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Frank O'Hara (Baltimore, 27 de marzo de 1926-Long Island, 25 de julio de 1966) fue un poeta, músico, dramaturgo, crítico de arte estadounidense que, junto con John Ashbery, James Schuyler, Barbara Guest y Kenneth Koch, fue miembro clave de la primera promoción de la Escuela de Nueva York.
Vida
Era hijo de Russell Joseph O'Hara y de Katherine Broderick, concebido fuera del matrimonio, algo que sus padres le ocultaron al decirle que vino al mundo en una fecha distinta a la oficial. Nació en Baltimore y creció en Grafton (Massachusetts). Estudió en Worcester y más tarde (entre 1941 y 1944) piano en el Conservatorio Nueva Inglaterra de Boston; sirvió en la campaña del Pacífico de la II Guerra Mundial y en Japón como técnico de sónar y radar de un destructor.
Fue a la Universidad de Harvard gracias a las becas que se daban a los veteranos de guerra. Allí compartió habitación con el artista y escritor Edward Gorey. Aunque estudiaba música, asistía poco a clase porque prefería ir a los cursos de filosofía y teología. Además de componer, escribía compulsivamente poesía en este periodo. O'Hara absorbió el arte visual y la música contemporánea, que influyeron fuertemente su escritura, y nunca abandonó la música, que fue su primer amor (fue un gran intérprete de piano). Sus poetas favoritos fueron Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Boris Pasternak y Vladimir Mayakovsky. En Harvard conoció al poeta John Ashbery y comenzó a publicar poemas en el Harvard Advocate. A pesar de su afición a la música, cambió su licenciatura y recibió el grado en inglés en 1950. En 1951, se licenció en literatura inglesa por la Universidad de Míchigan en Ann Arbor. En otoño se mudó a un apartamento en Nueva York con Joe LeSueur, compañero de cuarto y amante durante once años. Empezó a trabajar como profesor en The New School, pero permaneció vinculado al mundo del arte trabajando como crítico en Art News; es más, en 1960 fue conservador de pintura y escultura en el Museum of Modern Art de Nueva York, organizando numerosas exposiciones y actividades. Viajó por Francia, Italia y España y trabajó también como creativo publicitario. Entre sus amigos estuvieron los artistas Willem de Kooning, Norman Bluhm, Larry Rivers y Joan Mitchell. Murió a los cuarenta años, de un golpe producido por un arenero en la playa de Fire Island, el 24 de julio de 1966, y sus cenizas yacen en el Green River Cemetery de Long Island. Dejó mucha poesía inédita, que fue impresa póstumamente bajo el título The Collected Works of Frank O'Hara. Esta obra obtuvo el premio nacional (National Book Award) de 1972 en la modalidad de lírica.
Poesía
Cofundó la llamada Escuela de Nueva York junto con J. Ashbery y Kenneth Koch, cuyo propósito era reunir o unificar teatro, poesía, pintura y música y en la que los artistas buscaban una temática y lenguaje comunes; en efecto, parte de su poesía se publicó en colaboración con artistas plásticos; por ejemplo, Odes (1960) lleva serigrafías de Michael Goldberg. En su poesía es elemento esencial Nueva York y la relación del poeta con la ciudad. Es generalmente autobiográfica, y muchas de sus piezas están fundadas en observaciones sobre los momentos cotidianos en que era feliz:
Lo que me está sucediendo, permitiendo mentiras y exageraciones que trato de evitar, entra en mis poemas. No creo que mis experiencias sean aclaradas o hechas hermosas para mí o cualquier otra persona: están allí de cualquier forma que pueda encontrarlas.
En 1959 escribió un manifiesto (originalmente publicado en Yugen en 1961) titulado Personism: A Manifesto. En él explaya su posición sobre la estructura formal. "No me gusta el ritmo, la asonancia, todo eso... Hay que seguir el impulso". Este es un extracto de su manifiesto:
Todo está en el poema; pero, a riesgo de sonar como el Allen Ginsberg del pobre millonario, te escribo porque acabo de escuchar que uno de mis colegas poetas piensa que, si un poema mío no se entiende a la primera lectura, es porque yo también estaba confundido. ¡Vamos, yo no creo en Dios, así que no tengo por qué elaborar estructuras tan sólidas! Detesto a Vachel Lindsay, siempre lo detesté; ni siquiera me gustan el ritmo, la asonancia, todas esas cosas. Hay que seguir el impulso. Si alguien te persigue por la calle con un cuchillo, sales corriendo, no te das vuelta a gritarle “¡Date por vencido: fui estrella de atletismo en el colegio de Mineola!”. Eso, en cuanto a escribir poemas. [...] Hay que aprovechar las oportunidades y tratar de evitar ser lógico. El dolor siempre produce lógica, y eso es muy malo para ti. Y no digo que yo no tenga prácticamente las ideas más elevadas de los que escriben en la actualidad; pero, ¿qué diferencia hay? Son nada más que ideas. Lo único bueno es que, cuando me elevo lo suficiente, es que paré de pensar, y ahí es cuando llega el refrigerio. Y, ¿Cómo te va a importar si alguien entiende o si sabe lo que significa o si los hace mejores? Mejores ¿para qué? ¿Para la muerte? ¿Por qué apurarlos? Muchos poetas son como una madre mayor tratando de hacer comer a los hijos un montón de carne asada y patatas con salsa (de lágrimas). A mí me importa un carajo si comen o no. [...] Nadie tendría que experimentar nada que no necesite; si no necesitan poesía, mejor para ellos: a mí también me gustan las películas. Después de todo, entre los poetas norteamericanos, solamente Whitman, Crane y Williams son mejores que las películas. En cuanto a la métrica y demás cuestiones técnicas, no se precisa más que sentido común: si vas a comprarte un pantalón, quieres que sea tan ajustado como para que todos quieran acostarse contigo. No hay nada metafísico en eso [...]. La abstracción en la poesía, lo que Allen comentaba recientemente en "IT IS", es un misterio. Pienso que aparece, sobre todo, en esos detalles insignificantes en los que es preciso decidir. La abstracción (en poesía, no en pintura) supone la eliminación personal del poeta. Por ejemplo, la decisión que implica elegir entre “la nostalgia del infinito” y “la nostalgia por el infinito” define una actitud hacia el grado de abstracción en el que la nostalgia del infinito representa el grado máximo de abstracción, eliminación y potencial negativo (como en Keats y Mallarmé). El personismo, un movimiento que acabo de fundar y que todavía no conoce nadie, me interesa muchísimo porque es tan totalmente opuesto a este tipo de eliminación abstracta que, por primera vez en la historia de la poesía, se está al borde de la verdadera abstracción. El personismo es a Wallace Stevens lo que la poésie pure fue a Béranger. No tiene nada que ver con la filosofía, es arte puro. No tiene nada que ver con la personalidad ni con la intimidad, ¡ni de lejos! Pero para darte una vaga idea, uno de sus aspectos mínimos es que se dirige a una persona (fuera del poeta mismo), así evoca los distintos matices del amor sin destruir su vulgaridad vivificante, y mantiene los sentimientos del poeta hacia el poema mientras impide que el amor lo distraiga con el sentimiento por la persona. Eso es parte del personismo. Fue fundado por mí después de almorzar con LeRoi Jones, el 27 de agosto de 1959, un día en el que estaba enamorado de alguien (no Roi, dicho sea de paso, un rubio). Volví a trabajar y escribí un poema para esa persona. Mientras lo estaba escribiendo me daba cuenta de que si quería podía usar el teléfono en vez de escribir un poema, y así nació el personismo. Es un movimiento muy emocionante que sin duda tendrá montones de adherentes. Pone al poema exactamente entre el poeta y la persona, al estilo Lucky Pierre, y, en consecuencia, el poema queda satisfecho. Por fin está entre dos personas en vez de estar entre dos páginas. [...] Confieso que puede ser la muerte de la literatura tal como la conocemos. Aunque tengo algún remordimiento, me alegra haber llegado ahí antes que Alain Robbe-Grillet. Al ser más rápida y certera que la prosa, es justo que sea la poesía la que liquide a la literatura. Por un tiempo la gente pensó que Artaud lo iba a conseguir, pero hoy en día, por toda su magnificencia, sus escritos polémicos no están más afuera de la literatura que Bear Mountain del estado de Nueva York. (Frank O'Hara, "'El personismo: un manifesto", en Yugen núm. 7, 1961).
Su poesía sufre el influjo del Expresionismo abstracto, el Surrealismo, la poesía rusa y de poetas asociados con el Simbolismo francés. Su poesía condensa experiencia personal a la manera de la pintura por entonces de Pollock, Kline y de Kooning o del imaginativo realismo de pintores como Jane Freilicher y Larry Rivers. Su interdiscursividad con la pintura se demuestra en poemas como Why I am Not A Painter. Usa el registro cotidiano, pero a veces también la parodia periodística, la intertextualidad y la imaginería surrealista: refleja su mundo personal ligado a muy diversos campos artísticos (cine, música, pintura...) y así sus poemas están llenos de nombres propios y de referencias a personas, lugares y cosas cercanas a esos mundo.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Frank O'Hara:
POEMA
La nota impaciente en mi puerta decía: "¡llama,
llámame en cuanto llegues!". así que rápido
metí unas mandarinas enel bolso,
enderecé los párpados, la espalda, y
fui directo a la puerta. Ya era otoño
para cuando llegué a la esquina, ay tan
reacio a ser preciso o asombrado, pero
¡en la acera las hojas brillaban más que la hierba!
Pensé: qué raro, la luz encendida tan tarde
y la puerta abierta; ¿levantado a estas horas, un
campeón de jai alai como él? ¡Un espanto!
¡Qué vergüenza! ¡Qué anfitrión dedicado! Y ahí estaba
en la entrada, acostado sobre un charco de sangre que
bajaba la escalera. Yo, agradecido. Pocos
anfitriones se esfuerzan tanto por recibir a alguien
que invitaron de paso, y además hace varios meses.
PARA GRACE, DESPUÉS DE UNA FIESTA
................No siempre sabes lo que siento.
Anoche en el cálido aire de primavera mientras
le disparaba mi inventiva a alguien que no
me interesa,
........................lo que a mí me encendía era el amor
por ti,
...........y ¿no es raro? porque en cuartos llenos de
desconocidos mis sentimientos más tiernos
..........................................................................se retuercen y
dan gritos por fruto. Extiende tu mano,
¿no hay
..............un cenicero ahí, de golpe, junto a
la cama? Y alguien que amas entra al cuarto
y dice ¿no prefieres
..................................los huevos un poco
distinto hoy?
........................Y cuando te los trae son
huevos revueltos comunes y corrientes, y el clima
cálido se mantiene.
MEDITACIONES DURANTE UNA EMERGENCIA
¿Me volveré libertino como si fuera rubio? ¿O religioso como si fuera francés?
Cada vez que me rompen el corazón, me siento más aventurero (¡y cómo siguen reapareciendo los mismos nombres en esa lista interminable!), pero uno de estos días ya no habrá con qué aventurarse a salir.
¿Por qué te compartiría? ¿Por qué no dejas a algún otro, para variar?
Soy el menos complicado de los hombres. Lo único que quiero es amor ilimitado.
¡Hasta los árboles me entienden! Por favor, también me acuesto debajo de ellos, ¿o no? Soy igual que un montón de hojas.
Pero nunca me atraganté con elogios de la vida bucólica, ni con nostalgias de un pasado inocente de perversiones en prados. No. No hace falta cruzar los confines de Nueva York para encontrar todo el verde que uno quiere: no puedo ni disfrutar de una hoja de hierba si no sé que hay un metro a mano, o una disquería o alguna otra señal de que la gente no se arrepiente del todo de vivir. Es más importante afirmar lo menos sincero; las nubes ya reciben bastante atención así como0 son las cosas y hasta siguen pasando. ¿Saben lo que se están perdiendo? Ajá.
Mis ojos son de un azul indefinido, como el cielo, y cambian todo el tiempo; son indiscriminados pero fugaces, completamente específicos y desleales, así que nadie confía en mí. Siempre desvío la mirada. O de nuevo miro algo que ya me ha abandonado. Me pone nervioso u eso me hace infeliz, pero no logro dejarlos quietos. Ojalá tuviera ojos grises, verdes, negros, marrones, amarillos; podría quedarme en casa y hacer algo. No es que sea curioso. Al contrario, estoy aburrido pero es mi deber prestar atención, las cosas me necesitan igual que el cielo debe estar sobre la tierra. Y últimamente, creció tanto su angustia, que consigo dormir poco.
Bueno, hay un solo hombre al que me encanta besar cuando no está afeitado. ¡Heterosexualidad! Te acercas inexorablemente. (¿Cómo desalentarla?).
San Serapión, me envuelvo en las túnicas de tu blancura, que es como la medianoche en Dostoievski. ¿Cómo me convertiré en leyenda, querido? Probé con el amor, pero el amor te esconde en el pecho ajeno y yo siempre salgo a raudales de ahí como el loto, ¡el éxtasis de vivir desbordando! (¡pero no hay que distraerse con eso!) o como un jacinto, “para mantener alejada la mugre de la vida”, sí, ahí, incluso en el corazón, donde la mugre se bombea y calumnia y contamina y determina. Cumpliré voluntariamente con mi voluntad, aunque pueda llegar a ser famoso por una enigmático vacío en ese departamento, ese invernadero.
¡Destruye, si no lo sabes!
Es fácil ser hermoso; lo difícil es parecerlo. Te admiro, amado, por la trampa que has puesto. Es como el capítulo final que nadie lee porque ya terminó el argumento.
“Fanny Brown se escapó, se fugó con un Corneta Montado; me encanta esa Descarada y espero que sea feliz, aunque me irritó un poco también con esta Hazaña. ¡Ay, Cecchina, pobre tonta! O F:B: como solíamos llamarla. Ojalá le dieran unos buenos golpes y 10.000 libras”. Sra. Thrale.
Tengo que salir de aquí. Elijo un chal y mi uniforme más sucio. Volver, resurgiré, derrotado, del valle; no quieres que vaya a donde tú vas, así que voy a donde no quieres. Apenas es tarde, hay mucho por delante. No habrá correspondencia abajo. Me doy vuelta, escupo en la cerradura y el picaporte gira.
POEMA
Café instantáneo con nata un poquito
agria, y una llamada al más allá
que al parecer no se está acercando.
‘‘Ay, papá, quiero estar borracho muchos días’’
con la poesía de un amigo nuevo
mi vida apenas contenida por las manos
videntes de otros, imposibilidades suyas y mías.
¿Esto es el amor, ahora que al fin murió
el primer amor, donde no había imposibilidades?
POEMA PERSONAL
Ahora cuando paseo a la hora del almuerzo
solo llevo dos amuletos en el bolsillo
una vieja moneda romana que me dio Mike Kanemitsu
y una cabeza de tornillo que se salió del embalaje
cuando estaba en Madrid los otros nunca
me trajeron mucha suerte aunque sí ayudaron
a que me quedara en Nueva York pese a las presiones
pero ahora estoy feliz por un rato y atento
camino entre la humedad luminosa
paso el edificio Seagram con sus aguas
y sus haraganes y la construcción a
la izquierda que corta la acera si
algún día llego a ser obrero
quisiera tener un casco plateado por favor
y llego a Moriarty's donde espero a
LeRoi y oigo quién quiere ser de los que pinchan y
cortan los últimos cinco años mi promedio de bateo
fue .016 punto final, y LeRoi entra
y me cuenta que anoche en la puerta de BIRDLAND
un poli le dio12 bastonazos a Miles Davis
una mujer nos pide una moneda para una enfermedad
terrible pero no se la damos no
nos gustan las enfermedades terribles, después
vamos a almorzar pescado con cerveza es
genial pero está lleno decidimos que Lionel Trilling
nos gusta, nos gusta Don Allen no nos gusta
tanto Henry James nos gusta Herman Melville
no queremos estar en el paseo de los poetas en
San Francisco tampoco solo queremos ser ricos
y pasear sobre andamios con nuestros cascos plateados
me pregunto si alguien de estos 8 millones está
pensando en mí mientras LeRoi y yo nos damos la mano
y compro una correa para mi reloj pulsera y vuelvo
al trabajo feliz pensando puede que sí
Frank O'Hara (Baltimore, 27 de marzo de 1926-Long Island, 25 de julio de 1966) fue un poeta, músico, dramaturgo, crítico de arte estadounidense que, junto con John Ashbery, James Schuyler, Barbara Guest y Kenneth Koch, fue miembro clave de la primera promoción de la Escuela de Nueva York.
Vida
Era hijo de Russell Joseph O'Hara y de Katherine Broderick, concebido fuera del matrimonio, algo que sus padres le ocultaron al decirle que vino al mundo en una fecha distinta a la oficial. Nació en Baltimore y creció en Grafton (Massachusetts). Estudió en Worcester y más tarde (entre 1941 y 1944) piano en el Conservatorio Nueva Inglaterra de Boston; sirvió en la campaña del Pacífico de la II Guerra Mundial y en Japón como técnico de sónar y radar de un destructor.
Fue a la Universidad de Harvard gracias a las becas que se daban a los veteranos de guerra. Allí compartió habitación con el artista y escritor Edward Gorey. Aunque estudiaba música, asistía poco a clase porque prefería ir a los cursos de filosofía y teología. Además de componer, escribía compulsivamente poesía en este periodo. O'Hara absorbió el arte visual y la música contemporánea, que influyeron fuertemente su escritura, y nunca abandonó la música, que fue su primer amor (fue un gran intérprete de piano). Sus poetas favoritos fueron Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Boris Pasternak y Vladimir Mayakovsky. En Harvard conoció al poeta John Ashbery y comenzó a publicar poemas en el Harvard Advocate. A pesar de su afición a la música, cambió su licenciatura y recibió el grado en inglés en 1950. En 1951, se licenció en literatura inglesa por la Universidad de Míchigan en Ann Arbor. En otoño se mudó a un apartamento en Nueva York con Joe LeSueur, compañero de cuarto y amante durante once años. Empezó a trabajar como profesor en The New School, pero permaneció vinculado al mundo del arte trabajando como crítico en Art News; es más, en 1960 fue conservador de pintura y escultura en el Museum of Modern Art de Nueva York, organizando numerosas exposiciones y actividades. Viajó por Francia, Italia y España y trabajó también como creativo publicitario. Entre sus amigos estuvieron los artistas Willem de Kooning, Norman Bluhm, Larry Rivers y Joan Mitchell. Murió a los cuarenta años, de un golpe producido por un arenero en la playa de Fire Island, el 24 de julio de 1966, y sus cenizas yacen en el Green River Cemetery de Long Island. Dejó mucha poesía inédita, que fue impresa póstumamente bajo el título The Collected Works of Frank O'Hara. Esta obra obtuvo el premio nacional (National Book Award) de 1972 en la modalidad de lírica.
Poesía
Cofundó la llamada Escuela de Nueva York junto con J. Ashbery y Kenneth Koch, cuyo propósito era reunir o unificar teatro, poesía, pintura y música y en la que los artistas buscaban una temática y lenguaje comunes; en efecto, parte de su poesía se publicó en colaboración con artistas plásticos; por ejemplo, Odes (1960) lleva serigrafías de Michael Goldberg. En su poesía es elemento esencial Nueva York y la relación del poeta con la ciudad. Es generalmente autobiográfica, y muchas de sus piezas están fundadas en observaciones sobre los momentos cotidianos en que era feliz:
Lo que me está sucediendo, permitiendo mentiras y exageraciones que trato de evitar, entra en mis poemas. No creo que mis experiencias sean aclaradas o hechas hermosas para mí o cualquier otra persona: están allí de cualquier forma que pueda encontrarlas.
En 1959 escribió un manifiesto (originalmente publicado en Yugen en 1961) titulado Personism: A Manifesto. En él explaya su posición sobre la estructura formal. "No me gusta el ritmo, la asonancia, todo eso... Hay que seguir el impulso". Este es un extracto de su manifiesto:
Todo está en el poema; pero, a riesgo de sonar como el Allen Ginsberg del pobre millonario, te escribo porque acabo de escuchar que uno de mis colegas poetas piensa que, si un poema mío no se entiende a la primera lectura, es porque yo también estaba confundido. ¡Vamos, yo no creo en Dios, así que no tengo por qué elaborar estructuras tan sólidas! Detesto a Vachel Lindsay, siempre lo detesté; ni siquiera me gustan el ritmo, la asonancia, todas esas cosas. Hay que seguir el impulso. Si alguien te persigue por la calle con un cuchillo, sales corriendo, no te das vuelta a gritarle “¡Date por vencido: fui estrella de atletismo en el colegio de Mineola!”. Eso, en cuanto a escribir poemas. [...] Hay que aprovechar las oportunidades y tratar de evitar ser lógico. El dolor siempre produce lógica, y eso es muy malo para ti. Y no digo que yo no tenga prácticamente las ideas más elevadas de los que escriben en la actualidad; pero, ¿qué diferencia hay? Son nada más que ideas. Lo único bueno es que, cuando me elevo lo suficiente, es que paré de pensar, y ahí es cuando llega el refrigerio. Y, ¿Cómo te va a importar si alguien entiende o si sabe lo que significa o si los hace mejores? Mejores ¿para qué? ¿Para la muerte? ¿Por qué apurarlos? Muchos poetas son como una madre mayor tratando de hacer comer a los hijos un montón de carne asada y patatas con salsa (de lágrimas). A mí me importa un carajo si comen o no. [...] Nadie tendría que experimentar nada que no necesite; si no necesitan poesía, mejor para ellos: a mí también me gustan las películas. Después de todo, entre los poetas norteamericanos, solamente Whitman, Crane y Williams son mejores que las películas. En cuanto a la métrica y demás cuestiones técnicas, no se precisa más que sentido común: si vas a comprarte un pantalón, quieres que sea tan ajustado como para que todos quieran acostarse contigo. No hay nada metafísico en eso [...]. La abstracción en la poesía, lo que Allen comentaba recientemente en "IT IS", es un misterio. Pienso que aparece, sobre todo, en esos detalles insignificantes en los que es preciso decidir. La abstracción (en poesía, no en pintura) supone la eliminación personal del poeta. Por ejemplo, la decisión que implica elegir entre “la nostalgia del infinito” y “la nostalgia por el infinito” define una actitud hacia el grado de abstracción en el que la nostalgia del infinito representa el grado máximo de abstracción, eliminación y potencial negativo (como en Keats y Mallarmé). El personismo, un movimiento que acabo de fundar y que todavía no conoce nadie, me interesa muchísimo porque es tan totalmente opuesto a este tipo de eliminación abstracta que, por primera vez en la historia de la poesía, se está al borde de la verdadera abstracción. El personismo es a Wallace Stevens lo que la poésie pure fue a Béranger. No tiene nada que ver con la filosofía, es arte puro. No tiene nada que ver con la personalidad ni con la intimidad, ¡ni de lejos! Pero para darte una vaga idea, uno de sus aspectos mínimos es que se dirige a una persona (fuera del poeta mismo), así evoca los distintos matices del amor sin destruir su vulgaridad vivificante, y mantiene los sentimientos del poeta hacia el poema mientras impide que el amor lo distraiga con el sentimiento por la persona. Eso es parte del personismo. Fue fundado por mí después de almorzar con LeRoi Jones, el 27 de agosto de 1959, un día en el que estaba enamorado de alguien (no Roi, dicho sea de paso, un rubio). Volví a trabajar y escribí un poema para esa persona. Mientras lo estaba escribiendo me daba cuenta de que si quería podía usar el teléfono en vez de escribir un poema, y así nació el personismo. Es un movimiento muy emocionante que sin duda tendrá montones de adherentes. Pone al poema exactamente entre el poeta y la persona, al estilo Lucky Pierre, y, en consecuencia, el poema queda satisfecho. Por fin está entre dos personas en vez de estar entre dos páginas. [...] Confieso que puede ser la muerte de la literatura tal como la conocemos. Aunque tengo algún remordimiento, me alegra haber llegado ahí antes que Alain Robbe-Grillet. Al ser más rápida y certera que la prosa, es justo que sea la poesía la que liquide a la literatura. Por un tiempo la gente pensó que Artaud lo iba a conseguir, pero hoy en día, por toda su magnificencia, sus escritos polémicos no están más afuera de la literatura que Bear Mountain del estado de Nueva York. (Frank O'Hara, "'El personismo: un manifesto", en Yugen núm. 7, 1961).
Su poesía sufre el influjo del Expresionismo abstracto, el Surrealismo, la poesía rusa y de poetas asociados con el Simbolismo francés. Su poesía condensa experiencia personal a la manera de la pintura por entonces de Pollock, Kline y de Kooning o del imaginativo realismo de pintores como Jane Freilicher y Larry Rivers. Su interdiscursividad con la pintura se demuestra en poemas como Why I am Not A Painter. Usa el registro cotidiano, pero a veces también la parodia periodística, la intertextualidad y la imaginería surrealista: refleja su mundo personal ligado a muy diversos campos artísticos (cine, música, pintura...) y así sus poemas están llenos de nombres propios y de referencias a personas, lugares y cosas cercanas a esos mundo.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Algunos poemas de Frank O'Hara:
POEMA
La nota impaciente en mi puerta decía: "¡llama,
llámame en cuanto llegues!". así que rápido
metí unas mandarinas enel bolso,
enderecé los párpados, la espalda, y
fui directo a la puerta. Ya era otoño
para cuando llegué a la esquina, ay tan
reacio a ser preciso o asombrado, pero
¡en la acera las hojas brillaban más que la hierba!
Pensé: qué raro, la luz encendida tan tarde
y la puerta abierta; ¿levantado a estas horas, un
campeón de jai alai como él? ¡Un espanto!
¡Qué vergüenza! ¡Qué anfitrión dedicado! Y ahí estaba
en la entrada, acostado sobre un charco de sangre que
bajaba la escalera. Yo, agradecido. Pocos
anfitriones se esfuerzan tanto por recibir a alguien
que invitaron de paso, y además hace varios meses.
PARA GRACE, DESPUÉS DE UNA FIESTA
................No siempre sabes lo que siento.
Anoche en el cálido aire de primavera mientras
le disparaba mi inventiva a alguien que no
me interesa,
........................lo que a mí me encendía era el amor
por ti,
...........y ¿no es raro? porque en cuartos llenos de
desconocidos mis sentimientos más tiernos
..........................................................................se retuercen y
dan gritos por fruto. Extiende tu mano,
¿no hay
..............un cenicero ahí, de golpe, junto a
la cama? Y alguien que amas entra al cuarto
y dice ¿no prefieres
..................................los huevos un poco
distinto hoy?
........................Y cuando te los trae son
huevos revueltos comunes y corrientes, y el clima
cálido se mantiene.
MEDITACIONES DURANTE UNA EMERGENCIA
¿Me volveré libertino como si fuera rubio? ¿O religioso como si fuera francés?
Cada vez que me rompen el corazón, me siento más aventurero (¡y cómo siguen reapareciendo los mismos nombres en esa lista interminable!), pero uno de estos días ya no habrá con qué aventurarse a salir.
¿Por qué te compartiría? ¿Por qué no dejas a algún otro, para variar?
Soy el menos complicado de los hombres. Lo único que quiero es amor ilimitado.
¡Hasta los árboles me entienden! Por favor, también me acuesto debajo de ellos, ¿o no? Soy igual que un montón de hojas.
Pero nunca me atraganté con elogios de la vida bucólica, ni con nostalgias de un pasado inocente de perversiones en prados. No. No hace falta cruzar los confines de Nueva York para encontrar todo el verde que uno quiere: no puedo ni disfrutar de una hoja de hierba si no sé que hay un metro a mano, o una disquería o alguna otra señal de que la gente no se arrepiente del todo de vivir. Es más importante afirmar lo menos sincero; las nubes ya reciben bastante atención así como0 son las cosas y hasta siguen pasando. ¿Saben lo que se están perdiendo? Ajá.
Mis ojos son de un azul indefinido, como el cielo, y cambian todo el tiempo; son indiscriminados pero fugaces, completamente específicos y desleales, así que nadie confía en mí. Siempre desvío la mirada. O de nuevo miro algo que ya me ha abandonado. Me pone nervioso u eso me hace infeliz, pero no logro dejarlos quietos. Ojalá tuviera ojos grises, verdes, negros, marrones, amarillos; podría quedarme en casa y hacer algo. No es que sea curioso. Al contrario, estoy aburrido pero es mi deber prestar atención, las cosas me necesitan igual que el cielo debe estar sobre la tierra. Y últimamente, creció tanto su angustia, que consigo dormir poco.
Bueno, hay un solo hombre al que me encanta besar cuando no está afeitado. ¡Heterosexualidad! Te acercas inexorablemente. (¿Cómo desalentarla?).
San Serapión, me envuelvo en las túnicas de tu blancura, que es como la medianoche en Dostoievski. ¿Cómo me convertiré en leyenda, querido? Probé con el amor, pero el amor te esconde en el pecho ajeno y yo siempre salgo a raudales de ahí como el loto, ¡el éxtasis de vivir desbordando! (¡pero no hay que distraerse con eso!) o como un jacinto, “para mantener alejada la mugre de la vida”, sí, ahí, incluso en el corazón, donde la mugre se bombea y calumnia y contamina y determina. Cumpliré voluntariamente con mi voluntad, aunque pueda llegar a ser famoso por una enigmático vacío en ese departamento, ese invernadero.
¡Destruye, si no lo sabes!
Es fácil ser hermoso; lo difícil es parecerlo. Te admiro, amado, por la trampa que has puesto. Es como el capítulo final que nadie lee porque ya terminó el argumento.
“Fanny Brown se escapó, se fugó con un Corneta Montado; me encanta esa Descarada y espero que sea feliz, aunque me irritó un poco también con esta Hazaña. ¡Ay, Cecchina, pobre tonta! O F:B: como solíamos llamarla. Ojalá le dieran unos buenos golpes y 10.000 libras”. Sra. Thrale.
Tengo que salir de aquí. Elijo un chal y mi uniforme más sucio. Volver, resurgiré, derrotado, del valle; no quieres que vaya a donde tú vas, así que voy a donde no quieres. Apenas es tarde, hay mucho por delante. No habrá correspondencia abajo. Me doy vuelta, escupo en la cerradura y el picaporte gira.
POEMA
Café instantáneo con nata un poquito
agria, y una llamada al más allá
que al parecer no se está acercando.
‘‘Ay, papá, quiero estar borracho muchos días’’
con la poesía de un amigo nuevo
mi vida apenas contenida por las manos
videntes de otros, imposibilidades suyas y mías.
¿Esto es el amor, ahora que al fin murió
el primer amor, donde no había imposibilidades?
POEMA PERSONAL
Ahora cuando paseo a la hora del almuerzo
solo llevo dos amuletos en el bolsillo
una vieja moneda romana que me dio Mike Kanemitsu
y una cabeza de tornillo que se salió del embalaje
cuando estaba en Madrid los otros nunca
me trajeron mucha suerte aunque sí ayudaron
a que me quedara en Nueva York pese a las presiones
pero ahora estoy feliz por un rato y atento
camino entre la humedad luminosa
paso el edificio Seagram con sus aguas
y sus haraganes y la construcción a
la izquierda que corta la acera si
algún día llego a ser obrero
quisiera tener un casco plateado por favor
y llego a Moriarty's donde espero a
LeRoi y oigo quién quiere ser de los que pinchan y
cortan los últimos cinco años mi promedio de bateo
fue .016 punto final, y LeRoi entra
y me cuenta que anoche en la puerta de BIRDLAND
un poli le dio12 bastonazos a Miles Davis
una mujer nos pide una moneda para una enfermedad
terrible pero no se la damos no
nos gustan las enfermedades terribles, después
vamos a almorzar pescado con cerveza es
genial pero está lleno decidimos que Lionel Trilling
nos gusta, nos gusta Don Allen no nos gusta
tanto Henry James nos gusta Herman Melville
no queremos estar en el paseo de los poetas en
San Francisco tampoco solo queremos ser ricos
y pasear sobre andamios con nuestros cascos plateados
me pregunto si alguien de estos 8 millones está
pensando en mí mientras LeRoi y yo nos damos la mano
y compro una correa para mi reloj pulsera y vuelvo
al trabajo feliz pensando puede que sí
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