(ANCIANO PASTOR GRIEGO APODADO "EL LOCO")
Jesús y Pan
Soñé una noche que Jesús el Nazareno y Pan, mi dios, se encontraban sentados en el
280 De 525 - 22 de febrero de 2006 - Obras de GIBRÁN KHALIL GIBRÁN - Recopilación
corazón de un bosque, festejando el uno las palabras del otro. El arroyo participaba de
sus risas. La de Jesús era más feliz y jovial. Estuvieron dialogando largamente.
Habló Pan de la tierra y de sus misterios; de sus hermanos de pezuñas y cuernos; de
los sueños, de las raíces y de la serenidad y, sobre todo, de la savia que se reanima y
despierta cantando con la primavera.
Jesús habló de las pequeñas ramas del bosque, de las flores de los frutos y de las
semillas que llevarán sus ramas en una estación que aún no ha venido. Habló de los
pájaros que vuelan y cantan en el espacio infinito y de los gamos blancos que el ojo
del Todopoderoso cuida en el llano.
Se alegró Pan con los diálogos del nuevo dios, llenándose de placer sus narices. En el
mismo sueño vi que el sueño reinaba sobre Pan y Jesús, y que estaban sentados a la
sombra de los árboles, luego, tomó Pan su caramillo y tocó; su música produjo un
movimiento de sacudidas en los árboles; tiritó el follaje y se estremeció el helecho, lo
cual me causó temor y pánico. Jesús le dijo:
-Buen hermano, has reunido en tu caramillo los senderos de los bosques y las cumbres
de las montañas.
Pan, alcanzándole el caramillo a Jesús; le dijo:
-Toca tú ahora. Ya es tu turno.
-Es grande en mi boca esta caña; déjame que toque en la mía.
Y Jesús comenzó a tocar; entonces oí la melodía de la lluvia sobre las hojas, el
murmullo de los arroyos entre las colinas y la suave caída de la nieve sobre la cima de
los cerros. Y los latidos de mi corazón, que había tomado del viento, volvieron al
viento. Toda la marea de mi pasado volvió a mi ribera, y fui otra vez Sarquís el pastor.
Y el caramillo de Jesús se convirtió en mil naies de mil pastores que conducen
innumerables rebaños.
-Tú estás más cerca de la música -dijo Pan- por tu juventud, que yo por mi vejez.
Antes de hoy he oído en mi paz tu música y tu nombre. Tu voz. y tu nombre son
sacros y dulces; ellos se elevarán fuertemente con la savia a las ramas y correrán entre
montes y quebradas. Tu nombre no es desconocido para mí, no obstante no habérselo
oído a mi padre; bastó que tocaras tu caramillo para recordarte. Ahora vamos a tocar al
unísono.
Y los dos tocaron al mismo tiempo. Su música golpeó el cielo y la tierra y un terror
invadió a todos los vivos. Oí el rugido de, los animales y la angustia del bosque; el
lamento de los solitarios y la queja de los que anhelan lo desconocido. Oí los suspiros
de la doncella por su amado, y el jadeo del cazador tras su presa. Luego volvió la paz
a la música de ambos. Y se emocionó alegremente la tierra y juntamente con el cielo
entonaron una canción.
Todo eso he visto y escuchado en mi sueño.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Hoy a las 00:28 por Lluvia Abril
» ANTOLOGÍA DE GRANDES POETAS HISPANOAMÉRICANAS
Hoy a las 00:21 por Lluvia Abril
» POESÍA SOCIAL XX. . CUBA. (Cont.)
Hoy a las 00:15 por Lluvia Abril
» Alfonso Canales (1923-2010)
Hoy a las 00:11 por Lluvia Abril
» CLARICE LISPECTOR II ( ESCRITORA BRASILEÑA)
Ayer a las 21:32 por Maria Lua
» EDUARDO GALEANO (Uruguay - 1940-2015)
Ayer a las 21:29 por Maria Lua
» Rabindranath Tagore (1861-1941)
Ayer a las 17:18 por Maria Lua
» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
Ayer a las 17:15 por Maria Lua
» Khalil Gibran (1883-1931)
Ayer a las 17:10 por Maria Lua
» POETAS LATINOAMERICANOS
Ayer a las 17:01 por Maria Lua