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“Joan Margarit, primer Cervantes en catalán”, por Magí Camps (La Vanguardia, 15-11-2019)
(El poeta escribe en su lengua materna y versiona en castellano.)
No salía en las quinielas, por eso fue una sorpresa la noticia del nuevo premio Cervantes: Joan Margarit (Sanaüja, 1938). José Guirao, el ministro de Cultura en funciones, anunció el galardón leyendo un poema suyo en castellano, No tires las cartas de amor. Por la tarde, en la rueda de prensa, cuando los periodistas pidieron a Margarit que escogiera un poema, dijo que ese mismo estaba bien y lo recitó en catalán (No llencis les cartes d’amor).
La sorpresa también fue que se premiara a un autor que escribe en catalán y que elabora la versión castellana de sus poemas, dado que es el galardón literario más importante en lengua española. Margarit afirma que se trata de dos poemas, que el castellano no es una simple traducción del catalán, porque cada lengua tiene una voz propia. “La poesía ha de ser verdad. No hay ningún poeta que haya podido escribir poesía en una lengua que no sea la materna. Yo escribo en las dos, pero tengo que empezar por una”. Lo ilustró con una imagen: “La catedral no existe sin la cripta, que es un agujero en el suelo y basta”. Y continuó: “Tengo dos lenguas gracias al General Franco, que me la inculcó a patadas. ¡Y no la pienso devolver!”, exclamó. Mi primer poema me tiene que salir en mi lengua. Nací en la guerra y la vida te lleva a tener tu personalidad y tus convicciones. He hecho mi obra en dos lenguas: no me he traducido. A veces el castellano salva al catalán y al revés. Son dos poemas, uno en cada lengua, y no se enfadan porque los dos los he escrito yo”.
Cuando se abrió el turno de preguntas, advirtió a los periodistas: Yo contestaré lo que sé contestar y basta”. La primera pregunta, a pesar de la advertencia, fue que cómo se sentía por el premio, y el galardonado respondió encadenando preguntas retóricas que ahorraron trabajo a los medios: “Tengo 81 años y las repercusiones que pueda tener son poco importantes. ¿Por qué acepto y me interesa un premio? Es muy sencillo: ¿Este señor qué vende? Vendo poesía. Espero que mis poemas sean unos grandes poemas, pero que lo sean no lo sabremos hasta aquí una o dos generaciones. ¿Qué es la poesía? Una herramienta quizá de las más efectivas en los momentos peores de nuestra vida. Por mucho consuelo que tengas, llega un momento en que estás solo y sólo tienes a tu disposición la poesía y la música, y poco más”. “¿Qué produce un premio? -se preguntó-. Que tengas más lectores. Si hay más personas que buscan consuelo en mis poemas, pues mejor, porque doy consuelo a más personas. Un poema de Machado me ha servido de consuelo en diferentes momentos de mi vida, a diferentes Joan Margarit. No hay un solo poema, hay muchos. Es el misterio del arte”.
El jurado ha valorado “la profunda trascendencia y lúcido lenguaje siempre innovador” con que el premiado “ha enriquecido tanto la lengua castellana como la catalana”, con lo que “representa la pluralidad de la cultura peninsular en una dimensión universal”. Preguntado sobre si se sentía identificado con esta última frase, Margarit respondió: “No me siento identificado con nada. Eso lo tiene que decir el ministro, no yo. Yo trabajo para consolar a gente solitaria”.
Preguntado sobre el independentismo, dijo: “No te lo diré ahora. No me hagas hablar de eso. Solo se arregla hablando y con cultura”. Y añadió: “Hay dos revoluciones posibles: la de derechas, del mundo feliz de Huxley, o de la película Soylent green, que es una dictadura; y la del otro extremo, que es la que a mí me salvaría: tomar todo el dinero que se dedica a los trabajos que se tienen que hacer con un disfraz (jueces, militares, policías…) y destinarlo a la educación. Es lo único que nos salvaría de la dictadura”. Y remachó: “Por debajo de la poesía está la vida. ¿Cómo puede ser la vida lo mismo que otra cosa, como decían los románticos? La vida lo es todo”. El director editorial del Grup 62, Emili Rosales, acompañado del editor de Proa, Josep Lluch, consideró que se trata de una obra “contundente, que habla de la vida, de la verdad”, y recordó que se trata de uno de los poeta con más lectores y seguidores. Austral publica sus libros en castellano.
Poeta y arquitecto -con estudio en Sant Just Desvern-, autor de varias obras olímpicas o de trabajos en la Sagrada Familia, Joan Margarit es hijo de arquitecto y maestra y se dio a conocer como poeta en castellano en 1963 con Cantos para la coral de un hombre solo, con prólogo de Camilo José Cela. En 1980, empezó su obra en catalán, influido por Martí i Pol, con L’ombra de l’altre mar (La sombra del otro mar). El año pasado, publicó una autobiografía de juventud Per tenir casa cal guanyar la guerra (Para tener casa es necesario ganar la guerra), y no piensa seguir explicando su vida “porque no tiene ningún interés, solo los primeros años”. (El libro Joana (2002), que supuso un punto de inflexión en su reconocimiento público y que apareció al mismo tiempo en las dos lenguas por primera vez, “es un libro escrito en caliente, aunque dicen que eso no se tiene que hacer”, refiere. “Con la Raquel de mis poemas, Mariona en la realidad, tuvimos ocho meses una hija que se nos moría. Esa poesía en caliente funcionó, pero no lo he hecho má: los poemas duermen todo lo que tienen que dormir”.
Magarit ha sido reconocido con el premio Nacional de la Crítica (1984 y 2008), el Rosalía de Castro (2008), el Nacional de Poesía 2008, el Víctor Sandoval Poetas del Mundo Latino, el premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017) y el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2019. El premio Cervantes, dotado con 125.000 euros, lo concede desde 1976 el Ministerio de Cultura, a propuesta de las academias de la lengua, y distingue toda una trayectoria literaria.
Magí Camps (La Vanguardia, 15-11-2019)
***
“Inteligencia sentimental”, por Jordi Amat (La Vanguardia, 15-11-2019)
En el prólogo a Estació de França (Estación de Francia), publicado en 1999 en edición bilingüe, Joan Margarit explicaba la particular relación que ha establecido con la lengua como herramienta de trabajo para construir su obra. “Comencé escribiendo en castellano como una respuesta natural desde el punto de vista cultural: no tenía cultura en ninguna otra lengua. Pasé a escribir en catalán buscando lo que una persona tiene más profundo que la cultura literaria”. De entrada esta investigación la hizo en plena madurez biográfica y todavía en castellano -de Crónica (1975) aún ha salvado algunos poemas en la edición de su poesía completa-, pero a partir de 1980 los libros de este catedrático de arquitectura aparecieron en catalán. El cambio de herramienta no alteró su proyecto de fondo sino que lo acercó al territorio donde quería acabar habitando.
La patria del arquitecto Margarit no es la lengua como ámbito de exploración formal sino un espacio ilustrado de indagación sostenida que usa un verso contenido para pensar la experiencia. Este espacio él lo ha caracterizado como el de la inteligencia sentimental. Es una ubicación estética de matriz clásica que, como pasó con su admirado Martí y Pol, explica la recepción casi popular que ha tenido su obra -quiere se más estéticamente útil que vacuamente suntuoso-, determina la tradición a la que conscientemente se ha querido inscribir -va del Maragall civil y coloquial al Lowell que le enseñó como llevar el poema al límite de la intimidad- y ha posibilitado que su poesía haya saltado de una manera natural las del sistema cultural catalán para interpelar tantos lectores que en toda España llenan sus recitales. A ningún lector común de poesía, hable como hable, le habrá sorprendido que haya ganado el Premio Cervantes. Hace años que decidieron que formara parte de su vida.
Jordi Amat (La Vanguardia, 15-11-2019)
***
Un poema inédito:
MUSEUS
No m’he sentit mai commogut
per l’art religiós ni el dels retrats de reis.
Avorrit i cansat és com em deixa
mirar retaules procedents d’esglésies,
quaderes representant escenes bíbliques,
monarques a cavall. M’alliberen els Brueghel,
la llum quotidiana dels flamencs.
L’alegria educada dels impressionistes.
Em fatiga trobar-me la pintura
al servei de les màscares més tristes de la infància.
Per això el meu amor, amb humil deferència,
el guardo en els poemes.
Com si fos roba blanca plegada dins l’armari.
MUSEOS
Nunca me ha conmovido ni el arte religioso
ni el que hace los retratos de los reyes.
Aburrido y cansado, así me deja
contemplar los retablos procedentes de iglesias,
cuadros representando escenas bíblicas,
monarcas a caballo. Me han salvado los Brueghel,
la cotidiana luz de los flamencos.
La educada alegría de los impresionistas.
Me fatiga encontrarme la pintura
al servicio de auellas, las más tristes
máscaras de la infancia.
Por esto, con humilde deferencia,
he guardado mi amor en los poemas.
Como la ropa blanca doblada en el armario.
(Poema del libro Poética que reunirá textos
(la mayoría nuevos) sobre poesía. Se publicará en marzo:
Empuries en catalán y Arpa en castellano.)
***
Más sobre Joan Margarit:
https://www.airesdelibertad.com/t40998-joan-margarit-y-consarnau#815353
https://www.airesdelibertad.com/t34304-nuevas-cartas-a-un-joven-poeta-por-joan-margarit-barril-barral-editores-s-l-barcelona-2009?highlight=Joan+Margarit
***
Seis poemas de Joan Margarit:
PRINCIPIS I FINALS
Un temps, vaig ser una noia de futur.
Podia llegir Horaci i Virgili en llatí,
recitar de memòria tot Keats.
Però, entrant en les coves dels adults,
em van caçar i vaig començar a parir
els fills d’un home estúpid i cregut.
Ara m’empleno el vas sempre que puc
i ploro si recordo un vers de Keats.
Una no sap, de jove, que cap lloc
no és el lloc on podrà restar per sempre.
També s’estranya quan no arriba mai
aquell o aquella en qui trobar descans.
Una ignora, de jove, que els principis
no tenen res a veure amb els finals.
PRINCIPIOS Y FINALES
Una vez fui una chica con futuro.
Leía en latín a Horacio y a Virgilio
y recitaba a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre necio y vanidoso.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una mujer ignora, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y no comprende porque nunca llega
aquel o aquella donde hallar descanso.
Las muchachas lo ignoran: los principios
no se parecen nunca a los finales.
NO LLENCIS LES CARTES D’AMOR
Elles no t’abandonaran.
Passarà el temps, s’esborrarà el desig
—aquesta fletxa d’ombra—
i els rostres sensuals, intel·ligents, bellíssims,
s’ocultaran en un mirall dins teu.
Cauran els anys i avorriràs els llibres.
Davallaràs encara,
i perdràs, fins i tot, la poesia.
El soroll fred de la ciutat als vidres
anirà esdevenint l’única música,
i les cartes d’amor que hauràs guardat,
la teva última literatura.
NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
—esta flecha de sombra—
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
Un frío ruido de ciudad
en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
DONA DE PRIMAVERA
Darrere les paraules només et tinc a tu.
Trist el qui mai no ha perdut
per amor una casa.
Trist el qui mor envoltat de respecte i prestigi.
Jo em crec el que passa en la nit
estrellada d’un vers.
MUJER DE PRIMAVERA
Detrás de las palabras solo te tengo a ti.
Triste quien no ha perdido
por amor una casa.
Triste el que muere
con un aura de respeto y prestigio.
Me importa lo que sucede en la noche
estrellada de un verso.
AL LECTOR
Teves seran les dones que he estimat
i que mai no he perdut, malgrat el vent
cruel dels anys, i teu serà l’enigma
de l’illa del tresor.
Els teus ulls seran meus per un instant
i, a canvi de deixar-te escoltar als vidres
la pluja que ara escolto, i fer-te còmplice
del meu demà, que tu podràs conèixer,
no permetràs que mori i, algun vespre,
em deixaràs ser tu en una altra pluja.
AL LECTOR
Tuyas serán las mujeres que amé
y que nunca he perdido, pese al viento
cruel de los años, y tuyo el enigma
de la isla del tesoro.
Tus ojos serán míos un instante
y, a cambio de dejarte oír en los cristales
la lluvia que ahora escucho, y hacerte cómplice
de mi futuro, que tú podrás conocer,
impedirás que muera y, una tarde,
me dejarás ser tú en otra lluvia.
LA NOIA DEL SEMÀFOR
Tens la mateixa edat que jo tenia
quan començava a somiar a trobar-te.
Encara no sabia, igual que tu
no ho has après encara, que algun dia
l’amor és aquesta arma carregada
de soledat i de melancolia
que ara t’està apuntant des dels meus ulls.
Ets la noia que vaig estar buscant
tant de temps quan encara no existies.
I jo sóc aquell home cap al qual
voldràs un dia dirigir els teus passos.
Però llavors seré tan lluny de tu
com ara tu de mi en aquest semàfor.
LA MUCHACHA DEL SEMÁFORO
Tienes la misma edad que yo tenía
cuando empecé a soñar con encontrarte.
Entonces ignoraba, igual que tú lo ignoras,
que el amor se transforma en el arma cargada
de soledad y de melancolía
que ahora está apuntándote en mis ojos.
Tú eres la muchacha que busqué
durante tanto tiempo cuando aún no existías.
Y yo el hombre hacia quien querrás
alguna vez encaminar tus pasos.
Pero estaré tan lejos de ti entonces
como lo estás ahora de mí en este semáforo.
CASA DE MISERICÒRDIA
El pare afusellat.
O, com el jutge diu, executat.
La mare, la misèria i la fam,
la instància que algú li escriu a màquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia deixar els fills
dins de la Casa de Misericòrdia.
El fred del seu demà és en una instància.
Els orfenats i hospicis eren durs,
però més dura era la intempèrie.
La vertadera caritat fa por.
És com la poesia: un bon poema,
per bell que sigui, ha de ser cruel.
No hi ha res més. La poesia és ara
l’última casa de misericòrdia.
CASA DE MISERICORDIA
El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre: la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.
El frío del mañana está en la instancia.
Hospicios y orfanatos eran duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Como la poesía:
por más bello que sea, un buen poema
ha de ser siempre cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.
LEER OTROS POEMAS DE JOAN MARGARIT EN: https://www.airesdelibertad.com/t34353-joan-margarit
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“Joan Margarit, primer Cervantes en catalán”, por Magí Camps (La Vanguardia, 15-11-2019)
(El poeta escribe en su lengua materna y versiona en castellano.)
No salía en las quinielas, por eso fue una sorpresa la noticia del nuevo premio Cervantes: Joan Margarit (Sanaüja, 1938). José Guirao, el ministro de Cultura en funciones, anunció el galardón leyendo un poema suyo en castellano, No tires las cartas de amor. Por la tarde, en la rueda de prensa, cuando los periodistas pidieron a Margarit que escogiera un poema, dijo que ese mismo estaba bien y lo recitó en catalán (No llencis les cartes d’amor).
La sorpresa también fue que se premiara a un autor que escribe en catalán y que elabora la versión castellana de sus poemas, dado que es el galardón literario más importante en lengua española. Margarit afirma que se trata de dos poemas, que el castellano no es una simple traducción del catalán, porque cada lengua tiene una voz propia. “La poesía ha de ser verdad. No hay ningún poeta que haya podido escribir poesía en una lengua que no sea la materna. Yo escribo en las dos, pero tengo que empezar por una”. Lo ilustró con una imagen: “La catedral no existe sin la cripta, que es un agujero en el suelo y basta”. Y continuó: “Tengo dos lenguas gracias al General Franco, que me la inculcó a patadas. ¡Y no la pienso devolver!”, exclamó. Mi primer poema me tiene que salir en mi lengua. Nací en la guerra y la vida te lleva a tener tu personalidad y tus convicciones. He hecho mi obra en dos lenguas: no me he traducido. A veces el castellano salva al catalán y al revés. Son dos poemas, uno en cada lengua, y no se enfadan porque los dos los he escrito yo”.
Cuando se abrió el turno de preguntas, advirtió a los periodistas: Yo contestaré lo que sé contestar y basta”. La primera pregunta, a pesar de la advertencia, fue que cómo se sentía por el premio, y el galardonado respondió encadenando preguntas retóricas que ahorraron trabajo a los medios: “Tengo 81 años y las repercusiones que pueda tener son poco importantes. ¿Por qué acepto y me interesa un premio? Es muy sencillo: ¿Este señor qué vende? Vendo poesía. Espero que mis poemas sean unos grandes poemas, pero que lo sean no lo sabremos hasta aquí una o dos generaciones. ¿Qué es la poesía? Una herramienta quizá de las más efectivas en los momentos peores de nuestra vida. Por mucho consuelo que tengas, llega un momento en que estás solo y sólo tienes a tu disposición la poesía y la música, y poco más”. “¿Qué produce un premio? -se preguntó-. Que tengas más lectores. Si hay más personas que buscan consuelo en mis poemas, pues mejor, porque doy consuelo a más personas. Un poema de Machado me ha servido de consuelo en diferentes momentos de mi vida, a diferentes Joan Margarit. No hay un solo poema, hay muchos. Es el misterio del arte”.
El jurado ha valorado “la profunda trascendencia y lúcido lenguaje siempre innovador” con que el premiado “ha enriquecido tanto la lengua castellana como la catalana”, con lo que “representa la pluralidad de la cultura peninsular en una dimensión universal”. Preguntado sobre si se sentía identificado con esta última frase, Margarit respondió: “No me siento identificado con nada. Eso lo tiene que decir el ministro, no yo. Yo trabajo para consolar a gente solitaria”.
Preguntado sobre el independentismo, dijo: “No te lo diré ahora. No me hagas hablar de eso. Solo se arregla hablando y con cultura”. Y añadió: “Hay dos revoluciones posibles: la de derechas, del mundo feliz de Huxley, o de la película Soylent green, que es una dictadura; y la del otro extremo, que es la que a mí me salvaría: tomar todo el dinero que se dedica a los trabajos que se tienen que hacer con un disfraz (jueces, militares, policías…) y destinarlo a la educación. Es lo único que nos salvaría de la dictadura”. Y remachó: “Por debajo de la poesía está la vida. ¿Cómo puede ser la vida lo mismo que otra cosa, como decían los románticos? La vida lo es todo”. El director editorial del Grup 62, Emili Rosales, acompañado del editor de Proa, Josep Lluch, consideró que se trata de una obra “contundente, que habla de la vida, de la verdad”, y recordó que se trata de uno de los poeta con más lectores y seguidores. Austral publica sus libros en castellano.
Poeta y arquitecto -con estudio en Sant Just Desvern-, autor de varias obras olímpicas o de trabajos en la Sagrada Familia, Joan Margarit es hijo de arquitecto y maestra y se dio a conocer como poeta en castellano en 1963 con Cantos para la coral de un hombre solo, con prólogo de Camilo José Cela. En 1980, empezó su obra en catalán, influido por Martí i Pol, con L’ombra de l’altre mar (La sombra del otro mar). El año pasado, publicó una autobiografía de juventud Per tenir casa cal guanyar la guerra (Para tener casa es necesario ganar la guerra), y no piensa seguir explicando su vida “porque no tiene ningún interés, solo los primeros años”. (El libro Joana (2002), que supuso un punto de inflexión en su reconocimiento público y que apareció al mismo tiempo en las dos lenguas por primera vez, “es un libro escrito en caliente, aunque dicen que eso no se tiene que hacer”, refiere. “Con la Raquel de mis poemas, Mariona en la realidad, tuvimos ocho meses una hija que se nos moría. Esa poesía en caliente funcionó, pero no lo he hecho má: los poemas duermen todo lo que tienen que dormir”.
Magarit ha sido reconocido con el premio Nacional de la Crítica (1984 y 2008), el Rosalía de Castro (2008), el Nacional de Poesía 2008, el Víctor Sandoval Poetas del Mundo Latino, el premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017) y el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2019. El premio Cervantes, dotado con 125.000 euros, lo concede desde 1976 el Ministerio de Cultura, a propuesta de las academias de la lengua, y distingue toda una trayectoria literaria.
Magí Camps (La Vanguardia, 15-11-2019)
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“Inteligencia sentimental”, por Jordi Amat (La Vanguardia, 15-11-2019)
En el prólogo a Estació de França (Estación de Francia), publicado en 1999 en edición bilingüe, Joan Margarit explicaba la particular relación que ha establecido con la lengua como herramienta de trabajo para construir su obra. “Comencé escribiendo en castellano como una respuesta natural desde el punto de vista cultural: no tenía cultura en ninguna otra lengua. Pasé a escribir en catalán buscando lo que una persona tiene más profundo que la cultura literaria”. De entrada esta investigación la hizo en plena madurez biográfica y todavía en castellano -de Crónica (1975) aún ha salvado algunos poemas en la edición de su poesía completa-, pero a partir de 1980 los libros de este catedrático de arquitectura aparecieron en catalán. El cambio de herramienta no alteró su proyecto de fondo sino que lo acercó al territorio donde quería acabar habitando.
La patria del arquitecto Margarit no es la lengua como ámbito de exploración formal sino un espacio ilustrado de indagación sostenida que usa un verso contenido para pensar la experiencia. Este espacio él lo ha caracterizado como el de la inteligencia sentimental. Es una ubicación estética de matriz clásica que, como pasó con su admirado Martí y Pol, explica la recepción casi popular que ha tenido su obra -quiere se más estéticamente útil que vacuamente suntuoso-, determina la tradición a la que conscientemente se ha querido inscribir -va del Maragall civil y coloquial al Lowell que le enseñó como llevar el poema al límite de la intimidad- y ha posibilitado que su poesía haya saltado de una manera natural las del sistema cultural catalán para interpelar tantos lectores que en toda España llenan sus recitales. A ningún lector común de poesía, hable como hable, le habrá sorprendido que haya ganado el Premio Cervantes. Hace años que decidieron que formara parte de su vida.
Jordi Amat (La Vanguardia, 15-11-2019)
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Un poema inédito:
MUSEUS
No m’he sentit mai commogut
per l’art religiós ni el dels retrats de reis.
Avorrit i cansat és com em deixa
mirar retaules procedents d’esglésies,
quaderes representant escenes bíbliques,
monarques a cavall. M’alliberen els Brueghel,
la llum quotidiana dels flamencs.
L’alegria educada dels impressionistes.
Em fatiga trobar-me la pintura
al servei de les màscares més tristes de la infància.
Per això el meu amor, amb humil deferència,
el guardo en els poemes.
Com si fos roba blanca plegada dins l’armari.
MUSEOS
Nunca me ha conmovido ni el arte religioso
ni el que hace los retratos de los reyes.
Aburrido y cansado, así me deja
contemplar los retablos procedentes de iglesias,
cuadros representando escenas bíblicas,
monarcas a caballo. Me han salvado los Brueghel,
la cotidiana luz de los flamencos.
La educada alegría de los impresionistas.
Me fatiga encontrarme la pintura
al servicio de auellas, las más tristes
máscaras de la infancia.
Por esto, con humilde deferencia,
he guardado mi amor en los poemas.
Como la ropa blanca doblada en el armario.
(Poema del libro Poética que reunirá textos
(la mayoría nuevos) sobre poesía. Se publicará en marzo:
Empuries en catalán y Arpa en castellano.)
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Más sobre Joan Margarit:
https://www.airesdelibertad.com/t40998-joan-margarit-y-consarnau#815353
https://www.airesdelibertad.com/t34304-nuevas-cartas-a-un-joven-poeta-por-joan-margarit-barril-barral-editores-s-l-barcelona-2009?highlight=Joan+Margarit
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Seis poemas de Joan Margarit:
PRINCIPIS I FINALS
Un temps, vaig ser una noia de futur.
Podia llegir Horaci i Virgili en llatí,
recitar de memòria tot Keats.
Però, entrant en les coves dels adults,
em van caçar i vaig començar a parir
els fills d’un home estúpid i cregut.
Ara m’empleno el vas sempre que puc
i ploro si recordo un vers de Keats.
Una no sap, de jove, que cap lloc
no és el lloc on podrà restar per sempre.
També s’estranya quan no arriba mai
aquell o aquella en qui trobar descans.
Una ignora, de jove, que els principis
no tenen res a veure amb els finals.
PRINCIPIOS Y FINALES
Una vez fui una chica con futuro.
Leía en latín a Horacio y a Virgilio
y recitaba a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre necio y vanidoso.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una mujer ignora, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y no comprende porque nunca llega
aquel o aquella donde hallar descanso.
Las muchachas lo ignoran: los principios
no se parecen nunca a los finales.
NO LLENCIS LES CARTES D’AMOR
Elles no t’abandonaran.
Passarà el temps, s’esborrarà el desig
—aquesta fletxa d’ombra—
i els rostres sensuals, intel·ligents, bellíssims,
s’ocultaran en un mirall dins teu.
Cauran els anys i avorriràs els llibres.
Davallaràs encara,
i perdràs, fins i tot, la poesia.
El soroll fred de la ciutat als vidres
anirà esdevenint l’única música,
i les cartes d’amor que hauràs guardat,
la teva última literatura.
NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
—esta flecha de sombra—
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
Un frío ruido de ciudad
en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
DONA DE PRIMAVERA
Darrere les paraules només et tinc a tu.
Trist el qui mai no ha perdut
per amor una casa.
Trist el qui mor envoltat de respecte i prestigi.
Jo em crec el que passa en la nit
estrellada d’un vers.
MUJER DE PRIMAVERA
Detrás de las palabras solo te tengo a ti.
Triste quien no ha perdido
por amor una casa.
Triste el que muere
con un aura de respeto y prestigio.
Me importa lo que sucede en la noche
estrellada de un verso.
AL LECTOR
Teves seran les dones que he estimat
i que mai no he perdut, malgrat el vent
cruel dels anys, i teu serà l’enigma
de l’illa del tresor.
Els teus ulls seran meus per un instant
i, a canvi de deixar-te escoltar als vidres
la pluja que ara escolto, i fer-te còmplice
del meu demà, que tu podràs conèixer,
no permetràs que mori i, algun vespre,
em deixaràs ser tu en una altra pluja.
AL LECTOR
Tuyas serán las mujeres que amé
y que nunca he perdido, pese al viento
cruel de los años, y tuyo el enigma
de la isla del tesoro.
Tus ojos serán míos un instante
y, a cambio de dejarte oír en los cristales
la lluvia que ahora escucho, y hacerte cómplice
de mi futuro, que tú podrás conocer,
impedirás que muera y, una tarde,
me dejarás ser tú en otra lluvia.
LA NOIA DEL SEMÀFOR
Tens la mateixa edat que jo tenia
quan començava a somiar a trobar-te.
Encara no sabia, igual que tu
no ho has après encara, que algun dia
l’amor és aquesta arma carregada
de soledat i de melancolia
que ara t’està apuntant des dels meus ulls.
Ets la noia que vaig estar buscant
tant de temps quan encara no existies.
I jo sóc aquell home cap al qual
voldràs un dia dirigir els teus passos.
Però llavors seré tan lluny de tu
com ara tu de mi en aquest semàfor.
LA MUCHACHA DEL SEMÁFORO
Tienes la misma edad que yo tenía
cuando empecé a soñar con encontrarte.
Entonces ignoraba, igual que tú lo ignoras,
que el amor se transforma en el arma cargada
de soledad y de melancolía
que ahora está apuntándote en mis ojos.
Tú eres la muchacha que busqué
durante tanto tiempo cuando aún no existías.
Y yo el hombre hacia quien querrás
alguna vez encaminar tus pasos.
Pero estaré tan lejos de ti entonces
como lo estás ahora de mí en este semáforo.
CASA DE MISERICÒRDIA
El pare afusellat.
O, com el jutge diu, executat.
La mare, la misèria i la fam,
la instància que algú li escriu a màquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia deixar els fills
dins de la Casa de Misericòrdia.
El fred del seu demà és en una instància.
Els orfenats i hospicis eren durs,
però més dura era la intempèrie.
La vertadera caritat fa por.
És com la poesia: un bon poema,
per bell que sigui, ha de ser cruel.
No hi ha res més. La poesia és ara
l’última casa de misericòrdia.
CASA DE MISERICORDIA
El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre: la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.
El frío del mañana está en la instancia.
Hospicios y orfanatos eran duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Como la poesía:
por más bello que sea, un buen poema
ha de ser siempre cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.
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