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    Alfonso Costafreda (1926-1974)

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    Alfonso Costafreda (1926-1974) Empty Alfonso Costafreda (1926-1974)

    Mensaje por Pedro Casas Serra 09.02.23 13:02

    .


    Alfonso Costafreda (nacido en Tárrega, provincia de Lérida en 1926 y fallecido en Ginebra, Suiza, en 1974) fue un poeta y traductor español.

    Carrera

    Costafreda llegó a Madrid a finales de la década de 1940, para estudiar Derecho. Es en esta época cuando comienza a escribir. En Madrid, entabló amistad con varios poetas de la llamada generación del 50, como Blas de Otero, y con Vicente Aleixandre. En 1948 se desplazó a Barcelona, donde trató con autores como Gil de Biedma, Carlos Barral, Jaime Ferran, Gabriel Ferrater y Josep Maria Castellet.​

    En 1943 se publica su primer poema, Selva de vida, en la revista Espadaña.​ En 1949 gana el premio Boscán con su obra Nuestra elegía.

    Debido a su labor como funcionario y traductor de las Naciones Unidas tuvo que alejarse de España, lo que le confirió a su obra características particulares dentro de este grupo de poetas.​

    Se suicidó en Suiza en 1974, donde desde 1955 se encontraba trabajando para la OMS.​

    Obra

    La obra de Costafreda se nota influenciada por poetas de la generación del 27, y algunos anteriores a esta generación, como Antonio Machado. Paralelamente, otros autores de los cuales se puede reconocer una marca en la obra de Costafreda son Vicente Aleixandre, T.S. Eliot y W.H. Auden, entre otros poetas europeos. Jaime Ferrán publica en 1981 un estudio sobre su obra en la editorial Jucar y en 1983 un poemario sobre su amistad con él, Libro de Alfonso.​ El tema de la muerte es esencial en la obra poética de Costafreda, un autor muy influido, como muchos otros escritores de esta época, por el Existencialismo del siglo XX.
    También tradujo del catalán el libro Elegies de Bierville, de Carles Riba.

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de Alfonso Costafreda:


    De Nuestra elegía, 1950:


    HA MUERTO MI PADRE

    Ha muerto mi padre.
    Se repite su ausencia cada día
    en el hogar vacío.
    .............................Yo pregunto,
    y además de la ausencia y además
    de perder los caminos de esta tierra,
    ¿qué es la muerte?

    Yo te pregunto, padre, ¿qué es la muerte?
    ¿Has hallado la paz que merecías?
    ¿Encontraste cobijo en nueva casa
    o vas errante, y sufres bajo el frío
    del invierno más grande, del total
    desamor?

    Yo te pregunto, padre, si son algo
    los muertos, o si la muerte es sólo
    una inmensa palabra que comprende
    todo lo que no existe.



    DESDE PEQUEÑO SOÑÉ...

    Desde pequeño soñé
    .................................ser el poeta
    que explicase a los niños la historia de los pájaros;
    cómo en ellos se apasiona la vida,
    se adelgaza, se cumple,
    y en los cielos, ella misma se canta.




    De Compañera de hoy, 1966:


    COMPAÑERA DE HOY

    Compañera de hoy, no quiero
    otra verdad que la tuya, vivir
    donde crezcan tus ojos,
    dando tu luz, tu cauce
    a lo que veo y siento…

    Deshacer ese ovillo
    oscuro del temor,
    encontrar lo perdido,
    quebrar la voz del sueño…

    Y lenta, lentamente
    aprender a vivir,
    de nuevo, de nuevo,
    como en una mañana
    cargada de riqueza.



    LOS LÍMITES

    Pienso en mis límites,
    límites que separan
    el poema que hago
    del que no puedo hacer,
    el poema que escribo
    del que nunca podré escribir.
    Límites también, en consecuencia,
    de lo que amo
    y de lo que nunca podré amar.

    Límites de lo que quisiera decir
    o ver o tener.
    ......................Palabras que daría
    para descubrir, palabras para ayudar.
    Límites del amor, palabras
    insuficientemente valiosas,
    en un desierto inacabable.



    TE DIERON VIDA

    Te dieron vida y ahora vives
    aun más allá de sus deseos.
    Les fuiste una quimera necesaria
    y te apoderas de tus dueños.

    Y no diremos que no existes
    aunque tenaces te neguemos:
    si son en el desierto de su vida
    sólo espejismos tus soñados reinos,
    en nuestra mente estás, estás, acaso
    más que nosotros eres cierto.



    CONTEMPLO...

    Contemplo
    el monte frío,
    la lenta paz,
    la cumbre…

    Mas volvería
    a andar
    el mismo camino,
    a amar la misma tierra
    honda y desposeída,
    apasionadamente
    la misma incertidumbre.



    EL SILENCIO

    No puedo hablar; aunque quisiera
    no puedo hablar con alegría.
    ¿Qué he de decir? Ni tan siquiera
    presentar puedo una página limpia.
    No puedo hablar, sólo tinieblas crecieran
    sobre la hierba maldita.
    He de callar, pero yo diera
    mi vida.



    YA SUCUMBIERON LOS MEJORES

    Ya sucumbieron los mejores. Otros
    siguen viviendo y viven en peligro.
    Han inclinado la bandera muchos:
    tanto que señalarlos no consigo.
    ¿Y ahora qué nos resta, qué salvamos?

    Nuestra luz derrumbada, nuestra casa
    sometida al dolor y al enemigo.



    EL MAR

    Nacer... morir... nada preguntes.
    Son simplemente dos sucesos.
    En medio un mar tempestuoso.
    Y esto es lo que sabemos.

    En medio un mar, sobre sus olas
    confiadamente naveguemos
    dejándonos llevar, dejándonos
    llevar... Nuestras pasiones son sus vientos.

    Aunque de pronto se desaten
    poderes que no conocemos,
    y nuestra soledad se pueble
    de promontorios de misterio,

    siga la nave su camino
    real contra lo incierto,
    siga la vida, siga, marche
    terco su rumbo contra el pensamiento.



    RÍO SENA

    Bajo los puentes de París he visto
    correr tranquila el agua,
    doblarse su cintura mansamente
    hacia la calma.

    Ya todas las melancolías
    muy tercamente la memoria
    sobre mi corazón las abalanza.
    Nada tendré.
    .....................De todo lo soñado
    sólo nos queda el ansia.
    Viento sin fin, ay, nuestra vida.
    Vértigo que empezó
    y nunca acaba.

    Bajo esta puente de París transcurren,
    sin viento ni extravío,
    lentas, conscientes, hacia el mar
    las aguas.



    EL ÁRBOL

    El árbol
    ha puesto aquí su luz,
    su larga mano ardiente.

    Me acerco para ver,
    para mirar despacio,
    para tocar
    las ramas encendidas.

    La noche, nadie sabe
    qué poder, qué aliento tendrá,
    pero me acerco más y más,
    hasta sentir el crecimiento del árbol.



    TODO LO QUE TEMEMOS

    No sé de dónde vienen
    tu risa, tu alegría,
    en qué instante aprendiste
    a mirar frente a frente
    todo lo que tememos.
    A mirarlo en los ojos
    como si nada hubiera
    que temer
    y tu mirada
    hubiese descubierto
    entre tanto desorden
    un principio de luz.

    Como si tú estuvieras
    al borde del misterio
    y nada sorprendiera
    tu fe
    y nos hablaras
    no de lo que estás viendo,
    sino de lo que sientes
    venir
    y entiendes tan fácilmente…

    Así entonces separas
    del terror su envoltura
    diaria
    y tu mano
    traza en la oscuridad
    un camino seguro.



    COMO UNA CASA...

    Como una casa grande y despoblada
    se me ha llenado el corazón de frío.

    La alegría y los sueños, la esperanza,
    con las primeras hojas ya se han ido.

    Acaso ha de volver la primavera,
    no llegará su tiempo para el mío.



    Y SI ALGÚN DÍA...

    Y si algún día el aire viene bueno
    y todo se ilumina,
    nada cabe esperar.

    El propio corazón rehúsa el vuelo.
    El dolor pesa más que la alegría.



    PARA ESCRIBIR

    Para escribir marchaste día a día
    junto al rumor, junto al continuo mar.
    Promontorios de sombra no pudieron
    desorientarte ni acallar tu voz.

    Así los poderosos sentimientos
    fueron justificados, las acciones,
    discursos, la pasión inextinguible
    no morirán… Tú vivirás con ellos.

    Pondrás en la materia de tu oficio
    esta vida final, soplo y sentido.
    Humana fe entre la palabra inerte,
    humana luz en la inmortal espera.



    VUELTA SOBRE SÍ MISMA...

    Vuelta sobre sí misma, la mirada humana
    es, ay, tan sólo un triste desconcierto.
    Nada sabemos, nunca conoceremos,
    en el dolor presente o en el futuro ciego
    sólo hay algo que es cierto, cierto, cierto:
    los sueños han perdido la batalla.

    Que las ansias mínimas, tanto
    como las esperanzas principales,
    sistemáticamente han sido arruinadas.
    En el horizonte que nos queda igual faltan
    la rosa pequeña y el sol grande.



    LOS PÁJAROS VINIERON...

    Los pájaros vinieron y desaparecían.
    Regresan las palabras a su sueño remoto.
    ¿Quién habla de esperanza? Siento frío.

    Sobre el dolor y aún más en la alegría,
    -sobre estas rosas y en los ríos-
    antes como después sobre la vida.
    En el amor,
    al comienzo, al final del desvarío.

    El fruto de los árboles cesó.
    En el humano vientre el fruto abunda.
    El monte se levanta, se derrumba.
    Sin sentido la tierra gira, gira.
    Sigue la sombra tan profunda.


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    Alfonso Costafreda (1926-1974) Empty Re: Alfonso Costafreda (1926-1974)

    Mensaje por Pedro Casas Serra 10.02.23 8:35

    .


    De Suicidios y otras muertes, 1974:


    CUARENTA INVIERNOS

    De nuevo mi garganta
    lucha por respirar,
    el tranvía nocturno
    suena como un tambor,
    más de cuarenta inviernos
    puedo contar aquí.

    Misericordia, pongo
    mi cuerpo a cuatro patas,
    dibujo sombras, desciendo muros.
    Fingiré la demencia,
    otros cuarenta inviernos
    que no me obliguen a vivir.



    UN SIERVO OCIOSO

    No, no sé lo que quiero ni lo que no quiero,
    y en qué cerca de mí apoyarme podré, cuando
    es la memoria ahora como un siervo ocioso…

    No siento, no conozco, no recuerdo, y para quién
    me esforzaré en salir del laberinto sórdido,
    forzar la trampa que yo mismo he urdido,
    recuperar el animal herido, cuidarlo yo,
    cuidarme de mí mismo…



    AVE RAPAZ

    Entrará el mar lentamente en tus venas,
    oh nadador que esperaste la noche
    y la soledad para medir tus fuerzas
    con la tormenta, digo
    con tu propio destino,
    desde el principio con algo que sabías
    superior a ti mismo.

    Fuese la libertad la forma
    suprema del renunciamiento, pero
    sueños y pesadillas tantas veces
    te devuelven, te imponen lo perdido,
    en tus ojos nocturnos te lo marcan con fuego.
    Lo que ahora pretendes está más cerca,
    has de ir más lejos,
    entrará el mar lentamente en tus venas,
    drogas, ave rapaz, suicidio lento.



    CIUDAD 1973

    No he de salir de esta ciudad.

    Aquí resonarán mis pasos
    como el péndulo de un reloj.

    Tejer y destejer las manos y los brazos.
    Sigo un horario fijo. Oigo mi propia voz.

    Maldigo este destino
    insignificante y atroz.



    EL REINO DE MI HIJA...

    El reino de mi hija
    se adentra hacia mis sueños;
    el reino de mis sueños
    impera ya en mi hija;
    y las figuras que
    en su naturaleza
    nacieron hace años
    cuando impuso la madre
    en la mente infantil
    del terror y la sombra
    las raíces feroces.



    VIDA TAN MALOGRADA

    Vida tan malograda no debiera contarse,
    a quién hablar, con qué lenguaje.
    De haber verdades o razones o respuestas,
    para mí mismo las tuviera.
    Si delicada o poderosa
    pudiera mi mano consolarte,
    a ti te la daría,
    mas no la tengo para nadie.



    BREVÍSIMOS POEMAS

    Al escribir de nuevo
    siempre me repitiera
    brevísimos poemas, delirios, obsesiones,
    la culpa que me acecha
    como un ave de presa,
    el viento que incesante
    el universo altera,
    la noche donde irrumpen
    con furia los temores.

    Queda el amor, ¿qué queda del amor?,
    el amor a mi hija,
    distante, verdadera,
    de mi vivir acaso la razón primera
    a quien me resistiera a transmitir
    de oscuridad una cargada herencia.



    G.F.*

    Opongo
    a toda la retórica y vacía
    y humillante
    poesía
    hispánica actual,
    la obra viva, aún más viva ahora,
    de un gran poeta catalán destruido.

    * Gabriel Ferrater



    EL POETA DESAPARECIDO

    Dijiste, qué inútil vocación
    la nuestra, fácil parecería
    pensar en la mujer y poseerla,
    charlar con los amigos,
    pensar en la hermosura cotidiana
    de la ciudad que amamos, en las calles
    recorridas sin fin, redescubiertas siempre,
    y en la noche del mar que apaciguara.

    Las horas dedicadas a la filología,
    a ver con microscopio las palabras,
    los números trazar, las “matemáticas severas”.

    Decías: vivir en Calafell, en San Cugat… o en Copenhague,
    ver a Carlos, A Jaime o a Valverde.
    Tanta lucidez, tanta pureza,
    a nadie conociera;
    su oficio sin embargo fuera
    sorda maldición,
    del hombre, de los dioses o de nadie,
    el cuerpo exigente clamaba y reclamaba.
    Consciente y solitario
    dejaste al fin este absurdo destino.



    LA MADERA SOLITARIA

    Empieza el año
    1974, dicen, al fin, año decisivo
    que afluyera hacia el todo. Nada
    refleja esta esperanza. Almasrebaños
    pasan despavoridas
    aunque el cielo sereno es.

    Quien busca apoyo sigue desamparado y la mano
    dispensadora de la gracia
    pende grotescamente
    de la madera solitaria,
    símbolo de un cuerpo mutilado.



    ¿HAY ACASO UN LENGUAJE'

    ¿Hay acaso un lenguaje? Ponlo en duda,
    que te juzguen, condenen, desconozcan,
    amigos no te quedan ni palabras.

    Solitario recorres ciudades extranjeras
    y en voz baja murmuras sonidos de disparidad.

    Acaso ciertas veces las cadencias encuentras
    en el ritmo del cuerpo en movimiento,
    y son momentos de felicidad.

    Harto y cansado al fin
    hacia un sórdido bar tus pasos te han llevado
    e intentas encontrar en el hastío
    patéticos y breves
    instantes de sensualidad.



    SOLEDAD

    La soledad es como un sueño
    angustioso, sueño sin nadie,
    la soledad es el amor sin dueño,
    un camino que conduce al aire.



    DUEÑOS DE LO SEGURO

    Pero no sólo vivo
    para ver, para verte,
    nuestro descubrimiento
    no ha de tener sentido
    si no podemos ya
    dueños de lo seguro
    buscar otra respuesta,
    descifrar otro grito.



    REPUDIARTE

    Dar nombre a esa fuerza
    que me sumerge
    sería exorcizarla, darte un nombre a ti
    sería repudiarte.

    Si de muerte pudiera herir
    esa forma rapaz, turbia serpiente,
    forma de destrucción,
    con qué enorme felicidad serían
    mis ojos tus ojos,
    mi mundo tus pupilas.



    EL CUERPO

    La lluvia torrencial
    limpia tu cuerpo
    y resbalan una a una las gotas,
    amorosa y suavemente.
    Los poros del arco iris
    se abren arrebatados
    y ante el perfecto cuerpo humano
    soberbia se postra la naturaleza.



    HELVÉTICA LADERA

    Me pierdo en lo invisible
    Fuera de ti, sin cuerpo.
    Levanté con palabras
    un castillo desierto.
    Hablaba por hablar,
    cesó de pronto el viento.
    Para que tú volvieras
    te envié mensajeros.



    LA AURORA

    La aurora sobre el bosque tan rojiza,
    belleza deslumbrante en esta tierra
    el que vino más tarde pensaría
    que imposible la vida es la presa
    del sordo sufrimiento y de la nada.

    Y yo qué he de pensar, qué maravilla
    los ojos contemplaran, sin embargo
    el espejismo rige sobre el mundo,
    rastros de podredumbre se levantan.



    APUNTES

    Apuntes de una vida, indicios
    de otra, si alguien me lee acaso
    en este espejo torpe
    verá su propio rostro.




    Poemas no incluidos en libro:


    AMOR Y MUERTE

    A Montserrat Clavera


    Quiero con mi cadáver verte muerta.
    Latirá bajo tierra mi amargura.
    -Marchitar con mi muerte tu hermosura,
    y apagar esta voz que me despierta-

    Mi ra mi cuerpo reposando alerta;
    abrasa con tu sangre mi cintura
    y sabrás que eres tú en mi sepultura
    la amrga soledad que está desierta.

    Rodéame mi amor. Estoy desnudo,
    y siente mi esqueleto que tu cielo
    devora con sus labios estos huesos,

    que si es verdad que está mi cuerpo mudo
    todavía podrá mi duro hielo
    llenar tu boca de encendidos besos.



    VERSOS ESCRIBO

    ....Todo es inevitable. Ahogando la luz surge,
    poderosa y tenaz, la pesadilla.
    En el cuerpo ligero late la pesadumbre:
    un mar de sombras se desborda
    de la orilla inmortal a nuestra orilla.
    Pero versos escribo en busca de claridades.


    ....Y en la fe de mi verso sabiendo, sin vacilar afirmo
    el absoluto sentido de la vida
    en una tierra sin sentido.



    POETAS, COMO INTRUSOS...

    Poetas, como intrusos
    ante una escena íntima
    de amor,
    ante un vaso de sangre
    como intrusos.

    Palabras que no han sabido
    hacerse oír.

    Árboles que no pudieron
    dar su fruto.



    LA FÉRTIL REALIDAD

    Una calle profunda
    llegaba hasta mi pecho.
    ¿Qué manos, qué quejidos
    he ignorado hasta ahora?
    Amarte no es un sueño,
    la vida no es un sueño.
    Poco a poco el amor
    iba abriendo mis ojos.



    PRIMAVERA

    Dime que te gusta
    que salten de frío las flores,
    que las niñas sucias beban en los ríos,
    que las puertas tristes
    de las casas se abran
    al sol; dime que te gusta.

    Esta noche el aire
    se ha puesto rojizo,
    esta noche el viento
    levanta la sangre,
    esta noche tú
    dormirás despacio, soñarás

    y el sol llegará tarde.


    ALFONSO COSTAFREDA, Poesía completa, Tusquets, 1990


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    Alfonso Costafreda (1926-1974) Empty Re: Alfonso Costafreda (1926-1974)

    Mensaje por Pedro Casas Serra 20.11.24 6:23

    .


    Tres poemas más de Alfonso Costafreda:


    ESPACIO VEGETAL, ÁRBOLES LUMINOSOS...

    Espacio vegetal, árboles luminosos,
    columna de alegría que posees.
    verde sobre la palma, el peso de las hojas,
    y es el fruto conseguido.


    ................................................Extiéndete, oh árbol,
    insinúa tu mano, adelanta
    hacia los puros aires que te esperan
    la horizontal caricia de tu rama.

    El bosque está gozoso.
    .............................................Poderosos,
    los árboles ensanchan su madera,
    mientras la nube, blanca sobre el cielo,
    entrega nuevas aguas,
    y las semillas surgen de lo inesperado.


    Amor, amor, todo se cumple;
    realizada la repentina aurora de la tierra
    se nutren nuestras vidas de la energía del sol,
    y del gozo, y de la fuerza del viento.

    Salid hacia los campos,
    volcad vuestra mirada sobre todo lo vivo;
    caminad; caiga el sol sobre el cuerpo,
    y reconozca el aire vuestro torso desnudo.


    Todo está en su momento de cumbre:
    las cosechas, los campos abundantes,
    los ríos que hacia nosotros desde el monte
    ............despliegan su brazo,
    y en el llano serenan su avenida perfecta
    hacia la total plenitud de la mar.

    Todo está en su momento; somos hombres;
    desde siempre, lo más nuestro, lo más vivo,
    lo reciente para la alegría,
    lo mejor, lo esperamos de la tierra,
    de su contacto diario,
    de su continua y amorosa presencia,
    de su larga mirada protectora,
    del fervor con que guarda y vigila 
    el eterno reposo de nuestros muertos.



    LAS PALABRAS

    A José Ángel Valente

    Piedras preciosas para el sentido,
    diamantes de realidad.

    Si van en sueños pierden su brillo,
    su luminosa verdad.

    Palabras vivas, nadie las toque
    que no las sepa cuidar.



    HOLOCAUSTO, HOLOCAUSTO...

    Holocausto, holocausto
    de las palabras
    y tú te inter
    ponías
    entre el fuego y el
    sufrimiento del habla.


    ALFONSO COSTAFREDA, 20 años de poesía. Nuevois Textos Sagrados, Tusquets, 2009.


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