÓN DE CUNA PARA MI HIJO ESPAÑOL


Descansa, mi nuevo hijo,
tras la ventana anochece con calma.
Acostúmbrate a esta “mami”,
y a las desconocidas palabras.

Si escuchas que algo vuela
no quedes aterrorizado:
es un avión de paz
nuestro, bueno y estelado.

Acostúmbrate, mi nuevo hijo,
sé feliz en nuestra casa,
y no olvides nunca
a tu madre en España.

Tu madre y hermanas combaten
hasta que la noche llega.
Mamá, para ti,
la patria libera.

Y cuando junto a los tuyos
regreses con victoria plena
no te olvides de quien
te ama envuelta en pena.

Mi pequeña ave de paso:
para tu soviética madre
eres como una larga carta
que medio-en-ruso se abre

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

4. ANIMALES EN BRUTO - SILENCIO -. (*)

Oh, amigo, no pensé que el silencio
es lo peor que nos dejaría la guerra.

Tanta quietud que los pensamiento
son como gritos o sollozos solitarios.

Acá la gente se arrastra rugiendo, retorciéndose,
y la sangre espuma en la tierra...
Hay tanto silencio que no vendrá
ni el campesino, ni el carpintero, tampoco el agricultor —
nadie, nunca, vendrá.

Tan silencioso todo, enmudecido,
que no es ni vida ni muerte
sino la peor condena.
Ni vida ni muerte — mudez, mudez —
desesperación que encogió la boca.

Los muertos se quieren vengar de lo vivo:
todos saben, todos recuerdan, y callan.


(*) Este poema lleva diferentes títulos según la fuente usada.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

5. BUENO, YA SÉ, EN UNA CASA DE PIEDRA...

Bueno, ya sé: en una casa de piedra
me hablan, juzgan y fijan...
Ellos pretenden que mi alma ardiente
Así los mantenga en cautiverio.
Para los justos que sufren,
Para mis amigos no firmados en algunas leyes,
Me otorgarán la ventana oxidada
Y una guardia contra la puerta.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

6. EL JUICIO

Y tendrás fuerzas suficientes
Para ver y saber de nuevo
Cómo todo lo que fue tu amor
Empezará a traer un dolor.
Tu amigo, sin culpa,
vendrá un hombre lobo una vez;
Serás difamado por él,
por otros, rechazado.
Comenzarán a seducir,
y ordenarán: "¡Abrogar!" —
Tu corazón se reducirá
De miedo y arrepentimiento.
Y tendrás fuerzas suficientes
Para responderles de nuevo:
"¡De todo lo que fue mi vida
nunca me abstendré!"
Y tendrás fuerzas bastantes,
Habiendo recordado este rastrillo,
A todo lo que has amado
Para volver a gritar: "¡Vuelve!

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

7. SUEÑO CON LA VIEJA CASA.

sueño con la vieja casa
donde pasé mis años de infancia,
y el corazón, como antes, encuentra
consuelo, amor y calor.

Soñé con la Navidad, el árbol
y mi hermana riendo a carcajadas,
desde la mañana, las ventanas rosadas
brillan con ternura.

Y en la noche se dan regalos
y las agujas de los pinos huelen a cuentos
Y las estrellas doradas rosa
se esparcen como ceniza sobre el techo.

Sé que nuestra antigua casa
se está deteriorando.
Las ramas desnudas y abatidas
chocan contra los cristales cada vez más oscuros.

Y en la habitación con sus muebles viejos,
un cautivo resentido, encerrado,
vive nuestro padre, solo y cansado -
se siente abandonado por nosotros.

¿Por qué, oh, por qué sueño con el país
donde el amor se consume todo, todo?
María, amiga mía, hermana mía,
di mi nombre, llámame, llámame

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

8. MI MEMORIA INSACIABLE

Mi memoria insaciable es como
una carretera de asfalto que se derrite:
Recuerdo a todos los que han pasado por ella,
Cada movimiento de su vida...
Las huellas de ruedas de hierro, de dientes,
Las huellas oxidadas de heridas y angustias.
Cerca, las dulces huellas de pájaro
de los zapatitos de una hija muerta.
Aquí han pasado amigos en sucesión.
Los recuerdo a todos, ¿por qué?
Porque me han olvidado hace mucho tiempo.

Y nunca los volveré a ver.
Hay uno que pasó por el borde.
Las huellas de su reproche son más oscuras.
¿Dónde está viviendo ahora? No lo sé.
Tal vez, sólo en mi memoria.
Un destino burlón me dotó de
este recuerdo como castigo,
para atormentarme durante largos años
con lo que mi corazón ha reducido a cenizas.
La inconsciencia era mejor que un recuerdo
Como el asfalto que se derrite, como un camino —
Un camino eterno bajo mis pasos
Que no se puede dejar, no se puede volver a recorrer.

CANCIÓN DE CUNA PARA MI HIJO ESPAÑOL


Descansa, mi nuevo hijo,
tras la ventana anochece con calma.
Acostúmbrate a esta “mami”,
y a las desconocidas palabras.

Si escuchas que algo vuela
no quedes aterrorizado:
es un avión de paz
nuestro, bueno y estelado.

Acostúmbrate, mi nuevo hijo,
sé feliz en nuestra casa,
y no olvides nunca
a tu madre en España.

Tu madre y hermanas combaten
hasta que la noche llega.
Mamá, para ti,
la patria libera.

Y cuando junto a los tuyos
regreses con victoria plena
no te olvides de quien
te ama envuelta en pena.

Mi pequeña ave de paso:
para tu soviética madre
eres como una larga carta
que medio-en-ruso se abre


Gracias, Pascual, por aquí paso y leo, pero he visto que, ni los buenos días te he dado en ninguno de mis pasos, jeje. Con mis disculpas correspondientes, hoy lo hago.

No te preocupes. Sé que tus buenos días siempre los tengo.

Besos.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

9. CONVERSACIÓN CON UN VECINO.

Cuarto mes del bloqueo. En las semanas anteriores, las alertas de ataques aéreos habían durado entre diez y doce horas. La ración de pan de Leningrado tenía un promedio de 125 a 250 gramos.

Dariya Vlasievna, mi vecina de al lado,
Sentémonos y hablemos los dos,
Hablemos de los días de paz,
La paz que tanto anhelamos.

Hace casi seis meses que hemos estado peleando,
Seis meses de rugidos y gemidos de batalla.
Crueles son los sufrimientos de nuestra nación,
Tus sufrimientos, Dariya, y los míos.

Oh noches de alaridos y de estruendos
Y bombas que cada vez más cerca caen,
Y diminutos trozos de pan racionado
Que apenas parecen pesar nada...

Haber sobrevivido a las cadenas de este bloqueo,
La muerte a diario sobrevolando, ¡
Qué fuerza hemos necesitado todos, prójimo,
Qué odio hemos necesitado, y qué amor!

Tanto que a veces estados de ánimo de duda
han sacudido hasta la voluntad más fuerte:
«¿Puedo soportarlo? ¿Puedo soportarlo?»
Lo soportarás. Durarás. Vas a.

Dariya Vlasievna, espera un poco:
Llegará el día en que desde el cielo
La última alerta aullará su advertencia,
El último timbre de todo claro en lo alto.

Y cuán remota y tenuemente lejana
nos parecerá la guerra ese día
Quitemos casualmente las persianas
Y guardemos las persianas opacas.

Deja que toda la casa brille con luces entonces,
llénate de primavera y paz,
llora en silencio, ríe en silencio y
exulta en silencio en toda la quietud.

Panecillos frescos que romperán nuestros dedos,
Hechos de pan de centeno oscuro, crujiente y fino,
Y estaremos bebiendo a sorbos lentos
Vasos de vino carmesí resplandeciente.

Y a ti, te construirán una estatua
y la colocarán en la plaza Bolshoi;
En firme acero imperecedero,
Tu forma hogareña labrarán allí.

Tal como eras: mal alimentado, impertérrito,
vestido con ropas recogidas rápidamente;
Tal como eras cuando bajo el fuego de los proyectiles
cumpliste con tus deberes sin desmayarte.

Dariya Vlasievna, por tu espíritu
El mundo entero será renovado.
El nombre de ese espíritu es Rusia.
Ponte de pie y sé audaz entonces, incluso como Ella.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

10. ME LLEVASTE...

Me tomaste -
estaba hosca, sin afecto,
con pensamientos negros
y delirios de presidiario
y angustia de viuda sin sanar
y un amor pasado que no era pasado

Me tomaste como esposa -
no por placer,
no por tu propia voluntad
sino fuera de amor.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

11. VOLVER

Entramos — y nuestros corazones conmocionados se estremecen...
Muerte cruel, desolación, vacío bostezan aquí... ¿
Dónde están los cisnes... y los arroyos? ¿Dónde están las musas?
¿La belleza que desde la infancia hemos apreciado?

¿Dónde están los jardineros? ¿ Dónde están las personas
que solían apreciar parques pacíficos como este?
¿ No hay señales de ningún trabajo bendito
para el beneficio y la felicidad del hombre y la naturaleza?

¿Y dónde estamos nosotros mismos, los antiguos, simples
Seres que veían el mundo con confianza?
¡Qué miedo hay aquí!... Estoy seguro de que no más triste.
Hoy existe un lugar más solitario en la Tierra.

...Y de pronto brotan de nuevo los ecos altivos y luminosos
De lo más profundo de nuestra alma:
«Seguimos siendo los mismos; somos extraterrestres en todo el mundo;
Nuestra casa es siempre Tsarskoe Selo...»

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

12. PRONUNCIAMOS

Pronunciamos
las palabras más simples y más pobres
como si nunca se hubieran dicho.
Decíamos
sol, luz, hierba
como se pronuncia
vida, amor, fuerza.

Recordó cómo limpiamos de las calles de la ciudad
ese glaciar eterno y maldito
, y un anciano
pateó el pavimento
gritando: «¡Asfalto, amigos, asfalto!».

Como si fuera un marinero de antaño,
gritando «¡Tierra, tierra!»

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

13. NI SIQUIERA INTENTES MIRAR ATRÁS.

Ni siquiera intentes mirar hacia atrás
A esta penumbra oscura, a esta penumbra helada;
Allí alguien espera en la huella de tus pies,
No puedes dejar de responder a sus ojos.
Hoy miré hacia atrás y... enseguida
veo: me mira, amigo mío,
Con sus ojos vivos desde el hielo —
Mi único hasta mi fin.
Y yo no sabía que es así.
Pensé que otra es mi luz.
Pero, ¡oh, mi situación, sueño, paraíso,
vivo solo cuando estoy a tu vista!
Solo tu mirada hace mi vida recta,
soy fiel solo a tu mirada:
Por todo el que vive —soy su esposa,
tu viuda— por los dos.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

14. TODOS LOS AMIGOS  DICEN: "TODO ESTÁ BIEN...

Todos los amigos están diciendo: «Todo es bueno
Para salvar del mal, rabia una parte de la Tragedia,
Pero quién ha dicho que para dividir soy capaz?
Una parte de tu alma, como verdad...» ¿

¿Y cómo podría esconder mi pasión a la mitad,
sin noción de que es la pasión?
¿Cómo podría darle a la gente sólo una parte,
cuando la vida vale la pena darles en ese caso?

No, si hay dolor, el alma está enferma,
si hay placer, está ardiendo brillantemente.
No por la fuerza del miedo se revela
, sino por el poder de la libertad.

Ese es mi deseo, mi creencia y mi voluntad de amor.
Tampoco te atrevas a sentir lástima por mí.
Incluso mi muerte nunca concederé
Por tu felicidad compulsiva tan fatigosa.

OLGA BERGHOLZ (1910 - 1975)

POEMAS

15. ESPERANZA

Sigo creyendo que volveré a la vida, que
algún día despertaré temprano, al amanecer,
en la luz, en las primeras horas, en el rocío transparente,
donde las ramas están salpicadas de gotas,
y un pequeño lago se alza en el cuenco de la drosera,
reflejando el veloz vuelo de las nubes.
Y, inclinando mi rostro joven, miraré
una gota de agua como un milagro,
y las lágrimas de éxtasis caerán, y el mundo,
el mundo entero se verá, ancho y lejano.

Todavía creo que un día temprano,
en el frío chispeante, volverá
a mí en mi pobreza,
en mi sabiduría sin alegría,
sin atreverme a regocijarme y a sollozar…