VENTURA RUÍZ AGUILERA (1820-1881)

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXIX.



La noche era callada;



En la arboleda el ruiseñor dormía;



La brisa , de pasada,



Ni bosque, ni olas suspirar hacia;



Solo el son de mis lágrimas se oía.



Porque la muerte dura



Con cruel espada traspasóme el pecho,



Robando mi ventura;



Y hundí mi frente, de aflicción deshecho,



Y a negar iba a Dios la lengua impura



Mas luego miré al cielo;



Del mar miré la inmensidad medrosa;



Miré el florido suelo,



Y te miré un instante ! pobre esposa !



Y celebró a su Dios el alma ansiosa.



Amada compañera,



¿Que pasó por mí entonces ?  ¿Tú lo sabes ?



i Oh! si yo lo supiera,



Con no aprendida voz te lo dijera,



Con más tierno cantar que el de las aves

Poesía que envuelve el dolor con suma delicadeza .
Genera paz y eso es muy bueno.
Gracias y besos, Pascual.

Son todos  los poemas elegíacos. Pero la perdida de una hija debe hacerse duro. Efectivamente, yo veo ternura y delicadeza.

Besos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXX.



Los ríos no llevan agua,



El sol las fuentes secó;



! Yo sé donde hay una fuente




Que no ha de secar el sol!




La fuente que no se agota




Es mi propio corazón,




En lágrimas derretido,




En lágrimas de dolor.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXI a



!Noche-buena, Noche-buena,



Tú de los pasados tiempos



Eres eco doloroso,



Eres lúgubre recuerdo!



Mas ¿que es lo que me sucede?.



¿Es ilusión del deseo?...



! Si oigo su voz ! ! Si mis ojos



Como entonces la están viendo !



Al compás de villancicos



Y rústicos instrumentos,



Mientras la nieve por fuera



Va cayendo , va cayendo;



Ante un Belén adornado



De flores y césped fresco,



Danza con sus compañeras



Aquel serafín del cielo.



Caminan los reyes magos



Al paso de los camellos;



Montaña abajo caminan,



Van una estrella siguiendo.



La sonrisa del Dios-Niño



Inunda el pesebre estrecho ,



De resplandores de gloria



Y celestiales acentos.



La Virgen besa su frente,



Y donde toca su beso



Nace una estrella, que brilla



Más que las del firmamento.





Cont.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXI b


Cont.



Levanta la dócil mula



Su cabeza para verlo,



Y los claros ojos vivos



De gozo sáltanle inquietos.



El manso buey muge echado



Pero es con mugido tierno



como el de vaca amorosa



Cuando llama a los becerros,



Ya por sierras , ya por valles,



Y le responden mil ecos.



Su aguda voz alza el gallo;



Por estériles desiertos



Salta la cabra; y se escuchan



El fiel ladrido del perro,



La esquila de los rebaños,



y el balar de los corderos.



En las nubes se oyen ángeles



Y en tierras, mares y cielos



nadie duerme, todo canta,



campos, y olas, y luceros.



Cont.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXI c

[size=13]Ay de [/size]mí[size=13], [/size]estaba [size=13]soñando ![/size]

[size=13]! Ay [/size]de [size=13]mií [/size]que ahora [size=13]despierto,[/size]

[size=13]Y [/size]la soledad me acaba,

[size=13]Y de [/size]tristeza me muero !

Noche mala [size=13]es [/size]esta [size=13]noche;[/size]

Olvidado el Nacimiento

En [size=13]ese [/size]rincón oscuro [size=13],[/size]

Imagen [size=13]es [/size]del silencio.

[size=13]Toscas [/size]figuras de barro

[size=13]Inmóviles en él[/size] [size=13]veo,[/size]


Que me causan mortal frío



Con el frio de su aspecto.



No danzan niñas; el césped



Y las flores están secos,



Y las luces apagadas,



Y no suenan instrumentos.



Nadie pasa por la calle ;



Las estrellas se escondieron;



El viento zumba , y desgarra



Los nubarrones siniestros.



Esta noche en los caminos



Se perderá el viajero ,



Y no habrá luz que le guie,



Ni dormirá bajo techo.



Crueles serán con los pobres



En los palacios soberbios;



Las cabañas serán sordas



A sus ayes lastimeros.



Hozarán lobos traidores



En los palpitantes miembros



De la oveja descarriada



Por hondos despeñaderos.



! Ay, sí! que a la mesa mía,



Más alegre, en otros tiempos,



Que los ruidosos festines



De los alcázares regios,



Ya no se sienta mi Elisa,



Ya no se sienta el abuelo...



Tornádose han a su patria...



! Yo sufro en este destierro!



! Venid , adoradas sombras !



! Venid a ocupar los puestos



Que hay en mi mesa vacíos !



¡Con cuánto afán os espero!



! Pasó mi sueño engañoso,



(! Ay de mí!) y ahora despierto ,



Y la soledad me acaba,



Y de tristeza me muero !





































Cont.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXII.



Sereno miro del mundo



Las tempestades deshechas,



Que tanto naufrago arrojan



Sobre las playas desiertas.



Yo tengo ya mi tesoro



Donde las olas no llegan;



Que el cielo siempre fue puerto



Seguro de la inocencia.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXIII.



A las doce de la noche,



En la bóveda infinita



Vi centelleando un lucero



Entre blancas nubecillas.



El lucero me miraba



Como quien con pena mira;



El rocío iba cayendo



En mudas lagrimas frías.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXIV.



Capullo de rosa blanca



De su alma fue la inocencia;



Su boca el candor tenia



De la pálida azucena,



Y eran humildes sus ojos



Como azuladas violetas.



Un jardinito hacer quiero





Para que entre flores duerma



A los rayos de la luna



Aquella adorada prenda,



Y amorosas aves canten



Su gloria, y lloren mi pena.



Y quiero con estas manos



De abrojos limpiar la tierra,



Y con mi llanto regarla,



Si llanto a mi alma le queda.



Y en la estación de las flores



Veréis, veréis brotar frescas,



De su frente, y boca, y ojos,



Como elocuentes emblemas,



Violetas y rosas blancas,



Y pálidas azucenas.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXV.



Al pie de la cruz negra



De sus dolores ,



Un alma, sin consuelo,



llorando inmóvil,



Pasa los días,



Pasa las noches.



Su corona de madre,



Santa y augusta,



La arrancó airado el viento



De la amargura,



Y otra de espinas



Sus sienes punza:



Y es, sola y triste,



Flor deshojada,



Noche sin luna,



Fuente sin agua;



Vid amorosa



Que Dios bendijo;



¡ Qué, en un ser concentrando



Todo el cariño,



Sólo en su tronco verde



Llevó un racimo,



Y ese !ay! el rayo



Se lo desgaja y lo destruye impío !

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXVI.



Debajo de mis balcones



Parábase el saboyano;



Ella, la música oyendo,



Danzaba al sonido mágico,



Y yo de gozo temblaba



Como la hoja en el árbol.





Debajo de mis balcones



Hoy se paró el saboyano;



Levantar le vi los ojos



Una, dos, tres veces, cuatro...



! Y una, dos , tres, cuatro veces



Sin esperanza bajarlos !





No mires a mis balcones;



¿ Por que miras, saboyano,



Si ya no ha de salir ella



A este balcón solitario,



Para echarte la limosna



Bendecida por su labio?...





No mires a estos balcones,



Y si vuelves, saboyano,



La voz del órgano apaga,



Y pase, por Dios, callando ,



Pues yo no sé lo que tiene



! Ay! que no puedo escucharlo.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXVII.



Arrullada mi niña



La noche en que huyó al cielo



Por tiernas oraciones,



Y sollozos , y besos ,



En brazos de su madre



Durmió el último sueño.





Ya mas bella sonríe,



Si hay ángeles más bellos,



De otra madre divina



Reclinada en el seno,



Donde brillan sus ojos



Con resplandor eterno.





Pero si allí la idea,



Si vive allí el recuerdo



De los que aquí sufrimos



Por los que allá se fueron ,



! Qué de lágrimas ella



Ha de verter al vernos !

VENTURA RUÍZ AGUILERA



1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXVIII.



Al verme de niño



Camino del mundo ,



Llorosa, una noche



De viento sañudo



Que santos consejos



Me dio el labio suyo,



Besóme mi madre...



i Su beso fue el último!







Sin paz desde entonces ,



Ni tregua , yo lucho,



Sabiendo que todas



Las glorias son humo,



Pedazos del alma



Dejando en tributo



A sirtes y escollos



Del mar iracundo.





i Ay , madre, si vieses-



Al ídolo tuyo!...



! Oh, cuanto lloraras,



Sabiendo que sufro!...



Mansión deliciosa



La tierra fue a muchos;



Espinas para otros,



Jamás flores tuvo.





Mis pies solo pisan



Abrojos agudos,



Dejando de sangre



Tras ellos un surco.



Yo he visto malvados



Pasar en triunfo,



Y nunca a los buenos



Los ojos enjutos.





Yo al mártir he visto



Yacer moribundo,



V he visto coronas



Ceñir a verdugos.



Y vi de azucenas



Doblándose mustios,



Al soplo del vicio,



Tempranos capullos.





Y vi criaturas



Uncidas al yugo



De eterno trabajo,



Y eterno infortunio.





Y el grito apagaban



Las voces del vulgo ,



El grito profético



Del vate desnudo,



Que el arpa cubría



Con velo de luto.





!Ay! .Que hubiera sido



De aquel ángel puro,



Viviendo en un valle



Que sólo da frutos



De mal, y miserias ,



Y llanto fecundo ?...





! Señor, tú conoces



Los tiempos futuros !



! Señor, tú eres sabio !



! Señor, tú eres justo!



! Bendito mil veces !



! De ti ya no dudo ,



Ni tu providencia



Benéfica acuso !





Cont.

VENTURA RUÍZ AGUILERA



1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXXVIII.


Cont.



Las lejanas cimas



De los montes rudos



Cubre el misterioso



Velo del crepúsculo,



Y en la bruma esconden



Su perfil oscuro.





Muere el sol tras ellas,



Entre mil confusos



Rumores campestres



Y vagos murmullos.



La oración sublime



De la tarde escucho ,



Que las torres cantan



Con clamor augusto.





! Aquí, el cementerio !...



! Allá, el mar... el mundo !



La corte es aquella ,



Cenagal impuro ,



Que me está llamando



Con voz de tumulto:



De los que vivieron ,



Este el lugar último ,



Silencioso asilo,



Sagrado refugio.





Sauces y cipreses,



Y pájaros , juntos,



Que música y sombra



Dan a los sepulcros,



No sé que murmuran



Con trinos y arrullos



En esta hora triste ,



Que en mi alma me turbo ,



Y morirme quiero,



Y ver mi amor único,



La que por la tierra



Loco llamo y busco ,



Aunque se que habita



Puerto mas seguro.





! Fiel amiga , oh luna,



Dulce astro nocturno,



Cuya luz piadosa



Besa el mármol duro,



Del cielo trayendo



Mensajes y anuncios,



Que al mármol arrancan



Suspiros profundos!... ≫



¡ Adiós , y no olvides ,



No olvides el suyo...



Que yo al mar me vuelvo,



Que yo vuelvo al mundo !





1862.





FIN DE LAS ELEGIAS.

VENTURA RUÍZ AGUILERA



ELEGÍAS Y ARMONÍAS


LIBRO II


A MI ESPOSA



ARMONIAS.





LOS NIDOS.





(ARMONIA CAMPESTRE.)







I.



El almendro florece;



Ábrese el lirio , luego



La amapola de fuego,



Que una llama parece;



Y, con sordo murmullo ,



La rosa también rompe su capullo.



La luz aún no clarea



Del alba, ni en alegre y mansa nube



El humo al cielo sube



De hospitalario albergue o chimenea,



Cuando , a la par del gallo vigilante ,



Despiértase la alondra ... y dulce trina



A las estrellas pálidas vecina,



Mensajera amorosa



Del sol; como en la selva silenciosa,



Al morir de la tarde ,



Con voz más triste y bella



El ruiseñor oculto se querella.



Después, el astro-rey fecundo baña



El valle y la montana;



Al rayo de su lumbre,



Que la deshace en breve



En arroyos la nieve




Despeñándose baja de la cumbre,




Con salvajes rumores,




Y riega la campiña




Llena de luz, de canticos y flores,




i Como, al nido asomado ,




Moviendo sin cesar la calva frente,




El polluelo inocente




Campiña, y luz, y arroyos ve pasmado !




Del mundo al contemplar las ricas galas




Tender quiere las alas ,




Y volar, y vivir... pero le asusta




La extensión del espacio, retrocede,




Y torna, y otra vez al temor cede;




Hasta que el padre le acompaña y guía,




Mostrándole su celo,




Con el peligro , la segura vía.



Si el nuevo pajarillo



Es débil para el vuelo.



Desciende presurosa




La madre, que en su ausencia no reposa,




A recoger del suelo




Para el nido que está bajo su amparo,



Ya paja, y heno, o la sútil bedija



Al cordero robada



Por el zarzal avaro;



Ya la pluma olvidada



De otras amigas aves,



Y aromáticas yerbas y suaves



Ya el preciso alimento



De la familia que dejó un momento



Y cuando al nido torna,



De inquietud maternal y de amor llena,



Dentro , muy dentro sueña



Con malformados sones,



Como rumor confuso



De besos, y de gozo y bendiciones.

Es imposible seguir con esta obra... Los poemas que faltan están sin codificar; al menos, los siguientes... y cuando los paso me aparece una suerte de galimatías que no hay quien se aclare.

Voy a ver.

Del LIBRO II en el que estaba faltan los poemas

- La oración ( Armonía religiosa)-
- El silencio
- El dolor.

El LIBRO III , empieza con

- La nueva luz ( y tengo el mismo problema que antes) (Es bastante probable que sea un problema de mi cascado ordenador. Ocurre cuando el poema es largo o cuando quiero poner en una misma página más de dos poemas cortos).

[size=16]

VENTURA RUÍZ AGUILERA

ELEGÍAS Y ARMONÍAS


LIBRO III


AL DESPERTAR.





ORACION PARA LOS NIÑOS.







Á MI SOBRINO, EL NIÑO FULGENCIO LANCHA.[/size]



II.



Perfumes, susurros,



Gorjeos, colores



De arroyos y flores



Y de aves al par,



Rompiendo los aires



A Dios se levantan ,



Y anuncian y cantan



Su inmensa bondad.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

ELEGÍAS Y ARMONÍAS


LIBRO III


AL DESPERTAR.





ORACION PARA LOS NIÑOS.







Á MI SOBRINO, EL NIÑO FULGENCIO LANCHA


III.



Al himno del mundo ,



Si el labio supiera,



Unir yo quisiera



Mi canto infantil.



Mas ya, con voz muda,



También correspondo;



Del alma en el fondo



Lo siento bullir.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

ELEGÍAS Y ARMONÍAS


LIBRO III


AL DESPERTAR.





ORACION PARA LOS NIÑOS.







Á MI SOBRINO, EL NIÑO FULGENCIO LANCHA



IV.



Señor, a tu gloria



Veráme hacer salva



Del rayo del alba



La luz virginal.



Por el conducida



! Dios mío! haz clemente



Que mi alma inocente



No caiga jamás.



1867.





Omito el poema



- La Limosna por la razón antes dicha. (Es bastante probable que sea un problema de mi cascado ordenador. Ocurre cuando el poema es largo o cuando quiero poner en una misma página más de dos poemas cortos).

VENTURA RUÍZ AGUILERA

ELEGÍAS Y ARMONÍAS


LIBRO III


AL DESPERTAR.





ORACION PARA LOS NIÑOS.


AMOR AL PROJIMO.







ORACION PARA LOS NIÑOS.









AL NIÑO MANUEL ANGELON Y COLL.



I

















Señor , yo te bendigo ;



Tu mano generosa,



Que esencia da a la rosa,



Al hombre le da amor.



Y es el amor estrella



Que vívida fulgura



En la tiniebla oscura



De todo corazón.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

LIBRO III: RIMAS VARIAS

AL DESPERTAR. ORACIÓN PARA LOS NIÑOS

AL NIÑO MANUEL ANGELÓN Y COLL


II.



Guiado por su lumbre,



Errante peregrino



Siguiendo mi camino



Con mis hermanos voy.



Impide ¡oh Dios piadoso!



Que el odio en mi alma brote,



Y de esta luz se agote



La santa emanación.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

LIBRO III: RIMAS VARIAS

AL DESPERTAR. ORACIÓN PARA LOS NIÑOS

AL NIÑO MANUEL ANGELÓN Y COLL

III.



Alzando a los caídos,



A humildes siendo escudo,



Vistiendo al que desnudo



Con lágrimas le habló;



Partiendo el pan y el agua



Con el que sed tenía,



O al hambre se rendía



O huérfano se vio.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

LIBRO III: RIMAS VARIAS

AL DESPERTAR. ORACIÓN PARA LOS NIÑOS

AL NIÑO MANUEL ANGELÓN Y COLL


IV.



Así con el amigo



Y así con el contrario,



El Mártir del Calvario



Su caridad mostró.



Que vengue yo no dejes,



En tu bondad inmensa,



Ofensa con ofensa.....



Más noble es el perdón.





1867.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

LIBRO III: RIMAS VARIAS



EL ALMA DE UN ANGEL



UN MENDIGO.







— ≪Ayer vine a tu puerta,



lleno de angustia,



Cuando del mar brotaba



Triste la luna;



Muy triste, niña,



Como el llanto que hoy rueda



Por mis mejillas.







Soy anciano y soy pobre...



! No llamo en vano!



En ti hallaban consuelo



Pobres y ancianos.



Volví a mi choza...



Mi llanto era de gozo,



¡La luna hermosa







Hoy a tu puerta vine...



Mas del abismo



De ese mar turbulento



Sale un gemido.



Al mar me arrojo,



El alma desgarrada,



Confuso y loco.









Bregando con las olas



Quiero encontrarte;



Y el cielo, de colores



Iluminándose,



Rasga sus nubes



Y recibe a una sombra



Que del mar sube.

Mi querido amigo, es tiempo de disfrutar de la POESÍA, eso hago y te doy las gracias como siempre.
Besos y seguimos.

Gracias, querida amiga, por dejar tus palabras.

Besos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

LIBRO III: RIMAS VARIAS


EL CANTO DE LA ESPIGA.













A EUGENIO MARIA HOSTOS.









I.



El cielo ya se cubre



De pardas brumas ;



Ya del otoño vienen



Las frescas lluvias;



Ya el buey al yugo



Dócil se presta...



Va a dar principio



La sementera.