MAIAKOVSKY Y OTROS POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, 2

Continuamos donde acabó 1 con VADIM BAKULIN (*)

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

CORONA

43.9 DESPIERTA RUSIA


Rusia duerme,
sueña
que es crucificada en la cruz.
Abajo, la gente llora y gime.
El rubor de las nubes es como manchas de sangre.
Rusia está dormida,
y sueña
que se está juzgando con
rigor: una horda de antiguos amigos está de pie,
con enemigos en el mismo camino.
Rusia duerme -
Y el delirio y la fiebre...
Entonces, ¿vendido o llevado como esclavo?
¿Y de quién fue el primer golpe,
enemigos o amigos jurados?
¡Despierta, Rusia!
¡Sacudid al pueblo,
bisnietos y nietos de Rusia,
tenemos que seguir adelante,
en la lucha, sin rendirnos!
¡Adelante no significa correr
por una vida
mejor en el extranjero,
sino mostrar el poder del Estado,
unirse en unidad de fuerzas!
¡La cohesión de los pensamientos es el camino de las victorias!
Que está regado con sangre, ¡todo es santo!
Pero, ¿cómo entender cuando en la lucha
por la casa del padre, el hermano corta al hermano?

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.1 Desfiladeros de calles. Un sueño de ventanas frías...

Las ventanas frías duermen.
El crujido ansioso de los pasos de otras personas en la noche.
Las ramas de la campanilla glaciar.
Punzantes cuchillos-rayas estrella.
Y en mi corazón está el cuchillo de un sueño
marginado y el sabor amargo de la traición en mis labios.
Mi anhelo son los puentes altos.
La esperanza es una luz en las costas lejanas.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.2. Domingo por la noche en diciembre

Domingo por la noche de diciembre.
La escarcha es cada vez más fuerte. Los
dos caminamos por una calle desierta,
sin decirnos una palabra.

El alba
arde sobre la ciudad Con el color transparente del ámbar:
Y susurro: "¡Arde, quema
mi alma, con el fuego del alba!"

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.3 El ruido de la avenida. Vanidad. El brillo de los escaparates

El ruido de la avenida. Vanidad. El brillo de los escaparates.
Las sombras no difieren de las personas.
En una ciudad aburrida deambulo solo
, y la lluvia otoñal se arrastra detrás de mí.

Cuando entro en el parque húmedo, la lluvia está detrás de mí;
Miraré hacia atrás, y él se reirá detrás de mí,
Girando con follaje dorado,
Siguiendo el viento ronco se irá volando...

Estoy acostumbrado al bullicio de la ciudad,
pero tengo miedo de una cosa esta noche,
que nos toparemos contigo en la oscuridad
y no nos reconoceremos cuando nos encontremos.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.4 Cementerio de la aldea cubierto de maleza

Un cementerio rústico cubierto de maleza
Sobre el jurásico, sobre un tronco gris.
Aquí soy un huésped extraño y no invitado.
Por eso vine por un tiempo.

Aquí siempre hay silencio y melancolía,
los sauces derraman lágrimas raras;
Y las nubes se ciernen sobre el río,
como si el alma de alguien volara.

Las cruces simples están torcidas.
Las fotos se lavan y se borran.
Tomar un descanso de la vanidad del mundo no es una prohibición, ni para los vivos
ni para los muertos.

Me adentraré de cabeza en el
silencio de los antiguos sauces, que han sobrevivido a todos los tiempos;
Recordaré
a las personas que me son queridas y continuaré mi camino solitario...

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.5 En el río - Belaya

Los rizos del roble estaban despeinados.
Las trenzas de abedul
se desenredan sobre la superficie espejada del río,
que guarda sus lágrimas de doncella.

El agua se vierte en los bordes de las montañas.
La niebla yace
en un penacho blanco Y oculta el denso bosque
La sombra de un pájaro ciego y solitario.

Solo el eco lleva el grito
Y se derrama en despedida,
Y el rostro
del sol sombrío Se arrastra sobre las montañas carmesíes.

RECONSTRUIR ESTO ME VA A COSTAR. PERO LO VOY A HACER :¡ SÍ o SÍ!

VA POR AIRES DE LIBERTAD.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.6 Ciudades al límite, en un barrio remoto...

La ciudad está en el borde, en un barrio remoto,
donde nadie ha estado por casualidad,
- Tu casa baja ha subido la colina.
La casa, la puerta al jardín y las ventanas al cielo.

Y cuando subes de la colina miras,
La vista es como desde una nube: todos los tejados, y los tejados,
como si ya no estuvieras caminando, sino volando,
como si tu alma se elevara.

Tímidamente piso el umbral ruinoso,
Tocando las frías alas de las cortinas, -
Con un sentimiento: el destino se abre,
Que sin ti no soy capaz de reconocer...

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.7 Paisaje de Novorossiysk

Los pómulos de Rocks sonríen.
Trenzas amenazantes de pino.
La daga
caliente del sol envió sangre ladera abajo.
Los suspiros de las nubes son pesados.
Al pie de
la roca, las trenzas de hormigas se envuelven alrededor de los troncos
...

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.8. Calle - Krasny Ruchey

¿Qué tipo de calle? "¡Un arroyo maravilloso!"
Fluye colina abajo hacia la tierra de nadie,
Un torpe cañón de pómulos,
Su boca abierta como un dragón.

Todo parece fotogramas de un sueño:
Mañana. Juventud. Suave. Primavera.
Las primeras sensaciones son aladas por la carrera.
El temblor de los párpados tímidos de la linterna.

Un desfile de casas variadas,
Y aquí está la que tiene un atuendo más sencillo, Arriba, en tres ventanas,
este es el tuyo,
Nuestro viejo es el centinela.

El sauce bajará sus ramas con anhelo,
yo acariciaré su tronco con mi mano, apretaré
mi querida mejilla contra él,
y beberé con tristeza salada.

... Abajo en el cañón, a la luz de los rayos pantanosos,
Bajo el nombre de "Arroyo Rojo"
Deja que la calle me lleve, deja ...
Si todo es un sueño, despertaré...

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.9. Cabañas...

Olmos centenarios solían crecer aquí...
Ahora la vista es muy diferente:
las cabañas se yerguen, una más fea que la otra,
un muro interminable.

Es difícil determinar la arquitectura.
Vinagreta insípida y selecta.
Sus importantes propietarios parecen
haber comprado un aplazamiento: ¡¿al otro mundo?!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.10. Ciudad N...

Una ciudad

donde nadie necesita a nadie.

Un

remolino de indiferencia, pérdida y maldad.

Con los

que no lo son, compartiré la cena.

Le vendaré los ojos a la sombra de

mis mejores años.

Otoño,

todas las separaciones... Pero, ¿dónde son las reuniones?

Llevamos frialdad en nuestros

corazones... ¿Y dónde está el calor?

Cada

día está marcado con una cruz de dolor,

anhelamos

algo en lo que tener suerte.

Oscuridad...

Sólo: muros, pilares, fábricas...

Sombras,

sombras por todas partes, pero ¿dónde está la luz?

Una ciudad

donde olvidar en las garras de la libertad -

¡Hay
una razón
, no hay lugar para mi alma!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.11. Y el silencio fluye el Don

Y el silencio fluye el Don. Trébol rizado.
Manojos de tanaceto dorado...
Una casa
antigua y robusta se hunde en la densa vegetación.
Corro por el acantilado
para tocar con mi mano
al agua donde los sauces lloran,
el guardián del río es la paz.
Los sauces lloran solitarios...
Y bajo las motas de estas lágrimas
Círculos: ¡excéntricos, juguetones! "
Una bandada de libélulas matutinas.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.12. Petersburgo

Los árboles están en delirio primaveral,
Las estrellas han caído sobre sus hombros,
Camino en la noche sin mirar atrás,
Para encontrarme con pensamientos desesperados.

En un marco de granito del Neva.
Extraños reflejos de cal.
La figura de un león triste.
Abril go-lo-vo-kru-je-nye!

Estoy caminando a lo largo de las aguas de San Petersburgo.
Mi capa está pasada de moda,
Y Moika me reconoce,
Enroscada con agua fría;

Y la luna que me
persigue vuela sobre el solemne jardín.
Voy libre, borracho,
no necesito otra felicidad.

Mi alma nació aquí...
Y la ciudad, que ha estado relacionada durante tres siglos,
tiene un gran poder:
gobierna el destino del hombre.

En la noche, sin mirar atrás, me vuelvo
loco para encontrarme con mis pensamientos,
Componiendo poemas a medida que avanzo, -
¡El cielo cayó sobre mis hombros!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.13. Volga

¡Oh, madre dura, el Volga!

¡Ya no hay río en Rusia!

¿Te

has convertido en un espejo de la melancolía rusa?



En las aguas frías, realmente poderosas,

más pesadas y oscuras que el plomo, -

Rephaces las nubes de lágrimas...

La misma tristeza se congela en los corazones rusos.



Y en la hora del ocaso, en la noche,

en el resplandor de las cúpulas doradas puras,

brillas con fe eslava,

¡Reconocible por el corazón sin palabras!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.14.Saratov. Extenso Saratov en las colinas...

Extenso Saratov en las colinas
¡Encuéntranos! Fue un camino largo.
Majestuosa es la extensión
de las aguas dulces, y anchos son los abrazos del estricto Volga.

Las dos ciudades estaban conectadas por un gran puente.
Sarátov y Engels son dos hermanastros.
En la colina de Sokolova el cementerio está limpio,
el fuego es alto en honor al soldado caído.

Las grullas
de pelo gris se ahogan en el cielo en el monumento a la memoria de los muertos.
El Volga brumoso hace frío a lo lejos.
Triste es el aspecto de los suburbios de la quietud.

Álamos piramidales orgullosos,
flechas apretadas perforadas firmemente en las montañas.
El arroyo discurre por túneles de callejones.
La ciudad se está ahogando con el clima de noviembre.

Y en Moscú el espíritu eslavo está vivo, en las mansiones de los comerciantes.

¡Saratov es hermosa hasta en las lágrimas!
¡No puedes quitar la vista ni siquiera con mal tiempo!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

44. CAMINO A CASA

44.15. Otoño. Saratov. Follaje tallado...

Otoño.
Saratov.
Follaje tallado
en encrucijada.
La catedral está desequilibrada.
Al igual que las limosnas, las palabras
sencillas que vuelan del cielo se entretejen en líneas.
La calma
poética me conduce a través de los recovecos de los barrios antiguos.
La aguja gótica se ahoga en la niebla.
La cría pegajosa de cría extraña es larga.
Lipki es el nombre del parque aquí.
Raras gotas de lluvia
Siembra cuidadosamente noviembre.
La oscuridad
desciende sobre los hombros de Lipam, suspirando ansiosamente.
Otoño.
Saratov.
Follaje tallado...

El sauce bajará sus ramas con anhelo,
yo acariciaré su tronco con mi mano, apretaré
mi querida mejilla contra él,
y beberé con tristeza salada.

... Abajo en el cañón, a la luz de los rayos pantanosos,
Bajo el nombre de "Arroyo Rojo"
Deja que la calle me lleve, deja ...
Si todo es un sueño, despertaré...


S.C.

¡Bien! Veo que has recuperado los días y...¡es un gusto!
Voy a ponerme al día por este lado, veo que vienes con fuerza y ganas, la poesía se lo merece.
Pascual, gracias mil, e igual cantidad de besos.

GRACIAS, LLUVIA...

DICES: " veo que vienes con fuerza y ganas,"

... no sé, no sé. Hubiera preferido no tener que rehacer lo que ya estaba hecho. Pero, es cierto, me gusta la poesiia de Vadim Bakulin.

Por tanto, sigo. Perddón, reempiezo. Besos

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.1. El último carril

El borde de la ciudad. Callejón. El último carril.
Un peatón casual no deambulará por aquí.
Una estricta hilera de árboles. Viento primaveral de ululaciones.
Las farolas perforan el cielo.

El último giro a la izquierda... y el camino...
¡Todo al cielo, al cielo! ¡Hacia arriba, tal es su llamado!
Y en una colina empinada, discreta, con tres ventanas
, tu casa salvaje en las mismas nubes.

Todas las ventanas dan al cielo, y detrás de la pared en blanco,
Desesperado, un jardín blanco corre colina abajo.
Pasos inaudibles y una sensación: a mis espaldas -
No viento ni lluvia, sino susurro de alas.

Dios te bendiga, el camino "arenoso",
el más seguro de los caminos en mi destino terrenal,
el límite misterioso de mis paseos nocturnos,
el callejón sin salida de los caminos terrenales... y salir al otro mundo.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.2. Peines

Dos montañas rastrilladas y abrazadas
En medio de las estepas, aldeas de fuego.
De la antigua "cresta" se llamaba
En la región de Oremburgo - el pueblo de Grebeni.

Sube a la querida montaña,
recoge las nubes con tu mochila,
mira las extensiones de la estepa
El río serpentea alrededor de Sakmara.

Como el mar, la estepa de hierba pluma juega con una
ola, tormenta débilmente.
Plata sobre el
río veloz Las delicadas ramas de los helechos.

¡Y qué puñados por la noche
hierven aquí las constelaciones!
¡Las velas más eternas
del cielo rastrillaron los peines en su fuego!

Mi infancia transcurrió en algún lugar cercano.
¡Aquí se esparcen los días de la juventud,
Y de nuevo hago un
vuelo A la tierra de las colinas mágicas - Crestas!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.3. Koltubank

Tocar, componer, tocar, tocar;
¡Apresúrate, apresúrate, apresúrate
a mi otoño pagano,
al templo de pinos rizados!

Las ruedas traquetean: toc-toc-toc...
Ahora pasaremos por Buzuluk,
cuatro estaciones más,
y Koltubanka nos abrazará...

Saldré..., y seguro que
lluevan las nubes.
¡Ah, Koltubanka.., incluso las nubes
aquí son especialmente llorosas!

Y esta lluvia, la
lluvia oblicua, es comparable al rocío divino.
Deja que llovizne aún más fuerte,
el callejón me servirá de paraguas.

Velas de pino centenarias -
¡Mi segundo cielo!
Por todos lados crujen las cortinas
del antiguo y denso bosque.

... Tocar, componer, tocar, tocar;
Aléjame, aléjame, aléjame...
En mi otoño pagano,
Al templo con columnas de pinos rizados...

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.4. Estepa de Oremburgo

Estepa de Oremburgo,
Tu temperamento es inquieto...
¡El corazón aquí es que el capullo de tulipán cobre vida!
Sables desnudos de hierbas alarmadas
Por la noche: las flores doradas arrancan las estrellas...

La estepa de Oremburgo,
no puedo abrazarlos a todos,
no puedo conocer sus secretos y truenos...
Para hablar de ti -
Necesitas
absorber con sangre Tus amaneceres y atardeceres negros...

Estepa de Oremburgo,
te doy
el arco más bajo;
Y apretando
contra mi pecho tu fatal espina de camello,
Como una partícula de ti, -
¡Te abrazo a todos!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.5.Una tarde de verano en la estepa. Etude

Veo una arboleda: una cúpula verde
se mece en el azul del cielo.
Olmos en escamas ásperas
Inhala el aire caliente del verano.

Alrededor de la inmensidad de la estepa donguz.
Las carreteras siguen fluyendo hacia el pequeño río.
Mientras camino por el sendero, mis pies
son mordidos por los bromistas con dientes: los nabos.

Una planta rodadora desesperada, el campo
ya ha comenzado una fuga elegante,
una tiara de flores, blanca como la nieve
, se llevará fácilmente, y con la brisa, a la libertad...

El trébol dulce se vuelve amarillo, lame el manto del atardecer con una
ola de encaje.
La mágica estepa está envuelta en silencio,
Y solo el viento gime a tus espaldas.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.6. Verano de Oremburgo

El verano de Oremburgo arde con tanaceto caliente.
Los nabos se aferraban fuertemente al pecho de mi tierra.
¡Orenburg! En el pasado, veo esta ciudad,
como un espejismo olvidado en la estepa sin límites.

Las cenizas de la santa catedral fueron esparcidas al viento.
La cruz es derrotada. Las campanas están partidas.
Las voces de los minaretes milenarios no suenan...
¡¿De quién era la voluntad del chacal para esto?!

El regalo imperial: la Puerta del Agua
Anteriormente, todos los que entraban en Oremburgo eran recordados,
Pero su simbolismo indignó a alguien,
La puerta a Europa fue demolida... ¿De quién son las manos?

No hay nada que hacer... El siglo pasó corriendo,
tronó como un trueno; voló como un ladrón.
Es hora de revivir todo desde el principio
y proteger tu tierra de nuevos vándalos...

Y cuando el verano de Oremburgo se apague,
Abrasando la hierba de plumas de las estepas inquietas,
De la niebla se levantará, - rayón, violeta;
Anticipando el mejor momento, - el heredero - ¡bardana!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.7. Manantial de Oremburgo

No es mayo, sino desgracia:
menos de cuarenta hoy.
No da miedo, vivimos en Eurasia
, ¡vivimos en Eurasia!

Una iglesia en una colina -
Las campanas están sonando,
Y desde el minarete el Mullah les
canta fuertemente.


A lo largo de las calles abandonadas
se siembra la gente.
Sobre cada halo se revuelta
De los mosquitos cuelga .

Y un poco de viento seco, -
¡Ni de uno, ni de dos! -
De todos los álamos circundantes
revoloteará una pelusa bien cuidada.

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45.8. De las estepas a los bosques

El tren va a toda velocidad, desde las estepas hasta los bosques.
La vista desde la ventana es similar al desierto.
Asiento reservado. Voces
extrañas silban detrás de las paredes vacías.


Una marcha sucia amenaza el cielo.
La nieve se está derritiendo. ... Y no se hizo más ligero...
Que las "picas" de la baraja de cartas -
Grajos explotaron en una bandada

negra
Sobre el plano gris de la estepa,
Sobre el campamento convulso de la arboleda...
¿O tal vez no es tan oscuro?
¿O tal vez necesitas pensar de manera más simple?


A pesar de las malas noticias:
notar un hermano en cada persona que conoces,
enviar todas las
penas al infierno y olvidar la pérdida hasta la mañana.


¡Cambio las estepas por bosques,
vuelo al encuentro de mi destino galante!
La noche iluminada por la luna mirará a mis ojos
y se acostará como una serpiente sobre mis hombros...

VADIM BAKULIN.

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45. CICLO OREMBURGO

45.9. Aguas gruñonas de abril Sakmara

Las aguas gruñonas del Sakmara
de abril llevan una silenciosa puesta de sol en las palmas de sus manos.
Orilla escarpada. Sobre el muelle de las viejas
casas inclinadas, se alzan abrazadas.

En un kurmysh desolado fluye la vida de alguien,
Un arroyo
inquieto hierve como un río, Y con cada inundación el río lava
la arena obstinada del acantilado escarpado.

Y la gente vive sin miedo a las inundaciones,
fortalece obstinadamente sus hogares, y esta peculiaridad de nuestro pueblo,

"ser devoto de su lugar natal", está en la naturaleza
y en el espíritu ruso, y verdaderamente, en la sangre.

VADIM BAKULIN.

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45. CICLO OREMBURGO

45. 10. Nací en una tierra desértica...

Nací en una tierra desértica,
en la estepa depredadora euroasiática,
donde el calor abrasador de
Palestina en el color de los nabos sangrientos del amanecer.

Sobre los Urales, los sauces
blancos me dieron sus palabras.
Aburrido, quejumbroso y lúgubre
, en las copas de los sauces, gritaba el búho.

Y en invierno, ventiscas perdidas,
entrelazando nuestra casa consigo mismas,
en las ventanas cubiertas de nieve cantaba,
un adivino sobre mi destino.

Mi tierra natal es simplemente el Paraíso
Porque los desesperados se han convertido en grajos:
Los pájaros vuelan en círculos con un rugido desgarrador
Sobre las hileras de olmos,

Sobre las sombras de las iglesias sombrías,
Reflejando cruces en el río.
Aquí Europa estaba
unida a las tierras asiáticas por puentes.

Nací en la tierra rusa,
que tiene cara de sármata.
¡La voz
rusa jónica de mi tierra rompe la armonía!

VADIM BAKULIN.

POEMAS.

45. CICLO OREMBURGO

45. 11 Montaña Sagrada. Camello.

En la estepa gris, donde aúlla
la ventisca y cantan los vientos feroces, se encuentra la montaña sagrada,

el camello...

Según la parábola, todo era así:
Un camello, habiendo dejado su casa,
decidió irse, para comparar la fuerza
con la furiosa cresta de los Urales.

Bebiendo
agua de manantial de Rakta, el río maldito,
no rompió las cadenas de la muerte, -
Se convirtió en víctima de la angustia de piedra,

Y todos los que pasan
por allí en la estepa sombría y vacía,
¡Ahora protege de los problemas,
cautiva con belleza congelada!