Aires de Libertad

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Carmen Parra
F.Rubio
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    F.Rubio
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por F.Rubio Dom 23 Mayo 2010, 05:03

    Elegía y recuerdo de la canción francesa

                                                                                                     ( C' est une chanson
                                                                                                   qui nous ressemble.
                                                                Kosma y Prévert: Les feuilles mortes )

    Os acordáis: Europa estaba en ruinas.
    Todo un mundo de imágenes me queda de aquel tiempo
    descoloridas, hiriéndome los ojos
    con los escombros de los bombardeos.
    En España la gente se apretaba en los cines
    y no existía la calefacción.

    Era la paz -después de tanta sangre--
    que llegaba harapienta, como la conocimos
    durante cinco años.
    Y todo un continente empobrecido,
    carcomido de historia y de mercado negro,
    de repente nos fue más familiar.

    ¡Estampas de la Europa de post-guerra
    que parecen mojadas en lluvia silenciosa,
    ciudades grises adonde llega un tren
    sucio de refugiados: cuántas cosas
    de nuestra historia próxima trajisteis, despertando
    la esperanza en España, y el temor!

    Hasta el aire de entonces parecía
    que estuviera suspenso, como si preguntara,
    y en las viejas tabernas de barrio
    los vencidos hablaban en voz baja...
    Nosotros, los más jóvenes, como siempre esperábamos
    algo definitivo y general.

    Y fue en aquel momento, justamente
    en aquellos momentos de miedo y esperanzas
    -tan irreales, ay- que apareciste,
    oh rosa de lo sórdido, manchada
    creación de los hombres, arisca, vil y bella
    canción francesa de mi juventud!

    Eras lo no esperado que se impone
    a la imaginación, porque es así la vida,
    tú que cantabas la heroicidad canalla,
    el estallido de las rebeldías
    igual que llamaradas, y el miedo a dormir solo,
    la intensidad que aflige al corazón.

    Cuánto enseguida te quisimos todos!
    En tu mundo de noches, con el chico y la chica
    entrelazados, de pie en un quicio oscuro,
    en la sordina de tus melodías,
    un eco de nosotros resonaba exaltándonos
    con la nostalgia de la rebelión.

    Y todavía, en la alta noche, solo,
    con el vaso en la mano, cuando pienso en mi vida,
    otra vez más sans faire du bruit tus músicas
    suenan en la memoria, como una despedida:
    parece que fue ayer y algo ha cambiado.
    Hoy no esperamos la revolución.

    Desvencijada Europa de post-guerra
    con la luna asomando tras las ventanas rotas,
    Europa anterior al milagro alemán,
    imagen de mi vida, melancólica!
    Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos,
    aunque a veces nos guste una canción.

    1.( Es una canción
    Que se nos parece.
    Kosma y Prévert: las hojas secas )
    Carmen Parra
    Carmen Parra


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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Carmen Parra Mar 25 Mayo 2010, 18:02

    Me ha gustado mucho, conozco poquito este poeta y ha sido grato ñeer esta elegía
    Un abrazo
    Stella
    Pedro Casas Serra
    Pedro Casas Serra
    Grupo Metáfora
    Grupo Metáfora


    Cantidad de envíos : 47229
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 26 Jun 2010, 16:19

    Gracias, Francisco, por traernos a Jaime Gil de Biedma, poeta al que tuve la fortuna de conocer, al que admiro profundamente y que ha influido poderosamente en mi amor por la poesía y en mi obra.


    Jaime Gil de Biedma: Poeta catalán en lengua castellana (Barcelona 1929-1990). Su lírica, de temática civil y amorosa, se caracteriza por un tono personal inconfundible y, pese a su brevedad, ha ejercido una influencia decisiva. Traductor de Eliot y de Isherwood, prosista ("Diario de un artista seriamente enfermo", 1974, y su edición ampliada, póstuma, "Retrato del artista en 1956", 1991), crítico ("Cántico: el mundo y la poesía de Jorge Guillén", 1960), publicó una antología general de su obra poética en 1975: "Las personas del verbo", completada en 1982.


    "LA POESÍA DE JAIME GIL DE BIEDMA" por Juliana Mediavilla Pablo

    Según José Manuel Blecua en su prólogo a "La poesía de Jaime Gil de Biedma" la poesía del autor de "Las personas del verbo" se caracteriza desde sus primeros escritos por la búsqueda de una expresión deliberadamente clara y sin complicaciones de imágenes ni metáforas. Dice, no obstante, de él que es un poeta cultísimo que esconde muy bien sus extraordinarias lecturas.

    Para Gil de Biedma ser poeta consiste en una empresa desesperada de salvación personal. Respecto a su identidad como poeta sus ideas son claras: responder a las exigencias del tiempo histórico que a uno le ha correspondido y la ruptura que ello representa. Él reconoce como profesión la de Ejecutivo de una compañía comercial, nada más lejos de la poesía. Con mucha ironía por su parte habla de la disparidad de ambas actividades. Para él la poesía es una actividad gratuita, no es una profesión y la gran ventaja de no poderse ganar la vida con ella es que uno no necesita escribir. El poeta escribe cuando quiere o cuando no puede evitarlo. La poesía se convierte así no en una obligación, sino en reducto de la necesidad personal: Escribir un poema no toma tiempo prácticamente. Lo único que uno necesita para escribirlo es que se ponga pesado, que se empeñe en que uno lo escriba. Eso quiere decir que de repente se le ocurre a uno y vuelve y vuelve (…) Se pone tan pesado que al final uno termina por escribirlo: y lo puede escribir caminando, en la ducha, afeitándose. Lo único que se requiere es una cierta disponibilidad de espíritu.

    Pertenece a la Generación del 50 y se incluye en la llamada Escuela de Barcelona, tuvo una estrecha relación con todos sus componentes, en particular con Gabriel Ferrater y Carlos Barral. Con Gabriel Ferrater comparte su admiración por la poesía anglosajona, principalmente por Eliot y Auden de ellos incorporará el humor y la ironía como ingrediente básico y también la “sinceridad” frente al brillo verbal. Otras afinidades con Ferrater serán su fervor por Baudelaire, su admiración por Catulo, su pasión por la literatura medieval en detrimento de la renacentista, su rechazo al surrealismo y su defensa de la racionalidad.

    Reúne su obra poética en el libro "Las personas del verbo", compendio de sus tres libros: "Compañeros de viaje", "Moralidades" y "Poemas pótumos"

    "Las personas del verbo" es una íntima reflexión sobre la existencia moral e intelectual de J. Gil de Biedma y además una meditación sobre la vida. Los poemas surgen motivados por la propia experiencia. En cada uno de los libros que incorpora hay una especie de unidad temática, porque –para decirlo con palabras del propio autor- En mi poesía no hay más que dos temas: el paso del tiempo y yo.

    "Compañeros de viaje" es un compendio de instantes de la vida del poeta que incluye recuerdos de su infancia, imágenes de tertulias entre amigos, paisajes urbanos y descripciones y opiniones de la situación política de su país. En el libro aparece de forma recurrente el tema de la amistad, como descubrimiento de un nuevo sentimiento que contrapone a la soledad adolescente mencionada en las primeras composiciones en las que se muestra como un joven lleno de temores, de miedos adolescentes a menudo relacionados con su incipiente homosexualidad. La crítica señala "Compañeros de viaje" como su poesía más comprometida, ello se debe a su inevitable matiz político de clara tendencia comunista. Un buen ejemplo sería el poema “La historia para todos”, en el que el poeta hace una feroz descripción de la represión del régimen franquista.
    En su estilo ya se encuentran los recursos que van a ser, dentro de la evolución, constantes: el encabalgamiento, la repetición, la circunlocución y el uso sabio y discreto de la imagen, porque pese a la abundancia de este recurso, evita la estridencia, el excesivo atrevimiento. Encontramos también el gusto por las canciones populares: La mejor poesía/ es el verbo hecho tango. Se aprecia en todo el libro un tono cercano, una vez más es el propio poeta el que mejor lo defiende: La poesía que yo pretendo hacer no es comunicación, sino conversación, diálogo. Ya aparecen en este libro numerosas citas, o utilización de versos de otros poetas, incluso en francés o en inglés si ello favorece al poema.

    "Moralidades" nos muestra una poesía de la experiencia social y un tema dominante que será “la mala conciencia burguesa”. Su experiencia de ser burgués. Aprende a usar este tema a través de los poetas ingleses. Rechaza sus orígenes, pero no puede evitar reconocerlos como base de muchas peculiaridades de su carácter y de su mitología personal. No incurre en el error de otros poetas cuya ideología les lleva a falsificar su experiencia, pero eso no evita que caiga en sentimientos contradictorios.
    Se nos muestra el contraste entre pasado y presente: no sólo tiene nostalgia por una infancia mítica, sino también por una juventud que ya pasó. Al ser la voz poética socialmente identificable, son “sociales” los poemas, pero aún siendo sociales forman también parte de la experiencia de ser burgués:

    …Señoritos de nacimiento
    por nuestra mala conciencia escritores
    de poesía social…


    En este libro aparece también el tema de la reflexión sobre el amor y el sexo. Hace del ser amado la razón de sus días en poemas como “En el nombre de hoy”, alude a su doble vida derivada de su homosexualidad en el poema “Albada”, o bien se desnuda ante el lector para mostrarle sus razones ante el amor y el sexo en uno de sus más emblemáticos poemas: “Pandémica y celeste”.
    Persiste en la personalización del habla y en la estilización de las actitudes verbales en la comunicación. A veces se somete a la disciplina estrófica, conjugando los ritmos con el naturalismo rítmico conversacional. Se aprecia una voz más madura: alguien que conoce y se conoce más y domina el oficio poético: decir lo que quiere y como quiere.
    A veces intenta dotar de un aire de canción a sus poemas, o incluye frases humorísticas o máximas morales:

    …Porque le apremia el tiempo,
    y en el amor –él lo sabe-
    aunque no tiene aún que dar dinero
    tiene ya que dar inteligencia.


    "Poemas póstumos", el último libro de "Las personas del verbo" incluye veintisiete poemas en la segunda edición (Barcelona 1982), entre los que se podría hacer una división temporal: poemas que hablan de la crisis del final de la juventud (1965-67) y poemas que perfilan la crisis y analizan sus secuelas (1968-1981). No se quiebra en ambos la línea temática. Todo el libro en su conjunto aborda el tema de un personaje enfrentado a la edad como muerte y a la edad como supervivencia. El título es revelador: Poemas póstumos pertenecen a un Jaime Gil de Biedma desaparecido, sustituido por otro Jaime Gil de Biedma, y se nos narran las consecuencias de esta sustitución. La pérdida de otro paraíso: la juventud: …el último poema del libro se llama “Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma”. En realidad, de lo que se trata es de la crisis del fin de la juventud. Cuando uno termina con una edad de su vida, le pasa como cuando termina con una neurosis, es decir, que uno en parte se muere. Hay toda una parte de uno que se muere. En esta crisis personal se produce un desinterés literario y una progresiva tendencia al silencio. Se convierte en el personaje del poeta que no escribe. Ya no necesita escribir poemas. El poeta confiesa en una entrevista su miedo al suicidio y dice que escribió “Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma” para no suicidarse. Explica también el impacto que le produjo el suicidio del poeta Gabriel Ferrater.
    El tono de este último libro es distinto. El interlocutor es ahora el propio Jaime Gil de Biedma, su doble. Ahonda en la pesadilla de sentirse acosado por uno mismo. La madurez, la trayectoria vital, la nostalgia del pasado, la enfermedad o la proximidad de la muerte son los temas dominantes. El egocentrismo que ha presidido su obra poética se condensa y se agiganta en este libro. Se produce un sentimiento de decepción y desesperanza. En este estado de ensimismamiento sólo hay cabida para sus problemas personales. De esta reflexión surgen poemas como “Contra Jaime Gil de Biedma” o “Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma”.
    Perfecciona sus recursos y en el último libro abundarán más las citas: desde Dante a Baudelaire, pasando por Fray Luis, Góngora, Eliot, Cernuda…, incluso las autocitas, las referencias a la propia obra: los poemas se entrecruzan obsesivamente citándose unos a otros mediante un yo cerrado en sí mismo, acosado por la lucha interior.

    Su silencio posterior, su retirada en el momento en que Narciso conserva todo su esplendor, hacen que la obra de Jaime Gil de Biedma sea una obra viva, brillante, que se mantiene inalterable a pesar del paso del tiempo.
    Jaime Gil de Biedma sigue siendo el poeta burgués que derrochó sueños y recuerdos ante un lector poco acostumbrado a confesiones en la penumbra, que supo captar vicios y miserias de una España en busca de esperanza de futuro y, en definitiva, que hizo de su poesía un canto a la vida en su más pura esencia. Su muerte a causa del sida produjo un gran impacto social en aquella España de 1990.

    Juliana Mediavilla Pablo


    Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona.
    Ha compaginado su trabajo como docente con su afición por la poesía.
    Es miembro del grupo poético METÁFORA, adscrito a la biblioteca Mercè Rodoreda, en el que participa en la organización de diferentes actividades en torno a la poesía: talleres, recitales, tertulias poéticas, etc.
    Escribe asiduamente en el foro poético poesiapura.com y se reúne en Barcelona con un grupo de poetas del mismo foro que dio lugar a la formación del Grupo Poético Laie, con el que colabora en diferentes proyectos poéticos.
    Desde su trabajo como docente, ha participado en diversas publicaciones en revistas de los diferentes centros de Secundaria, así como en otras de ámbito local.


    POEMAS de JAIME GIL DE BIEDMA

    (leidos en el acto en su honor celebrado por el Grupo Metáfora el día 25 de Marzo de 2009, año en que de haber vivido el poeta hubiera cumplido los ochenta)

    CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

    De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
    dejar atrás un sótano más negro
    que mi reputación —y ya es decir—,
    poner visillos blancos
    y tomar criada,
    renunciar a la vida de bohemio,
    si vienes luego tú, pelmazo,
    embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
    zángano de colmena, inútil, cacaseno,
    con tus manos lavadas,
    a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

    Te acompañan las barras de los bares
    últimos de la noche, los chulos, las floristas,
    las calles muertas de la madrugada
    y los ascensores de luz amarilla
    cuando llegas, borracho,
    y te paras a verte en el espejo
    la cara destruida,
    con ojos todavía violentos
    que no quieres cerrar. Y si te increpo,
    te ríes, me recuerdas el pasado
    y dices que envejezco.

    Podría recordarte que ya no tienes gracia.
    Que tu estilo casual y que tu desenfado
    resultan truculentos
    cuando se tienen más de treinta años,
    y que tu encantadora
    sonrisa de muchacho soñoliento
    —seguro de gustar— es un resto penoso,
    un intento patético.
    Mientras que tú me miras con tus ojos
    de verdadero huérfano, y me lloras
    y me prometes ya no hacerlo.

    Si no fueses tan puta!
    Y si yo supiese, hace ya tiempo,
    que tú eres fuerte cuando yo soy débil
    y que eres débil cuando me enfurezco...
    De tus regresos guardo una impresión confusa
    de pánico, de pena y descontento,
    y la desesperanza
    y la impaciencia y el resentimiento
    de volver a sufrir, otra vez más,
    la humillación imperdonable
    de la excesiva intimidad.

    A duras penas te llevaré a la cama,
    como quien va al infierno
    para dormir contigo.
    Muriendo a cada paso de impotencia,
    tropezando con muebles
    a tientas, cruzaremos el piso
    torpemente abrazados, vacilando
    de alcohol y de sollozos reprimidos.
    Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
    y la más innoble
    que es amarse a sí mismo!

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    DE VITA BEATA

    En un viejo país ineficiente,
    algo así como España entre dos guerras
    civiles, en un pueblo junto al mar,
    poseer una casa y poca hacienda
    y memoria ninguna. No leer,
    no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
    y vivir como un noble arruinado
    entre las ruinas de mi inteligencia.

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    ARTE POÉTICA

    A Vicente Aleixandre

    La nostalgia del sol en los terrados,
    en el muro color paloma de cemento
    —sin embargo tan vívido— y el frío
    repentino que casi sobrecoge.

    La dulzura, el calor de los labios a solas
    en medio de la calle familiar
    igual que un gran salón, donde acudieran
    multitudes lejanas como seres queridos.

    Y sobre todo el vértigo del tiempo,
    el gran boquete abriéndose hacia dentro del alma
    mientras arriba sobrenadan promesas
    que desmayan, lo mismo que si espumas.

    Es sin duda el momento de pensar
    que el hecho de estar vivo exige algo,
    acaso heroicidades —o basta, simplemente,
    alguna humilde cosa común

    cuya corteza de materia terrestre
    tratar entre los dedos, con un poco de fe?
    Palabras, por ejemplo.
    Palabras de familia gastadas tibiamente.

    (De “Compañeros de viaje”)

    * * *

    NO VOLVERÉ A SER JOVEN

    Que la vida iba en serio
    uno lo empieza a comprender más tarde
    -como todos los jóvenes, yo vine
    a llevarme la vida por delante.

    Dejar huella quería
    y marcharme entre aplausos
    -envejecer, morir, eran tan sólo
    las dimensiones del teatro.

    Pero ha pasado el tiempo
    y la verdad desagradable asoma:
    envejecer, morir,
    es el único argumento de la obra.

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    CANCIÓN PARA ESE DÍA

    He aquí que viene el tiempo de soltar palomas
    en mitad de las plazas con estatua.
    Van a dar nuestra hora. De un momento
    a otro, sonarán campanas.

    Mirad los tiernos nudos de los árboles
    exhalarse visibles en la luz
    recién inaugurada. Cintas leves
    de nube en nube cuelgan. Y guirnaldas

    sobre el pecho del cielo, palpitando,
    son como el aire de la voz. Palabras
    van a decirse ya. Oíd. Se escucha
    rumor de pasos y batir de alas.

    (De “Compañeros de viaje”)

    * * *

    EL JUEGO DE HACER VERSOS

    El juego de hacer versos
    -que no es un juego- es algo
    parecido en principio
    al placer solitario.

    Con la primera muda,
    en los años nostálgicos
    de nuestra adolescencia,
    a escribir empezamos.

    Y son nuestros poemas
    del todo imaginarios
    -demasiado inexpertos
    ni siquiera plagiamos-

    porque la Poesía
    es un ángel abstracto
    y, como todos ellos,
    predispuesto a halagarnos.

    El arte es otra cosa
    distinta. El resultado
    de mucha vocación
    y un poco de trabajo.

    Aprender a pensar
    en renglones contados
    -y no en los sentimientos
    con que nos exaltábamos-,

    tratar con el idioma
    como si fuera mágico
    es un buen ejercicio ,
    que llega a emborracharnos.

    Luego está el instrumento
    en su punto afinado
    la mejor poesía
    es el Verbo hecho tango.

    Y los poemas son
    un modo que adoptamos
    para que nos entiendan
    y que nos entendamos.

    Lo que importa explicar
    es la vida, los rasgos
    de su filantropía,
    las noches de sus sábados.

    La manera que tiene
    sobre todo en verano
    de ser un paraíso.
    Aunque, de cuando en cuando,

    si alguna de esas noches
    que las carga el diablo
    uno piensa en la historia
    de estos últimos años,

    si piensa en esta vida
    que nos hace pedazos
    de madera podrida,
    perdida en un naufragio,

    la conciencia le pesa
    -por estar intentando
    persuadirse en secreto
    de que aún es honrado.

    El juego de hacer versos,
    que no es un juego, es algo
    que acaba pareciéndose
    al vicio solitario.

    (De “Moralidades”)

    * * *

    PANDÉMICA Y CELESTE

    Quan magnus numerus Libyssae arenae
    ..................................................................
    aut quam sidera multa, cum tacet nox,
    furtiuos hominum uident amores.
    CATULO, VII


    Imagínate ahora que tú y yo
    muy tarde ya en la noche
    hablemos de hombre a hombre, finalmente.
    Imagínatelo,
    en una de esas noches memorables
    de rara comunión, con la botella
    medio vacía, los ceniceros sucios,
    y después de agotado el tema de la vida.
    Que te voy a enseñar un corazón,
    un corazón infiel,
    Desnudo de cintura para abajo,
    Hipócrita lector - mon semblable,- mon frère!

    Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
    quien me tira del cuerpo hacia otros cuerpos
    a ser posible jóvenes:
    Yo persigo también el dulce amor,
    el tierno amor para dormir al lado
    y que alegre mi cama al despertarse,
    cercano como un pájaro.
    ¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
    si jamás he podido entrar en unos brazos
    sin sentir -aunque sea nada más que un momento- igual
    deslumbramiento que a los veinte años!.

    Para saber de amor, para aprenderle,
    haber estado solo es necesario.
    Y es necesario en cuatrocientas noches
    - con cuatrocientos cuerpos diferentes -
    haber hecho el amor. Que sus misterios,
    como dijo el poeta, son del alma,
    pero un cuerpo es el libro en que se leen.

    Y por eso me alegro de haberme revolcado
    sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
    mientras buscaba ese tendón del hombro.
    Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
    Aquella carretera de montaña
    y los bien empleados abrazos furtivos
    y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
    pegados a la tapia, cegados por las luces.
    O aquel atardecer cerca del río
    desnudos y riéndonos, de hiedra coronados.
    O aquel portal en Roma en vía del Babuino.
    Y recuerdos de caras y ciudades
    apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
    de escaleras sin luz, de camarotes,
    de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
    y de infinitas casas de baños,
    de fosos de un castillo.
    Recuerdos de vosotras, sobre todo,
    o noches en hoteles de una noche,
    definitivas noches en pensiones sórdidas,
    en cuartos recién fríos,
    noches que devolvéis a vuestros huéspedes
    un olvidado sabor a sí mismos!
    La historia en cuerpo y alma, como una
    imagen rota,
    de la langueur goutée a ce mal d'être deux.
    Sin despreciar
    - alegres como fiesta entre semana -
    las experiencias de promiscuidad.

    Aunque sepa que nada me valdrían
    trabajos de amor disperso
    si no existiese el verdadero amor.
    Mi amor,
    ....................... íntegra imagen de mi vida,
    sol de las noches mismas que le robo.

    Su juventud, la mía,
    - música de mi fondo -
    sonríe aún en la imprecisa gracia
    de cada cuerpo joven,
    en cada encuentro anónimo,
    iluminándolo. Dándole un alma.
    Y no hay muslos hermosos
    que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
    cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.

    Ni pasión de una noche de dormida
    que pueda compararla
    con la pasión que da el conocimiento,
    los años de experiencia
    de nuestro amor.
    ......................................... Porque en amor también
    es importante el tiempo,
    y dulce, de algún modo,
    verificar con mano melancólica
    su perceptible paso por un cuerpo
    - mientras que basta un gesto familiar
    en los labios,
    o la ligera palpitación de un miembro,
    para hacerme sentir la maravilla
    de aquella gracia antigua, fugaz como un reflejo.

    Sobre su piel borrosa,
    Cuando pasen más años y al final estemos,
    quiero aplastar los labios invocando
    la imagen de su cuerpo
    y de todos los cuerpos que una vez amé
    aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
    Para pedir la fuerza de poder vivir
    sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
    mientras seguimos juntos
    hasta morir en paz. Los dos,
    como dicen que mueren los que han amado mucho.

    (De “Moralidades”)

    * * *

    DESPUÉS DE LA MUERTE DE JAIME GIL DE BIEDMA

    En el jardín, leyendo,
    la sombra de la casa me oscurece las páginas
    y el frío repentino de final de agosto
    hace que piense en ti.

    El jardín y la casa cercana
    donde pían los pájaros en las enredaderas,
    una tarde de agosto, cuando va a oscurecer
    y se tiene aún el libro en la mano,
    eran, me acuerdo, símbolo tuyo de la muerte.
    Ojalá en el infierno
    de tus últimos días te diera esta visión
    un poco de dulzura, aunque no lo creo.

    En paz al fin conmigo,
    puedo ya recordarte
    no en las horas horribles, sino aquí
    en el verano del año pasado,
    cuando agolpadamente
    -tantos meses borradas- regresan
    las imágenes felices
    traídas por tu imagen de la muerte…
    Agosto en el jardín, a pleno día.

    Vasos de vino blanco
    dejados en la hierba, cerca de la piscina,
    calor bajo los árboles. Y voces
    que gritan nombres.
    ............................................... Ángel,
    Juan, María Rosa, Marcelino, Joaquina
    -Joaquina de pechitos de manzana.
    Tú volvías riendo del teléfono
    anunciando más gente que venía:
    te recuerdo correr,
    la apagada explosión de tu cuerpo en el agua.

    Y las noches también de libertad completa
    en la casa espaciosa, toda para nosotros
    lo mismo que un convento abandonado,
    y la nostalgia de puertas secretas,
    aquel correr por las habitaciones,
    buscar en los armarios
    y divertirse en la alternancia
    de desnudo y disfraz, desempolvando
    batines, botas altas y calzones,
    arbitrarias escenas,
    viejos sueños eróticos de nuestra adolescencia,
    muchacho solitario.
    ............................................ Te acuerdas de Carmina,
    de la gorda Carmina subiendo la escalera
    con el culo en pompa
    y llevando en la mano un candelabro?

    Fue un verano feliz.
    ........................................ …El último verano
    de nuestra juventud
    , dijiste a Juan
    en Barcelona al regresar
    nostálgicos,
    y tenías razón. Luego vino el invierno,
    el infierno de meses
    y meses de agonía
    y la noche final de pastillas y alcohol
    y vómito en la alfombra.
    ............................................................ Yo me salvé escribiendo
    Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma.

    De los dos, eras tú quien mejor escribía.
    Ahora sé hasta qué punto tuyos eran
    el deseo de ensueño y la ironía,
    la sordina romántica que late en los poemas
    míos que yo prefiero, por ejemplo en Pandémica
    A veces me pregunto
    cómo será sin ti mi poesía.

    Aunque acaso fui yo quien te enseñó.
    Quien te enseñó a vengarte de mis sueños,
    por cobardía, corrompiéndolos.

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA

    La misma calidad que el sol de tu país,
    saliendo entre las nubes:
    alegre y delicado matiz en unas hojas,
    fulgor de un cristal, modulación
    del apagado brillo de la lluvia.

    La misma calidad que tu ciudad,
    tu ciudad de cristal innumerable
    idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
    calles que desconozco y plaza antigua
    de pájaros poblada,
    la plaza en que una noche nos besamos.

    La misma calidad que tu expresión,
    al cabo de los años,
    esta noche al mirarme:
    la misma calidad que tu expresión
    y la expresión herida de tus labios.

    Amor que tiene calidad de vida,
    amor sin exigencias de futuro,
    presente del pasado,
    amor más poderoso que la vida:
    perdido y encontrado.
    Encontrado, perdido...

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    AMISTAD A LO LARGO

    Pasan lentos los días
    y muchas veces estuvimos solos.
    Pero luego hay momentos felices
    para dejarse ser en amistad.

    ..................................................................... Mirad:
    somos nosotros.

    Un destino condujo diestramente
    las horas, y brotó la compañía.
    Llegaban noches. Al amor de ellas
    nosotros encendíamos palabras,
    las palabras que luego abandonamos
    para subir a más:
    empezamos a ser los compañeros
    que se conocen
    por encima de la voz o de la seña.

    Ahora sí. Pueden alzarse
    las gentiles palabras
    -ésas que ya no dicen cosas-,
    flotar ligeramente sobre el aire;
    porque estamos nosotros enzarzados
    en mundo, sarmentosos
    de historia acumulada,
    y está la compañía que formamos plena,
    frondosa de presencias.
    Detrás de cada uno
    vela su casa, el campo, la distancia.

    Pero callad.
    Quiero deciros algo.
    Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
    A veces, al hablar, alguno olvida
    su brazo sobre el mío,
    y yo aunque esté callado doy las gracias,
    porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
    Quiero deciros cómo trajimos
    nuestras vidas aquí, para contarlas.
    Largamente, los unos con los otros
    en el rincón hablamos, tantos meses!
    que nos sabemos bien, y en el recuerdo
    el júbilo es igual a la tristeza.
    Para nosotros el dolor es tierno.

    Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

    (De “Compañeros de viaje”)

    * * *

    APOLOGÍA Y PETICIÓN

    ¿Y qué decir de nuestra madre España,
    este país de todos los demonios
    en donde el mal gobierno, la pobreza
    no son, sin más, pobreza y mal gobierno,
    sino un estado místico del hombre,
    la absolución final de nuestra historia?

    De todas las historias de la Historia
    la más triste sin duda es la de España
    porque termina mal. Como si el hombre,
    harto ya de luchar con sus demonios,
    decidiese encargarles el gobierno
    y la administración de su pobreza.

    Nuestra famosa inmemorial pobreza
    cuyo origen se pierde en las historias
    que dicen que no es culpa del gobierno,
    sino terrible maldición de España,
    triste precio pagado a los demonios
    con hambre y con trabajo de sus hombres.

    A menudo he pensado en esos hombres,
    a menudo he pensado en la pobreza
    de este país de todos los demonios.
    Y a menudo he pensado en otra historia
    distinta y menos simple, en otra España
    en donde sí que importa un mal gobierno.

    Quiero creer que nuestro mal gobierno
    es un vulgar negocio de los hombres
    y no una metafísica, que España
    puede y debe salir de la pobreza,
    que es tiempo aún para cambiar su historia
    antes que se la lleven los demonios.

    Quiero creer que no hay tales demonios.
    Son hombres los que pagan al gobierno,
    los empresarios de la falsa historia.
    Son ellos quienes han vendido al hombre,
    los que le han vertido a la pobreza
    y secuestrado la salud de España.

    Pido que España expulse a esos demonios.
    Que la pobreza suba hasta el gobierno.
    Que sea el hombre el dueño de su historia.

    (De “Moralidades”)

    * * *

    A TRAVÉS DEL ESPEJO

    Como enanos y monos en la orla
    de una tapicería en la que tú campabas
    borracho, persiguiendo jovencitas…
    O como fieles, asistentes
    -mientras nos encantabas al
    santo sacrificio de la fama
    de tu exceso de ser inteligente,
    éramos todos para ti. Trabajos
    de seducción perdidos fue tu vida.

    Y tus buenos poemas, añagazas
    de fin de juerga, para retenernos.

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *

    [T’ INTRODUIRE DANS MON HISTOIRE…]

    La vida a veces es tan breve
    y tan completa que un minuto
    -cuando me dejo y tú te dejas va
    más aprisa y dura mucho.

    La vida a veces es más rica,
    y nos convida a los dos juntos
    a su palacio, entre semana,
    o los domingos a dar tumbos.

    La vida entonces, ya se cuenta
    por unidades de amor tuyo,
    tan diminutas que se olvidan
    en lo feliz, en lo confuso.

    La vida a veces es tan poco
    y tan intensa -si es tu gusto…
    Hasta el dolor que tú me haces
    da otro sentido a ser del mundo.

    La vida, luego, ya es nosotros
    hasta el extremo más inmundo.
    Porque quererse es un castigo
    y es un abismo vivir juntos.

    (De “Poemas póstumos”)

    * * *
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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 10 Ago 2010, 12:35

    Traigo aquí un poema de Juliana Mediavilla que leyó en el Homenaje a Jaime Gil de Biedma, en su 80 aniversario (si hubiera vivido)



    En defensa de Jaime Gil de Biedma

    "Te acompañan las barras de los bares
    últimos de la noche, los chulos, las floristas,
    las calles muertas de la madrugada
    y los ascensores de luz amarilla
    cuando llegas, borracho,
    y te paras a verte en el espejo
    la cara destruida,
    con ojos todavía violentos
    que no quieres cerrar. Y si te increpo,
    te ríes, me recuerdas el pasado
    y dices que envejezco"


    .............Jaime Gil de Biedma ("Contra Jaime Gil de Biedma")


    Sí, vestía tus trajes y comía en tu plato
    y ensuciaba tu casa
    y llevaba a tu alcoba los excesos
    de las noches canallas.

    Como un muñeco roto, desvalido
    se abrazaba a tu rabia,
    y al abismo más cruel de la razón
    después de la resaca.

    No pudiste con él. Te dolían sus ojos
    tan huérfanos
    a la orilla del alba.
    Y el naufragio de la juventud,
    su diosa y su tirana.

    Te llevó de la mano hasta la muerte
    por sus rutas de escarcha.
    Pero alentó tus versos. Nunca olvides
    que de él era la magia
    y que la poesía,
    ese ángel abstracto, le concedió sus alas
    y de él fueron los vuelos:
    Las personas del verbo son sólo la comparsa.

    Juliana Mediavilla
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    Mensaje por F.Rubio Mar 10 Ago 2010, 14:27

    No volveré a ser joven - poema de Jaime Gil de Biedma cantado por Miguel Poveda

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    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 13 Ago 2010, 13:36

    Me ha gustado mucho conocer esta interpretación de Miguel Poveda, Francisco. Gracias por traerla.

    Un fuerte abrazo.
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    Mensaje por Evangelina Valdez Miér 18 Jun 2014, 15:37

    Caigo por aquí, leo y continúo el trabajo...

    UN CUERPO ES EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

    Las horas no han pasado, todavía,
    y está mañana lejos igual a un arrecife
    que apenas distingo.

    Tú no sientes
    cómo el tiempo se adensa en esta habitación
    con la luz encendida, como está fuera el frío
    lamiendo los cristales...Qué desprisa,
    en mi cama esta noche, animalito,
    con la simple nobleza de la necesidad,
    mientras que te miraba, te quedaste dormido.

    Así pues, buenas noches.
    Ese país tranquilo
    cuyos contornos son los de tu cuerpo
    da ganas de morir recordando la vida,
    o de seguir despierto
    —cansado y excitado— hasta el amanecer.

    A solas con la edad, mientras tú duermes
    como quien no ha leído nunca un libro,
    pequeño animalito: ser humano
    —más franco que en mis brazos—,
    por lo desconocido.

    ------------

    PRÍNCIPE DE AQUITANIA, EN SU TORRE ABOLIDA

    Una clara conciencia de lo que ha perdido,
    es lo que le consuela. Se levanta
    cada mañana a fallecer, discurre por estancias
    en donde sórdamente duele el tiempo
    que se detuvo, la herida mal cerrada.
    Dura en ningún lugar este otro mundo,
    y vuelve por la noche en las paradas
    del sueño fatigoso... Reino suyo
    dorado, cuántas veces
    por él pregunta en la mitad del día,
    con el temor de olvidar algo!
    Las horas, largo viaje desabrido.
    La historia es un instante preferido,
    un tesoro en imágenes, que él guarda
    para su necesaria consulta con la muerte.
    Y el final de la historia es esta pausa.

    -----------------

    ANTES DE SER MADURO

    A José Antonio

    Todavía la vieja tentación
    de los cuerpos felices y de la juventud
    tiene atractivo para mí,
    no me deja dormir
    y esta noche me excita.

    Porque alguien contó historias
    de pescadores en la playa,
    cuando vuelven: la raya del amanecer
    marcando, lívida, el límite del mar,
    y asan sardinas frescas
    en espetones, sobre la arena.
    Lo imagino enseguida.
    Y me coge un deseo de vivir
    y ver amanecer, acostándote tarde,
    que no está en proporción con la edad que ya tengo.

    Aunque quizás alivie despertarse
    a otro ritmo, mañana.
    Liberado
    de las exaltaciones de esta noche,
    de sus fantasmas en blue jeans.

    Como libros leídos han pasado los años
    que van quedando lejos, ya sin razón de ser
    —obras de otro momento.
    Y el ansia de llorar
    y el roce de la sábana, que me tenía inquieto
    en las odiosas noches de verano,
    el lujo de impaciencia y el don de la elegía
    y el don de disciplina aplicada al ensueño,
    mi fe en la gran historia...
    Soldado de la guerra perdida de la vida,
    mataron mi caballo, casi no lo recuerdo.
    Hasta que me estremece
    un ramalazo de sensualidad.

    Envejecer tiene su gracias.
    Es igual que de joven
    aprender a bailar, plegarse a un ritmo
    más insistente que nuestra experiencia.
    Y procura también cierto instintivo
    placer curioso,
    una segunda naturaleza.

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    Mensaje por Evangelina Valdez Miér 18 Jun 2014, 15:42

    EN UNA DESPEDIDA

    A Jimmy Baldwin

    Tardan las cartas y son poco
    para decir lo que uno quiere.
    Después pasan los años, y la vida
    (demasiado confusa para explicar por carta)
    nos hará más perdidos.
    Los unos en los otros, iguales a las sombras
    al fondo un pasillo desvayéndonos,
    viviremos de luz involuntaria
    pero sólo un instante, porque ya el recuerdo
    será como un puñado de conchas recogidas,
    tan hermoso en sí mismo que no devuelve nunca
    las palmeras felices y el mar trémulo.

    Todo fue hace minutos: dos amigos
    hemos visto tu rostro terriblemente serio
    queriendo sonreír.
    Has desaparecido.
    Y estamos los dos solos y en silencio,
    en medio de este día de domingo,
    bellísimo de mayo, con matrimonios jóvenes
    y niños excitados que gritaban
    al levantarse tu avión.
    Ahora las montañas parecen más cercanas.
    Y, por primera vez,
    pensamos en nosotros.

    A solas con tu imagen,
    cada cual se conoce por este sentimiento
    de cansancio, que es dulce —como un brillo de lágrimas
    que empaña la memoria de estos días,
    esta extraña semana.
    Y el mal que nos hacemos,
    como el que a ti te hicimos, lo inevitablemente
    amargo de esta vida en la que siempre, siempre,
    somos peores que nosotros mismos,
    acaso resucite un viejo sueño
    sabido y olvidado.
    El sueño de ser buenos y felices.

    Porque sueño y recuerdo tienen fuerza
    para obligar la vida,
    aunque sean no más que un límite imposible.
    Si este mar de proyectos
    y tentativas naufragadas,
    este torpe tapiz a cada instante
    tejido y destejido,
    esta guerra perdida,
    nuestra vida,
    da de sí alguna vez un sentimiento digno,
    un acto verdadero,
    en él tu estarás para siempre asociado
    a mi amigo y a mí. No te habremos perdido.

    -------------------

    CANCIÓN DE ANIVERSARIO

    Porque son ya seis años desde entonces,
    porque no hay en la tierra, todavía,
    nada que sea tan dulce como una habitación
    para dos, si es tuya y mía;
    porque hasta el tiempo, ese pariente pobre
    que conoció mejores días,
    parece hoy partidario de la felicidad,
    cantemos, alegría!

    Y luego levantémonos más tarde,
    como domingo. Que la mañana plena
    se nos vaya en hacer otra vez el amor,
    pero mejor: de otra manera
    que la noche no puede imaginarse,
    mientras el cuarto se nos puebla
    de sol y vecindad tranquila, igual que el tiempo,
    y de historia serena.

    El eco de los días de placer,
    el deseo, la música acordada
    dentro en el corazón, y que yo he puesto apenas
    en mis poemas, por romántica;
    todo el perfume, todo el pasado infiel,
    lo que fue dulce y da nostalgia,
    ¿no ves cómo se sume en la realidad que entonces
    soñabas y soñaba?

    La realidad —no demasiado hermosa—
    con sus inconvenientes de ser dos,
    sus vergonzosas noches de amor sin deseo
    y de deseo sin amor,
    que ni en seis siglos de dormir a solas
    las pagaríamos. Y con
    sus transiciones vagas, de la traición al tedio,
    del tedio a la traición.

    La vida no es un sueño, tú ya sabes
    que tenemos tendencia a olvidarlo.
    Pero un poco de sueño, no más, un si es no es
    por esta vez, callándonos
    el resto de la historia, y un instante
    —mientras que tú y yo nos deseamos
    feliz y larga vida en común—, estoy seguro
    que no puede hacer daño.

    ----------------------------

    NOSTALGIE DE LA BOUE

    Nuevas disposiciones de la noche,
    sórdidos ejercicios al dictado, lecciones del deseo
    que yo aprendí, pirata,
    oh joven pirata de los ojos azules.

    En calles resonantes la oscuridad tenía
    todavía la misma espesura total
    que recuerdo en mi infancia.
    Y dramáticas sombras, revestidas
    con el prestigio de la prostitución,
    a mi lado venían de un infierno
    grasiento y sofocante como un cuarto de máquinas.

    ¡Largas últimas horas,
    en mundos amueblados
    con deslustrada loza sanitaria
    y cortinas manchadas de permanganato!
    Como un operario que pule una pieza,
    como un afilador,
    fornicar poco a poco mordiéndome los labios.
    Y sentirse morir por cada pelo
    de gusto, y hacer daño.

    La luz amarillenta, la escalera
    estremecida toda de susurros, mis pasos,
    eran aún una prolongación
    que me exaltaba,
    lo mismo que el olor en las manos
    —o que al salir el frío de la madrugada, intenso
    como el recuerdo de una sensación.


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    Mensaje por Evangelina Valdez Miér 18 Jun 2014, 15:46

    NOCHES DEL MES DE JUNIO

    A Luis Cernuda

    Alguna vez recuerdo
    ciertas noches de junio de aquel año,
    casi borrosas, de mi adolescencia
    (era en mil novecientos me parece
    cuarenta y nueve)
    porque en ese mes
    sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
    lo mismo que el calor que empezaba,
    nada más
    que la especial sonoridad del aire
    y una disposición vagamente afectiva.

    Eran las noches incurables
    y la calentura.
    Las altas horas de estudiante solo
    y el libro intempestivo
    junto al balcón abierto de par en par (la calle
    recién regada desaparecía
    abajo, entre el follaje iluminado)
    sin un alma que llevar a la boca.

    Cuántas veces me acuerdo
    de vosotras, lejanas
    noches del mes de junio, cuántas veces
    me saltaron las lágrimas, las lágrimas
    por ser más que un hombre, cuánto quise
    morir
    o soñé con venderme al diablo,
    que nunca me escuchó.
    Pero también
    la vida nos sujeta porque precisamente
    no es como la esperábamos.

    ----------------------

    CONVERSACIÓN

    Los muertos pocas veces libertad
    alcanzáis a tener, pero la noche
    que regresáis es vuestra,
    vuestra completamente.

    Amada mía, remordimiento mío,
    la nuit c’est toi cuando estoy solo
    y vuelves tú, comienzas
    en tus retratos a reconocerme.

    ¿Qué daño me recuerda tu sonrisa?
    ¿Y cuál dureza mía está en tus ojos?
    ¿Me tranquilizas porque estuve cerca
    de ti en algún momento?

    La parte de tu muerte que me doy,
    la parte de tu muerte que yo puse
    de mi cosecha, cómo poder pagártela...
    Ni la parte de vida que tuvimos juntos.

    Cómo poder saber que has perdonado,
    conmigo sola en el lugar del crimen?
    Cómo poder dormir, mientras que tú tiritas
    en el rincón más triste de mi cuarto?

    -------------------------

    IDILIO EN EL CAFÉ

    Ahora me pregunto si es que toda la vida
    hemos estado aquí. Pongo, ahora mismo,
    la mano ante los ojos —qué latido
    de la sangre en los párpados— y el vello
    inmenso se confunde, silencioso,
    a la mirada. Pesan las pestañas.

    No sé bien de qué hablo. ¿Quiénes son,
    rostros vagos nadando como en un agua pálida,
    éstos aquí sentados, con ojos vivientes?
    La tarde nos empuja a ciertos bares
    o entre cansados hombres en pijama.

    Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
    arriba, más arriba, mucho más que las luces
    que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
    Queda también silencio entre nosotros,
    silencio
    y este beso igual que un largo túnel.

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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Evangelina Valdez Miér 18 Jun 2014, 15:49

    DÍAS DE PAGSANJÁN

    Como los sueños, más allá
    de la idea del tiempo,
    hechos sueños de sueño os llevo,
    días de Pagsanján.

    En el calor, tras la espesura,
    vuelve el río a latir
    moteado, como un reptil.
    Y en la atmósfera oscura

    bajo los árboles en flor,
    —relucientes, mojados,
    cuando a la noche nos bañábamos—
    los cuerpos de los dos.

    ---------------------

    DEL AÑO MALO

    Diciembre es esta imagen
    de la lluvia cayendo con rumor de tren,
    con un olor difuso a carbonilla y campo.
    Diciembre es un jardín, es una plaza
    hundida en la ciudad,
    al final de una noche,
    y la visión en fuga de unos soportales.

    Y los ojos inmensos
    —tizones agrandados—
    en la cara morena de una cría
    temblando igual que un gorrión mojado.
    En la mano sostiene unos zapatos rojos,
    elegantes, flamantes como un pájaro exótico.

    El cielo es negro y gris
    y rosa en sus extremos,
    la luz de las farolas un resto amarillento.
    Bajo un golpe de lluvia, llorando, yo atravieso,
    innoble como un trapo, mojado hasta los cuernos.

    -----------------------

    EN UNA DESPEDIDA

    A Jimmy Baldwin

    Tardan las cartas y son poco
    para decir lo que uno quiere.
    Después pasan los años, y la vida
    (demasiado confusa para explicar por carta)
    nos hará más perdidos.
    Los unos en los otros, iguales a las sombras
    al fondo un pasillo desvayéndonos,
    viviremos de luz involuntaria
    pero sólo un instante, porque ya el recuerdo
    será como un puñado de conchas recogidas,
    tan hermoso en sí mismo que no devuelve nunca
    las palmeras felices y el mar trémulo.

    Todo fue hace minutos: dos amigos
    hemos visto tu rostro terriblemente serio
    queriendo sonreír.
    Has desaparecido.
    Y estamos los dos solos y en silencio,
    en medio de este día de domingo,
    bellísimo de mayo, con matrimonios jóvenes
    y niños excitados que gritaban
    al levantarse tu avión.
    Ahora las montañas parecen más cercanas.
    Y, por primera vez,
    pensamos en nosotros.

    A solas con tu imagen,
    cada cual se conoce por este sentimiento
    de cansancio, que es dulce —como un brillo de lágrimas
    que empaña la memoria de estos días,
    esta extraña semana.
    Y el mal que nos hacemos,
    como el que a ti te hicimos, lo inevitablemente
    amargo de esta vida en la que siempre, siempre,
    somos peores que nosotros mismos,
    acaso resucite un viejo sueño
    sabido y olvidado.
    El sueño de ser buenos y felices.

    Porque sueño y recuerdo tienen fuerza
    para obligar la vida,
    aunque sean no más que un límite imposible.
    Si este mar de proyectos
    y tentativas naufragadas,
    este torpe tapiz a cada instante
    tejido y destejido,
    esta guerra perdida,
    nuestra vida,
    da de sí alguna vez un sentimiento digno,
    un acto verdadero,
    en él tu estarás para siempre asociado
    a mi amigo y a mí. No te habremos perdido.


    Manuel
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Pandémica y celeste ( Jaime Gil de Biedma)

    Mensaje por Manuel Mar 24 Mar 2015, 14:04

    Me da un poco de pudor dejar aquí un poema tan importante y tan conocido, en algunos ámbitos, como es Pándemica y celeste, pero creo que si alguien no lo conoce, y por tanto no ha podido leerlo, quedará enormemente gratificado con su lectura. Este poema es, a juicio de bastantes poetas contemporáneos, uno de los mejores poemas de los últimos cien años. Y yo, que siempre he pensado de esa forma, me uno a esa opinión.






    Pandémica y celeste


    Imagínate ahora que tú y yo
    muy tarde ya en la noche
    hablemos hombre a hombre, finalmente.
    Imagínatelo,
    en una de esas noches memorables
    de rara comunión, con la botella
    medio vacía, los ceniceros sucios,
    y después de agotado el tema de la vida.
    Que te voy a enseñar un corazón,
    un corazón infiel,
    desnudo de cintura para abajo,
    hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!
    Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
    quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
    a ser posiblemente jóvenes:
    yo persigo también el dulce amor,
    el tierno amor para dormir al lado
    y que alegre mi cama al despertarse,
    cercano como un pájaro.
    ¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
    si jamás he podido entrar en unos brazos
    sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
    igual deslumbramiento que a los veinte años !
    Para saber de amor, para aprenderle,
    haber estado solo es necesario.
    Y es necesario en cuatrocientas noches
    -con cuatrocientos cuerpos diferentes-
    haber hecho el amor. Que sus misterios,
    como dijo el poeta, son del alma,
    pero un cuerpo es el libro en que se leen.
    Y por eso me alegro de haberme revolcado
    sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
    mientras buscaba ese tendón del hombro.
    Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones…
    Aquella carretera de montaña
    y los bien empleados abrazos furtivos
    y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
    pegados a la tapia, cegados por las luces.
    O aquel atardecer cerca del río
    desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
    O aquel portal en Roma -en vía del Balbuino.
    Y recuerdos de caras y ciudades
    apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
    de escaleras sin luz, de camarotes,
    de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
    y de infinitas casetas de baños,
    de fosos de un castillo.
    Recuerdos de vosotras, sobre todo,
    oh noches en hoteles de una noche,
    definitivas noches en pensiones sórdidas,
    en cuartos recién fríos,
    noches que devolvéis a vuestros huéspedes
    un olvidado sabor a sí mismos!
    La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
    de la langueur goûtée à ce mal d’être deux.
    Sin despreciar
    -alegres como fiesta entre semana-
    las experiencias de promiscuidad.
    Aunque sepa que nada me valdrían
    trabajos de amor disperso
    si no existiese el verdadero amor.
    Mi amor,
    íntegra imagen de mi vida,
    sol de las noches mismas que le robo.
    Su juventud, la mía,
    -música de mi fondo-
    sonríe aún en la imprecisa gracia
    de cada cuerpo joven,
    en cada encuentro anónimo,
    iluminándolo. Dándole un alma.
    Y no hay muslos hermosos
    que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
    cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.
    Ni pasión de una noche de dormida
    que pueda compararla
    con la pasión que da el conocimiento,
    los años de experiencia
    de nuestro amor.
    Porque en amor también
    es importante el tiempo,
    y dulce, de algún modo,
    verificar con mano melancólica
    su perceptible paso por un cuerpo
    -mientras que basta un gesto familiar
    en los labios,
    o la ligera palpitación de un miembro,
    para hacerme sentir la maravilla
    de aquella gracia antigua,
    fugaz como un reflejo.
    Sobre su piel borrosa,
    cuando pasen más años y al final estemos,
    quiero aplastar los labios invocando
    la imagen de su cuerpo
    y de todos los cuerpos que una vez amé
    aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
    Para pedir la fuerza de poder vivir
    sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
    mientras seguimos juntos
    hasta morir en paz, los dos,
    como dicen que mueren los que han amado mucho.
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 10 Ago 2015, 13:40

    "Envejecer tiene su gracias.
    Es igual que de joven
    aprender a bailar, plegarse a un ritmo
    más insistente que nuestra experiencia.
    Y procura también cierto instintivo
    placer curioso,
    una segunda naturaleza."

    Este Gil de Biedma, entre verso y verso mete unos comentarios llenos de agudeza. Gracias, Evangelina y Manuel por traernos poemas suyos.

    Un abrazo.
    Pedro


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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Son pláticas de familia ( Gil de Biedma)

    Mensaje por Manuel Vie 28 Oct 2016, 02:54

    Dejo aquí una joyita de este gran poeta, porque me parece que no esta recogida hasta ahora.




    Qué me agradeces, padre, acompañándome,
    con esta confianza
    que entre los dos ha creado tu muerte?

    No puedes darme nada. No puedo darte nada,
    y por eso me entiendes.
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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Walter Faila Vie 28 Oct 2016, 08:30

    Esta autor, ya tiene un post, se puede seguir escribiendo sobre el y sus obras aquí, queda unificado.



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    Mensaje por Walter Faila Vie 28 Oct 2016, 09:06

    CONTRA (JAIME GIL DE BIEDMA)

    De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
    dejar atrás un sótano más negro
    que mi reputación —y ya es decir—,
    poner visillos blancos
    y tomar criada,
    renunciar a la vida de bohemio,
    si vienes luego tú, pelmazo,
    embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
    zángano de colemena, inútil, cacaseno,
    con tus manos lavadas,
    a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

    Te acompañan las barras de los bares
    últimos de la noche, los chulos, las floristas,
    las calles muertas de la madrugada
    y los ascensores de luz amarilla
    cuando llegas, borracho,
    y te paras a verte en el espejo
    la cara destruida,
    con ojos todavía violentos
    que no quieres cerrar. Y si te increpo,
    te ríes, me recuerdas el pasado
    y dices que envejezco.

    Podría recordarte que ya no tienes gracia.
    Que tu estilo casual y que tu desenfado
    resultan truculentos
    cuando se tienen más de treinta años,
    y que tu encantadora
    sonrisa de muchacho soñoliento
    —seguro de gustar— es un resto penoso,
    un intento patético.
    Mientras que tú me miras con tus ojos
    de verdadero huérfano, y me lloras
    y me prometes ya no hacerlo.

    Si no fueses tan puta!
    Y si yo supiese, hace ya tiempo,
    que tú eres fuerte cuando yo soy débil
    y que eres débil cuando me enfurezco...
    De tus regresos guardo una impresión confusa
    de pánico, de pena y descontento,
    y la desesperanza
    y la impaciencia y el resentimiento
    de volver a sufrir, otra vez más,
    la humillación imperdonable
    de la excesiva intimidad.

    A duras penas te llevaré a la cama,
    como quien va al infierno
    para dormir contigo.
    Muriendo a cada paso de impotencia,
    tropezando con muebles
    a tientas, cruzaremos el piso
    torpemente abrazados, vacilando
    de alcohol y de sollozos reprimidos.
    Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
    y la más innoble
    que es amarse a sí mismo!

    JGV


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    Jaime Gil de Biedma (1929-1990) Empty Re: Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

    Mensaje por Evangelina Valdez Vie 28 Oct 2016, 18:34

    Gracias Jefe por subirlo, así yo le sigo.

    Volver

    Mi recuerdo eran imágenes,
    en el instante, de ti:
    esa expresión y un matiz
    de los ojos, algo suave

    en la inflexión de la voz,
    y tus bostezos furtivos
    de lebrel que ha maldormido
    la noche en mi habitación.

    Volver, pasados los años,
    hacia la felicidad
    -para verse y recordar
    que yo también he cambiado.

    ----------------------

    Ruinas del Tercer Reich

    Todo pasó como él imaginara,
    allá en el frente de Smolensk.
    Y tú has envejecido -aunque sonrías
    wie einst, Lili Marlen.

    Nimbado por la niebla, igual que entonces,
    surge ante mí tu rostro encantador
    contra un fondo de carros de combate
    y de cruces gamadas en la Place Vendôme.

    En la barra del bar -ante una copa-
    plantada como cimbel,
    obscenamente tú sonríes.
    A quién, Lili Marlen?

    Por los rusos vencido y por los años,
    aún el irritado corazón
    te pide guerra. Y en las horas últimas
    de soledad y alcohol,

    enfurecida y flaca, con las uñas
    destrozas el pespunte de tu guante negro,
    tu viejo guante de manopla negro
    con que al partir dijiste adiós.

    --------------------

    Mañana de ayer, de hoy

    Es la lluvia sobre el mar.
    En la abierta ventana,
    contemplándola, descansas
    la sien en el cristal.

    Imagen de unos segundos,
    quieto en el contraluz
    tu cuerpo distinto, aún
    de la noche desnudo.

    Y te vuelves hacia mí,
    sonriéndome. Yo pienso
    en cómo ha pasado el tiempo,
    y te recuerdo así.

    ------------------------------

    Loca

    La noche, que es siempre ambigua,
    te enfurece -color
    de ginebra mala, son
    tus ojos unas bichas.

    Yo sé que vas a romper
    en insultos y en lágrimas
    histéricas. En la cama,
    luego, te calmaré

    con besos que me da pena
    dártelos. Y al dormir
    te apretarás contra mí
    como una perra enferma.

    ---------------------

    Himno a la juventud

    Heu! quantum per se candida forma valet!
    Propercio, II, 29, 30


    A qué vienes ahora,
    juventud,
    encanto descarado de la vida?
    ¿Qué te trae a la playa?
    Estábamos tranquilos los mayores
    y tú vienes a herirnos, reviviendo
    los más temibles sueños imposibles,
    tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.

    De las ondas surgida,
    toda brillos, fulgor, sensación pura
    y ondulaciones de animal latente,
    hacia la orilla avanzas
    con sonrosados pechos diminutos,
    con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
    oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
    y con la insinuación
    (tan propiamente tuya)
    del vientre dando paso al nacimiento
    de los muslos: belleza delicada,
    precisa e indecisa,
    donde posar la frente derramando lágrimas.

    Y te vemos llegar: figuración
    de un fabuloso espacio ribereño
    con toros, caracolas y delfines,
    sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
    aún trémula de gotas,
    deslumbrada de sol y sonriendo.

    Nos anuncias el reino de la vida,
    el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
    sin deseo enconado como un remordimiento
    -sin deseo de ti, sofisticada
    bestezuela infantil, en quien coinciden
    la directa belleza de la starlet
    y la graciosa timidez del príncipe.

    Aunque de pronto frunzas
    la frente que atormenta un pensamiento
    conmovedor y obtuso,
    y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
    entre mojadas mechas rubias
    la expresión melancólica de Antínoos,
    oh bella indiferente,
    por la playa camines como si no supieses
    que te siguen los hombres y los perros,
    los dioses y los ángeles
    y los arcángeles,
    los tronos, las abominaciones...


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