Aires de Libertad

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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Pedro Casas Serra
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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021) Empty Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 29 Mayo 2023, 05:30

    .


    Jesús Hilario Tundidor (Zamora, 22 de junio de 1935-Madrid, 2 de mayo de 2021)1​2​ fue un poeta español. Consiguió el premio Adonais en 1962 por Junto a mi silencio.​

    Producción poética

    Además de Junto a mi silencio, Tundidor escribió otras obras, entre las que destacan: Tetraedro (1978), Libro de amor para Salónica (1981), Repaso de un tiempo inmóvil (1982), Lectura de la noche (1993) y Tejedora del azar (Poemas exentos) (1995). Su última publicación, Un único día. Poesía 1960-2008 (2010), quiere ser, en palabras del autor, su obra definitiva. Las 920 páginas de los dos volúmenes que componen esta edición, recogen la selección y la reescritura de toda la obra de Tundidor como él quiere que sea leída. Cada uno de los dos volúmenes en los que está dividida la edición se corresponden con las dos etapas creativas de su autor a lo largo de su vida.

    Premios y reconocimientos

    Premios a libros

    Adonais (1962).
    Álamo (1969).
    González de Lama (1972).
    Esquío (1981).

    Premios al reconocimiento de su obra

    Premio "San Juan de Baños, 1997", como reconocimiento a su Obra Poética.Valladolid 1997".
    Premio de la Academia Castellano-leonesa de Poesía 1999, por su trayectoria poética.
    Premio "León Felipe, 2000", por el valor humano de su poesía en la que conviven los valores éticos y estéticos.
    Premio de la Asociación Madrileña de Críticos 2006, al mejor libro de Ediciones sobre Arte al poema Fiesa sobre lo azul de J.H.T. y aguafuentes de Francisco Arjona.
    Premio Castilla y León de las Letras (2013, recibido en 2014)​

    Muerte

    Falleció el 2 de mayo del 2021 a sus 85 años de edad en Madrid, tras sufrir un deterioro de su salud en los días previos al deceso. Sus restos fueron trasladados a Zamora al Panteón de los Ilustres del Cementerio Municipal de San Atilano.​

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de Jesús Hilario Tundidor:


    De Río oscuro (1960):


    POEMA INICIAL

    Aquí, tranquilamente,
    voy a decirte una palabra,
    la última palabra
    donde quedó tu corazón antiguo...

    Aquí, tranquilamente:
    Dios era carne entonces
    y tú lo recreabas en tu espíritu.

    Ay, arrodíllate,
    no volverás dos veces a ser niño.



    ADIÓS LOS RÍOS QUE SE VAN

    Adiós los ríos que se van,
    las aguas que en canción de madre alzada
    llevan hacia otra luz, hacia otros aires,
    las vísperas antiguas de las zudas.

    Adiós los ríos que se van, las sombras
    perdidas en los árboles trenzado,
    la soledad de las riberas pobres,
    el hondo desaliento de los juncos.

    Yo quisiera contar cómo se quedan
    el ojo estrangulado de los puentes,
    las ciudades que socorre el agua,
    las lavanderas del amor y el hosco
    pasar del aluvión en la crecida.
    Pero el silencio lo contagia el río
    y solo ya y sin calles,
    triste amor y viejo de andadura,
    he salido a la aceña, con el alba
    en la frente a ras del sueño y abro el día
    y digo
    como un envite de la muerte eterna:

    Adiós los ríos que se van, bien vayan …




    De Junto a mi silencio (1963):


    VIDA

    Como un andar. Tal vez
    igual que un súbito y lejano
    parpadeo o temblor de mies madura.
    Como esta tierra puesta
    al sol, al aire, a la mañana.
    Es nuestra vida,
    Mas, ¿quién llueve, quién es el que deshace
    la esperanza de junio?

    Como un andar. Como una
    germinación que perderá su grano
    desvanecida, inútilmente, en el tiempo.
    Nunca igual que los túneles,
    que el viajero aquél
    que toma su billete a precio fijo.
    Es nuestra vida.

    Nunca como las aves,
    como aquellos vencejos que dan giros
    en el atardecer y llevan
    para anidar, para incubar su puesta,
    un respaldo de sol o piedra dura.

    Es nuestra vida, como
    ese ventico gris de la mañana.



    RETIRADA

    Todos
    somos un viejo ejército,
    un achacoso ejército vencido,
    un ejército triste sin banderas ni nombre.
    Somos
    la trágica milicia destrozada
    del tiempo, el deshonor, la sombra
    que se queda prendida sobre el agua.
    …Y avanzamos así, como en un valle
    las huestes derrotadas entre el polvo
    y el humo de la lid en el desastre, la ceniza
    misericordia, el bastión roto, el ala
    rota, sin esfuerzo ni pluma.
    Somos el mar bajo la noche, triste
    y desamparado, hierba que se pudre
    sin sol, sin lluvia, en nieve
    que pudo ser eterna.

    Todos
    sin mando ya, sin grito,
    sin posible victoria, desertores.
    Somos
    el trago amargo y último de un vino fermentado,
    vinagre, poso y hez,
    ejército de huesos y polilla
    y carcoma en la piel despedazada,
    ejército harapiento
    que no siente el brillar de las estrellas,
    perdido, acobardado, solo,
    amargo, roto, errante,
    ¡hasta el hambre y la sed y la rapiña
    se nos han muerto bajo nuestra mano!
    Carnaza oliente, árido despojo
    de la ruina y la muerte, águilas viejas
    que en masa, en bando, en pelotón
    se caen sin vuelo ya sobre las rocas.
    …Y avanzamos así, sin voz ni patria,
    sólo
    sintiendo los latidos del pulso compañero,
    la asegurada muerte del herido,
    oliendo a pus hasta en los corazones,
    errabundos mortales, muertos sin tierra húmeda
    de esperanzas. Los pueblos
    tiemblan con nuestra peste sobre el hombro.

    …Y avanzamos
    por los caminos de la tierra, en paz
    ahogada, estiércol de palabras, ni
    un solo canto puede acompañarnos,
    ni una promesa o un esperar tardío,
    por los caminos de la tierra, en paz.
    Nada
    puede sacarnos limpia la mirada,
    restregar la metralla de los párpados,
    hacernos ver el trigo y las colinas.

    …Y avanzamos
    en paz, con miedo, con
    un helado miedo sobre
    la grave penitencia de la vida.



    EPITAFIO EN JULIO

    Aquí yace
    un hombre, aquí se acuesta
    un sueño, con la muerte,
    un hombre en bodas, júbilo
    nupcial. La tierra, al cabo,
    se ha puesto en pie, ha vencido
    en el pecho varón.
    Crecen allí, donde hubo
    hálito, vida, esfuerzo,
    llanto, flores hermosas.

    Aquí yace un amor,
    un odio, un desamparo,
    una pasión, un celo,
    un sufrimiento, un grito...
    Aquí yace
    nada, sencillamente
    aquel enorme esfuerzo de una sombra.




    De Las hoces y los días (1966):


    LA VOZ

    Viene
    del aire, de la luz, del día.
    Pero no hay nada en cada sueño. Sólo
    una arena, una arena allá en el fondo tiembla.

    Casi una playa,
    levemente una playa,
    dulcemente una playa donde reposa y muere.

    Ella
    llega del día,
    del abedul, del álamo, del chopo.
    Pero no hay nada en la esperanza,
    apenas un esfuerzo, una cruz última,
    un último sonido de pájaro en la niebla.
    Y se derrumba allí, por sortilegio de la tarde, cesa.

    Viene
    de la piedra o el agua.
    Y nadie siente su humedad, su enorme
    dimensión. Trae cintas, hojas, hierbas, plantas
    olorosas, Nadie la escucha, llega y sucede.

    Sucede entonces, cuando
    se hace lenguaje el corazón y canta.



    MARÍA TERESA

    Era tu corazón una alcancía,
    María Teresa noble, una promesa
    de agua sin cauce, de honda luz ilesa
    que se te renovaba y que te ardía.

    Que te quemaba, que me estremecía,
    en tu corazón... Fue una sorpresa
    la tarde, azul de ti, María Teresa,
    yo hermosamente tu temblor sentía.

    Cuánta nieve y ternura, cuánto vuelo
    cayó en ceniza hacia la cruz del suelo
    cuando te fuiste tú.
    .................................Cuando te fuiste.

    Dios anidaba en el laurel y ahora
    tengo en las manos mi tristeza y llora
    un pájaro cimbel lejano y triste.





    De En voz baja (1969):


    POÉTICA

    Miro el espacio azul. Me crecen alas
    de oro. Paz de oro, espuma silenciosa
    viene hasta el corazón. En la espaciosa
    inmensidad, en las enormes salas

    del aire crece, extiende ya sus galas
    el sueño. No es sueño ¿Ser? No es ser ¿Fosa
    será de mi deseo? No, no hay cosa
    más lejos de la muerte que estas alas.

    Hálito del albor que se origina
    desde un dentro de sol y permanencia
    como los robles, más, como la encina.

    Es un instante ¿Suficiente? Anhelo,
    ya hermandad absoluta, la existencia.
    Todo es un vuelo y más, es más que un vuelo.



    CANTINELA PARA UN TIEMPO DESCONOCIDO

    Cuando el tiempo nos haya golpeado en el pecho,
    cambiado la esperanza, tornado los cabellos.
    Entonces, cuando sea la vida un viejo olvido
    y una tristeza ocupe todo lo que perdimos.
    Sobre los días cortos, sobre los días largos,
    dime tú, compañera, ¿cómo será el cansancio?

    Cómo serán las horas de la noche callada
    cuando frío y distancia nos deparen las sábanas.
    Cómo serán las horas de la noche doncella
    con los amigos cuerpos solitarios sin vela.
    Cómo serán las normas de la noche dolor.
    ¿Cómo será la aurora, cómo será el amor?

    Cuando por una extraña primavera sin pájaros,
    sin corazón ni sueño, ni magia ni entusiasmo,
    introvertidos, dentro de una larga memoria,
    en el poso del alma nos apriete la argolla
    insobornable y vieja de la melancolía,
    dime tú, compañera, ¿cómo será la vida?

    Cómo será la vida cuando el tiempo nos haya
    arrugado el silencio, golpeado la espalda,
    puesto como a los viejos cacharros inservibles,
    apagados, mohosos, cenicientos y grises,
    dime tú, compañera, y en el último puente
    ¿cómo serán los ríos subterráneos, la muerte?




    De Pasiono (1972):


    ANIVERSARIO

    Muy río de despojos, tarde ahora
    es la enmienda del hombre, patria, cauce
    donde una fiel memoria de inocencia revisa
    a la sangre y se tortura.
    Yo no he podido más,
    no puedo más, no puedo
    reconciliar la antigua ribera, el hondo rastro,
    la pasión más hermosa de mi vida:
    mi juventud, mi tiempo, aquella
    luminosa mañana
    que pudo ser -no fue, no ha sido nunca-
    con este viejo asombro de puente en paz sombrío.

    Quién contó con la humilde
    voluntad de mi infancia, quién me dijo que un día
    esta hijuela, este impuro dolor descalzo fuese
    mi patrimonio? Quién
    pidió el torvo miedo,
    la niñez desolada, la amargura, las cosas
    horribles de la guerra, y la guerra, y los bajos
    fondos de la injusticia?
    Muchas son ya las sombras
    de las espesas hojas de un bosque en treinta años,
    mucho el silencio, y sola
    y poderosa la verdad, y única.

    Debiera hoy recibirte,
    España, en alegría,
    igual que si tuvieses en mi pleura cedido
    todo tu aire a modo
    de campanas o viento.
    Y nunca fui hacia ti con más miseria,
    ni tan seco ni áspero
    como la tierra donde tu sonido es hermoso:
    ¿Fue necesaria tanta
    muerte, tanta cruz, tanto
    dolor? Quién te puso
    tan pálida, quién clavó en las raíces
    más hondas de tu estrella inmortal estremecida
    cardos airados, nieblas
    de largo pómulo? Ay, España, desviado
    tu corazón cayó en la noche, fuimos
    arrastrados con él.
    Henos ya cercenada
    la ronda de los sueños, áridos como arena
    al sol, perdida
    la fe en el hombre, el alma
    de otra más alta y digna fraternidad posible.

    Éramos niños. No
    pedíamos escombros
    sino pan y ternura.
    Nos dijeron que aquello: los vendajes, la muerte,
    era la patria. Nos engañaron antes
    de haber sufrido. Nadie
    nos dijo una verdad.
    Por ello pido ahora
    mi vida, mi propia vida,
    no este río de aguas
    malolientes, este sucio despojo, esta quimera
    inválida. Sé
    que es en vano, y es triste.


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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021) Empty Re: Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 29 Mayo 2023, 05:39

    .


    De Tetraedro (1978):


    BAILANDO SOBRE UN CUBO DE MURALLA

    Ligeramente ebrio
    para no despertar las golondrinas,
    piedra mollar picada perla luz y la muerte
    hoy aquí bailo: ¡Cuánta
    danza perdida, calcinada materia, ruina
    oscura el pasado! Pero aun así su hijuela
    es, ¿no acaso conmemora
    el tiempo al tiempo la. madrugada al día?
    Coronemos tanto morir que ahora en un presente
    condecorado queda, pluma de ave, liza
    de ballesta,16n siempre perdido, siempre alcanzado
    este sucederse sin más.

    ......................................
    Festejando la vida
    sobre tanto despojo, gala
    jubilosa, limpia
    Inmortalidad del instante, giro
    bien presa la cintura en la alegría
    sobre este cubo, amanecer o círculo
    de libertad.Alguien súbitamente canta, alguien
    acompañándome, ¿no estaba sólo?, grita
    y se aleja.

    ..................
    Mellada cae la noche. La aventura
    es cumplida




    De Libro de amor para Salónica (1980):


    2

    Beso
    tu pecho
    lo circundo lo aprieto
    beso
    entre saliva y deseo
    tu pecho lo amo (dentro
    existes) yo estoy dentro
    de toda
    la soledad de tu silencio
    d-e-n-t-r-o
    porque donde tú yaces
    yazgo elaboro
    juntamente tus sueños

    (No recordarás la luz
    mírame
    soy un torpe pequeño
    desamparo)



    RIBERA

    Mi juventud, desprendido,
    tiré a los álamos blancos.

    El agua se la llevó
    madre lenta y cauce largo.

    Las avecicas de plata
    sobre el Duero se posaron.

    Mi juventud desprendido
    tiré a los álamos blancos.



    (CÉLIBE

    Elena, bajo
    tu corazón,
    no hay silencio, hay amor.

    La luna entera
    y redonda
    sobre el encinar
    alondra.

    Hay amor.

    Elena,
    el encinar
    es tu pena.

    Hay amor
    bajo la luna
    de tu corazón.)



    FESTIVAL

    Lejos de las orquestas
    cantaba el corazón:

    ...........................................la escoba y el piorno
    ...........................................bien amarillos son.

    Cerca de las orquestas
    cantaba el corazón:

    ...........................................la doncella y el pino
    ...........................................que bien huelen a amor.

    Lejos de las orquestas
    cantaba el corazón:

    ...........................................la nube y la paloma
    ...........................................para los aires son.

    Cantaba el corazón:
    ...........................................para los aires son.



    De Repaso de un tiempo inmóvil (1982):


    PALOMA

    A veces los poetas
    concurren a certámenes donde puede su voz,
    como su corazón, ser destruida.

    ¿Acaso es que el poeta se alimenta de lluvias
    o vive de sequía
    o no debe pagar el pan que come, el oficio
    de vivir, el piso, el alma libre, el sueño?

    A veces los poetas
    mueren de tanta vida
    natural, diaria, pegajosa, cansados. Nadie
    fue con ellos a juicio, vio sus deudas, sintió
    sus esmeraldas –palabras que lucían
    más que oro, más que ríos o sol, más
    que tristeza– nadie
    hurgó en su lucidez de paloma en el viento.
    Pues los poetas son
    pequeños animales en disturbio
    con la sed en los ojos y en la garganta amor.

    Aunque vano parezca no debemos
    confundir el naufragio de nuestro tórax,
    la opaca y turbia y fría soledad
    del añojo, la urdimbre con que se entrama un ser
    con aquella nostalgia terrible del poeta en el mundo.

    Él penetra y acepta,
    canta
    y muere
    libre, y hace su ruido
    o canción
    no para ser pagado sino para
    calentar su ceniza
    de calle hacia otra luz
    unitaria.




    CIELO DE INVIERNO

    Como una ola de trigo
    sin trigo, como ola de mar
    sin mar. Como
    una
    .........sola
    ..................sola
    .............................ola
    .......................................lentamente
    ..............................................................indecisa,
    nube total
    de pronto,
    trigal, mar, soledad,
    desvanecidos.
    Como un color tristeza
    tristeza bajado desde la
    orilla de unja verdad
    que no queremos, que no poseemos,
    nieve callada de la intimidad. Así eras tú,
    así eras tú, cielo o losa
    de invierno, eternidad
    vacía.



    REPASO DE UN TIEMPO INÚTIL

    Déjame que repose la tristeza
    (sigo solo, no hay nadie, miro el día amarillo,
    su ruina) sobre la inmensa
    corola de tu cuerpo. Estoy cansado, vivo
    de sombras y cednizas, déjame, aprieta
    me - te quiero - escribo
    entre la oscuridad nublada y lenta
    que cruza por la calle de los pinos
    del alma. No hay nadie, callejas y callejas
    y callejas vacías, rostros muertos, hilos
    de lana fugitiva, envejecida. Y dolor. Seca
    corcovada ternura de infinito
    sobre las ramas cuelga,
    huele a río y no hay río,
    huele a amor y no hay amor, que dejas
    y jirones, ruidos
    muriendo, huellas sombrías bajo huellas
    sombrías. Es todo. Pasa un aire marchito
    sobre las horas -es inútil la vida-, espera
    me, escúchame, estoy roto, áspero estío,
    nadas...
    .........................Te amo.
    ..................................................Mientras
    vibra el dolor por tanto sueño herido
    por el ceremonial de la materia,
    tú abrázame, escóndeme, arrópame,
    callado hijo de nada en la ribera.




    De Mausoleo (1988):


    POÉTICA

    A

    El ala del espíritu
    venerable, una vez, en la noche tocó
    mi frente. Lluvia de luz,
    tormenta
    de silencios. Prisionero
    para nunca yazgo de su deslumbre.





    De Construcción de la rosa (1990):


    ASÍ, YA CONSTRUIDA, ROSA...

    Así, ya construida, rosa
    o cántico, conclusión en azar de la memoria,
    nunca anterior a la palabra
    sino palabra misma. Perfección, júbilo
    del sentido, gozo de estar presente en la hermosura,
    construyéndose, esencial
    movimiento
    del entusiasmo. Vida
    vivida, oh flor,incesante razón
    que contiene el poema.



    HÁLITO

    Tecum habita
    PERSIO

    Enamorado viento, eres
    como el olvido, como
    la creación eres. Desde el bosque nos llegas
    iracundo gestándote, gastándote
    y ya en el pasar callas. Oh, adivinanza, intuir
    en la Noche, leer entre las vísceras
    de la sombra los auspicios, los cauces...
    Silencio fue. De pronto, gastándote
    gestándote nos sucedes
    de nuevo, nos transcurres, te extiendes
    corporativo, trigaleño, solo,
    -desplegada la pulpa cereal de tus alas-
    en la tersa llanura, en el terso candor
    del pensamiento.



    ALCOHOL

    Podré acaso algún día, alguna vez
    ser libre? ¿Vivir y escribir mis poemas
    sin tu estío de nubes, sin tu viento
    de riberas y noches y perdidos
    huracanes? Podré acaso
    convocarme en el día sin nocturna
    pereza, sin calor de catástrofe,
    sin este tolmo de melancolía
    que a mi oscuro paisaje asola y hunde
    entre la sal de un mar que nunca importa?

    Y si tal vez no fue perdido el sueño,
    la hoz del sol, el címbalo del cántico:
    ¿merecí la guedeja de la pena,
    amé su lluvia, me perdí en su nieve?
    Mas yo culpa no tuve, alumbramientos
    y azar de luz me prestaron las sombras.
    Y acepté, en humildad, en siempre espera,
    el luminoso ámbito luciente.



    EL CONOCIMIENTO

    Transitoria materia

    Recuerdo ahora tu hora malvasía,
    tu apoderarte de lo que se toca,
    mundo infugaz, recién ya florecido,
    posición de la forma y forma misma,
    puente de piedra bajo cuyos ojos
    pasa el poema y vida y muerte pasan.
    Eras todo presente, orillas, zuda,
    todo presente, sensación, materia
    de un futuro inoíble y de un pasado
    como tu corazón desvaneciéndose...

    Así, celado, silencioso, oscuro
    fue el suceder, vano plumaje el río.
    Todo lo que hoy me ofreces es tu rostro,
    el perfil de una duda, el sueño, el aire.




    De Tejedora de azar (1995):


    TEJEDORA DE AZAR VII

    La índole de la palabra, su ácido código, su inhóspita soledad, cauce imposible de la forma seca. ¿Quién, quién deviene universo por las laderas del significante? La índole de la palabra, su frustración. Porque nunca sabremos si al otro lado del espeso muro habrá tal vez un círculo -ay, cruel geometría del sentido- conteniendo a este círculo. Y más allá, otro círculo. Y aún otro más que aquel otro contenga... Envolviéndonos siempre, infinito y durable portavoz del cantar, siempre imperecedero, razón oculta en la verdad de nada que edifica el silencio.

    Sólo tú, inteligencia, puedes darnos el nombre: Poesía, oh, libertad, oh libertad inmensa.



    ENTONCES ES OCTUBRE

    Cuando la tarde-otoño el dolor nieva
    dentro del cauce de la sangre amara
    con qué interioridad abre su carga
    sobre la clara lenta luz que lleva.

    Cuando llueve el dolor que nos eleva
    la tristeza tranquila y nos embarga
    la humilde voz del sueño, la más larga,
    la más brillantemente oscura y nueva.

    Cuando la luz comienza a diluirse
    y muy despacio el alma se desliza
    bajo su misma piel ligera y verde.

    Cuando es mejor morir que resistirse
    y sentimos que llama en la ceniza
    lo que fue amor y es algo que se pierde.



    RAZÓN PARA AMAR LA VIDA

    Por si viene la mar, por si tú vienes,
    por si acaso y tal modo, por si baja
    la nación o la patria o la navaja
    de Dios y te secciona por las sienes.

    Por si se fraguan todos los vaivenes
    y caemos, sin más, en la tinaja...
    Por si toca el pandero y la sonaja
    del mundo, pueblo, cuando nos condenes.

    Por tantas cosas misericordiosas
    como nos acompañan cada día,
    por el pronunciamiento de las rosas.

    Por si no hubiese más alfarería
    que vivir este instante, ritmo, prosas...
    Pueblo callado, por tu compañía.




    De Las llaves del reino (2000):


    CONFIGURACIÓN

    Como quien bajo un árbol se guarece
    de la lluvia. Y se cala. Y así la lluvia entra
    lloviendo en el paisaje de su espíritu
    y hace su carne lo existente: el mundo.
    Luego, al lucir del sol, su pensamiento
    en íntimo arcoiris lo deslumbra
    más poderoso que la luz de fuera,
    y translúcido siente que le acosa
    la realidad y la pasión, la vida.

    Y él es feliz, pues sabe que aquel orbe
    en la movilidad del tiempo esquivo
    jamás enfriará la luz de invierno.



    CANTAR PARA FUENTES

    Inicialmente una costumbre, un hálito
    de agüeros. Y poseer el nombre
    en la edificación, el pagano silencio
    de los ciclos agrícolas. ¿Era música
    el ruido?:
    ..................dormía
    un fagot, en lo hondo, pero no había intérprete.
    Alrededor del agua. ¿Predicciones quizá
    como en una asechanza? Estaba noche.

    Un hálito de agüeros que no tenía culto,
    celebración. Un hálito de soledades.
    Y la melancolía, dulce y clara,poblándose.

    O aquel paisaje seco, con luna, del potro
    que corría desbocado en la arena
    hacia las dunas, hacia
    la nada. Desde el mar.

    Sin música. Poseyendo los nombres
    de aquella construcción. Inolvidable.



    LA REINA LOCA

    Te devoran los peces y los pájaros
    y el amor. Reina loca, alma mía, no duermas
    porque te perseguirán las zumayas
    por las galerías del Metro y no habrá nadie,
    ni los talabarteros ni la escolta
    para salvarte.
    ¿Quién te va a proteger en la amarilla
    noche, en el barrio zulú, en la sorpresa
    de los espejos y las escaleras mecánicas?
    ¿O a la orilla del río? Usa los peines,
    las peinetas, los peinadores. Liendres y ácaros
    posesionan tu pelo, han tomado
    los mechones roídos de tu trenza
    viuda, conminan tus enaguas
    y los tristes despojos
    de tu manto, su deslucido tul, su sucio
    armiño. Ah, reina, cómo caes en la aurora,
    defenestrada por las estaciones, corrompida
    en los clubs, sola, tú sola, aprendiendo,
    olvidando.

    Pordioseando. Con un cáliz de roña en tu alma,
    alma mía, o la patena
    del gozo abandonada
    en los repliegues venturosos del tacto,
    por los senderos de ti misma. Y oyes
    entre la inflorescencia venus de los deseos,
    donde se cuelga la petulancia viril
    de la alta noche, la lubricada eternidad
    deshojándose. Reina loca, heredera del hampa
    de los silencios, ¿qué brial de tisú,
    qué cabaret de olvido
    por los atardeceres de las almenas corroídas
    te exila de la angosta pasión de tus habitaciones?

    Sin consorte naufragas, girola entre organdíes
    sin uso que desvanece el sueño
    de las borracheras. Yaces
    ebria de astros,
    a la puerta de las iglesias
    como si tú no fueses la albacea lejana
    de los monarcas, el terraplén
    de los augures.
    Reina mía, alma loca,
    ¿cuándo será posible que olvidando
    quimeras, realidades, tugurios y la aporía
    de tu corte recobres la corona
    de la belleza, la intensidad de lo vivido...?
    Y así manifestada
    desde tus soledades
    justifiques tu vida construyendo otro reino.




    Otros poemas:


    DESPUÉS QUE CAE LA SOMBRA

    Antonio Machado

    Definitivamente he comprendido.
    Todo el que bulle o hace ruido o grita
    y gesticula y queda, unos instantes,
    en la primera página de un mundo
    inútil, locuaz mudez de muerte
    representa. Paso fugaz, ira fugaz
    es en el amplio conocer que olvida,
    máscara, son, viento de una mañana.

    Pero aquel que se sabe poderoso,
    encauzado en el mar, llamado dentro
    de una mortal entrega, de una lenta
    labor, en la que vida o muerte sólo
    es material de arquitectura o tránsito,
    aquél que sufre y calla, acepta y toma
    su herramienta, derrumba y edifica,
    desnuda y viste, y multiplica el único
    instante concedido, siendo humilde
    penetra victorioso, pues conoce
    que su ámbito es la luz y allí es su triunfo


    JESÚS HILARIO TUNDIDOR, Un paso atrás. Antología (2002-1960), Hiperión, 2003.


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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021) Empty Re: Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 12 Oct 2024, 12:26

    .


    Otros poemas de Jesús Hilario Tundidor, del libro Las llaves del reino, Hiperión, 2000:


    CANTAR PARA PALOMAS

    Como si fuesen soledades caen
    por el humo marchitos espejos en los montes,
    en las dunas de la ciudad, pájaros
    .......................de la muerte.

    Retórica nobleza de las lenguas caducas:
    sus amaneramientos, su cadencia, sus sílabas
    torres del viento son sobre caminos
    .......................del aire.

    Cantar para palomas. Después nada sino
    vejez, deterioro de nube, un triste muro
    de impudicia cuando la droga comoe
    .......................la voluntad.

    ¿Es la desolación quién allí duerme? Solo
    el dragón del vacío, la atalaya
    de nadie...

    Por si acaso algún día te esperaré, te seguiré
    esperando, a esta orilla, donde el mundo
    .......................está frío.



    CANTAR PARA ESTRELLAS

    Antiguamente, en los días furtivos,
    sin lenguaje, una iluminación: luminosos
    sépalos. Lo que está señalado,
    hermosura. Y más lejos. En la sorpresa
    de los equinocios.

    En la sorpresa de los equinocios
    salidas cercan aquello que no es dicho.
    Que no es posible decir. Mejor tú,
    inteligencia. Tú, pensamiento.
    O la perpleja
    imaginación.

    Del ojo aquel inútil con que ve el alcohólico
    los sueños, el coñac, las bodegas, el aire.
    Tanto espacio para tan corto
    tiempo, tanta repetida
    desvalidez. En los días furtivos...

    Sobre la esfera última
    del cántico horademos la piel en que yace
    el vacío, la brasa
    de la verdad. O estrellas que resisten
    el temblor, la belleza y el desconocimiento.



    BALNEARIO

    Lady Life ha tomado sin desdén la cansada pamela y ha puesto
    la crencha rubia bajo la transparencia y pura sutileza del pliegue
    que ocupa blanca gasa. Respira. Y ofrecida al sol desde los mimbres
    derrama sobre el músculo el duro enterramiento de la melancolía.

    En la frente del mar suena de pronto el oleaje. Un albatros describe
    el tiempo. Su figura es espacio y allí su estela traiciona lo venido.
    Lo que es. Se instaura nada. Se desvanece memoria en la altura sin límite,
    mientras que el blanco acontecer del día sus representaciones dispersa.

    Lady inmóvil viaja. Transita siendo exactitud, un perfil, que imprime
    al cuadro irrealidad de mediodía y, con todo, es ámbito exactísimo.
    No hay antes ni después. Calla el mar. Cómbase el agua en el florero. ¿Existe?
    Rojo y azul que aúnan verdes cálices únicos: ¡las distintas alcobas,

    las ciudades distintas... sobre la mesa vuelan en aventura y tránsito!
    Vibran ligeros mundos en toda la unidad del universo que firme
    en tierra, en brisa, en líquido y en fuego permanece, aunque Dios sea mudo,
    aunque no haya retorno, pues la tristeza, al fin, ha donado su origen.

    Lady Life se sonríe, se coloca la tersura de su pamela y sueña.


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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021) Empty Re: Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Dom 13 Oct 2024, 05:04

    .


    REDACCIÓN

    Este es el corazón de la tristeza:
    aves marinas muertas sobre la playa
    o el olor ácido de los mataderos.
    La mendicidad y la droga y los alcohólicos,
    sus migraciones en las comarcas
    de la miseria que separa al hombre
    del hombre. Y sus idas, cuyos regresos tienen
    sal en la boca con la nostalgia de los archipiélagos
    y el abandono de la imaginación
    en el retorno de los ríos esclavos.

    Este es el corazón de la tristeza: un sol borroso
    hiere la hueca mirada de los cadáveres.
    Y no hay verdad, porque la economía
    destierra el celo de los pájaros en el bosque
    o la igualdad de los hematíes y oscurece
    las nubes y el aire invicto
    de las montañas. Y secciona el vivir.
    Por lo cual los caminos que recorren los nómadas
    están señalados por calaveras, trazados
    por esqueletos de dromedarios
    que calcinan los vientos y descubren las dunas.

    Este es el corazón de la tristeza;:
    las serrerías de la voluntad en los prostíbulos
    del alma: las avenidas espléndidas
    y los campos santos del dinero que contaminan
    la inocencia de la dignidad, sus boutiques,
    sus grandes almacenes, sus hoteles
    de lujo, el cálido responsorio festivo
    de la piel en los escaparates de las peleterías...

    Este es el corazón de la tristeza. Y calla.
    Y está sola y viuda como una intuición en la noche
    porque hasta el versículo de la profecía
    y la canción, la libertad, las alturas
    son torpes juglaresas que pagan el oro
    como el rey al bufón en las horas más tristes
    de la derrota humana.



    EL EXILIO DE LA RAZÓN

    Alcohólicos anónimos

    El hoyo de las horas
    las condolencias de lo cotidiano:
    este cofre está lleno de tulipanes.

    Habíamos padecidom con humildad aquella
    romería última de la conciencia.
    Lo que no era nosotros
    nos esperaba ahora. Suponía
    otra clausura, toda
    la épica de nuestra vida, la azaña
    de nuestra soledad.

    Y en las tinieblas de las confesiones
    la carencia de la bebida,
    los aquelarres de la desnudez
    en el anfiteatro de su estío:
    nos escuchábamos, nos compadecíamos,
    nos hacíamos
    erial, una playa
    de podredumbre donde morían las gaviotas.

    Premonitorio viento de
    libertades emplazaba
    los miedos, las alucinaciones,
    la percepción mágica de las plantas
    carnívoras, de ojos terribles, chinches
    y escarabajos multitudinarios
    asaltando la piel, creciendo de nuestra boca,
    y diosas hieródulas o serpientes
    lascivas... ¿Sola miseria puesta
    como un óbolo
    en las manos del caronte más triste:
    nuestra memoria fracturada?

    Así y todo era igual la penumbra
    y nunca hemos sabido
    si tuvimos razón. Porque el alcohol no estaba.

    ...Y empecé a recordar
    aquel único amor
    que me fue concedido.



    VISIÓN DE LAS SIRENAS

    Helas aquí. De plata y hermosura.
    Se desvanecen, aparecen huyen
    y la noche lunar las trae de nuevo.
    ¿Oyes su canto? Creación o disturbio,
    finitud o deseo? Cantan, danzan
    y en la rocosa isla se perfilan
    como en un decorado: Oro, belleza,
    inmortal juventud, vida perenne,
    ¿son sí mismas? ¿Son acaso sus dones?

    Disfrútalas, míralas, no te distraigas
    que su luciente voz y cauto juego
    en toda la extensión son concedidos.
    Complácete, no te apresures, goza 
    en su contemplación su aparición.
    inquiere el tiempo, escucha y sé parco.
    Pues todo es sólo un viento sobre el agua
    marina y ya amanece y no hay nada.

    No volverás a contemplarlas nunca...




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    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 14 Oct 2024, 03:33

    .


    CAMINO DE ÁVILA

    De roca, musgo y ánima
    este duro paisaje. Y la encina
    a la que abrazo y siento
    su vibración.
    ......................Esta tierra
    que piso me estremece, esta mirada
    entre sierra y baldío...
    Y un poco más, llanura.
    Y un poco más, azul. Azul
    que es cuerpo y mano y amenaza
    hasta que el sol revienta en el espíritu
    y la tierra no es tierra, ni lo azul
    es azul. Y el hombre sabe
    que está en aquello mismo que contempla.



    VISIÓN DEL SUEÑO

    Dibujada la tarde envuelve el lago
    y en él te miras. Es ayer y estás solo.
    Brisas ni halcón planean. Suena el agua
    en el agua, en el olvido el tiempo.


    Bajo el color azul de esta mañana
    mirándote perplejo continúas.
    Sigues solo y callado y nadie llega
    y la niebla es difusa sobre el valle.


    Escuchas el espacio, hueles la tierra,
    a ti mismo te hueles, y te buscas
    y al volver la mirada hacia tu orilla
    tú no estás. Y no hay verte. Ni paisaje.


    Un trémulo temblor de ser suceso,
    dibujo de la tarde sobre el agua:
    es cuanto sé de ti, hondo, en ti mismo.
    Nunca te explicarás lo que acontece.

    Sanabria, 1995


    JESÚS HILARIO TUNDIDOR, Las llaves del reino, Hiperión, 2000.


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    Jesús Hilario Tundidor (1935-2021) Empty Re: Jesús Hilario Tundidor (1935-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 15 Oct 2024, 03:51

    .


    Otros poemas de Jesús Hilario Tundidor:


    De Junto a mi silencio, 1963:


    EPITAFIO EN PRIMAVERA

    El corazón sabía...
    Lo sabe. Lo está viendo.
    Mínima
    y breve era su voz.
    Toda su alegre vida
    se deslizaba, dulce
    y honda; el corazón
    lo sabía.
     
    Como en abril la rosa
    se abre, se desgañita
    en pétalos al cielo,
    ella era igual. Se le veía
    el alma, fresca como
    los guijos en el río
    y cantarina.
    El corazón lo sabe.
     
    Fue una muerte sencilla.
    Acaso pidió el sol
    de primavera. Iba
    siempre de mayo. A nadie
    se le olvida
    el mar bajo sus ojos
    y la esperanza aquella sin medida.
     
    Ella
    vivía
    dieciséis años. Hoy
    está la tierra encinta.
    Es primavera, huele
    Toda la tierra a su limpia alegría.




    De Las hoces y los días, 1966:


    AL CORAZÓN

    Mirad,
    ahora lo pongo
    sobre mi mano: oídlo,
    justifica
    una vida. Dentro
    de su volumen cabe
    la desesperación y la esperanza,
    los ríos en tinieblas y la clara
    posesión de la luz.

    Si lo tuviera
    unos instantes más me quemaría
    su peso, su ternura, su profundo
    misterio. Jamás frente a mis ojos
    a tal extensión tuve:
    aquí el presentimiento, allá las sombras,
    en largo cauce el júbilo, la dicha
    mortal y repasada, y ocupando
    su contorno o distancia el agua siempre
    ávida de entregarse,
    el buen amor que nunca
    termina concedido.
    Honda fue su verdad y es su ceniza.

    Bajo
    su sencillez de forma,
    en el ámbito
    luminoso de su noche sonora
    reposa,
    da principio y concluye
    el triste sueño humano.




    De En voz baja, 1969:


    EN VOZ BAJA

    Tú que tanto has sufrido
    perdóname el dolor del sufrimiento,
    el alma siempre a puesta
    de sol, el aire sucio
    que no admite consuelo en la desdicha,
    las tardes en la aguja,
    el silencio y el vino. Perdóname. No sabes
    cuántas veces he ido
    buscando una palabra,
    una situación, un paso limpio, un sueño, algo
    que mereciese para
    entregártelo en paz una alegría.
    Pero mis manos y mis ojos eran
    un túnel de otra luz, un hueco largo.
    Perdóname por esto y su amargura
    y por la vida humilde
    que no te merecías,
    por el amor que no te di, por
    el desdén, lejano
    y denso como niebla, y por aquella
    falta de fe en lo hondo
    de toda crueldad o por los brazos
    que fueron tantas veces
    hasta otra orilla donde
    sólo hubo hastío, soledad, falso
    arregosto. Perdóname. Perdóname
    la ira y la tristeza
    tan en madre subidas, tan maduras
    de savia, el desaliento
    y la verdad, cruel, y la mentira
    dulce, pero engañosa.

    En voz baja, temiendo
    a mi propia miseria
    te he dicho estas palabras en que nombro
    la cautela sutil del desengaño.
    Tal vez ellas, desnudas, te pronuncien
    una esperanza, efímera
    igual que tantas otras
    cuando acogido al borde de tu cuerpo
    arrepentía, miserablemente,
    mi vivir no mis actos. Aunque así sea, oye
    una vez más la sombra áspera que ennoblece,
    tú que conoces el dolor, mi vida.

    Tal vez empiece en ellas
    nuestra resurrección común del odio.


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 16 Oct 2024, 04:40

    .


    De Pasiono, 1972:


    SIN DUDA QUE ME APUESTO EN CADA PASO

    Sin duda que me apuesto en cada paso
    mi vida toda y me la juego.
    y pronto la verdad
    nos desorienta.

    Si es bello andar la noche
    como quien anda en fiesta, como
    un ir de aquí e ir para allá, caer,
    dar tumbos, abrazar a mujeres,
    encontrar
    una luz, un aposento,
    beber vino varón que como manos
    va a retener por un instante
    y en esta noche sólo
    nuestra alegría, continuar
    después cantando, silenciosos
    e íntimos, pues que mortales,
    terrajeros, curas y gente
    de buena sombra duermen, duermen
    sin nunca despertar, aun en el día.
    Si necesario es
    velar, pensar que muerte, sufrimiento
    y amor, niebla y desdicha
    nos rodean, y es preciso
    ser un golfante amante
    de toda criatura, presente ahí, expuesta
    y ofrecida. Si hay
    muchas veces
    mucha pena, mucho dolor
    que impulsa y hace
    salir de madre como nieve al río.
    Si amar la vida, hundirse
    en ella, gozarla
    y aplaudirla, si
    establecer un escándalo
    en el sueño, dar paso
    en la cárcel
    del interior, dar libertad, dominio
    a la naturaleza, también creada por Dios
    o creada
    por el silencio o el acatamiento
    de la injusticia...
    Si todo esto y más
    que callo
    es verdad aunque riele
    ¿por qué me deja un poso de limo oscuro cuando
    llega su bajamar y pasa el fuego?




    De Tetraedro, 1978:


    ÚLTIMA CANCIÓN PARA MARÍA TERESA

    Ave María purísima Teresa
    fresa
    roja núbil árbol sereno cuyo verde
    cayó sin esperanza
    ¿Danza
    la muerte hoy muerde
    la muerte? Pienso en los amorosos
    pasos
    cielos azules rasos
    mañanicas de oro sobre los pinos
    Amo
    tu corazón tu cuerpo la inaudita ternura
    de tu pelo en mi hombro
    Y tu hermosura
    Días abandonados días
    de juventud no recuerdes las huellas
    te llevarán al mar ay huellas frías
    cárceles de la altura se ofrecen
    se ennoblecen
    aquellos cuerpos aquellas pusilánimes palabras
    donde amor
    se hizo
    amor.




    De Construcción de la rosa, 1990:


    PERFIL DE JULIO

    Tienes un corazón.
    Tú tienes un corazón infectado.

    Infectado tu corazón tienes
    un corazón de corazón lleno.


    Tú tienes tu corazón infectado lleno de soledad.
    Lleno de corazón tu corazón infectado
    llora.

    Tienes un corazón,
    tu corazón, lleno de corazón
    y soledad. Y tú no sabes
    que está cansado, que está inútilmente
    cansado tu corazón lleno infectado
    de soledad.

    Y que ahora le duele, ahora mismo le duele
    entre tanto despojo, tanta máscara

    hirsuta y lentas voces
    este cansancio enorme que es la vida.


    JESÚS HILARIO TUNDIDOR, Trovadores de silencios, Calambur, 2010.


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