Aires de Libertad

¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

https://www.airesdelibertad.com

Leer, responder, comentar, asegura la integridad del espacio que compartes, gracias por elegirnos y participar

Estadísticas

Nuestros miembros han publicado un total de 1015590 mensajes en 46599 argumentos.

Tenemos 1544 miembros registrados

El último usuario registrado es Insomnio

Últimos temas

» CÉSAR VALLEJO (1892-1938)
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyHoy a las 00:47 por Pascual Lopez Sanchez

» POESIA RECITADA O CANTADA
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 20:55 por Maria Lua

» CLARICE LISPECTOR II
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 20:10 por Maria Lua

» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 20:07 por Maria Lua

» CECILIA MEIRELES (7 de noviembre de 1901, Río de Janeiro/9 de noviembre de 1964, Río de Janeiro/Brasil
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 20:03 por Maria Lua

» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 20:01 por Maria Lua

» VINICIUS DE MORAES
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 19:59 por Maria Lua

» Dhammapada
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 19:53 por Maria Lua

» Bhagavad-gītā
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 19:48 por Maria Lua

» El Caballero Blanco
Adam Zagajewski (1945-2021) EmptyAyer a las 18:28 por daniel693

¿Quién está en línea?

En total hay 41 usuarios en línea: 2 Registrados, 0 Ocultos y 39 Invitados :: 2 Motores de búsqueda

José María, Pascual Lopez Sanchez


El record de usuarios en línea fue de 360 durante el Sáb 02 Nov 2019, 06:25

Septiembre 2023

LunMarMiérJueVieSábDom
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930 

Calendario Calendario

Conectarse

Recuperar mi contraseña

Galería


Adam Zagajewski (1945-2021) Empty

2 participantes

    Adam Zagajewski (1945-2021)

    Pedro Casas Serra
    Pedro Casas Serra
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 42200
    Fecha de inscripción : 24/06/2009
    Edad : 75
    Localización : Barcelona

    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 27 Mar 2021, 08:09

    .


    Adam Zagajewski (Lvov, actualmente Ucrania, 1945) es una de las voces contemporáneas más relevantes. En 1982 se exilió a París y después a Estados Unidos, donde fue profesor de la Universidad de Chicago. Desde 2002 vivió en Cracovia. Ha sido galardonado con el Premio Neustadt de Poesía 2004, con el Premio Europeo de Poesía 2010 y con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017. Acantilado ha publicado sus libros de poesía Tierra del fuego[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2004), Deseo[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2005), Antenas[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2007), Mano invisible[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2012) y Asimetría[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2017); los ensayos Dos ciudades[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2006), En defensa del fervor[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2005), Solidaridad y soledad[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2010) y Releer a Rilke[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (2017); así como su peculiar autobiografía Una leve exageración (2019). Falleció el 21 de marzo de 2021, en Cracovia, Polonia.




    Algunos poemas de Adam Zagajewski (de su obra Antenas, Acantilado, traducción de Xavier Farré:




    LA PROFESORA DE DICCIÓN DEL
    INSTITUTO DE TEATRO SE JUBILA


    Es alta, tímida y elegante
    con una elegancia un tato anticuada.


    Se despide de estudiantes y profesores,
    y mira alrededor con desconfianza.


    Está segura que maltratarán la lengua,
    sin piedad, impunemente.


    Recibe el diploma (después escrutará
    la expresión). Desaparece entre bastidores,


    en a sombra aterciopelada de los focos,
    en el silencio.


    Ahora nos quedaremos solos.
    Maltrataremos la lengua y los labios.




    EN UN PISO PEQUEÑO


    .............................Le pregunto a mi padre:
    .................¿qué haces todo el día? Recordar.




    Así pues, en este pequeño piso polvoriento en
    ...Gliwice,
    en un bloque bajo, construido según el modelo
    ...soviético,
    conforme a la norma de que la ciudad debe evocar
    ...un cuartel,
    y las habitaciones, ser estrechas, para frustrar
    ...reuniones clandestinas,
    allí, donde marcha sin descanso un antiguo reloj de
    ...pared,


    revive casi a diario el claro septiembre del 39, el
    ...silbido de las bombas,
    y también el Jardín de los Jesuitas en Lvov, brillado
    ...como antes
    con la luz verde de los arces, de los fresnos y los
    ...pajarillos,
    las canoas en el Dniéster, el olor de la mimbrera y de la
    ...arena húmeda,
    un día caluroso, cuando encontraste a una joven,
    ...estudiante de derecho,

    y el viaje en un vagón de mercancías, al oeste, hasta la
    ...última frontera,
    y un ramo de doscientas rosas que los estudiantes te
    ...ofrecieron
    en agradecimiento por haberlos defendido en la
    ...primavera del 68,
    y acaso también episodios de los que nunca sabré
    ...nada,
    el beso de una mujer que no llegó a ser mi madre,

    el temor y la dulce grosella de tu infancia, imágenes
    ...sacadas
    de este abismo acogedor, cuando yo aún no estaba.
    Tu memoria trabaja en este piso callado: trabajas,
    metódico, en silencio, para resucitar por un instante
    el doloroso siglo veinte.


    UNA VIDA NORMAL

    Nuestra vida es normal,
    leí en un periódico arrugado
    que alguien dejó en un parque.
    Nuestra vida es corriente,
    leí en los filósofos.

    Una vida normal, días, preocupaciones,
    alguna vez un concierto, una charla,
    un paseo por las afueras de la ciudad,
    una buena noticia, una mala noticia;

    pero las cosas y los pensamientos
    estaban como inacabados,
    sólo esbozados.

    Las casas y los árboles
    ansiaban otra cosa
    y en verano los verdes prados
    yacían en un planeta volcánico
    como un manto en el océano.

    Los cines negros ansían luz.
    Febriles respiran los bosques,
    las nubes cantan en voz baja,
    suolica lluvia una oropéndola.
    La vida normal ansía.


    UN CHICO DE DOS CABEZAS

    Un chico de quince años tenía un gato
    en la abertura de la cazadora azul.
    El gato giraba su cabecita
    y sus grandes ojos lo observaban
    todo, con mucha más atención
    que los ojos humanos.

    Comparo la mirada perezosa de este chico
    en este tren cálido y seguro
    con las estrechas y atentas pupilas del gato.

    Ante mí tenía un chico de dos cabezas,
    la inquiuetud del animal lo hacía más rico.


    EN DEFENSA DE LA POESÍA, ETC.

    Sí, en defensa de la poesía y del estilo elevado, etc.,
    pero también una tarde estival en un pueblo,
    cuando huelen los jardines y los gatos están quietos
    delante de las casas, como filósofos chinos.


    AUTORRETARTO,
    NO EXENTO DE DUDAS

    A mediodía te colma el entusiamo,
    por la tarde te falta valor
    para mirar la hoja escrita.
    Siempre demasiado o demasiado poco,
    como en esos escritores
    que más de una vez te irritan:
    unos tan modestos, minimalistas
    y poco instruidos
    que dan ganas de gritar:
    ¡eh!, ¡amigo!, coraje,
    la vida es bella,
    el mundo, rico e histórico.
    Otros, vanidosos, dándose importancia
    con una increíble erudición:
    señores míos, también vais a morir,
    les dices (en pensamients).
    El territorio de la verdad
    es claramente pequeño, estrecho
    como una senda en un precipicio.
    ¿Puedes sostenerte
    en ella?
    Tal vez ya la has abandonado.
    ¿Oyes la risa
    o la trompeta del Apocalipsis?
    Tal vez una y otra,
    la disonancia, un estraño chirrido:
    el cuchillo que se desliza
    por el vidrio y silba con alegría.


    ERINA DE TELOS

    Murió con diecinueve años.
    No sabemos si fue bella y coqueta,
    o si recordaba aquellas muchachas
    con gafas, secas, inteligentes,
    ante las que se esconden los espejos.
    Sólo dejó unos cuantos hexámetros.
    Presumimos que tuvo la ambición
    secreta y vacilante de los introvertidos.
    Sus padres la amaron con locura.
    Suponemos que quiso expresar
    la inmensa verdad de la vida (despiadada
    en los bordes y dulce en el centro),
    de las noches de agosto, cuando respira
    y brilla el mar, cantando como un estornino,
    y del amor (inefable, cercano). No
    sabemos si lloró al topar con la oscuridad.
    Dejó apenas unos cuantos hexámetros
    y un epigrama sobre un saltamontes.


    Adam Zagajewski, Antenas, Acantilado, 2007
    Traducción de Xavier Farré


    Última edición por Pedro Casas Serra el Miér 25 Mayo 2022, 12:44, editado 1 vez


    _________________
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    Pedro Casas Serra
    Pedro Casas Serra
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 42200
    Fecha de inscripción : 24/06/2009
    Edad : 75
    Localización : Barcelona

    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Re: Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Dom 28 Mar 2021, 06:05

    .


    Otros poemas de Adam Zagajewski (de su obra Antenas, Acantilado, 2007, en traducción de Xavier Farré):


    EPITALAMIO

    Sin silencio no habría música.
    La vida entre dos es tal vez más difícil
    que la existencia solitaria; así, un velero
    en pleamar y las velas tendidas
    es más indomable que ese mismo barco
    dormitando en el puerto, pero es para el viento,
    para moverse, que se construyen goletas,
    y no para la pereza y el silencio indiferente.

    Un diálogo de muchos años contiene
    horas de aversión, angustia, incluso odio,
    pero también ternura y un acuerdo profundo.
    Solo en el matrimonio el amor y  el tiempo,
    eternos enemigos, pueden volverse aliados.
    Solo el amor y el tiempo, si se reconcilian,
    consienten que veamos al otro
    en su secreta, complicada esencia,
    que crece lenta y segura, cual una nueva
    ciudad en una llanura o entre verdes colinas.

    Empieza con un único día, con el júbilo
    y el juramento, con la gloria del día de reunión
    que es como un grano húmedo; después
    vienen años de pruebas, de trabajo,
    a veces de desesperanza, de una súbita iluminación,
    de felicidad, y finalmente crece sobre nosotros
    un gran árbol de exuberante verdor con una
    .....inmensa
    sombra. Donde desaparecen las aflicciones.


    NO HUBO INFANCIA

    ¿Y cómo fue su infancia? - pregunta
    finalmente el periodista, ya aburrido.
    No hubo infancia, solo negros cuervos
    y tranvías ávidos de electricidad,
    pesadas casullas de gordos curas,
    maestros con cara de latón.
    No hubo  infancia, solo espera.
    Las hojas de los arces brillaban
    en la noche, como el fósforo, la lluvia
    humedecía los labios de los cantantes.


    ANTENAS EN LA LLUVIA

    He visto el mar y los naranjos.
    La primera nieve. Señoras y señores, un poco de silencio.
    Llegó una noticia: Bach se despertó de nuevo y canta.
    El tiempo mantuvo su palabra (siempre la mantiene).
    Leyendo a Milosz junto a la ventana abierta. De repente, silbido de golondrinas.
    Capillas bajo los tilos; aquí rezan las abejas.
    Carpe diem. Atrapa el día, pero cuando por la tarde miró a su presa, vio la noche.
    - ¿Tanto le gustan las bibliotecas?
    Zanahoria, cebolla, ciruelas pasas, almendras, azúcar en polvo, cuatro manzanas grandes, preferiblemente verdes (notas de amor que me dejas).
    En el Panteón romano: a cielo raso.
    No exageremos. ¡Renunciar a la liturgia ortodoxa porque le falta sentido del humor!
    Un hospital: enfermos pálidos con batas y a su lado el sonriente cirujano, bronceado.
    ¿Por qué siempre escribe sobre las ciudades?
    Si supiéramos leer poemas con la misma atención con que estudiamos el menú en un restaurante de lujo...
    Periagoge: el concepto platónico de transformación interior.
    La convexa plaza de la Bastilla; quizás debajo se esconde otra Bastilla.
    Peonías como muchachos en la iglesia.
    "How can I miss you  if you never go away" (canción country).
    Tipos de melancolía: el profesor enumeró seis.
    Un autobús con un cartel: "Aire acondicionado". Excursiones: Wieliczka, Auschwitz.
    Los sin techo, abrazados a los radiadores en la estación, en diciembre.
    Un cuadro de Vermeer con una mujer sentada tranquilamente en el umbral de la casa haciendo punto; detrás de ella oscuros interiores, ante ella la calle y la luz.
    Irreconciliable.
    El sol me hace daño, dice un chico en el parque.
    B., con reproche: ¡oiga, yo viví allí y nunca diría que hubo demasiado Lvov!
    Todo renace. La inspiración se apaga y renace. Deseo. Comedia y tragedia; Simone Weil solo ve tragedia.
    Rojas amapolas y negra nieve.
    La sonrisa de esta mujer mayor que lee un libro en el tren a Varsovia.
    - ¡Ah!, ¿usted es especialista del estilo elevado?
    Delfos, lleno de turistas, abierto a los secretos.
    El mar estaba bravo a medianoche; furioso, a decir verdad.
    En el museo del Holocausto en Washington: mi infancia, mis vagones, mi herrumbre.
    Una tarde de mayo: antenas en la lluvia.
    Pasaban por la calle de los canónigos gritando: "¡joder, joder!".
    Delfines cerca del Freeport: su preferido, eterno movimiento; cual un símbolo que los doctos designan como yambo.
    El cine era tan pequeño que la película de Bergman apenas cabía.
    Una huida de prisión en prisión.
    Un instante de silencio en la estación de metro de Berlín después del aviso "zurückbleiben". Se oye la nada.
    Los vencejos en Cracovia, entusiamados con el verano, silban con fuerza.
    Un verbo cansado vuelve por la noche al diccionario.
    Mamá siempre miraba la última página de la novela, para saber cómo terminaba...
    La verdad es católica; la búsqueda de la verdad, protestante (W.H. Auden).
    Algunos expertos preveen que al final del siglo XXI la gente dejará de morir.
    Abre.
    Pagar el teléfono y el gas, devolver los libros, escribir a Clara.
    En el avión, después de cenar: dos corpulentos teólogos comparan sus futuras pensiones de jubilados.
    La calle Victoria, en Gliwic conduciría al paraíso, pero, por desgracia, se acababa demasiado pronto.
    ¿Llegarán alguna vez las escaleras mecánicas allí donde nos llevan?
    Desde un rápido tren vimos campos y prados: del bosque, como de un sueño, salían corzos.
    El mármol no habla con la arcilla. Por ahora.
    En la zapatería de la rue du Commerce, la dependienta, vietnamita, dice arrodillándose delante de ti: yo soy de la boat people.
    Puse la radio en onda corta: alguien lloraba en Bolivia.
    La faz de Cristo en S. Luigi dei Francesi.
    Una cosa es segura: el mundo está vivo y arde.
    En la sucia sala de espera leía a Hölderlin.
    La boat people es la única nación libre de nacionalismo.
    El frescor de una mañana primaveral que no se puede describir.
    Cortado con cuchillo.
    "También aquí hay dioses".
    Se abren las frutas.
    Le pregunto a mi padre: ¿que haces todo el día? Recuerdo.
    En Grecia en la autopista una camioneta de reparto con el rótulo "Metáfora".
    En la superficie relucioente del mar un kayac casi inmóvil: la aguja de una brújula.
    ¿Recuerdas aquel fantástico violonchelista con chaqueta de bufón?
    Luz de una inmensa refineria por la noche; una ciudad en la que nadie vive.
    ¿Por qué estos monumentos duran tan poco? No hay que hablar así, hay que hablar desde el interior de estos monumentos.
    El amor hacia los objetos cotidianos, sin correspondencia.
    Unos remeros en un río verde persiguen el tiempo.
    La poesía es la alegría bajo la que se esconde la desesperación. Y bajo la desesperación de nuevo está la alegría.
    Hay que hablar desde el interior.
    No se trata de la poesía.
    No hables, escucha.
    No escuches.

    Adam Zagajewski (de su obra Antenas, Acantilado, 2007, en traducción de Xavier Farré)


    _________________
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    avatar
    Angel Salas
    Baneado
    Baneado


    Cantidad de envíos : 20420
    Fecha de inscripción : 29/09/2009
    Edad : 69
    Localización : Santiago - Chile

    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Re: Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Angel Salas Jue 05 Ago 2021, 18:34

    Pedro: Me alegro Conocer esta gran biografiá de Adam Zagajewski y sus poemas....


    Volveré amigo Gracias....
    Pedro Casas Serra
    Pedro Casas Serra
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 42200
    Fecha de inscripción : 24/06/2009
    Edad : 75
    Localización : Barcelona

    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Re: Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 27 Sep 2021, 14:05

    Gracias, por tu interés, Ángel.

    Un abrazo.
    Pedro


    ***


    DESPUÉS DEL FIN DEL MUNDO


    ¿Ya vivimos después del fin del mundo? Un historiador dirá que un sinnúmero de fines del mundo han precedido a nuestra época. Cayó la terrible Babilonia. Los romanos miraban con temor a los bárbaros y a los cristianos. Cayó Bizancio. Cayó Cartago. Para la gente que vivía en aquellas civilizaciones como abejas en una colmena, aquéllas fueron catástrofes de dimensiones incalculables, verdaderos fines del mundo. No podían saber que, cien, doscientos o quinientos años más tarde se cicatrizarían las heridas y algo de la vieja Roma perduraría en la Europa cristiana.

    No hay que ir tan lejos: ¿acaso no fue la primera guerra mundial el fin del mundo tanto para los muchachos que cayeron en Verdún como para la mayoría de los habitantes de Europa? Se acababa el viejo orden y empezaba un mañana inseguro y caótico. La alegría sólo reinaba en países como Polonia y Checoslovaquia, a los que el fin del mundo traía independencia.

    Y luego la segunda guerra mundial, el exterminio de los judíos, dos insurrecciones en Varsovia, tumbas en los patios de las casas. Y otra vez la vida, las margaritas,la ropa tendida en las cuerdas blancas y, en las librerías de segunda mano, libros de ayer que de pronto habían envejecido mil años.

    El dramatismo de los fines del mundo tiene grados. Pongamos por caso a los escritores e intelectuales judíos alemanes: han olvidado sus orígenes judíos, son grandes maestros de la lengua alemana, y de pronto se enteran de que los han condenado a muerte, mientras que el portero de su casa que habla un dialecto oscuro y vulgar es obsequiado con una inmortalidad provisional por ser más alemán, un alemán verdadero.

    Otros fines del mundo: Mandelstam, que muere extenuado en el campo de concentración. Baczynski, que cae en combate durante la insurrección. Los oficiales polacos trasladados desde Kozielsk hasta un bosque primaveral de las afueras de Katyn -brilla el sol de abril y brotan las primeras hojas de los arbustos.

    ¿Cómo vivir tras tantos fines del mundo? Adorno consideraba que la poesía era imposible después de Auschwitz. Pero la ropa se seca tendida en las cuerdas blancas y resuena la risa de un niño. El niño crecerá y será policía o cura. Por eso creo que, después del fin del mundo, hay que vivir como si no hubiera pasado nada. Naturalmente, es preciso recordar lo que ha ocurrido y pensar en lo que ocurrirá, pero, así y todo, hay que vivir como si no hubiera pasado nada. Dar largos paseos. Contemplar las puestas de sol. Creer en Dios. Leer poesías. Escribir poesías. Escuchar música. Ayudar al prójimo. Hacer la pascua a los tiranos. Alegrarse del amor y llorar la muerte. Como si no hubiera pasado nada.

    Adam Zagajewski
    (Traducción de Anna Rubió Rodón y Jerzy Slawomirski)
    Solidaridad y soledad, Acantilado, 2010.


    _________________
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    Pedro Casas Serra
    Pedro Casas Serra
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 42200
    Fecha de inscripción : 24/06/2009
    Edad : 75
    Localización : Barcelona

    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Re: Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 27 Sep 2021, 14:53

    .


    TODO


    ¿Quién era yo en la segunda mitad de los años setenta? Era un poeta joven. Los poetas jóvenes, esas desdichadas riaturas, se reunían cada semana en la Casa del Literato de la calle Krupnicza de Cracovia. Feos, granujientos, tartamudos y mal vestidos, discutían sobre la eternidad y, principalmente sobre la "totalidad". Los confidentes de la consabida policía debían de morirse de aburrimiento. Lo que más a menudo se reprochaba a los rivales era la incapacidad de expresarlo "todo".

    Hace mucho tiempo que no soy un ecritor joven. En la segunda mitad de los setenta me convertí en disidente, es decir, como poeta, como ersona quelee y escribe, me especialicé en el tema de la libertad y em`pecé a considerar que quienes seguían soñando con "el todo" eran adversarios de la libertad muy sospechosos, partidarios de la sumisión polítia enmascarados y, al mismo tiempo, anacrónicos adeptos del modernismo.

    Hoy, a mediados de los ochenta, me gustaría hacerme disidente de la disidencia y regresar a la calle Krupnicza. La Asociación de Escritores que patrocinaba el círculo de lietartos jóvenesha sido disuelta por las autoridadees. A pesar de ello me tienta el retorno al "todo", aunque dudo de si expresarlo todo es posible. Expresarlo todo no es una tarea para un solo autor. Como mucho puede ser el objetivo utópico de la humanidad. Pero oírlo todo como se oye el rumor de una cascada, oír el ruido de todas las cosas, esto sí que me parece imprescindible. Y vivificante.



    EL HORROR Y EL PLACER DE LA ESCLAVITUD


    Empezaré por el placer. Podr-ía tratar el tema a la ligera o en un tono fúnebre, con una frivolidad fingida o con una tristeza exagerada, pero intentaré ser sensato. La esclavitud -ya lo he mencionado antes- ordena el cosmos, que suele ser muy caótico y abunda en enigmas. Además, la esclavitud me exculpa de todo, porque quien me esclaviza no soy yo, sino un dmonio malicioso y harto conocido. La esclavitud me obliga a concentrar mis esfuerzos en intentar liberarme, aunque al mismo tiempo me estremezco ligeramente solo de pensar que algún día pueda ser libre. Tanto más cuanto que conozco un poco los países que, por obra de un azar incomprensible, no han sentido nunca el peso de la esclavitud. Los conozco un poco y no me pasa inadvertido lo infelices que son sus habitantes. Toman ansiolíticos, visitan al psicoanalista o se suicidan. Les falta voluntad, porque no han vivido la esclavitud.

    Algunos, más razonables y enérgicos que sus hermanos y hermanas, han entendido que no es correcto permanecer con los brazos cruzados cuando cerca de las fronteras de sus países libres hay países esclavizados, pero lo único que se les ocurre es fundar partidos -por lo demás, muy populares- que proclaman el esclavismo. Otros, al contrario, escriben libros muy interesantes sobre mi esclavitud y, en los ratos de ocio, leen libros sobre el tema escritos por sus colegas. Los hay también quienes intentan visitar mi país tan a menudo como pueden, y dedican a ello todas sus vacaciones. A veces llegan cargados de paquetes con alimentos, y otras veces, para tranquilizar su conciencia, les basta con contemplar nuestro cielo gris y agobiante, los rostros malvados de los policías y las iglesias llenas a rebosar de feligreses tristes y piadosos.

    El horror de la esclavitud: imaginarse una bombilla de doscientos vatios que cuelga a pocos centímetros de los ojos. En tal caso hay dos posibilidades: mantener los ojos abiertos y dejarse deslumbrar por la luz, o cerrarlos y seguir sin ver nada, porque en el lugar del brillo cegador aparecerá una mancha negra, resultado de la irritación de las terminaciones nerviosas de la retina. Estos dos estados -el brillo y la negrura- se corresponden con las dos fases de la esclavitud. Primero, el demonio cruel consigue dominarme; luego, una vez que me he deshechode su soberanía, la mancha se cierne sobre mí como un azor y sigo sin ver el mundo y sin verme a mí mismo. Esta mancha oscura suele llamarse libertad interior.



    IMAGINACIÓN


    No hay que contar demasiado con la imaginación. Con esto quiero decir que las dádivas de la imaginación conservadas en las obras de arte como en una despensa no nos protegen de nada que no sea del aburrimiento y de la desesperación. De acuerdo, esto no es poco, pero el problema consiste también en que la imaginación no es un compañero de viaje de confianza. A veces desaparece, se amodorra y duerme duante años. Basta con recordar a los grandes poetas que se quedaron sin inspiración -al Mickiewwicz tardío o al Rilke mudo por largo tiempo-. Incluso hay épocas enteras que carecen de inspiración: el siglo XVIII en Polonia o los ochocientos años anteriores a Pushkin en Rusia. ¿Cómo podemos contar con la imaginación si esta es un huesped que nos visita muy de vez en cuando para luego desaparecer, y, a pesar de ello, tenemos que vivir, relacionarnos, hacer las compras, renovar el pasaporte, preparar el almuerzo y acordarnos de llevar los zapatos al remendón?



    EL EDIFICIO MÁS BELLO


    Los artistas, los pensadores, ¡ya sabemos de qué pie cojean! Incapaces de hacer frente a la vida, torpes, infelices, envidiosos, siempre reñidos con la familia, algunos con la madre, otros con el padre. Si finalmente consiguen abandonar el nido, inmediatamente se buscan problemas nuevos: el noviazgo, el matrimonio, el trabajo. Donde los demás superan el examen con sobresaliente -sacan adelante a los hijos y acuden a la misa dominical cada semana-, ellos vuelven a mostrarse impotentes. Kafka escribe cartas interminables a Felice Bauer en vez de casarse con ella, Kierkegaard se las da de don Juan, Bruno Schulz pergeña dibujos estrafalarios. Cezanne no asiste al entierro de su madre por no robarle unas horas al pincel.

    Pero son ellos quienes crean la cultura, un palacio de cristal, el edificio más bello de la ciudad. ¿Cómo explicar su metamorfosis? ¿Cómo es posible que unos neuróticos extravagantes y apocados, unos padres y esposos tiranos, diríase los más indignos, los menos indicados, los más falibles e inconstantes, se erijan en constructores del palacio de cristal donde reina la calma apasionada del arte?

    Y ¿cómo es que los mares y océanos salados se alimentan con ríos de agua dulce? Los ríos de agua dulce, los arroyos de la infancia por donde navegaban los barquitos que hacíamos con corteza de árbol, se funden con las inmensidades de los océanos y gopean la costa, majestuosos y amenazadores.



    SER ESCLAVO


    Puede ocurrir que caigas en la esclavitud, pero hay algo que debes evitar a todo precio: volverte esclavo.


    Adam Zagajewski
    (Traducción de Anna Rubió Rodón y Jerzy Slawomirski)
    Solidaridad y soledad, Acantilado, 2010.





    _________________
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    Contenido patrocinado


    Adam Zagajewski (1945-2021) Empty Re: Adam Zagajewski (1945-2021)

    Mensaje por Contenido patrocinado


      Fecha y hora actual: Vie 22 Sep 2023, 02:06