DIARIO DE EL CHE
Fuente: Centro de Estudios Che Guevara
Diario del Che en Bolivia Noviembre 1966-Octubre 1967
CONT.
. 22 de julio. Salimos temprano, con abundante carga en hombros y animales y la intención de despistar a todo el mundo sobre la realidad de nuestra presencia. Dejamos el camino que conduce a Moroco y tomamos el de la laguna. A uno o dos kilómetros al sur. Desgraciadamente, ignorábamos el resto y debimos mandar exploradores, en el interín, Mancilla y el muchacho Paniagua aparecieron por la laguna campeando ganado. Fueron apercibidos de no decir nada pero ya la cosa es muy distinta. Caminamos un par de horas durmiendo a la vera de un arroyo que tiene una senda hacia el sureste, siguiendo su curso y otras menos marcadas al sur. La radio trae la noticia de que la mujer de Bustos (Pelao) confirma que me vio aquí, pero dice que vino con otras intenciones. h-640 ms. 23 de julio. Permanecimos en el mismo campamento mientras se mandaban exploraciones por los dos caminos posibles. Uno de ellos conduce al Río Seco, en un punto en que ya el Piray le da sus aguas y todavía no las absorbe la arena, es decir, entre la emboscada que pusimos y Florida; el otro conduce a una tapera a unas 2-3 horas de camino y, según Miguel, que hizo la exploración, de allí es posible salir al Rosita. Mañana tomaremos ese camino, que puede ser uno de Melgar, según los cuentos hechos por éste a Coco y Julio. 24 de julio. Caminamos unas 3 horas siguiendo la senda explorada, la que nos hizo trasponer alturas de 1,000 ms., acampando a 940 ms., a la orilla de un arroyo. Aquí se acaban los caminos y el día de mañana íntegro debe dedicarse a la búsqueda de la mejor salida. Aquí hay una serie de chacos en producción que indican su relación con Florida; podría ser el lugar llamado Canalones. Estamos tratando de descifrar un largo mensaje de Manila. Raúl habló a la promoción de oficiales de la Escuela Máximo Gómez y, entre otras cosas, refutó las calificaciones de los checos sobre el artículo de los Vietnam. Los amigos me llaman un nuevo Bakunin, y se lamentan de la sangre derramada y de la que se derramaría en caso de 3 ó 4 Vietnams. 25 de julio. Pasamos el día en reposo, mandando 3 parejas a explorar diversos puntos, Coco, Benigno y Miguel fueron los encargados de hacerlo. Coco y Benigno desembocaron al mismo lugar y de allí se puede tomar el camino a Moroco. Miguel informó que el arroyo sale, con toda seguridad, al Rosita y que se puede caminar por él aunque haciendo camino a base de machete. Se informa de dos acciones, una en Taperas y otra en San Juan del Potrero, que no pueden haber sido hechas por el mismo grupo y surge la incógnita sobre su existencia real o la veracidad de los hechos. 26 de julio. Benigno, Camba y Urbano fueron comisionados para hacer un camino por el arroyo, huyéndole a Moroco, el resto del personal quedó en el campamento y el centro hizo una emboscada atrás. Sin novedad. Las noticias de la acción de San Juan del Potrero fueron difundidas por las radios extranjeras con pelos y señales: captura de 15 soldados y un coronel, despojo y libertad, nuestra técnica. Ese punto está al otro lado del camino carretero. Cochabamba-Santa Cruz. Por la noche di una pequeña charla sobre el significado del 26 de Julio; rebelión contra las oligarquías y contra los dogmas revolucionarios. Fidel le dio su pequeña mención a Bolivia. 27 de julio. Teníamos todo listo para salir y la gente de la emboscada había recibido orden de hacerlo automáticamente a las 11, cuando llegó Willy, faltando pocos minutos para esa hora, anunciando que estaba el ejército; fueron para allá el mismo Willi, Ricardo, Inti, Chino, León, Eustaquio, los que junto con Antonio, Arturo y Chapaco(1) hicieron la acción. Esta se desarrolló así: 8 soldados aparecieron en la cresta, caminaron hacia el sur, siguiendo un caminito viejo y retornaron, tirando algunos morterazos, haciendo señas con un trapo. En algún momento se escuchó el llamado a un tal Melgar(2), que podría ser el de Florida. Luego de descansar un rato, 8 soldaditos emprendieron la marcha hacia la emboscada. Sólo cayeron en ella 4, pues el resto venía un poco reposado; hay 3 muertos seguros y el cuarto probable, pero de todas maneras, herido. Nos retiramos sin quitarle armas y equipo por lo difícil que se hacía el rescate y salimos arroyo abajo. Luego de la confluencia con otro cañoncito se hizo una nueva emboscada, los caballos avanzaron hasta donde llega el camino. El asma me trató duro y se van acabando los míseros calmantes. h-800 m. (1) Julio Arana Campero (Chapaco o Luis). Boliviano. Así se les llama en ese país a los oriundos del departamento de Tarija. (2) Antonio Melgar. Estafeta del Ejército de Bolivia, muerto en combate. 28 de julio. Se mandó a Coco, con Pacho, Raúl y Aniceto a cubrir la desembocadura del río que pensamos es el Suspiro. Se caminó poco, abriendo camino por un cañón bastante cerrado. Acampamos separados de la vanguardia, pues Miguel avanzó demasiado para la posibilidad de los caballos que se hunden en la arena o sufren por las piedras. h-760 m. 29 de julio. Seguimos caminando por un cañón que baja hacia el sur con buenos refugios a los costados en zona de bastante agua. A las 16 aproximadamente nos encontramos con Pablito, quien avisó que estábamos en la desembocadura del Suspiro sin novedad; creí por un momento que ese cañón no era el del Suspiro, por la mantenida dirección sur, pero en la última vuelta, viró al oeste y desembocó en el Rosita. A las 16:30 aproximadamente llegó la retaguardia y decidí seguir viaje para alejarnos de la desembocadura pero no me animé a exigir el esfuerzo necesario para llegar más allá del chaco de Paulino e hicimos campamento a orillas del camino, a una hora de marcha de la desembocadura del Suspiro. Por la noche di la palabra al Chino para que se refiriera a la independencia de su patria, el 28 de julio, y luego expliqué por qué este campamento estaba mal situado, dando la orden de levantarse a las 5 y partir a tomar el chaco de Paulino. Radio Habana informó de una emboscada en la que cayeron algunos efectivos del ejército, que fueron rescatados en helicóptero, pero no se oyó bien. 30 de julio. El asma me apuró bastante y estuve toda la noche despierto. A las 4.30, cuando Moro estaba haciendo el café, avisó que veía una linterna cruzando el río, Miguel, que estaba despierto por hacer camino de posta, y Moro fueron a detener a los caminantes. Desde la cocina oí el diálogo así: Oiga, ¿quién es? Destacamento Trinidad. Allí mismo la balacera. Enseguida Miguel traía un M-1 y una canana de un herido y la noticia de que eran 21 hombres en camino hacia Abapó y en Moroco había 150. Se les hicieron otras bajas no muy bien precisadas en la confusión reinante. Los caballos tardaron mucho en ser cargados y el Negro se perdió con el hacha y un mortero que se le había ocupado al enemigo. Ya eran cerca de las 6 y todavía se perdió más tiempo porque se cayeron algunas cargas. Resultado final fue que ya en los últimos cruces estábamos bajo el fuego de los soldaditos quienes se envalentonaron. La hermana de Paulino estaba en su chaco y con gran tranquilidad, nos recibió, informando que todos los hombres de Moroco habían sido apresados y estaban en la Paz. Apuré a la gente y pasé con Pombo, nuevamente bajo el fuego, el cañón del río donde se acaba el camino y por ende, se puede organizar la resistencia. Mandé a Miguel con Coco y Julio a que tomaran la delantera mientras yo espoleaba la caballería. Cubriendo la retirada quedaban 7 hombres de la vanguardia, 4 de la retaguardia y Ricardo, que se rezagó para reforzar la defensa. Benigno, con Darío, Pablo y Camba, estaba en la margen derecha; el resto venía por la izquierda. Acababa de dar la orden de descanso, en la primera posición aceptable, cuando llegó Camba con la noticia de que habían caído Ricardo y Aniceto, cruzando el río; envié a Urbano con el Ñato y León con dos caballos y mandé a buscar a Miguel y Julio, dejando a Coco de posta hacia adelante. Esos pasaron sin recibir instrucciones mías y, a poco, Camba de nuevo con la noticia de que los habían sorprendido junto con Miguel y Julio que habían avanzado mucho los soldados y que aquél había retrocedido y esperaba instrucciones. Le reenvié al Camba más Eustaquio y quedamos sólo Inti, Pombo, Chino y yo. A las 13 mandé a buscar a Miguel dejando a Julio de posta adelantada y me retiré con el grupo de hombres y los caballos. Cuando llegaba a la altura de la posta de Coco, nos alcanzaron con la noticia de que habían aparecido todos los sobrevivientes, Raúl estaba muerto y Ricardo y Pacho heridos. Las cosas sucedieron así: Ricardo y Aniceto cruzaron imprudentemente por el limpio e hirieron al primero. Antonio organizó una línea de fuego y entre Arturo, Aniceto y Pacho lo rescataron, pero hirieron a Pacho y mataron a Raúl de un balazo en la boca. La retirada se hizo dificultosamente, arrastrando a los dos heridos y con poca colaboración de Willi y Chapaco, sobre todo de este último. Luego se le juntaron Urbano y su grupo con los caballos y Benigno con su gente, dejando desguarnecida la otra ala por la que avanzaron sorprendiendo a Miguel. Tras una penosa marcha por el monte, salieron al río y se nos unieron. Pacho venía a caballo, pero Ricardo no podía montar y hubo que traerlo en hamaca. Envié a Miguel, con Pablito, Darío, Coco y Aniceto a que tomara la desembocadura del primer arroyo, en la margen derecha, mientras nosotros curábamos los heridos. Pacho tiene una herida superficial que le atraviesa las nalgas y la piel de los testículos, pero Ricardo estaba muy grave y el último plasma se había perdido en la mochila de Willi. A las 22 murió Ricardo y lo enterramos cerca del río, en un lugar bien oculto, para que no lo localicen los guardias. 31 de julio. A las 4 salimos por el río y, luego de cruzar un atajo, nos largamos río abajo sin dejar huellas, llegando por la mañana al arroyo donde estaba emboscado Miguel que no había entendido la orden y dejó huellas. Caminamos río arriba unos 4 kilómetros y nos metimos al monte, borrando huellas de nuestro paso y acampando cerca de un afluente del arroyo. Por la noche expliqué los errores de la acción: 1º Mal situado el campamento; 2º mal uso del tiempo, lo que les permitió tirotearnos; 3º exceso de confianza que hace caer a Ricardo y luego a Raúl en el rescate; 4º falta de decisión para salvar toda la impedimenta. Se pierden 11 mochilas con medicamentos, prismáticos y algunos útiles conflictivos, como la grabadora en que se copian los mensajes de Manila, el libro de Debray anotado por mí y un libro de Trotsky, sin contar el caudal político que significa para el gobierno esa captura y la confianza que le da a los soldados. Calculamos unos 2 muertos y hasta 5 heridos de ellos, pero hay dos noticias contradictorias: una, del ejército, reconociendo 4 muertos y 4 heridos el día 28, y otra de Chile, habla de 6 heridos y 3 muertos del 30. El Ejército da después otro parte en que anuncia la toma de un cadáver y que un subteniente está fuera de peligro. De nuestros muertos, Raúl no puede ser casi catalogado, dada su introspección; era poco combativo y poco trabajador, pero se le notaba constantemente interesado en problemas políticos, aunque no hacía nunca preguntas. Ricardo era el más indisciplinado del grupo cubano y el que menos decisión tenía frente al sacrificio cotidiano pero era un extraordinario combatiente y un viejo compañero de aventuras en el primer fracaso de Segundo, en el Congo y ahora aquí. Es otra pérdida sensible por su calidad. Somos 22, entre ellos, dos heridos, Pacho y Pombo, y yo, con el asma a todo vapor. Análisis del mes. Se mantienen los puntos negativos del mes anterior, a saber: imposibilidad de contacto con Joaquín y con el exterior y la pérdida de hombres, ahora somos 22, con 3 baldados, incluyéndome a mí, lo que disminuye la movilidad. Hemos tenido 3 encuentros, incluyendo la toma de Samaipata, ocasionándole al Ejército unos 7 muertos y 10 heridos, cifras aproximadas de acuerdo con partes confusos. Nosotros perdimos dos hombres y un herido. Las características más importantes son: 1) Sigue la falta total de contacto. 2) Sigue sintiéndose la falta de incorporación campesina aunque hay algunos síntomas alentadores en la recepción que nos hicieron viejos conocidos campesinos. 3) La leyenda de las guerrillas adquiere dimensiones continentales; Onganía(1) cierra fronteras y el Perú toma precauciones. 4) Fracasó la tentativa de contacto a través de Paulino. 5) La moral y experiencia de lucha de la guerrilla aumenta en cada combate: quedan flojos Camba y Chapaco. 6) El ejército sigue sin dar pie con bola, pero hay unidades que parecen más combativas. 7) La crisis política se acentúa en el gobierno, pero E.U. está dando pequeños créditos que son una gran ayuda a nivel boliviano con lo que atempera el descontento. Las tareas más urgentes son: Restablecer los contactos, incorporar combatientes y lograr medicinas. (1) Juan Carlos Onganía, militar argentino que derrocó a Arturo Illía en 1966 y a través de un golpe de Estado, ocupó la presidencia de Argentina.
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