María Eugenia Va Ferreira nació en 1875 y falleció en 1924. Es una poetisa uruguaya que, Poeta y docente uruguaya, integrante de la Generación del 900, nació en Montevideo el 13 de julio de 1875. Sus padres fueron Manuel Vaz Ferreira, comerciante portugués y Belén Ribeiro, de nacionalidad uruguaya. Fue la hermana menor de Carlos Vaz Ferreira, importante abogado, filósofo y escritor uruguayo.
Comenzó sus estudios de forma particular, siendo educada por familiares y maestros particulares. Demostró poseer grandes dotes musicales en piano, estudiando con su tío León Ribeiro, importante pianista, músico y compositor uruguayo.
Comienza a escribir desde muy joven, publicando poesías en revistas y periódicos de la época, tales como “Rojo y Blanco”, “Revista Nacional de Literatura y Ciencias Sociales”, dirigida por José Enrique Rodó, Víctor Pérez Petit y los hermanos Carlos y Daniel Martínez Vigil; entre otras.
En 1895 algunos de sus poemas son incluidos en la compilación de Víctor Arreguine “Colección de Poesías Uruguayas”.
Más adelante escribe tres obras teatrales de las que compone también su música, las que fueron representadas en el Teatro Solís, ellas son: “La piedra filosofal” (1908), “Los peregrinos” (1909) y “Resurrexit” (1913).
En 1912 comienza a desempeñar tareas en la Secretaría de la Universidad de Mujeres, institución donde luego será integrante de la Cátedra de Literatura. En 1922, aquejada por importantes problemas de salud, se ve obligada a abandonar estas actividades.
Muere el 20 de mayo de 1924 en Montevideo, justo antes de terminar la edición de su publicación “La isla de los cánticos”, donde reúne su obra. Esta obra es publicada ese mismo año, por su hermano Carlos Vaz Ferreira, quien se encarga de culminar la obra.
Bibliografía:
- La isla de los cánticos (poesía, 1924)
- La otra isla de los cánticos (Poesías, 1959)
- Poesías (1980)
- Poesías completas (1986)
Referencias:
- María Eugenia Vaz Ferreira (sin fecha). Wikipedia.
- Moreira, R. (1976). Aproximación a María Eugenia Vaz Ferreira. Montevideo: Monte Sexto.
- Rela, W. (1994). Poesía uruguaya: siglo 20: antología. Montevideo: Alfar.
- Vaz Ferreira, M. E. (2014). La isla de los cánticos. Montevideo: Ministerio de Relaciones Exteriores, UTU.
María Eugenia Vaz Ferreira (Montevideo, 13 de julio de 1875 - 20 de mayo de 1924), figura fundacional de la poesía femenina uruguaya, inicia según Romiti (2019) una tradición de poesía filosófica escrita por mujeres que tiene como seguidoras a Esther de Cáceres, Sara de Ibáñez y Circe Maia.
Fueron sus padres Manuel Vaz Ferreira, comerciante portugués y Belén Ribeiro perteneciente a una familia uruguaya de sólida cultura.
A causa de un quebranto económico en 1884, el padre emigra definitivamente a Brasil, María Eugenia tenía nueve años. Junto con su hermano Carlos y su madre, fueron cobijados por la familia materna que les prodigó una vasta y cuidadosa formación.
En particular María Eugenia, recibió educación no formal en el entorno familiar, además de la instrucción proporcionada por maestros privados, fue formada en artes por dos de sus tíos: el artista Julio Freire (Montevideo, 1856 -1892) la inició en pintura y dibujo, León Ribeiro (Montevideo, 1854-1931), músico y compositor de reconocida trayectoria, le proporcionó una esmerada formación en composición e interpretación musical.
Su destaque como poeta hizo olvidar otras facetas de su capacidad creadora, quedando ocultas la dramaturga, la pianista, la compositora, la artista plástica y la docente. La documentación de su archivo muestra que la producción artística de María Eugenia se caracteriza por la articulación entre distintas artes, en especial música y poesía según señala Fornaro.
Inicia muy joven su producción poética. Presenta su primer poema en púbico en un Festival del Club Católico de Montevideo a los 19 años, “Monólogo”, donde plantea el dilema que le significa su situación de mujer, queriendo ser poeta en una sociedad que no lo acepta.
Conquista rápida notoriedad. Sus poemas comienzan a publicarse en periódicos uruguayos y argentinos y en revistas literarias, a la vez que admite la publicación de otros en forma dispersa, quedando muchos olvidados.
Víctor Arreguine, en 1895, la incorpora a la Colección de poesías uruguayas. Romiti (2019) afirma que de esa forma: ”Su nombre ingresa en el canon de la literatura uruguaya junto a poetas ya célebres como Acuña de Figueroa, Alejandro Magariños Cervantes, Juan Zorrilla de San Martín, y otros más jóvenes, pero de amplia difusión como Roberto de las Carreras”.
En la Antología de poetas uruguayos (1895), Raúl Montero Bustamante se refiere a la poeta señalando que “es sin disputa la primera poetisa de América y la más grande que ha tenido el país”. Alberto Nin Frías (Montevideo 1878 – Suardi, Argentina 1937) publica en la revista Vida Moderna (mayo-junio 1903) el “Ensayo sobre las poesías de María Eugenia Vaz Ferreira”.
A medida que avanza el siglo XX la presencia de la artista en el circuito cultural se afianza, sus poemas se siguen publicando en las revistas más prestigiosas, y participa y apoya manifestaciones del movimiento cultural del momento. Interviene en críticas literarias, una de las más notorias se recoge en su correspondencia con José Enrique Rodó sobre Motivos de Proteo.
Recién con 47 años, muy enferma, presintiendo el final de su vida aceptó publicar sus poemas en forma de libro, La isla de los cánticos, para el cual preparó una rigurosa selección de 41 poemas. Llegó a corregir algunas pruebas de imprenta antes de su fallecimiento, el libro queda a cargo de su hermano Carlos quien lo publica al año siguiente siguiendo las directivas expresadas por la poeta.
No queda completa la biografía de María Eugenia Vaz Ferreira señalando exclusivamente su actividad artística.
Una faceta poco investigada y por tanto no ha sido puesta en valor, es su vínculo con la enseñanza. Entre 1912 y 1922 actuó en la Sección Secundaria y Preparatoria para Mujeres de la Universidad, primero como Secretaria y luego como Catedrática de Literatura.
Los datos de que se dispone sobre estas actividades son escasos, resta ubicar y consultar repositorios que permitan reconstruir esta etapa de su vida como profesora que se sabe bien valorada por alumnas y colegas.
Con los pocos documentos existentes en su archivo: un par de documentos oficiales, una carta de alumnas, una nota solicitando la jubilación e información de prensa de la época se ha realizado una primera aproximación.
Se ha podido establecer que en 1918 presenta renuncia al cargo de secretaria por entender que no lo está cumpliendo a cabalidad. Por nota fechada el 7 de junio de 1918 se le comunica la no aceptación de la renuncia.
Una carta que se transcribe, firmada en primer término por la estudiante Elda Lago y suscrita por ciento sesenta alumnas permite apreciar su relación con ellas.
Srta. María Eugenia Vaz Ferreira:
El temor de que penséis alejaros del claustro, que venís prestigiando desde hace algunos años con vuestras clases, nos congrega, para pediros que volváis a él.
No esperamos de vos severos métodos ni enseñanzas didácticas que han de llevar el espíritu por sendas ya andadas; pero sí, la nota espontánea y original de vuestro raro talento y de vuestro hondo sentir.
Será vuestra vuelta a las aulas la de una vigorosa orientación que ha de encauzar nuestros propósitos; será vuestra enseñanza como un haz de luz que deje indeleble en nuestra mente la suprema idealidad de vuestro espíritu.
Acceded, pues, a nuestro pedido.
Elda Lago
Su retiro definitivo, que se produce en 1922 a causa de su salud resentida, estuvo precedido por reiteradas solicitudes de prolongadas licencias en ambos cargos a lo largo del año.
En nota sin fecha, que se encuentra en el archivo, solicita su jubilación amparada en la ley Nº 2910 del 14 de octubre de 1904 sobre Jubilaciones y Pensiones Civiles que incluye como causal jubilatoria la incapacidad física, con 10 años de servicio como mínimo. No se ha encontrado documentación sobre la fecha exacta de su cese.
Padecía una enfermedad siquiátrica, aún no se ha podido obtener información de su diagnóstico. Sí se pudo determinar que entre 1922 y 1924 hubo algún lapso de internación en el sanatorio del Dr. Bernardo Etchepare. En investigaciones recientes realizadas por Cristina Echevarría Vaz Ferreira en dicho sanatorio y en el Banco de Previsión Social no se han podido obtener más datos.
No hay documentación sobre una enfermedad renal que habría desencadenado su muerte. Fallece el 20 de mayo de 1924 en el Sanatorio del Dr. Nogueira, urólogo, quien declara en el certificado de defunción, fallecimiento por septicemia colibacilar.
En escritos de carácter evocativo, dos personas vinculadas a su etapa como docente hacen referencia a su forma de enseñar.
La Dra. Sofía Alvarez de Demicheri (Montevideo, 1899-1986), ex alumna, publicó a su muerte en el diario El Bien Público, una nota donde considera sus clases como ejemplo innovador.
El profesor Osvaldo Crispo Acosta (Lauxar) (Montevideo, 1894-1986), en tanto colega, comenta sobre su forma de ejercer la docencia con absoluta libertad.
“… nada sabía de cursos ni pedagogías; pero realizó espontáneamente, sin norma ni propósito definido, el ideal de la mejor enseñanza: fue en las aulas un fermento, un estímulo vivo de la juventud femenina; en cada uno de sus gestos dio a sus discípulas una lección de vida propia”. (Pegaso, 1924, Nº72, año VIII, p271)
El 20 de junio de 1924, a un mes del fallecimiento de María Eugenia, se realiza un homenaje recordatorio en el Paraninfo de la Universidad, colmado de un público que desbordó sus instalaciones, con altísima presencia femenina. Contó con la presencia del Ministro de Instrucción Pública y con la participación de prestigiosos oradores: Emilio Frugoni, Francisco Schinca, Carlos Prando, Carlos Lenzi y la ex alumna Sofía Alvarez.
Como reconocimiento a su destacada trayectoria intelectual, profesores y alumnas de la Sección Secundaria y Preparatoria para Mujeres de la Universidad impulsan la creación de un monumento. La iniciativa se concreta en 1928, la ejecución estuvo a cargo del escultor José Belloni y fue emplazado en el Prado. Es el primer monumento dedicado a una mujer ubicado en un espacio público de Montevideo.
La sistematización y publicación del Archivo María Eugenia Vaz Ferreira y la publicación del libro escrito por la Dra. Elena Romiti en consulta del archivo, María Eugenia Vaz Ferreira - Entre filósofos y sabios, han obligado a replantearse todo el conocimiento sobre la vida y la obra de esta artista, por lo que si bien esta nota biográfica se ha escrito con conocimiento de estos antecedentes aún quedan datos a completar y profundizar para ajustar su biografía.
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