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Henri Cole (9 de mayo de 1956 Fukuoka, Japón) es un poeta norteamericano, quien ha publicado muchas colecciones de poesía y unas memorias.
Sus libros han sido traducidos al francés, español, italiano, alemán y árabe.
Biografía
Henri Cole nació en Fukuoka, Japón, de padre estadounidense y madre franco-armenia, y se crió en Virginia, Estados Unidos. Su padre, de Carolina del Norte, se alistó en el servicio después de graduarse de la escuela secundaria y, mientras estaba destinado en Marsella, conoció a la madre de Cole, que trabajaba en el PX. Juntos vivieron en Japón, Alemania, Illinois, California, Nevada, Missouri y Virginia, donde Cole asistió a escuelas públicas y al College of William and Mary. Ha publicado once colecciones de poesía en inglés.
Desde 1982 hasta 1988 fue director ejecutivo de The Academy of American Poets. Desde entonces, ha ocupado muchos puestos docentes y ha sido artista residente en varias instituciones, incluidas la Universidad de Brandeis, la Universidad de Columbia, el Davidson College, la Universidad de Harvard, la Universidad Estatal de Ohio, el Reed College, el Smith College, el College of William and Mary, y la Universidad de Yale. Ha colaborado con las artistas visuales Jenny Holzer y Kiki Smith. Y de 2010 a 2014, fue editor de poesía de The New Republic. Cole actualmente enseña en Claremont McKenna College.
Vida personal
Cole es abiertamente gay, aunque en sus primeros trabajos recurrió a "la naturaleza como una máscara para escribir sobre sentimientos privados". alentados por la sociedad a amarse unos a otros, casarse y tener hijos. Entonces, si tengo una ética, es simplemente ser verdad, pero nunca a expensas del lenguaje original".
(Sacado de https://en.wikipedia.org/wiki/Henri_Cole )
*
De The look of things (1995):
SACRAMENTO
De camino a misa, por casualidad
te vi en un café del bulevar
con tu mujer y tu madre.
Llevabas la preciosa cruz de oro
que mi padre me dio cuando era niño.
Después de cada sorbo de su vaso,
tu mujer se recogía el flequillo tras las orejas
y volvía a cruzar sus blancas piernas de porcelana.
Y dejé que volvieras con ella,
guardé las cartas en una caja.
Riendo por algo que se dijo,
alzaste el brazo con el mismo gesto
que la noche en que nos conocimos en el parque,
cuando nos escupió la mujer del terrier.
¿Recuerdas que la hierba húmeda, sin olor
en la que nos sentamos, brillaba
como el lomo de un animal?
En cierto momento la madre de tu mujer
extendió su mano de forma apasionada
y te limpió algo del suéter,
como si el pelo de aquel animal
fuera lo que hubiese visto
y con su mano quisiera decirnos
que no te dejarían escapar nuevamente.
LA APARIENCIA DE LAS COSAS
Si hay algo que lamenta mi familia
es la ginebra y el sexo furtivo;
el General, mi hermano, intenta
rechazando todo compromiso-
impedir que sus hjos me conozcan.
¿Hay miel más dulce para la abeja
que la que se le niega? Si la ahuyentas,
regresa con más saña. Qué diré
a los que vengan dentro de unos años
a rectificar el pasado. Si uno
de nosotros sucumbe a la ebriedad,
dejad que sea el amor el que incline el vaso.
De The visible man (1998):
ESPINA BLANCA
Mentiroso, pensé arrodillándome con los demás,
¿cómo puede Él amarme y odiar lo que soy?
La cúpula de San Pedro relucía intensamente
dorada, como la yema de un huevo. Dios mío, recé
aun así, como si hubiera sido hecho a su imagen
y semejanza. Cerca, un apuesto
sacerdote me miró con dureza; miré hacia atrás,
no quería enfrentarme a aquello solo.
El colegio cardenalicio vestía de un rojo punitivo.
La espina blanca me saludaba desde su trono blanco.
Estar en un sitio ajeno, y aún más para mí,
me hizo escapar, como una bestia de un pesebre.
En algún lugar un terrorista liaba un cigarrillo.
La razón, no la fe, lo cambiaría.
SIN NIÑOS
Durante muchos años quise un niño,
aunque sabía que sólo iluminaría la vida
por un tiempo, como una estrella sobre un árbol; creí
que la felicidad por fin se impondría,
como un pájaro en una jaula sucia, instándome,
embajador de la carne, a escapar del duro
manicomio del sexo.
.................................Tumbado sobre mi cama,
soy como un novio que busca sucesivamente unirse
a alguien y resistirse a que eso le devore.
El amor de un hijo por su madre es como un río
que divide el continente para alcanzar el mar:
eso creí una vez. Cuando moriste, Madre,
me quedé solo al fin. Entonces regresaste,
lúgubre y codiciosa como el mar, para reclamarme.
EL PUESTO DE LOS GUARDACOSTAS
Al alba, algunos reclutas fuman
en el patio sobre las rompientes;
por el sendero de arena, me siento con mis libros
y les oigo toser con brusquedad.
Extrañamente, mirarles me tranquiliza.
Su barracón enorme
está iluminado toda la noche,
como el inconsciente, aunque no entra nadie.
Incluso entre la niebla alucinante,
su embarcadero sigue iluminado
y fiel como Abraham.
Delante, una gaviota hurga en la basura con destreza.
Un oficial, en mono naranja,
mira fijamente, como una pitón,
hacia la ventana en que estoy.
¿Qué significa ser elegido?
¿Ver crecer un héroe dentro de tu cuerpo
sin haber hecho nada para lograrlo?
¿Apoderarse de un derecho de cuna, sin impedimentos?
¿Dominar con una actitud firme?
Ese es su acuerdo,
incluso congelados y adormecidos,
escuchan la bendición de Isaac a Jacob.
Desnudo y algo borracho,
me siento, irritado,
los nervios se agitan en mis dientes,
imponiendo el dolor al resto de mi cuerpo.
¿Por qué parezco ser lo que no soy?
Para el mundo, arrogantemente autosuficiente.
Para mí mismo, afeminado, contradictorio, servil,
como Esaú que ruega: "¡Bendíceme a mí también, Padre!"
Odio lo que soy y odio lo que no soy.
Henri Cole (9 de mayo de 1956 Fukuoka, Japón) es un poeta norteamericano, quien ha publicado muchas colecciones de poesía y unas memorias.
Sus libros han sido traducidos al francés, español, italiano, alemán y árabe.
Biografía
Henri Cole nació en Fukuoka, Japón, de padre estadounidense y madre franco-armenia, y se crió en Virginia, Estados Unidos. Su padre, de Carolina del Norte, se alistó en el servicio después de graduarse de la escuela secundaria y, mientras estaba destinado en Marsella, conoció a la madre de Cole, que trabajaba en el PX. Juntos vivieron en Japón, Alemania, Illinois, California, Nevada, Missouri y Virginia, donde Cole asistió a escuelas públicas y al College of William and Mary. Ha publicado once colecciones de poesía en inglés.
Desde 1982 hasta 1988 fue director ejecutivo de The Academy of American Poets. Desde entonces, ha ocupado muchos puestos docentes y ha sido artista residente en varias instituciones, incluidas la Universidad de Brandeis, la Universidad de Columbia, el Davidson College, la Universidad de Harvard, la Universidad Estatal de Ohio, el Reed College, el Smith College, el College of William and Mary, y la Universidad de Yale. Ha colaborado con las artistas visuales Jenny Holzer y Kiki Smith. Y de 2010 a 2014, fue editor de poesía de The New Republic. Cole actualmente enseña en Claremont McKenna College.
Vida personal
Cole es abiertamente gay, aunque en sus primeros trabajos recurrió a "la naturaleza como una máscara para escribir sobre sentimientos privados". alentados por la sociedad a amarse unos a otros, casarse y tener hijos. Entonces, si tengo una ética, es simplemente ser verdad, pero nunca a expensas del lenguaje original".
(Sacado de https://en.wikipedia.org/wiki/Henri_Cole )
*
De The look of things (1995):
SACRAMENTO
De camino a misa, por casualidad
te vi en un café del bulevar
con tu mujer y tu madre.
Llevabas la preciosa cruz de oro
que mi padre me dio cuando era niño.
Después de cada sorbo de su vaso,
tu mujer se recogía el flequillo tras las orejas
y volvía a cruzar sus blancas piernas de porcelana.
Y dejé que volvieras con ella,
guardé las cartas en una caja.
Riendo por algo que se dijo,
alzaste el brazo con el mismo gesto
que la noche en que nos conocimos en el parque,
cuando nos escupió la mujer del terrier.
¿Recuerdas que la hierba húmeda, sin olor
en la que nos sentamos, brillaba
como el lomo de un animal?
En cierto momento la madre de tu mujer
extendió su mano de forma apasionada
y te limpió algo del suéter,
como si el pelo de aquel animal
fuera lo que hubiese visto
y con su mano quisiera decirnos
que no te dejarían escapar nuevamente.
LA APARIENCIA DE LAS COSAS
Si hay algo que lamenta mi familia
es la ginebra y el sexo furtivo;
el General, mi hermano, intenta
rechazando todo compromiso-
impedir que sus hjos me conozcan.
¿Hay miel más dulce para la abeja
que la que se le niega? Si la ahuyentas,
regresa con más saña. Qué diré
a los que vengan dentro de unos años
a rectificar el pasado. Si uno
de nosotros sucumbe a la ebriedad,
dejad que sea el amor el que incline el vaso.
De The visible man (1998):
ESPINA BLANCA
Mentiroso, pensé arrodillándome con los demás,
¿cómo puede Él amarme y odiar lo que soy?
La cúpula de San Pedro relucía intensamente
dorada, como la yema de un huevo. Dios mío, recé
aun así, como si hubiera sido hecho a su imagen
y semejanza. Cerca, un apuesto
sacerdote me miró con dureza; miré hacia atrás,
no quería enfrentarme a aquello solo.
El colegio cardenalicio vestía de un rojo punitivo.
La espina blanca me saludaba desde su trono blanco.
Estar en un sitio ajeno, y aún más para mí,
me hizo escapar, como una bestia de un pesebre.
En algún lugar un terrorista liaba un cigarrillo.
La razón, no la fe, lo cambiaría.
SIN NIÑOS
Durante muchos años quise un niño,
aunque sabía que sólo iluminaría la vida
por un tiempo, como una estrella sobre un árbol; creí
que la felicidad por fin se impondría,
como un pájaro en una jaula sucia, instándome,
embajador de la carne, a escapar del duro
manicomio del sexo.
.................................Tumbado sobre mi cama,
soy como un novio que busca sucesivamente unirse
a alguien y resistirse a que eso le devore.
El amor de un hijo por su madre es como un río
que divide el continente para alcanzar el mar:
eso creí una vez. Cuando moriste, Madre,
me quedé solo al fin. Entonces regresaste,
lúgubre y codiciosa como el mar, para reclamarme.
EL PUESTO DE LOS GUARDACOSTAS
Al alba, algunos reclutas fuman
en el patio sobre las rompientes;
por el sendero de arena, me siento con mis libros
y les oigo toser con brusquedad.
Extrañamente, mirarles me tranquiliza.
Su barracón enorme
está iluminado toda la noche,
como el inconsciente, aunque no entra nadie.
Incluso entre la niebla alucinante,
su embarcadero sigue iluminado
y fiel como Abraham.
Delante, una gaviota hurga en la basura con destreza.
Un oficial, en mono naranja,
mira fijamente, como una pitón,
hacia la ventana en que estoy.
¿Qué significa ser elegido?
¿Ver crecer un héroe dentro de tu cuerpo
sin haber hecho nada para lograrlo?
¿Apoderarse de un derecho de cuna, sin impedimentos?
¿Dominar con una actitud firme?
Ese es su acuerdo,
incluso congelados y adormecidos,
escuchan la bendición de Isaac a Jacob.
Desnudo y algo borracho,
me siento, irritado,
los nervios se agitan en mis dientes,
imponiendo el dolor al resto de mi cuerpo.
¿Por qué parezco ser lo que no soy?
Para el mundo, arrogantemente autosuficiente.
Para mí mismo, afeminado, contradictorio, servil,
como Esaú que ruega: "¡Bendíceme a mí también, Padre!"
Odio lo que soy y odio lo que no soy.
Última edición por Pedro Casas Serra el Sáb 12 Ago 2023, 14:50, editado 1 vez
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