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Miren Agur Meabe (Lequeitio, Vizcaya, 7 de octubre de 1962) es una escritora y traductora en eusera. Diplomada en Magisterio por la Escuela de Profesorado de Derio en la especialidad de Ciencias Sociales. Posteriormente se licenció en Filología Vasca. Trabajó varios años en la Ikastola Kirikirio de Bilbao. A partir de 1990 también ha dirigido la editorial Giltza-Edebé en el País Vasco. En la actualidad su trabajo está centrado en la traducción y la creación literaria. Como escritora su obra se desarrolla sobre todo en torno a la poesía y la literatura infantil y juvenil. A lo largo de su carrera ha sido galardonada con distintos premios. Varias de sus obras han sido traducidas al catalán, al español y al gallego. Desde el año 2006 es miembro colaborador de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia.
En 2021 fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía por "Nola gorde errautsa kolkoan" ("Cómo guardar ceniza en el pecho". Fue la primera vez que el galardón se otorgó a una obra escrita en esukera.
Trayectoria literaria
Su primer cuento, Uneka... Gaba, se publica en 1986. En esta obra, utilizando un lenguaje muy cercano a la lírica, ya se aprecian los rasgos característicos de su obra: el simbolismo y el concepto postmoderno del "momento": "el momento nos vive y solamente vivimos el momento". El yo y el momento nos envuelven.
Centrada en la poesía en 1991 gana el Concurso Literario del Ayuntamiento de Lasarte-Oria con la obra Oi hondarrezko emaikaitz. Es una colección de poemas en torno al mito de Penélope. La primera edición pasó desapercibida y volvió a editarse en la revista Idatz & Mintz del Instituto Labayru el año 1999. Varios de estos poemas se publicarán después en su libro de poesía más conocido: El código de la piel (Azalaren kodea, 2000).
En este trabajo, según se desprende de su poética, la autora intenta desarrollar una escritura basada en el cuerpo. Los títulos de las secciones del libro muestran las diferentes maneras de expresarse en relación con el cuerpo: Orbainak (Cicatrices), Tatuajeak (Tatuajes) y Kontraseinuak (Contrasignos). Utiliza un nuevo lenguaje de gestos y de amor. Sin embargo en Oharrak el estilo queda definido por la exactitud, la brevedad y la concreción.
Este nuevo vocabulario relacionado con el cuerpo de la mujer es un intento de comunicación a través de los gestos, a pesar de realizarse por medio de la palabra. La propia vida de la autora se encuentra en el inicio de los poemas, la cual transmite su mensaje a través de esos versos.
Miren Agur Meabe también aborda la literatura infantil y juvenil, sobre todo a partir del año 2000, y es el género con el que más reconocimiento ha obtenido, principalmente por la obtención del Premio Euskadi, Euskadi Saria en tres ocasiones, por las obras: La casa del Acantilado (Itsaslabarreko etxea, 2002): Se trata de un cuento de aventuras, con los ingredientes de la investigación y el miedo; Un año en el faro (Urtebete itsasargian, 2006), que proporciona una versión de la guerra civil desde el punto de vista de un muchacho. Incide en los pasajes de la vida de este y en su sensibilidad al vivirlos, sobre todo los relacionados con el amor. A diferencia de la obra de Joseba Sarrionaindia sobre el mismo tema, Miren Agur Meabe se dedica principalmente a destacar lo cotidiano; y La carretera (Errepidea).
En cuanto a la poesía juvenil se estrenó con ¿Qué es el amor, sino...? (Zer da, ba, maitasuna?) en 2008. Son poemas el amor.
El álbum Mila magnolia-lore (Mil flores de magnolio, 2010), en el que combina prosa y poesía, fue incluido en la Lista de Honor del IBBY.
Ha participado en encuentros literarios internacionales tales como el Dublin Festival Writers (2003), el VIII Congreso Internacional de Mujeres Poetas (Vitoria, 2005), el XXI Festival Literario de Vjlenica (Eslovenia, 2006), el Festival de Edimburgo en 2007, en el Instituto Cervantes de Viena (2008), o en los Basques Studies Centres de Santa Bárbara y Reno (2008) y la Feria de Frankfurt (2009), y algunos de sus textos han sido traducidos a otras lenguas y al Braill.
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Miren_Agur_Meabe )
*
Algunos poemas de Miren Agur Meabe:
De Espuma en las manos (Bitza eskuetan, 2010), traducción de la autora, Trea, 2017:
CASA GRIS
La vida no es más que ese destino ciego
escrito al otro lado de la niebla.
Xavier Lete
Ahora que la vida es girar sin retorno,
mirar de cara al frío, hablar a la ventisca,
montar y desmontar mecanos en la noche.
Ahora que me toca aventar las cortinas,
afilar bisturíes que sajen la neblina,
plegar las mortajas de los que son ya sombra.
Ahora que es mi nombre una esponja y un cuenco,
cada gesto tuyo es gotear de mercurio
y esto nuestro el asombro de una bomba triste
cayendo y cayendo encima del mar.
Si una gris telaraña viste mi gris cerebro,
si gris es mi vagina y grises mis huesos.
Ahora que los puentes y ahora que el humo,
ahora alas de mosca y plumas de paloma.
Ahora es mi colchón conquista de gusanos.
Ahora que me nacen en los pies goteras
y se enciende un jardín dentro de mis pasos.
Ahora que calculo lo oscuro del oro,
el corazón del hombre, voces de relojes.
Ahora soy creciente, cerrojo insumiso,
aullar de loba, espejo de arena,
entraña de fotos, níquel viejo, hiena.
Ahora es la palabra venda de mi herida.
Ahora es gasa gris esto de mi vida.
EL PACTO
los dos en esa ajada cama tuya
como libélulas en los hilos de la luz
pon tu brazo en mi cintura
un pretil para asomarme a la sima
no tengo ya veinte años
no se encuentra ya con quien hablar
y el precio del amor sale tan caro
di que nuestra aritmética tiene sus propias leyes
pregunta por qué crecí tan rápido y tan lejos
si es que has vivido sin desayunar mi nombre
o sin volver a ver en mi clítoris la lluvia
o sin notar la falta de mi ola en tu tabla
dame tus ojos un pedazo de cirio
que ahuyente a los buitres de este pozo
tómame como si fuera tu hija
consuélame del mundo
RETRATO
A veces seguir viviendo
es una costumbre idiota poco reflexionada.
José Luis Otamendi
el ruido me doblega en este bar
la sed teje un hilo de vocablos en los sesos
víspera de navidad vitoria siete grados bajo cero
un mendigo pidiendo una moneda
khol tanga piercing chicas
dentro de nada mi hijo no querrá darme más besos
dentro de nada ya no me vendrá la regla
quería yo ser mesonera o misionera
enseñar las tetas o enseñar el corazón
en la bóveda la noche red de nylon
todo lo gris coagula un aguafuerte
mi aliento hilvana un texto en una servilleta
sin reposo mi ojo errante en el anochecer indiferente
SEGUNDA VIDA
Pienso que la soledad es una puerta.
Marina Aoiz
Pasaron los años, casi veinte, y aún tu pecho
se ajustaba a mi espalda los domingos,
el reloj de cara a la pared por la mañana.
En la sala crecían violetas y pothos,
y en mi cintura igual, un anillo cada año:
nuestro reino sí que era de este mundo.
Te decía en voz baja, tanto te quería:
"Si algún día falto, busca a quien amar".
Te lo decía, tanto me querías.
Hoy no hay rincón en ti que adornar con un gesto;
ni yo tengo un vértice donde poner tu paz.
Cuánto trabajo en vano. Cuánto llanto tras el antifaz.
Elegimos muebles para toda la vida
y ahora quedamos para ver las astillas.
Hablamos del color absoluto sin paraqué y porqué.
Concertar el amor es empresa imposible.
Actuar crónicamente es la gran tentación:
enseñar a la conciencia a aceptar la humillación.
Mira de frente, aquí sólo cabe ya una palabra.
Entre nosotros, sólo el ojo que desprecia el ojo.
Mi llave sangra. Mis pisadas se graban en el barro.
Me asusta la memoria suelta en los desvanes.
El pasado es polilla que recuenta los años.
El futuro es un réquiem probando sus teorías.
Confesar felicidad desarma los rencores.
JARDIN BOTANIQUE
Todas las cosas llevan dentro de sí su tumba.
Es necesario caer
gravemente herido en la batalla.
Amar mucho. Sentir mucho. Ver elevarse
a la luna muchas noches
teniendo el alma a oscuras.
José Hierro
Para Joanes
Y aprendo también a abrir las manos
estas manos como hojas aserradas.
Me refiero a no atar el ciclo de los días,
a no restarte luz delos umbrales prohibidos.
Libero mis dedos de enciclopedia
pues tú ya estás atento, roble, zarzamora.
Cómo explicarte que el polvo se hace barro;
que la roca es grava; o vinagre el vino.
Si tienes el escaso peso de un pajarillo,
el delgado brillo del nácar en la arena.
No creas, mon bijoux, que se ama una vez sólo,
que no son más que nostalgia el resto de las siembras.
Tú imita al agua; cobíjate en caminos transparentes.
Ya captarás la angustia de las flores acrílicas.
Hijo, no sé qué jardín voy a dejarte.
Que sea verde sin filo en tu primavera
la maqueta rota de este invernadero.
SALMO
Mi cuerpo es un paréntesis
que admite aclaraciones
mi corazón una turmix de cuarenta y siete años
hago miu como las gaviotas
cuando me palpo los labios
ya lancé al puerto zas zas mis zapatos de hierro
yo no te quiero full time yo no te quiero full time
sólo you you you
al mirar tus manos grandes
tu boca y su pulpa al mirar tus lunares
no importan las palabras lo que importa es tu voz
y tu espuma y tu sal y tu leche importan
ya sabes que no es barato aparcar los andamios en la acera
ya sabes que la piel se hilacha por andar mucho descalzo
recórreme galopando recórreme a cuatro patas
saliva a cambio de saliva y en nuestra saliva talco
prepara un nido de helechos para dos en el bosque
donde el jabalí su huella donde su canción el grajo
donde las almendras y donde el vino blanco
donde una manta de cuadros y donde tu aliento tanto
dos alas de brezo explicando algo tus brazos
tú en mi sala tú en mi falda tú en mi espalda
tú esparciendo los dolores viejos+fresca herida regalando un nuevo dolor sordo
gloria y paz en la tierra por los siglos
nada más girar la esquina de la calle
se posó un pájaro en mi hombro gloria
un beso tuyo en mi hombro al alba
tú tan grande tú tan bueno tú tan bello
lumbre y yesca
gloria a ti bendito seas gracias a ti por ti postrada
oh mi gigante oh mi masai oh de mi isla eres el moai
VELLO PÚBICO
Domingo de un abril envenenado.
Te confesó, tu mano entre las suyas,
que estaría dispuesto a abrazarte,
que dijeses tú cuándo, que dijeses dónde.
Las hojas jugaban en aquella terraza,
No te amaba, eso dijo,
pero el deseo es otra historia,
y él sabía bien qué es el desierto.
Hoy te verá desnuda por primera vez.
Doblas las rodillas, agachas la cabeza.
Las tijeras firmes en tu mano, dudas.
Recortas un poco de vello.
Examinas los labios ya mojados.
Pelos blancos, canas.
Luego abres la puerta.
Entras en el cuarto.
Flores blancas, calas.
HABITACIÓN CON CALAS
Hace una semana ya que hablabais
en la cama ciega de un hotel.
Tus dedos repasaban despacio sus dedos,
trozos de carne como mástiles del mundo.
Había dos cuadros en el cuarto, pinturas de calas.
"Recuérdalo", te pidió, "para que recordemos".
Hoy buscas un rastro entre tus manos.
Escudriñas las palmas y no encuentras nada.
Recuerdas con precisión aquellas calas,
blancas y apretadas, como el retrato de las horas vacías.
AGUA DE LOS SUEÑOS
Agua en el teléfono tu voz.
Un vaso en la mesilla.
Me duermo mirándolo.
El agua inunda la cama.
Mi camisón rezuma
y navego hasta un faro
donde tú me escribes un e.mail.
Subject: "Agua, por favor".
(¿Será mi voz tu agua?)
Alargo la mano, cae el vaso:
cristales en el suelo,
repeticiones de tu nombre.
Me despido mojada.
SAL DE LOS SUEÑOS
Llovía en mis sueños
y los dos corríamos sobre el asfalto
(tú dos pasos por delante, como siempre).
Los semáforos se cerraban a mi altura;
tú te girabas y esperabas un momento
con tu montón de libros bajo el brazo.
Yo sudaba dentro de mi gabardina lila
(qué mala compra, me tiran las costuras)
y el brillo de las farolas en el suelo
me advertía "te vas a matar"
y yo, con la cabeza,
te decía "sigue, por mí no cambies tu agenda"
(mucho menos tu vida, por supuesto).
Mis zapatos negros cuesta abajo,
como dos ataúdes.
Oí entonces una voz.
Estaba prohibido mirar atrás, pero lo hice.
Via a un hombre caminar sobre las aguas.
Una barca, sus redes rebosantes.
Y a lo lejos, mi casa en llamas.
Sentí el aliento calcinante de la muerte.
Y como la mujer de Lot
me he quedado en las colinas de Sodoma
(en un solar, entre ratas y cacharros),
convertida en estatua de sal,
deshecha casi ya bajo la lluvia, y palpitando.
TOALLITAS ÍNTIMAS
Despertar con tus uñas en mi espalda, y reír porque eres tú.
Me quedaría contigo por saber cómo alzar
a cuatro manos las ruinas de la noche.
Girar en las sábanas, cerrados los ojos, abiertas las axilas.
Tras nuestros hombros, todo es un simple telón de fondo;
monosílabos en el paisaje, tú, yo.
Comer algas y heno de tu pecho con tu dedo en mi ombligo,
como un báculo, como un freno, como un lápiz.
Si pudiera dormir y vigilarte, cantar y nadar al mismo tiempo.
Limpiar la sangre del adiós con toallitas, coger tu nombre con los ojos,
dejar secar al aire las ropas de saliva que me haces.
Lograr la caricia y el frescor, después de todo.
Miren Agur Meabe (Lequeitio, Vizcaya, 7 de octubre de 1962) es una escritora y traductora en eusera. Diplomada en Magisterio por la Escuela de Profesorado de Derio en la especialidad de Ciencias Sociales. Posteriormente se licenció en Filología Vasca. Trabajó varios años en la Ikastola Kirikirio de Bilbao. A partir de 1990 también ha dirigido la editorial Giltza-Edebé en el País Vasco. En la actualidad su trabajo está centrado en la traducción y la creación literaria. Como escritora su obra se desarrolla sobre todo en torno a la poesía y la literatura infantil y juvenil. A lo largo de su carrera ha sido galardonada con distintos premios. Varias de sus obras han sido traducidas al catalán, al español y al gallego. Desde el año 2006 es miembro colaborador de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia.
En 2021 fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía por "Nola gorde errautsa kolkoan" ("Cómo guardar ceniza en el pecho". Fue la primera vez que el galardón se otorgó a una obra escrita en esukera.
Trayectoria literaria
Su primer cuento, Uneka... Gaba, se publica en 1986. En esta obra, utilizando un lenguaje muy cercano a la lírica, ya se aprecian los rasgos característicos de su obra: el simbolismo y el concepto postmoderno del "momento": "el momento nos vive y solamente vivimos el momento". El yo y el momento nos envuelven.
Centrada en la poesía en 1991 gana el Concurso Literario del Ayuntamiento de Lasarte-Oria con la obra Oi hondarrezko emaikaitz. Es una colección de poemas en torno al mito de Penélope. La primera edición pasó desapercibida y volvió a editarse en la revista Idatz & Mintz del Instituto Labayru el año 1999. Varios de estos poemas se publicarán después en su libro de poesía más conocido: El código de la piel (Azalaren kodea, 2000).
En este trabajo, según se desprende de su poética, la autora intenta desarrollar una escritura basada en el cuerpo. Los títulos de las secciones del libro muestran las diferentes maneras de expresarse en relación con el cuerpo: Orbainak (Cicatrices), Tatuajeak (Tatuajes) y Kontraseinuak (Contrasignos). Utiliza un nuevo lenguaje de gestos y de amor. Sin embargo en Oharrak el estilo queda definido por la exactitud, la brevedad y la concreción.
Este nuevo vocabulario relacionado con el cuerpo de la mujer es un intento de comunicación a través de los gestos, a pesar de realizarse por medio de la palabra. La propia vida de la autora se encuentra en el inicio de los poemas, la cual transmite su mensaje a través de esos versos.
Miren Agur Meabe también aborda la literatura infantil y juvenil, sobre todo a partir del año 2000, y es el género con el que más reconocimiento ha obtenido, principalmente por la obtención del Premio Euskadi, Euskadi Saria en tres ocasiones, por las obras: La casa del Acantilado (Itsaslabarreko etxea, 2002): Se trata de un cuento de aventuras, con los ingredientes de la investigación y el miedo; Un año en el faro (Urtebete itsasargian, 2006), que proporciona una versión de la guerra civil desde el punto de vista de un muchacho. Incide en los pasajes de la vida de este y en su sensibilidad al vivirlos, sobre todo los relacionados con el amor. A diferencia de la obra de Joseba Sarrionaindia sobre el mismo tema, Miren Agur Meabe se dedica principalmente a destacar lo cotidiano; y La carretera (Errepidea).
En cuanto a la poesía juvenil se estrenó con ¿Qué es el amor, sino...? (Zer da, ba, maitasuna?) en 2008. Son poemas el amor.
El álbum Mila magnolia-lore (Mil flores de magnolio, 2010), en el que combina prosa y poesía, fue incluido en la Lista de Honor del IBBY.
Ha participado en encuentros literarios internacionales tales como el Dublin Festival Writers (2003), el VIII Congreso Internacional de Mujeres Poetas (Vitoria, 2005), el XXI Festival Literario de Vjlenica (Eslovenia, 2006), el Festival de Edimburgo en 2007, en el Instituto Cervantes de Viena (2008), o en los Basques Studies Centres de Santa Bárbara y Reno (2008) y la Feria de Frankfurt (2009), y algunos de sus textos han sido traducidos a otras lenguas y al Braill.
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Miren_Agur_Meabe )
*
Algunos poemas de Miren Agur Meabe:
De Espuma en las manos (Bitza eskuetan, 2010), traducción de la autora, Trea, 2017:
CASA GRIS
La vida no es más que ese destino ciego
escrito al otro lado de la niebla.
Xavier Lete
Ahora que la vida es girar sin retorno,
mirar de cara al frío, hablar a la ventisca,
montar y desmontar mecanos en la noche.
Ahora que me toca aventar las cortinas,
afilar bisturíes que sajen la neblina,
plegar las mortajas de los que son ya sombra.
Ahora que es mi nombre una esponja y un cuenco,
cada gesto tuyo es gotear de mercurio
y esto nuestro el asombro de una bomba triste
cayendo y cayendo encima del mar.
Si una gris telaraña viste mi gris cerebro,
si gris es mi vagina y grises mis huesos.
Ahora que los puentes y ahora que el humo,
ahora alas de mosca y plumas de paloma.
Ahora es mi colchón conquista de gusanos.
Ahora que me nacen en los pies goteras
y se enciende un jardín dentro de mis pasos.
Ahora que calculo lo oscuro del oro,
el corazón del hombre, voces de relojes.
Ahora soy creciente, cerrojo insumiso,
aullar de loba, espejo de arena,
entraña de fotos, níquel viejo, hiena.
Ahora es la palabra venda de mi herida.
Ahora es gasa gris esto de mi vida.
EL PACTO
los dos en esa ajada cama tuya
como libélulas en los hilos de la luz
pon tu brazo en mi cintura
un pretil para asomarme a la sima
no tengo ya veinte años
no se encuentra ya con quien hablar
y el precio del amor sale tan caro
di que nuestra aritmética tiene sus propias leyes
pregunta por qué crecí tan rápido y tan lejos
si es que has vivido sin desayunar mi nombre
o sin volver a ver en mi clítoris la lluvia
o sin notar la falta de mi ola en tu tabla
dame tus ojos un pedazo de cirio
que ahuyente a los buitres de este pozo
tómame como si fuera tu hija
consuélame del mundo
RETRATO
A veces seguir viviendo
es una costumbre idiota poco reflexionada.
José Luis Otamendi
el ruido me doblega en este bar
la sed teje un hilo de vocablos en los sesos
víspera de navidad vitoria siete grados bajo cero
un mendigo pidiendo una moneda
khol tanga piercing chicas
dentro de nada mi hijo no querrá darme más besos
dentro de nada ya no me vendrá la regla
quería yo ser mesonera o misionera
enseñar las tetas o enseñar el corazón
en la bóveda la noche red de nylon
todo lo gris coagula un aguafuerte
mi aliento hilvana un texto en una servilleta
sin reposo mi ojo errante en el anochecer indiferente
SEGUNDA VIDA
Pienso que la soledad es una puerta.
Marina Aoiz
Pasaron los años, casi veinte, y aún tu pecho
se ajustaba a mi espalda los domingos,
el reloj de cara a la pared por la mañana.
En la sala crecían violetas y pothos,
y en mi cintura igual, un anillo cada año:
nuestro reino sí que era de este mundo.
Te decía en voz baja, tanto te quería:
"Si algún día falto, busca a quien amar".
Te lo decía, tanto me querías.
Hoy no hay rincón en ti que adornar con un gesto;
ni yo tengo un vértice donde poner tu paz.
Cuánto trabajo en vano. Cuánto llanto tras el antifaz.
Elegimos muebles para toda la vida
y ahora quedamos para ver las astillas.
Hablamos del color absoluto sin paraqué y porqué.
Concertar el amor es empresa imposible.
Actuar crónicamente es la gran tentación:
enseñar a la conciencia a aceptar la humillación.
Mira de frente, aquí sólo cabe ya una palabra.
Entre nosotros, sólo el ojo que desprecia el ojo.
Mi llave sangra. Mis pisadas se graban en el barro.
Me asusta la memoria suelta en los desvanes.
El pasado es polilla que recuenta los años.
El futuro es un réquiem probando sus teorías.
Confesar felicidad desarma los rencores.
JARDIN BOTANIQUE
Todas las cosas llevan dentro de sí su tumba.
Es necesario caer
gravemente herido en la batalla.
Amar mucho. Sentir mucho. Ver elevarse
a la luna muchas noches
teniendo el alma a oscuras.
José Hierro
Para Joanes
Y aprendo también a abrir las manos
estas manos como hojas aserradas.
Me refiero a no atar el ciclo de los días,
a no restarte luz delos umbrales prohibidos.
Libero mis dedos de enciclopedia
pues tú ya estás atento, roble, zarzamora.
Cómo explicarte que el polvo se hace barro;
que la roca es grava; o vinagre el vino.
Si tienes el escaso peso de un pajarillo,
el delgado brillo del nácar en la arena.
No creas, mon bijoux, que se ama una vez sólo,
que no son más que nostalgia el resto de las siembras.
Tú imita al agua; cobíjate en caminos transparentes.
Ya captarás la angustia de las flores acrílicas.
Hijo, no sé qué jardín voy a dejarte.
Que sea verde sin filo en tu primavera
la maqueta rota de este invernadero.
SALMO
Mi cuerpo es un paréntesis
que admite aclaraciones
mi corazón una turmix de cuarenta y siete años
hago miu como las gaviotas
cuando me palpo los labios
ya lancé al puerto zas zas mis zapatos de hierro
yo no te quiero full time yo no te quiero full time
sólo you you you
al mirar tus manos grandes
tu boca y su pulpa al mirar tus lunares
no importan las palabras lo que importa es tu voz
y tu espuma y tu sal y tu leche importan
ya sabes que no es barato aparcar los andamios en la acera
ya sabes que la piel se hilacha por andar mucho descalzo
recórreme galopando recórreme a cuatro patas
saliva a cambio de saliva y en nuestra saliva talco
prepara un nido de helechos para dos en el bosque
donde el jabalí su huella donde su canción el grajo
donde las almendras y donde el vino blanco
donde una manta de cuadros y donde tu aliento tanto
dos alas de brezo explicando algo tus brazos
tú en mi sala tú en mi falda tú en mi espalda
tú esparciendo los dolores viejos+fresca herida regalando un nuevo dolor sordo
gloria y paz en la tierra por los siglos
nada más girar la esquina de la calle
se posó un pájaro en mi hombro gloria
un beso tuyo en mi hombro al alba
tú tan grande tú tan bueno tú tan bello
lumbre y yesca
gloria a ti bendito seas gracias a ti por ti postrada
oh mi gigante oh mi masai oh de mi isla eres el moai
VELLO PÚBICO
Domingo de un abril envenenado.
Te confesó, tu mano entre las suyas,
que estaría dispuesto a abrazarte,
que dijeses tú cuándo, que dijeses dónde.
Las hojas jugaban en aquella terraza,
No te amaba, eso dijo,
pero el deseo es otra historia,
y él sabía bien qué es el desierto.
Hoy te verá desnuda por primera vez.
Doblas las rodillas, agachas la cabeza.
Las tijeras firmes en tu mano, dudas.
Recortas un poco de vello.
Examinas los labios ya mojados.
Pelos blancos, canas.
Luego abres la puerta.
Entras en el cuarto.
Flores blancas, calas.
HABITACIÓN CON CALAS
Hace una semana ya que hablabais
en la cama ciega de un hotel.
Tus dedos repasaban despacio sus dedos,
trozos de carne como mástiles del mundo.
Había dos cuadros en el cuarto, pinturas de calas.
"Recuérdalo", te pidió, "para que recordemos".
Hoy buscas un rastro entre tus manos.
Escudriñas las palmas y no encuentras nada.
Recuerdas con precisión aquellas calas,
blancas y apretadas, como el retrato de las horas vacías.
AGUA DE LOS SUEÑOS
Agua en el teléfono tu voz.
Un vaso en la mesilla.
Me duermo mirándolo.
El agua inunda la cama.
Mi camisón rezuma
y navego hasta un faro
donde tú me escribes un e.mail.
Subject: "Agua, por favor".
(¿Será mi voz tu agua?)
Alargo la mano, cae el vaso:
cristales en el suelo,
repeticiones de tu nombre.
Me despido mojada.
SAL DE LOS SUEÑOS
Llovía en mis sueños
y los dos corríamos sobre el asfalto
(tú dos pasos por delante, como siempre).
Los semáforos se cerraban a mi altura;
tú te girabas y esperabas un momento
con tu montón de libros bajo el brazo.
Yo sudaba dentro de mi gabardina lila
(qué mala compra, me tiran las costuras)
y el brillo de las farolas en el suelo
me advertía "te vas a matar"
y yo, con la cabeza,
te decía "sigue, por mí no cambies tu agenda"
(mucho menos tu vida, por supuesto).
Mis zapatos negros cuesta abajo,
como dos ataúdes.
Oí entonces una voz.
Estaba prohibido mirar atrás, pero lo hice.
Via a un hombre caminar sobre las aguas.
Una barca, sus redes rebosantes.
Y a lo lejos, mi casa en llamas.
Sentí el aliento calcinante de la muerte.
Y como la mujer de Lot
me he quedado en las colinas de Sodoma
(en un solar, entre ratas y cacharros),
convertida en estatua de sal,
deshecha casi ya bajo la lluvia, y palpitando.
TOALLITAS ÍNTIMAS
Despertar con tus uñas en mi espalda, y reír porque eres tú.
Me quedaría contigo por saber cómo alzar
a cuatro manos las ruinas de la noche.
Girar en las sábanas, cerrados los ojos, abiertas las axilas.
Tras nuestros hombros, todo es un simple telón de fondo;
monosílabos en el paisaje, tú, yo.
Comer algas y heno de tu pecho con tu dedo en mi ombligo,
como un báculo, como un freno, como un lápiz.
Si pudiera dormir y vigilarte, cantar y nadar al mismo tiempo.
Limpiar la sangre del adiós con toallitas, coger tu nombre con los ojos,
dejar secar al aire las ropas de saliva que me haces.
Lograr la caricia y el frescor, después de todo.
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