Ha fallecido el poeta Joaquín Marco. en Barcelona, el me de julio de 2020.
POR QUÉ ESCRIBO
He buscado estas palabras que ahora escribo.
Las he leído más hermosas, admirables,
aunque siempre ajenas. No eran mías,
sino viento de ayer, imágenes de pulsos alterados,
inteligentes artificios. No eran míos. Po eso escribo,
para reconocerme mañana en estos tiempos tan faltos de razón.
He cansado mis ojos en páginas ajenas
y ahora, en desolado invierno,
escribo para mí un mensaje sin claves.
Ese que soy no era. Tal vez ni fue. Pero suyas
serán estas palabras que detengo en el tiempo.
Tal vez me reconozca en ellas, si es que la vida
aún me permite atravesar
el lago de la noche sin estrellas.
Barquero, perdone usted por ir contra corriente
y sin saber nadar. Los horóscopos mienten.
Joaquín Marco (De El muro de Berlín, 2003)
SOLITARIOS NOCTURNOS
Alguien acaba de sentarse en la barra de un bar
en cuya puerta brilla el anuncio.
Llueve como si estuviese llorando
y pasan automóviles que nos iluminan con faros amarillos.
Se oye una triste música de Leonard Cohen
que habla de un amor desgraciado por la nostalgia.
La noche ha invadido esta ciudad sin nombre.
Sombras, luces, colores, música, lluvia. Percibo
el corazón destrozado de este solitario bebedor
en un oscuro bar de las afueras de la ciudad
cuyo nombre ya hemos olvidado. Llueve sobre su corazón
perverso. Hay pasos de silencio en las aceras.
Otra mujer se ha sentado en la barra junto al hombre.
Tiene su rostro iluminado por las luces que parpadean.
Sus perlas de lluvia son como collares.
Tal vez, una pareja de amantes silenciosa
o acaban de conocerse en una cita a ciegas,
quizás desconocidos que se ignoran y beben sin sed en ña
….barra del bar.
No hay amor en sus gestos. Yo prefiero la música
que gotea unos versos en la garganta estropeada. Berlín,
….tal vez Berlín.
Las habitaciones de los hoteles desolados
son como sus relojes que mienten cada hora.
(De El muro de Berlín, 2003)
CERVANTES RECLAMA LA POESÍA
Mi vida ha sido un libro de aventuras.
Hoy me observo como la caricatura de una sombra:
manco, cornudo, solitario y viejo.
Para la poesía he vivido esa inconstante Dulcinea,
que me ha traicionado tantas veces.
¡Qué me importa esta desaforada criatura
que se ha perdido por la Mancha!
Lope es poeta y yo pretendo sólo un escaño
en este paraíso de los versos donde no habite
el polvo, cementerio,papel de olvido.
Pero la Providencia no quiso dotarme de la luz
que alcanza hasta el futuro. Ni la Numancia,
ni el Persiles logran calmar mi sed
de una palabra o diana. Reclamo la poesía,
gaviota cansada de los mares,
dulce prisión de un forzado a galeras,
gesto perdido de un amor que se rinde
en la penumbra.
Mis fatigados ojos no han hallado consuelo
sino en las invenciones y en la risa.
Caballero sin honra, escudero del arte,
he buscado en el corazón el canto de mí mismo.
Mas no lo hay. Solo me cabe
observar mis criaturas, inventar existencias o aventuras,
desencantar las damas y ordenar los papeles.
Hasta el cura sabía que nada queda
en esta confusa algarabía de ejemplares historias,
en la red de sombras que he tejido
en las noches sin fin, salvo la angustia
de que quise por encima de todo,
a pesar de los tiempos, ser poeta:
alcanzar la Belleza y vivir más allá
del tiempo miserable que he gastado,
sin objeto ni arte, para seguir comiendo.
(De El muro de Berlín, 2003)
EN EL FONDO DE TU PUPILA
En el fondo de tu pupila pueden verse los bosques de pinos,
una ventana abierta desde la que se adivina un mar de olas
….grises
un patio vecinal y una higuera.
En el fondo de tu pupila está también un hombre.
Tiene el pelo canoso, la cara manchada por los estigmas de
….la vejez,
los ojos pardos, los labios gruesos. Tal vez sea yo.
En el fondo de su pupila está otra pupila. En ella
hay un niño con pantalón corto y ojos tristes,
en cuyas pupilas hay una mujer que llora.
(De El muro de Berlín, 2003)
EL POETA HA CUMPLIDO YA
LOS CINCUENTA AÑOS
Cuando el poeta alcanza la edad madura
y sabe que las doradas manzanas resultan siempre ácidas,
reflexiona sobre su tiempo de ceniza.
Escruta el firmamento: la noche sin estrellas
y admite cuán insignificante es y ha sido. Su existencia
ha resultado una mediocre comedia
en la que incluso el protagonista ha hecho mal papel.
Tal vez así estuviera previsto por el Autor,
que desconoce.
Le resulta inútil ahora la juventud y deambular
por los senderos de la nostalgia, como una joven turista
de vacaciones en la isla de Capri,
que albergó con gloria al emperador de Roma
antes de convertirse en caricatura de su grandeza.
Poeta que amó el amor, la sombra de una corza.
¿O a sí mismo, enamorado de las palabras
que nunca escribiría por pudor o por miedo?
La arena del reloj imaginario se escapaba
con excesiva rapidez y los inviernos prometían
ser cada vez más rigurosos.
Sabía que los ciervos se habían extinguido
y que los jabalíes apenas llegaban a los huertos.
No temía la muerte, sino la enfermedad
y un dolor en los huesos que anunciara el mal tiempo
de la senectud. Tanto era lo que desconocía
que no se atrevía a indagar en el alma
el envés de la noche de sentidos callados.
Tras el largo silencio, las palabras le reclaman de nuevo
como una última oportunidad. Trató la soledad,
fácil recurso del fracaso. Su existencia
fue aire enrarecido, habitación cerrada.
Se sirvió del alcohol y de los automóviles.
Se miró en su ciudad sin reconocerse,
vacías calles iluminadas por los anuncios rituales.
Sus amigos le abandonaban sin misericordia.
Hubiera preferido como Homero, Milton o Jorge Luis Borges
ser el ciego que se ilumina por dentro,
inventar los infiernos de Dante por no vivir los cotidianos,
minúsculos, vulgares como su destino.
Las manchas en sus manos, que presagiaban la vejez,
eran signos de que el tiempo había resultado implacable
para la piel y para su hígado.
La vida ¿era una rosario de cuentas calculadas?
Se perdía en la niebla como un árbol o un pájaro.
El desasosiego, la ardiente angustia como lava,
la indiferencia, la egoísta generosidad, la desolación
eran locos jinetes de elefantes en la playa desierta.
(De El muro de Berlín, 2003)
EL MURO DE BERLÍN
Nuestro Caudillo prometió un millón de hombre para
….defender Berlín del peligro aliado.
Las palabras se las lleva el viento.
Berlín eran las marciales comparsas de revista en las páginas
….en color
de Signal, en blanco y negro.
Berlín fueron las banderas nazis al viento y las multitudes
uniformadas.
Berlín, muro de la vergüenza, la línea divisoria entre los
….espías alemanes del Este y del Oeste,
el Reichtang desmantelado y las ruinas del antiguo esplendor
….de nuestra juventud.
Brecht fue Berlín y el cabaret, algo de vicio y de riqueza fácil.
La postguerra. Viejo Adenauer, iguana adormilada del
….anticomunismo.
Callaron quienes llegaban del otro lado.
Ciudad ambiagua, corazón viciado dividido de Europa,
….ex-Kapital,
dormían en tus esquinas los nazis agazapados.
El muro, la frontera, los reflectores, los perros, las atalayas,
….las sirenas, los vigilantes de la República Democrática
….Alemana
se evaporaron ante un concierto juvenil de rock and roll.
Berlín es otra vez Berlín,
como antes de la caída de los zares de Rusia de todas las
….estepas.
¿Quién ha visto Berlín? ¿Qué fue de nuestro muro o
….alambradas,
capaz de dividir luces y sombras?
¿Quién controla los puentes del miedo de Berlín?
Marta estuvo en Berlín y conoció a Christa Wolf bajo
….sospecha.
Mi amigo abandonó su Universidad y sobrevive escondiendo
….su vergüenza.
Si Alberti nunca fue a Granada,¿por qué tengo yo que ir a
….Berlín?
Viajero de la gran ciudad: ¿Has conseguido ver en algún
….parque las tumbas
de aquellos gloriosos soldados españoles que murieron
….….
Capital de la Europa que amábamos
nenúfar del poder económico,
raíz del pleno empleo,
monumental asombro de Kultura,
libre en tus amplias avenidas,
feliz de tiendas.
Tu pasado prusiano ensombreció París,
tu luminosa decadencia está llena de jóvenes albinos y de
….Turcos.
(De El muro de Berlín, 2003)
ÁNGEL SIN LUZ
En las salas del Museo del Louvre,
en la Galería degli Uffici, el joven
ha vivido la misma experiencia:
su obra es solo sombra de la de los maestros.
¿Cómo alcanzar la luz de quienes fueron elegidos?
¿Cómo saber si algún día él mismo
conseguirá un destello? Las dudas le atormentan.
Vacila, abandona una y otra vez.
Cuando, ya en el umbral de la vejez
habría de contar con fieles seguidores,
descubrirá que se halla exactamente igual
que en los inicios. Como el enamorado
duda de ser correspondido con pasión parecida
a la suya, tan desprendida y gratuita.
Como el amor, el arte se manifiesta
esquivo. Tal vez nunca consiga
llegar hasta la orilla donde el mar acaricia
el bello cuerpo que se ofrece.
Sabe, sin duda, reconocer los signos de la belleza ajena,
pero nada que él mismo sea capaz
de lograr: el color, la forma, el matiz deseado.
Nunca será maestro, ni escuchará el aplauso
de sus contemporáneos. Su creación ha sido,
desde el comienzo, como la travesía del desierto,
la voluntad de ser y la infecunda duda
de los poderes que, quien sabe,
le fueron negados por los dioses.
Porque todos es capricho, azar, juego, deseo
insatisfecho o, tal vez, soberbia, el orgullo de ser
ángel sin luz.
(De El muro de Berlín, 2003)
LOS DONES DEL DESTIERRO
Cuento ya con miles de poemas
en variados registros y sin rima. Fueron escritos
con pasión y con rabia: miles
de noches insomnes combatiendo ángeles perversos.
Las estéticas me rejuvenecieron
tantas veces, que he alcanzado
perenne juventud. Les debo
fingimientos, falsos amores, achaques,
jardines bajo la luna, altas velocidades,
reflexiones, músicas, arquitecturas.
Son palabras que configuran una melodía personal:
la disonancia, las visiones, la mancha de color,
las bestias de la fábula. Hay una luz
que brota de no sé qué ni cuándo
y que siempre vislumbro en soledad.
Son caminos que no conducen a ninguna parte,
que a nadie pretenden convertir.
Son el incienso a un dios desconocido
al que ni siquiera se pretende honrar,
como pecados ocultos, signos, tal vez, de orgullo,
disfrazada lujuria: los dones del destierro.
(De El muro de Berlín, 2003)
EN EL POEMA
Los versos que nacen de una sombra
retornan a una sombra. Pasan veloces
como el tiempo, sin llegar a fijarse en el papel.
Vienen de algún rincón oscuro de nuestra mente.
Y son las más hermosas, definitivas, iluminadas
palabras que nunca escribo. Fueron un instante
para mí solo, como aquella pasión:
el fogonazo que morirá conmigo. No puede compartirse.
Alcanzó su destino y se pierde, misil sin objetivo,
en algún mar sin nombre.
La poesía más bella jamás fue escrita.
Ni siquiera permaneció en la memoria de los poetas,
fuego fatuo de un cementerio personal,
unos minutos. Es la grandeza de lo que apenas brota,
el perfume de flores sin formas,
un felino que buscó nuestros ojos.
Soy un poeta ciego, aunque tanta luz
se esconde entre las sombras
que súbitamente estallo como una supernova.
Es un instante único y después
se pierden las palabras en la noche.
La poesía más bella jamás fue escrita.
Solo sé que pocas veces descubrí la belleza,
fue mía un solo instante.
Castigado por los demonios del silencio,
jamás daré de nuevo con el tesoro hallado.
Floreció la rosa en el poema, pero como la vida,
pasó fugaz, murió sin ver la luz aoenas.
Acabó en el olvido.
La poesía más bella jamás fue escrita.
(De El muro de Berlín, 2003)
NOSTALGIA URBANA
Las callejuelas oscuras del Raval repletas de basuras,
los jazmines en flor del Guinardó cuando anochece,
las farolas del sueño del Paseo de Gracia,
los quioscos espectrales y flores de las Ramblas,
un jardín un abeto, una casa escondida, un fanal en
….Pedralbes,
luces blancas y amarillas sucediéndose en la Avenida
….Meridiana,
las aguas del puerto, dee noche, invitando a la muerte,
la bulliciosa vida de Hong Kong en la calle Dante,
la herida de Norte a Sur de la Layetana, hoy Pau Claris,
el baile dieciochesco -minué de palmera- en la Plaza Real,
el enigma del mito de Plaza Cataluña,
el subsuelo: las alcantarillas, el metro, el gusano de luces,
el mar, siempre el mar, rompeolas de sí mismo,
los cinturones de Ronda, anillos de la muerte,
Diagonal dividiendo dos mundos,
Ronda de San Antonio de mi infancia,
las tiendas de Tuset, la calle de la Aurora, hoy Rambla del
….Raval, casa donde nací, ya vive otra palmera,
la Paloma, junto a León, esquina Tigre,
mi corazón en Arco Íris (ahora Arc de Sant Martí), misterioso
….Putxet,
el arte de perderse en Gracia,
Sarriá sin Foix, la huida a Escudillers con Blas de Otero
….y Tacha y los dos Joaquines,
Santa María del Mar: gloria del gótico,
junto a la catedral en soledad, su claustro y mis angustias,
plazoleta de Sant Pere, fuente dulce, cuatro caballos blancos,
fuente clara. Gaudí allí. Parque Güell, incitación al asesinato,
patio del Ateneo con palmeras indianas: Cuba en el corazón,
Parque de la Ciudadela, cañones del castillo de Montjuïc,
….foso del crimen,
laberinto de libros, el descubrimiento en el viejo Hospital
….de la Santa Cruz,
jardines solitarios de Miramar, estadio olímpico,
….abandonado o restaurado,
Hospital de San Pablo, dolor y llanto, las Atarazanas
….-ya museo-
palacios sin destino de la calle Montcada,
los pasillos del querer y no poder en el Palau de la
….Generalitat,
fidelidad románica de Sant Pau del Camp,
fragmentos de muralla, olvidados charlatanes del Paralelo,
orquestinas nocturnas de ayer, cines al aire libre, cervecerías,
cárcel Modelo, séptima galería,
orgulloso Port Nou, la Universidad del desengaño,
los taxis amarillos: Arco del Triunfo,
“El Corte Inglés”, los cines de la evasión,
la calle Petritxol: el chocolate caliente y la sala Parés
….de mi juventud,
el olivo de la Fundació Miró, el espejo y lo cursi, Pueblo
….Español,
las dos plazas de toros, felizmente vacías, los pájaros
….enjaulados de las Ramblas,
el arrope, la miel, la manzanilla del día de Sant Ponç,
la luna sobre el mar desde el Tibidabo al amanecer,
las luces navideñas de la ciudad, mi exilio,
capital del fracaso, el rincón del Monte de los Judíos
frente al mar,
la soledad deseada, aburrimiento, los paseos imaginarios
….del otoño,
viejas palmeras del Paseo Nacional, acacias, plátanos,
….desarraigados pinos,
palomas, gorriones, El Molino, el Ensanche,
el arte de vivir, las chimeneas de una fábrica en desuso.
El Camp Nou rodeado de travestis, los cabarets canallas,
los marroquíes del Raval, los africanos de color y sus
….tiendas de cachivaches,
la Andalucía, Extremadura de los arrabales,
el barrio de los marineros sin redes que remendar,
el dulce lamentar de los banqueros,
la añoranza de los anarquistas que dominaron las calles,
la rosa de Sant Jordi y el libro.
Quiero perderme para siempre en tus calles.
Joaquín Marco (De El muro de Berlín, 2003)
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» Fuente del parque de la Ciudadela (Barcelona)
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