DON FERNANDO EL EMPLAZADO.
ACTO V. ESCENA VI.
El REY. El RELIGIOSO. |
REY | ¡Morir! ¡No hay ya remedio ni esperanza! | |
| |
RELIGIOSO | ¡No! Dios te llama al tribunal eterno, | 240 | y, juez inexorable, en su balanza | | los actos pesará de tu gobierno. | |
|
|
REY | ¡Ay del que ha provocado su venganza! | |
|
|
RELIGIOSO | Y la muerte olvidaba y el infierno, | | do no hay juez que se venda al depravado | 245 | ni púrpura que cubra su pecado. | |
|
|
REY | Presa de la ambición mi cetro ha sido. | |
|
|
RELIGIOSO | En sangre se tiñó de la inocencia. | |
|
|
REY | Consejos de un traidor me han seducido. | |
|
|
RELIGIOSO | ¿Y nada te decía la conciencia? | 250 |
|
|
REY | ¡Perdón, Dios de bondad, y arrepentido | | yo viviré en humilde penitencia! | |
| |
RELIGIOSO | No aplaca ese terror al Dios que adoro | | sino de ardiente contrición el lloro. | | Si has de mentir al cielo, no le nombres. | 255 | Tanto vale ultrajarle maldiciente. | | Engañar no podías a los hombres, | | ¿y engañarás a Dios omnipotente? | |
|
|
REY | ¡Piedad! De mi flaqueza no te asombres. | | Viva o muera, le adoro penitente. | 260 | Él te envía a salvarme y yo contrito... | |
|
|
RELIGIOSO | ¡Él me envía a acusarte! ¡Sí, precito! | | Mal hijo, mal esposo, rey cruento, | | ya decretar tu pena al cielo plugo. | | Por mí te acusa el pueblo descontento | 265 | que agobiado gimió bajo tu yugo. | | Tus víctimas por mí con sordo acento | | gritan: ¡execración, muerte al verdugo! | | Por mí, cumplido el plazo que te asombra, | | te habla de Carvajal la indulta sombra. | 270 |
|
|
REY | Tal vez, ¡ay! si en mi pecho penetrara | | esa sombra cruel se aplacaría; | | | —44→ | ¡y el ministro de Dios que desde el ara | | a confortar mi espíritu venía, | | en el trance mortal me desampara, | 275 | y tal vez me escarnece en la agonía! | |
| |
RELIGIOSO | No soy quien me ha juzgado tu delirio. | | (Descíñese el hábito y se acerca más al REY.) | Mírame bien. |
|
|
REY | ¡Gonzalo!... ¡Atroz martirio! | |
| |
GONZALO CARVAJAL | No ha permitido Dios que tu cuchilla | | abriese a tres hermanos una losa. | 280 | Aún late aquí, tirano de Castilla, | | sangre de aquella raza generosa. | | (Saca un puñal.) | ¿Ves este acero que desnudo brilla? | | Venganza le aguzaba rencorosa. | | Yo, fiador de tu tremendo plazo, | 285 | la esperaba de Dios... y de mi brazo. | |
|
|
REY | (Moribundo.) | Clávamelo; no escondas el acero, | | que no será..., cual mi dolor, impío. | | ¡Buen Dios!... Acoge mi pesar sincero... | | ¡Madre!... ¡Esposa!... ¡Hijo mío!... ¡Alfonso mío!... | 290 | ¡Nadie me escucha!... Abandonado muero... | | ¡Señor, misericordia! En vos... confío... | | (Logrando incorporarse y dirigiéndose a GONZALO, grita.) | ¡Perdón! | (Da con el en el suelo, y apoya espirante la cabeza en el sillón.) |
|
|
GONZALO CARVAJAL | Sí, desgraciado, que mi encono | | contigo espira. | (En alta voz y con tono solemne poniendo la mano sobre la cabeza del REY.) | ¡Rey, yo te perdono! | | (Vuélvese a cubrir rápidamente, abre la puerta de la derecha y se desvía de ella.) |
| |
» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
» CECILIA MEIRELES (7 de noviembre de 1901, Río de Janeiro/9 de noviembre de 1964, Río de Janeiro/Brasil
» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE
» VINICIUS DE MORAES
» Dhammapada
» Bhagavad-gītā
» El Caballero Blanco
» Zbigniew Herbert (1924-1998)
» ESCRITORES ARGENTINOS Horacio Guarany -