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Eduardo Moga (Barcelona, 14 de septiembre de 1962) es un poeta, traductor y crítico literario español, licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona.
Es autor de varios libros de poemas; el tercero, La luz oída, mereció el Premio Adonáis de Poesía en 1995, y con Insumisión recibió en Estados Unidos el International Latino Book Award en 2014.
Ha traducido a numerosos autores, entre ellos Frank O'Hara, Yoel Hoffmann, Évariste Parny, Carl Sandburg, Charles Bukowski, Richard Aldington, Billy Collins, Tess Gallagher, Ramon Llull, Arthur Rimbaud, William Faulkner, Walt Whitman, Penelope Fitzgerald, Evan S. Connell o Harold Norse.
Practica la crítica literaria en revistas como Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Revista de Occidente, Quimera, Turia, El Cuaderno, Ínsula y Nayagua, entre otros medios.
Codirigió la colección de poesía de DVD ediciones desde 2003 hasta 2012.
En 2016 fue nombrado director de la Editora Regional de Extremadura y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura en Extremadura. En abril de 2018 dimitió de su puesto.
En 2024 más de ochenta autores de España y América le dedicaron como homenaje el volumen misceláneo Mago Moga.
Mantiene el blog Corónicas de Españia (eduardomoga1.blogspot.com.es).
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Moga )
*
Algunos poemas de Eduardo Moga:
De La montaña hendida, Bassarai, 2002:
XIII. LA OCLUSIÓN ME LLAMA, VOZ OSCURA...
La oclusión me llama, voz oscura,
insistencia oscura,
................................irritación de insólitos hemisferios.
Me llaman las paredes y su voracidad,
y anochezco en sus flores inflexibles,
..............................................y remonto sus prohibiciones
como si una mano sonriente y amarga
..................me empujara hasta el otro lado de lo denso,
..................................................y saturo el asombrado albañal,
.............este ahora hembra, este sol ciego
en el centro,
.....................pero no alcanzo a traspasar su luz vacía.
Antes de amar tus heces
los cuerpos se abovedaban
para recibir la lluvia de los dientes,
.......................................se despojaban de su carne
.................para que fuera visible el latido.
....................................................Ahora veo tu interjección,
mis manos en tu mitad total,
la oquedad, niebla negra, en que fracaso,
............................................................la hedionda dulzura.
El dolor es un perro, el perro que soy,
el perro que sujeta tus pechos tumultuosos con sus patas humanas,
el jadeo mío y tuyo, entrelazados como palomas de barro,
el acto que extiende sobre nuestras soledades
..............................................................................su red violenta
.................El dolor es un disparo sucísimo, un coágulo
.......................................en forma de melena.
Resido, aún, en tu colon,
..................................en su dificultad.
............................................Y la piel, hostil, retrocede:
se ensancha en obstáculos, dilata lo invisible,
interminablemente complace
y ofende.
.................Entro, salgo, también de mí, como la noche,
..................................deprisa, como el látigo.
................................................Y tú me recibes, cáliz sombrío,
entregada a esta candente pasividad, a la plenitud minuciosa del recibir,
.............hasta que una luz, dentro, justifica, con su espuma,
..............................la ciénaga en que nos abrazamos.
XIX. LOS CUERPOS, ESFERAS, SE REÚNEN...
Los cuerpos, esferas, se reúnen.
Se unifica la saliva
...........................y circula
desde la migraña hasta el glande,
desde el sudor de la habitación
.......................................................hasta la flores más negras.
Somos la saliva que gira en los miembros numéricos,
.......................................................la saliva acoplada al vértigo.
..................Tu piel se adentra, se duplica,
cristaliza como el árbol,
.......................................ríe geológicamente,
...............y yo la persigo con mi piel, con la culata de la piel,
con la masticación que corona el latido.
.........Oigo el cuerpo,
.......................su tránsito de bulbos, su río haciéndote,
haciéndome,
.............erguido bajo tus piedras
................................................y tu consciencia.
No veo nada, salvo el círculo,
que es sol nocturno,
...................................sed de luto
...................que me procura íntimos intestinos
y penumbras blandas
..........................y besos transtornados.
Bebo, pues, bebemos,
coordinamos las glándulas,
nos bañamos en carne,
.......................................las baldosas son carne,
............................las pestañas son carne,
el edredón es carne,
..............y los líquidos en el límite de la fuga,
............................................y el estertor de las nalgas,
......................y el signo igual que componemos
en esta penumbra que conserva
...............................los enseres de nuestra soledad.
...............Qué rumor de vientres simultáneos.
Qué prisa de bocas
.........................extrayendo, culpables,
.........lo último de nuestro cuerpos.
Eduardo Moga (Barcelona, 14 de septiembre de 1962) es un poeta, traductor y crítico literario español, licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona.
Es autor de varios libros de poemas; el tercero, La luz oída, mereció el Premio Adonáis de Poesía en 1995, y con Insumisión recibió en Estados Unidos el International Latino Book Award en 2014.
Ha traducido a numerosos autores, entre ellos Frank O'Hara, Yoel Hoffmann, Évariste Parny, Carl Sandburg, Charles Bukowski, Richard Aldington, Billy Collins, Tess Gallagher, Ramon Llull, Arthur Rimbaud, William Faulkner, Walt Whitman, Penelope Fitzgerald, Evan S. Connell o Harold Norse.
Practica la crítica literaria en revistas como Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Revista de Occidente, Quimera, Turia, El Cuaderno, Ínsula y Nayagua, entre otros medios.
Codirigió la colección de poesía de DVD ediciones desde 2003 hasta 2012.
En 2016 fue nombrado director de la Editora Regional de Extremadura y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura en Extremadura. En abril de 2018 dimitió de su puesto.
En 2024 más de ochenta autores de España y América le dedicaron como homenaje el volumen misceláneo Mago Moga.
Mantiene el blog Corónicas de Españia (eduardomoga1.blogspot.com.es).
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Moga )
*
Algunos poemas de Eduardo Moga:
De La montaña hendida, Bassarai, 2002:
XIII. LA OCLUSIÓN ME LLAMA, VOZ OSCURA...
La oclusión me llama, voz oscura,
insistencia oscura,
................................irritación de insólitos hemisferios.
Me llaman las paredes y su voracidad,
y anochezco en sus flores inflexibles,
..............................................y remonto sus prohibiciones
como si una mano sonriente y amarga
..................me empujara hasta el otro lado de lo denso,
..................................................y saturo el asombrado albañal,
.............este ahora hembra, este sol ciego
en el centro,
.....................pero no alcanzo a traspasar su luz vacía.
Antes de amar tus heces
los cuerpos se abovedaban
para recibir la lluvia de los dientes,
.......................................se despojaban de su carne
.................para que fuera visible el latido.
....................................................Ahora veo tu interjección,
mis manos en tu mitad total,
la oquedad, niebla negra, en que fracaso,
............................................................la hedionda dulzura.
El dolor es un perro, el perro que soy,
el perro que sujeta tus pechos tumultuosos con sus patas humanas,
el jadeo mío y tuyo, entrelazados como palomas de barro,
el acto que extiende sobre nuestras soledades
..............................................................................su red violenta
.................El dolor es un disparo sucísimo, un coágulo
.......................................en forma de melena.
Resido, aún, en tu colon,
..................................en su dificultad.
............................................Y la piel, hostil, retrocede:
se ensancha en obstáculos, dilata lo invisible,
interminablemente complace
y ofende.
.................Entro, salgo, también de mí, como la noche,
..................................deprisa, como el látigo.
................................................Y tú me recibes, cáliz sombrío,
entregada a esta candente pasividad, a la plenitud minuciosa del recibir,
.............hasta que una luz, dentro, justifica, con su espuma,
..............................la ciénaga en que nos abrazamos.
XIX. LOS CUERPOS, ESFERAS, SE REÚNEN...
Los cuerpos, esferas, se reúnen.
Se unifica la saliva
...........................y circula
desde la migraña hasta el glande,
desde el sudor de la habitación
.......................................................hasta la flores más negras.
Somos la saliva que gira en los miembros numéricos,
.......................................................la saliva acoplada al vértigo.
..................Tu piel se adentra, se duplica,
cristaliza como el árbol,
.......................................ríe geológicamente,
...............y yo la persigo con mi piel, con la culata de la piel,
con la masticación que corona el latido.
.........Oigo el cuerpo,
.......................su tránsito de bulbos, su río haciéndote,
haciéndome,
.............erguido bajo tus piedras
................................................y tu consciencia.
No veo nada, salvo el círculo,
que es sol nocturno,
...................................sed de luto
...................que me procura íntimos intestinos
y penumbras blandas
..........................y besos transtornados.
Bebo, pues, bebemos,
coordinamos las glándulas,
nos bañamos en carne,
.......................................las baldosas son carne,
............................las pestañas son carne,
el edredón es carne,
..............y los líquidos en el límite de la fuga,
............................................y el estertor de las nalgas,
......................y el signo igual que componemos
en esta penumbra que conserva
...............................los enseres de nuestra soledad.
...............Qué rumor de vientres simultáneos.
Qué prisa de bocas
.........................extrayendo, culpables,
.........lo último de nuestro cuerpos.
Última edición por Pedro Casas Serra el Miér 19 Jun 2024, 13:38, editado 2 veces
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