por Lluvia Abril Miér 3 Jun 2020 - 23:46
ANTONIO ARNAO
MELANCOLÍAS
rimas y cantigas
LVI.
LA ESTRELLA DE LA GLORIA.
(Á UN JOVEN POETA.)
Ayer , a la fresca sombra
De un álamo susurrante,
Deliraba el alma mía
Por regiones celestiales;
Cuando, cual hoja de un árbol,
Que rápido lleva el aire,
Un espíritu invisible
Me arrastro en sus alas de ángel.
Condujome a la ribera
De un piélago inmensurable;
Y como al soplo de un genio
Animado aquel paisaje,
Vi tan raras maravillas,
Que mi espíritu anhelante
Se encontró bajo el influjo
De un encanto inenarrable.
Era un mar que murmuraba
Tan apacible y suave,
Que el aliento parecía
De un corazón sin pesares.
Llenaban la extensa playa,
Como seres ideales,
Cien mancebos que subían
En empavesadas naves.
En esto fulgente y puro
Por confines muy distantes
Surgió un astro de las aguas,
Del sol atrevida imagen,
Y, velando de la luna
La claridad inefable,
Alumbro un lejano puerto
Con sus rayos rutilantes.
Himno de noble entusiasmo
Se sintió súbito alzarse,
Lleno las velas el viento
Y hendieron el ponto audaces.
Mas ! ay ! que ya cuando estaban
En la mitad de los mares
Y se acercaban algunas
Al puerto de sus afanes,
Bramo el huracán; el rayo
Corto estallando los aires,
Y el mar hundió a casi todas
En sus ondas espumantes.
Solo algún fuerte piloto
Venciendo las tempestades,
Aunque con las velas rotas,
Despedazados los mástiles,
Arribo a la hermosa tierra
Que en tan horrendo desastre
Dulce brillando seguía
Como los suenos de un ángel.
—También con afán, oh hermano,
Entonces te vi lanzarte
Y cortar las pardas olas
En tu navecilla frágil.
Al conocerte, mis gritos
Te pidieron que tornases;
Mas mis clamores se ahogaron
En aquel rudo combate.
!Ay! Aquella viva estrella,
Que brillaba tan radiante
Abrasando vuestro pecho
Con sus rayos inmortales,
Era el astro de la gloria
Que os alumbraba distante
Una región encantada
De venturas inefables
Mas !oh placer! en la pena
Que ahogaba mi pecho amante,
!Con cuanto gozo mi alma
Te vio dominar los mares,
Humillar los elementos
Que muerte anhelaban d arte,
Y llegar por fin en triunfo
A aquella tierra envidiable!
Con lagrimas de ternura
Tan solo sabre ensalzarte,
Que tanto el genio merece
Premio a sus duros afanes.
Y cual se ve desde el suelo
Cruzar el eter triunfante
El águila poderosa
Con vuelo rapido y grave,
• Asi en mi oscuro retiro
Me gozare en admirarte
Cuando en un cielo de gloria
Brille tu nombre radiante.
! Dichoso tu que ceñiste
En anos primaverales,
A costa de fe y denuedo,
El sacro laurel del vate!
Hoy a las 19:40 por Maria Lua
» LA POESIA MÍSTICA DEL SUFISMO. LA CONFERENCIA DE LOS PÁJAROS.
Hoy a las 19:36 por Maria Lua
» POESÍA ÁRABE
Hoy a las 19:31 por Maria Lua
» CÉSAR VALLEJO (1892-1938) ROSA ARELLANO
Hoy a las 15:04 por cecilia gargantini
» NO A LA GUERRA 3
Hoy a las 14:47 por Pascual Lopez Sanchez
» 2021-01-24 EL AZULEJO DE DELFT
Hoy a las 14:43 por cecilia gargantini
» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
Hoy a las 10:33 por Maria Lua
» CLARICE LISPECTOR II ( ESCRITORA BRASILEÑA)
Hoy a las 10:31 por Maria Lua
» Khalil Gibran (1883-1931)
Hoy a las 10:24 por Maria Lua
» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
Hoy a las 10:23 por Maria Lua