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Jaime Sáenz (La Paz, 8 de octubre de 1921 – 16 de agosto de 1986) fue escritor, poeta, novelista, periodista, ensayista, dibujante, dramaturgo y docente boliviano, más conocido por su obra como narrador y poeta.
Nació y vivió en la ciudad de La Paz, escenario permanente y trasfondo de su obra. Es reconocido como uno de los autores más importantes de la literatura boliviana, tanto su vida como su obra marcaron profundamente el espacio cultural boliviano del siglo XX. Existen numerosos estudios académicos sobre su obra, así como traducciones de la misma al inglés, italiano y alemán.
Biografía:
Sáenz nació el 8 de octubre de 1921 en La Paz. Su padre era el teniente coronel del ejército boliviano Gerónimo Sáenz Rivero y su madre Gabriela Guzmán Lazarte. Su formación humanística y artística la inició en La Paz, donde realizó sus estudios primarios en la escuela Muñoz desde 1926, mientras que los estudios secundarios los realizó en el Instituto Americano de La Paz hasta 1937.
Sáenz viajó a Alemania en 1938 con algunos compañeros de colegio y con cadetes de la Escuela Militar de Bolivia. Fue en Europa donde su personalidad fue cultivada con los filósofos Arthur Schopenhauer, Hegel, Martin Heidegger y los escritores Thomas Mann, William Blake y Franz Kafka; en cuanto a sus gustos musicales estaban Richard Wagner y Anton Bruckner.
En 1939 retornó a Bolivia y desde 1941 trabajó en el Ministerio de Defensa y luego en el Ministerio de Hacienda. En 1941 trabajó en el Departamento de Comunicaciones de la Embajada de Estados Unidos. Dos años después conoció a Erika [su apellido no está documentado], con quien contrajo matrimonio, y en 1947 tuvieron una hija a la que llamaron Jourlaine. En 1948, debido a las constantes recaídas dipsómanas de Sáenz, Erika y su hija retornaron a Alemania . En 1944 salió el primer número de su revista Cornamusa. En 1955 publicó El escalpelo y en 1957 Muerte por el tacto. También publicó esos años Aniversario de una visión (1960), Visitante profundo (1964) y el primer número de su revista, "Vertical", se publicó (1965). Para 1967 publicó El frío, y la galería Arca expuso sus dibujos de calaveras.
En 1967 se hizo amigo de Carlos Alfredo Rivera, con quien compartió una amistad muy especial, tanto que se llega a decir que es al Dr. Rivera a quien únicamente Sáenz hacía caso. Por esta misma razón, Rivera le prohibió beber. Pero no fue sino hasta después de dos crisis de delirium tremens y semanas antes de su muerte que Sáenz acató la orden.
Sáenz y la cátedra
En 1970 obtuvo la cátedra de Literatura Boliviana con una disertación sobre Alcides Arguedas en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. En 1974 presentó una obra teatral poética llamada La noche del viernes y un libreto de ópera llamado Perdido viajero.
Con el apoyo de docentes, e invitado por algunos alumnos, Sáenz abrió un Taller de Poesía en la Carrera de Literatura de la UMSA en 1978. Este mismo año publicó Imágenes paceñas.
Una exposición notable fue de "Calaveras", en la cual presentó cerca de veinte cuadros: Calavera que resistía a ser calavera, Calavera con dolor de muelas, Calavera en vitrina, Calavera desnutrida, Calavera en desgracia, Calavera de un muerto y otras calaveras de ingeniosa presentación.
Los Talleres Krupp
Las veladas nocturnas con Jaime Sáenz se desarrollaron durante años y hasta el momento de su muerte fueron un espacio marginal y rebelde de rico intercambio intelectual. Los famosos “Talleres Krupp”, la habitación donde Sáenz recibía a sus visitas, se convirtieron en una institución, donde la edición de revistas literarias, el juego de dados, la música de Anton Bruckner o de Simeón Roncal, las charlas sobre Milarepa y las lecturas de poemas fueron la tónica permanente.
Influencia
Se puede decir que muy pocos representantes de la literatura, la música o la pintura contemporánea en Bolivia han dejado de tener alguna relación o influencia de Sáenz. Incluso su importancia se ha sentido en las nuevas generaciones de videastas y cineastas.
Tal vez lo que más llamó la atención, sobre todo a gente joven, fue el aspecto romántico de su estilo de vida, reflejado en su horario de trabajo y de vida social: dormir en el día y vivir de noche.
Sáenz, el alcohol y su muerte
La fascinación por la muerte fue algo vivencial para Sáenz. Como él mismo relata en su libro más autobiográfico, La piedra imán (1989), visitar la morgue para contemplar los muertos fue una de las extravagantes actividades de su juventud. Pero en este acto se debe ver no solo necrofilia, sino una obsesión por comprender vida y muerte como una unidad, que viene a ser lo que él llamó, con mayúsculas, "La Verdadera Vida".
Precisamente, en la oscuridad, en un cuerpo que está dejando de ser cuerpo, en un alma que se ve inseparable de su cadáver, Sáenz afirma haber llegado a la verdadera vida, lo que es, al mismo tiempo, acceso al conocimiento trascendental al que aspira:
“Mientras viva, el hombre no podrá comprender el mundo; el hombre ignora que mientras no deje de vivir no será sabio”. [...] “Qué tendrá que ver el vivir con la vida; una cosa es el vivir, y la vida es otra cosa, vida y muerte son una y misma cosa”. (Obra poética, 1975: 259-60)
El impacto del alcohol está ampliamente explorado en dos libros: el poema La noche (1984) y la novela Felipe Delgado (1979). Sáenz negó muchas veces que esta novela fuera de inspiración autobiográfica, pero no se puede dejar de ver en ella algunos aspectos de su vida personal, especialmente los referidos a su época de alcohólico.
A la vez, esa entrega significó la creación de un universo poético, cuya clave está en esa misma elección y en la transformación “alquímica” de la experiencia alcohólica en escritura.
Su renuncia voluntaria al alcohol ocurrida aproximadamente en la década de los sesenta fue uno de los mayores triunfos en su vida. Salvo esporádicas recaídas, Sáenz no volvió a beber hasta poco antes de su muerte en 1986. En estos años, alejado del alcohol, escribió la mayor parte de su obra. En 1980, una de sus recaídas lo llevó al borde de la muerte y de ese trance nació su texto La noche (1984), un poemario que puede ser calificado de aterrador, pues da la visión de la experiencia del alcohol y la muerte desde el interior de esa misma experiencia.
Sáenz murió en La Paz el 16 de agosto de 1986, cerca de sus más allegados amigos y colegas, y fue enterrado al día siguiente en el Cementerio General de la misma ciudad.
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*
Algunos poemas de Jaime Sáenz, de su obra La noche, 1983:
I. LA NOCHE
3
....En realidad, el otro lado de la noche es un dominio
sumamente extraño,
....y es el alcohol quien lo ha creado.
....Nadie puede pasar al otro lado de la noche:
....el otro lado de la noche es una región prohibida, y solo
podrán entrar en ella los sentenciados.
....¿En qué consiste el otro lado de la noche?
....El otro lado de la noche consiste en que la noche, simple y
llanamente,
....se te entra por la espalda y se posesiona de tus ojos, para
mirar con ellos lo que no puede mirar con los suyos.
....Entonces ocurre una cosa muy rara:
....en determinado momento, tú empiezas a mirar el otro lado
de la noche.
....y muy pronto llegas a comprender que este se halla ya
dentro de ti.
....Mas esto, por supuesto, es algo que solo se da en los
grandes bebedores.
....Es privativo de los bebedores que, por haber bebido y
bebido sin piedad, han estado muchas veces a un pelo de la
muerte.
....Es cosa que sólo ocurre con los bebedores que han
enloquecido a causa del alcohol.
....Con los que no pueden estar un minuto sin beber.
....Con los que deciden acortar al máximo las horas de
sueño -digamos a dos horas-, a fin de tener más tiempo
para beber.
....Con los que no ven la hora de estallar de una vez con el
alcohol, y que se regodean al solo pensar en ello.
....Con esos.
....Solo a esos el alcohol les concede la gracia de sumergirse
para siempre en el otro lado de la noche.
II EL GUARDIÁN
1
....La montaña con resplandores oscuros en un claro de la
noche
....con un vestigio de tormenta en algún lugar del tumbado
....recordando el dibujo de una taza sin asa más allá del rincón
ennegrecido por el humo
....con una lata abollada que refleja la manera de mirar y que
fatiga y quema los ojos
....La oscuridad interminable en el zócalo que recorre las
cuatro paredes de mi cuarto
....un poco más arriba del estuco un poco más abajo del
empapelado
....una raya una señal un amago de luz
....una visión que no tienen nada de bueno me asusta y se me
erizan los pelos
....Es un hombre encorvado y con ojos relucientes
....en el aire espeso y al mismo tiempo translúcido se frota las
manos y me mira con pena
....es un hombre alto y usa cuello almidonado y corbata de
fantasía
....se saca los zapatos seguramente para no hacer ruido
primero el diestro y luego el siniestro
....yo lo veo acercarse al lecho en que yazgo pero soy incapaz
de escuchar lo que me dice
....solamente veo sus labios moverse y moverse pronunciando
palabras y palabras que empero no me llegan
....me oprime la frente con huesuda y fuerte mano
....me da un rodillazo en la barriga y un cabezazo en pleno
pecho
....me hurga los párpados con ágiles dedos y con afiladas uñas
me rasca la barba y me hace cosquillas
....ahora se pone imponente máscara para escuchar mi
corazón
....muy pronto retrocede un paso y frotándose las manos se
desvanece entre las sombras
....pero olvida sus zapatos los cuales para eterna memoria se
quedan en mi cuarto.
5
....¿Cómo aprender a morir?
....-ha de ser una cosa en extremo difícil.
....Seguramente requiere mucha humildad y mucho gobierno.
....Toda una vida de trabajo y de meditación.
....Y si uno se pregunta para qué aprender a morir,
....la respuesta surge de por sí:
....aprender a morir es aprender a vivir.
....Y aprender a vivir es, en definitiva, aprender a conocer;
....pues no deberá olvidarse que, para conocer, primero habrá
que aprender a conocer.
***
....En las noches, a lo largo de los años, uno se queda horas y
horas, pensando en muchas cosas.
....Pero en realidad, uno no se queda pensando muchas cosas;
la verdad es que uno se queda, y nada más.
....Completamente inmóvil, mirando el vacío. Y -¿por qué no
decirlo?- uno se pone triste, miserablemente triste.
....Y lo que más tristeza causa, es uno mismo -el estar ahí.
....Sin saber qué hacer. Sin saber nada de nada.
....Y de repente ocurre un milagro:
....el rato menos pensado, empieza a llover, y un relámpago te
deslumbfra -un sentimiento de invulnerabilidad te envuelve,
....con lluvia.
....Y si te dan ganas de escribir algún poema evocador,
seguramente no lo escribes;
....prefieres escuchar la lluvia.
....Pues una voz interior te revela que aquel poema evocador
se encuentra en tu bolsillo.
....Y esta es cosa que no te causa el menor asombro,
acostumbrado como estás a los prodigios:
....en efecto, el poema se halla en tu bolsillo; y lo sacas, y lo
miras, y lo lees.
....Y de pronto te preguntas quién habrá sido su autor,
....como si no supieras que aún no ha nacido.
6
....A lo largo de los años, tus cosas y tus muebles se envejecen,
y se desgastan insensiblemente.
....Muchos objetos desaparecen o se rompen, mientras que otros
corren una suerte misteriosa, cual si fueran seres humanos.
....Un tintero de cristal de roca, que yo veneraba, fue a parar a
la policía, en circunstancias extrañas y absurdas;
....una pistola automática se quedó empeñada por largo
tiempo en una chingana, y habiendo sido redimida por el
Forito Cisneros éste la utilizó para suicidarse.
....Por causa de un lente de diez centímetros de diámetro, que
en mala hora presté a un profesor, se cometieron varios
hechos de sangre.
....Unos aparatos de alta diatermia, que producían oscuros
resplandores de color violeta, y que estaban empeñados en
una botica, fueron recuperados con mi autorización por un
conocido mío, quien comenzó a manipular dichos aparatos en
forma tan imprudente que cayó fulminado. Actualmente se
hallan empeñados en una satrería, y no pienso recogerlos.
....Las Obras Completas de Nietzsche, en doce tomos, salieron
de mi cuarto una noche, para no volver jamás. Pues las
empeñamos a las volandas a un chofer que manejaba un taxi,
y, con el entusiasmo, nos olvidamos preguntarle su nombre y
anotar el número del auto.
....Idéntica cosa ocurrió con una máquina de escribir portátil,
que era la niña de mis ojos.
....Referir el destino de mis cosas sería de nunca acabar.
....Lo que me apena es el destino que han corrido, y lo que
asimismo me acongoja es el destino que correrán todas
aquellas que todavía me acompañan.
....Me causa alarma el ver cómo se borran los dibujos tallados
en las sillas.
....El estado calamitoso de una butaca que, por otra parte, ha
de tener ya sus buenos cien años.
....Me duele el aspecto que ofrece mi mesa de escribir,
totalmente cacarañada y deteriorada, aunque sumamente
respetable y fornida.
....Un velador más antiguo que mi alma, y que perteneció a
mi abuela, ya sin color, tremendamente noble, soportando
todos los embates, los golpes, las patadas y las borracheras.
....Sin embargo la mesa, hecha en Viena, pequeña y con tapa,
de mi madre, está en buen estado, aunque con algunos
rasguños.
....El estante alto y vertical, de palo de rosa, con una puerta y
con pirograbados, que me regaló mi tía Esther, está en su
lugar; y si algo me fascina, es el desgaste que ha sufrido.
....Por lo demás, hay un mundo de cosas.
....Una mesa de ruedas, con dos divisiones, desvencijada; un
ropero de nogal, en ruinas; otros muebles, con mucha
historia, con mucho misterio, y con una vejez que asusta.
....¿Cuánto valdrán estos muebles? -me pregunto yo.
....Pues en realidad, no valen nada; y, en el mejor de los casos,
capaz que su valor total no alcance para una ranga-ranga.
....Son tristes trastos,vejestorios, muebles pasados de moda.
....-y por idéntica razón, forman parte inseparable de tu vida
y te da pena dejarlos.
III INTERMEDIO (fragmento)
....Sucedió una noche de noviembre.
....Angustiosamente y con ojos extraviados me debatía en
medio del tormento de cuatro días sin sueño,
....cuando de pronto se escucharon atroces alaridos y voces y
lamentos que llegaban a mis oídos desde lo hondo de un pozo
fatídico,
....y que dejaban adivinar horrores sin cuento,
....por lo que me invadió el terror y me quedé mudo de
espanto,
....contemplando silenciosamente inmóviles aguas con una
negrura reluciente,
....que reflejaban formas fosforescentes de personajes
depravados, de multitudes ensangrentadas, de ciudades
asoladas, y de seres enloquecidos.
***
....No había una estrella.
....No había un planeta.
....No había firmamento -el cielo estaba en tinieblas.
....Sin embargo, hacia el norte, una nube reflejaba el
resplandor de la ciudad,
....y rompía el espeso manto de sombras.
....Y extrañamente, en la esquina del Hospital General, en
Miraflores, reinaba una oscuridad total y absoluta;
....y era esta una oscuridad ultraterrena, una oscuridad nunca
vista.
....Y la gente se reunía en las proximidades, guardando una
prudente distancia;
....y todos dirigían recelosas y asustadas miradas hacia el
tenebroso ámbito
....-y a ese paso, cundía el pánico.
....El caso es que para terror de los habitantes, el grave
prodigió persistió por espacio de largos días;
....y tan solo al cabo de una semana se hizo la luz.
....Poco después del misterioso suceso -que en adelante se
llamaría la maldición de la esquina-,
....pavorosos al par que inenarrables desastres se abatieron
sobre la población.
....Nadie en el mundo podía explicar los acontecimientos que
a diario ocurrían;
....y era cada vez más difícil controlar a las turbamultas
enloquecidas, que se lanzaban a las calles y que provocaban el
caos.
....En pleno día, el sol se oscurecía, y la ciudad se anega en
un mar de tinieblas.
....Estruendos sobrenaturales atronaban en el seno de la
tierra, y muy pronto sobrevenía un silencio de muerte.
....Mucha gente, que enloquecía por causa del terror a lo
desconocido, se ahorcaba.
....Hombres y mujeres, niños y ancianos, incendiaban las casas
para procurarse luz,
....y saltaban a las llamas y se quemaban vivos.
....Al cabo el sol brillaba ya con inusitado resplandor, y con
esto, el pánico y la locura subían de punto.
....Y así, cada día.
....Ora una luz encubridora, ora una oscuridad aterradora, al decir
de un poeta que cantaba la catástrofe.
....O el calor resultaba infernal y mortal, o el frío alcanzaba el
grado sesenta bajo cero,
....con lo que miles de personas y animales aparecían como
estatuas de carne y hueso decorando las calles.
...
IV LA NOCHE
2
....Pues existe un mandato, que tú deberías cumplir,
....en homenaje a la realidad de la noche, que es la tuya
propia:
....aun a costa de renunciamientos imposibles, y de
interminables tormentos,
....deberás decir adiós, y recogerte al espacio de tu cuerpo.
....Y deberás hacerlo, sin importar el escarnio y la condena de
un mundo amable y sensato.
....Es de advertir que miles y miles de mortales se recogen
tranquilamente al espacio de sus respectivos cuerpos,
....día tras día y quieras que no, al toque de rutilantes
trompetas, y en medio de lágrimas y lamentos;
....pues en realidad, recogerse al espacio del cuerpo, es morir.
....Pero aquí no se trata de morir.
....Aquí se trata decumplir el mandato; y por idéntica razón,
habrá que vivir.
....Y tan es así, que no se podrá cumplir el mandato, sino a
condición de recogerse al espacio del cuerpo, con el
deliberado propósito de vivir.
....Lo cierto es que aquel que acomete tan alta aventura, no
hace otra cosa que ocultarse de la muerte,
....para vislumbrar así la manera de ser de la muerte.
JAIME SÁENZ, La noche, 1983.
Jaime Sáenz (La Paz, 8 de octubre de 1921 – 16 de agosto de 1986) fue escritor, poeta, novelista, periodista, ensayista, dibujante, dramaturgo y docente boliviano, más conocido por su obra como narrador y poeta.
Nació y vivió en la ciudad de La Paz, escenario permanente y trasfondo de su obra. Es reconocido como uno de los autores más importantes de la literatura boliviana, tanto su vida como su obra marcaron profundamente el espacio cultural boliviano del siglo XX. Existen numerosos estudios académicos sobre su obra, así como traducciones de la misma al inglés, italiano y alemán.
Biografía:
Sáenz nació el 8 de octubre de 1921 en La Paz. Su padre era el teniente coronel del ejército boliviano Gerónimo Sáenz Rivero y su madre Gabriela Guzmán Lazarte. Su formación humanística y artística la inició en La Paz, donde realizó sus estudios primarios en la escuela Muñoz desde 1926, mientras que los estudios secundarios los realizó en el Instituto Americano de La Paz hasta 1937.
Sáenz viajó a Alemania en 1938 con algunos compañeros de colegio y con cadetes de la Escuela Militar de Bolivia. Fue en Europa donde su personalidad fue cultivada con los filósofos Arthur Schopenhauer, Hegel, Martin Heidegger y los escritores Thomas Mann, William Blake y Franz Kafka; en cuanto a sus gustos musicales estaban Richard Wagner y Anton Bruckner.
En 1939 retornó a Bolivia y desde 1941 trabajó en el Ministerio de Defensa y luego en el Ministerio de Hacienda. En 1941 trabajó en el Departamento de Comunicaciones de la Embajada de Estados Unidos. Dos años después conoció a Erika [su apellido no está documentado], con quien contrajo matrimonio, y en 1947 tuvieron una hija a la que llamaron Jourlaine. En 1948, debido a las constantes recaídas dipsómanas de Sáenz, Erika y su hija retornaron a Alemania . En 1944 salió el primer número de su revista Cornamusa. En 1955 publicó El escalpelo y en 1957 Muerte por el tacto. También publicó esos años Aniversario de una visión (1960), Visitante profundo (1964) y el primer número de su revista, "Vertical", se publicó (1965). Para 1967 publicó El frío, y la galería Arca expuso sus dibujos de calaveras.
En 1967 se hizo amigo de Carlos Alfredo Rivera, con quien compartió una amistad muy especial, tanto que se llega a decir que es al Dr. Rivera a quien únicamente Sáenz hacía caso. Por esta misma razón, Rivera le prohibió beber. Pero no fue sino hasta después de dos crisis de delirium tremens y semanas antes de su muerte que Sáenz acató la orden.
Sáenz y la cátedra
En 1970 obtuvo la cátedra de Literatura Boliviana con una disertación sobre Alcides Arguedas en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. En 1974 presentó una obra teatral poética llamada La noche del viernes y un libreto de ópera llamado Perdido viajero.
Con el apoyo de docentes, e invitado por algunos alumnos, Sáenz abrió un Taller de Poesía en la Carrera de Literatura de la UMSA en 1978. Este mismo año publicó Imágenes paceñas.
Una exposición notable fue de "Calaveras", en la cual presentó cerca de veinte cuadros: Calavera que resistía a ser calavera, Calavera con dolor de muelas, Calavera en vitrina, Calavera desnutrida, Calavera en desgracia, Calavera de un muerto y otras calaveras de ingeniosa presentación.
Los Talleres Krupp
Las veladas nocturnas con Jaime Sáenz se desarrollaron durante años y hasta el momento de su muerte fueron un espacio marginal y rebelde de rico intercambio intelectual. Los famosos “Talleres Krupp”, la habitación donde Sáenz recibía a sus visitas, se convirtieron en una institución, donde la edición de revistas literarias, el juego de dados, la música de Anton Bruckner o de Simeón Roncal, las charlas sobre Milarepa y las lecturas de poemas fueron la tónica permanente.
Influencia
Se puede decir que muy pocos representantes de la literatura, la música o la pintura contemporánea en Bolivia han dejado de tener alguna relación o influencia de Sáenz. Incluso su importancia se ha sentido en las nuevas generaciones de videastas y cineastas.
Tal vez lo que más llamó la atención, sobre todo a gente joven, fue el aspecto romántico de su estilo de vida, reflejado en su horario de trabajo y de vida social: dormir en el día y vivir de noche.
Sáenz, el alcohol y su muerte
La fascinación por la muerte fue algo vivencial para Sáenz. Como él mismo relata en su libro más autobiográfico, La piedra imán (1989), visitar la morgue para contemplar los muertos fue una de las extravagantes actividades de su juventud. Pero en este acto se debe ver no solo necrofilia, sino una obsesión por comprender vida y muerte como una unidad, que viene a ser lo que él llamó, con mayúsculas, "La Verdadera Vida".
Precisamente, en la oscuridad, en un cuerpo que está dejando de ser cuerpo, en un alma que se ve inseparable de su cadáver, Sáenz afirma haber llegado a la verdadera vida, lo que es, al mismo tiempo, acceso al conocimiento trascendental al que aspira:
“Mientras viva, el hombre no podrá comprender el mundo; el hombre ignora que mientras no deje de vivir no será sabio”. [...] “Qué tendrá que ver el vivir con la vida; una cosa es el vivir, y la vida es otra cosa, vida y muerte son una y misma cosa”. (Obra poética, 1975: 259-60)
El impacto del alcohol está ampliamente explorado en dos libros: el poema La noche (1984) y la novela Felipe Delgado (1979). Sáenz negó muchas veces que esta novela fuera de inspiración autobiográfica, pero no se puede dejar de ver en ella algunos aspectos de su vida personal, especialmente los referidos a su época de alcohólico.
A la vez, esa entrega significó la creación de un universo poético, cuya clave está en esa misma elección y en la transformación “alquímica” de la experiencia alcohólica en escritura.
Su renuncia voluntaria al alcohol ocurrida aproximadamente en la década de los sesenta fue uno de los mayores triunfos en su vida. Salvo esporádicas recaídas, Sáenz no volvió a beber hasta poco antes de su muerte en 1986. En estos años, alejado del alcohol, escribió la mayor parte de su obra. En 1980, una de sus recaídas lo llevó al borde de la muerte y de ese trance nació su texto La noche (1984), un poemario que puede ser calificado de aterrador, pues da la visión de la experiencia del alcohol y la muerte desde el interior de esa misma experiencia.
Sáenz murió en La Paz el 16 de agosto de 1986, cerca de sus más allegados amigos y colegas, y fue enterrado al día siguiente en el Cementerio General de la misma ciudad.
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Algunos poemas de Jaime Sáenz, de su obra La noche, 1983:
I. LA NOCHE
3
....En realidad, el otro lado de la noche es un dominio
sumamente extraño,
....y es el alcohol quien lo ha creado.
....Nadie puede pasar al otro lado de la noche:
....el otro lado de la noche es una región prohibida, y solo
podrán entrar en ella los sentenciados.
....¿En qué consiste el otro lado de la noche?
....El otro lado de la noche consiste en que la noche, simple y
llanamente,
....se te entra por la espalda y se posesiona de tus ojos, para
mirar con ellos lo que no puede mirar con los suyos.
....Entonces ocurre una cosa muy rara:
....en determinado momento, tú empiezas a mirar el otro lado
de la noche.
....y muy pronto llegas a comprender que este se halla ya
dentro de ti.
....Mas esto, por supuesto, es algo que solo se da en los
grandes bebedores.
....Es privativo de los bebedores que, por haber bebido y
bebido sin piedad, han estado muchas veces a un pelo de la
muerte.
....Es cosa que sólo ocurre con los bebedores que han
enloquecido a causa del alcohol.
....Con los que no pueden estar un minuto sin beber.
....Con los que deciden acortar al máximo las horas de
sueño -digamos a dos horas-, a fin de tener más tiempo
para beber.
....Con los que no ven la hora de estallar de una vez con el
alcohol, y que se regodean al solo pensar en ello.
....Con esos.
....Solo a esos el alcohol les concede la gracia de sumergirse
para siempre en el otro lado de la noche.
II EL GUARDIÁN
1
....La montaña con resplandores oscuros en un claro de la
noche
....con un vestigio de tormenta en algún lugar del tumbado
....recordando el dibujo de una taza sin asa más allá del rincón
ennegrecido por el humo
....con una lata abollada que refleja la manera de mirar y que
fatiga y quema los ojos
....La oscuridad interminable en el zócalo que recorre las
cuatro paredes de mi cuarto
....un poco más arriba del estuco un poco más abajo del
empapelado
....una raya una señal un amago de luz
....una visión que no tienen nada de bueno me asusta y se me
erizan los pelos
....Es un hombre encorvado y con ojos relucientes
....en el aire espeso y al mismo tiempo translúcido se frota las
manos y me mira con pena
....es un hombre alto y usa cuello almidonado y corbata de
fantasía
....se saca los zapatos seguramente para no hacer ruido
primero el diestro y luego el siniestro
....yo lo veo acercarse al lecho en que yazgo pero soy incapaz
de escuchar lo que me dice
....solamente veo sus labios moverse y moverse pronunciando
palabras y palabras que empero no me llegan
....me oprime la frente con huesuda y fuerte mano
....me da un rodillazo en la barriga y un cabezazo en pleno
pecho
....me hurga los párpados con ágiles dedos y con afiladas uñas
me rasca la barba y me hace cosquillas
....ahora se pone imponente máscara para escuchar mi
corazón
....muy pronto retrocede un paso y frotándose las manos se
desvanece entre las sombras
....pero olvida sus zapatos los cuales para eterna memoria se
quedan en mi cuarto.
5
....¿Cómo aprender a morir?
....-ha de ser una cosa en extremo difícil.
....Seguramente requiere mucha humildad y mucho gobierno.
....Toda una vida de trabajo y de meditación.
....Y si uno se pregunta para qué aprender a morir,
....la respuesta surge de por sí:
....aprender a morir es aprender a vivir.
....Y aprender a vivir es, en definitiva, aprender a conocer;
....pues no deberá olvidarse que, para conocer, primero habrá
que aprender a conocer.
***
....En las noches, a lo largo de los años, uno se queda horas y
horas, pensando en muchas cosas.
....Pero en realidad, uno no se queda pensando muchas cosas;
la verdad es que uno se queda, y nada más.
....Completamente inmóvil, mirando el vacío. Y -¿por qué no
decirlo?- uno se pone triste, miserablemente triste.
....Y lo que más tristeza causa, es uno mismo -el estar ahí.
....Sin saber qué hacer. Sin saber nada de nada.
....Y de repente ocurre un milagro:
....el rato menos pensado, empieza a llover, y un relámpago te
deslumbfra -un sentimiento de invulnerabilidad te envuelve,
....con lluvia.
....Y si te dan ganas de escribir algún poema evocador,
seguramente no lo escribes;
....prefieres escuchar la lluvia.
....Pues una voz interior te revela que aquel poema evocador
se encuentra en tu bolsillo.
....Y esta es cosa que no te causa el menor asombro,
acostumbrado como estás a los prodigios:
....en efecto, el poema se halla en tu bolsillo; y lo sacas, y lo
miras, y lo lees.
....Y de pronto te preguntas quién habrá sido su autor,
....como si no supieras que aún no ha nacido.
6
....A lo largo de los años, tus cosas y tus muebles se envejecen,
y se desgastan insensiblemente.
....Muchos objetos desaparecen o se rompen, mientras que otros
corren una suerte misteriosa, cual si fueran seres humanos.
....Un tintero de cristal de roca, que yo veneraba, fue a parar a
la policía, en circunstancias extrañas y absurdas;
....una pistola automática se quedó empeñada por largo
tiempo en una chingana, y habiendo sido redimida por el
Forito Cisneros éste la utilizó para suicidarse.
....Por causa de un lente de diez centímetros de diámetro, que
en mala hora presté a un profesor, se cometieron varios
hechos de sangre.
....Unos aparatos de alta diatermia, que producían oscuros
resplandores de color violeta, y que estaban empeñados en
una botica, fueron recuperados con mi autorización por un
conocido mío, quien comenzó a manipular dichos aparatos en
forma tan imprudente que cayó fulminado. Actualmente se
hallan empeñados en una satrería, y no pienso recogerlos.
....Las Obras Completas de Nietzsche, en doce tomos, salieron
de mi cuarto una noche, para no volver jamás. Pues las
empeñamos a las volandas a un chofer que manejaba un taxi,
y, con el entusiasmo, nos olvidamos preguntarle su nombre y
anotar el número del auto.
....Idéntica cosa ocurrió con una máquina de escribir portátil,
que era la niña de mis ojos.
....Referir el destino de mis cosas sería de nunca acabar.
....Lo que me apena es el destino que han corrido, y lo que
asimismo me acongoja es el destino que correrán todas
aquellas que todavía me acompañan.
....Me causa alarma el ver cómo se borran los dibujos tallados
en las sillas.
....El estado calamitoso de una butaca que, por otra parte, ha
de tener ya sus buenos cien años.
....Me duele el aspecto que ofrece mi mesa de escribir,
totalmente cacarañada y deteriorada, aunque sumamente
respetable y fornida.
....Un velador más antiguo que mi alma, y que perteneció a
mi abuela, ya sin color, tremendamente noble, soportando
todos los embates, los golpes, las patadas y las borracheras.
....Sin embargo la mesa, hecha en Viena, pequeña y con tapa,
de mi madre, está en buen estado, aunque con algunos
rasguños.
....El estante alto y vertical, de palo de rosa, con una puerta y
con pirograbados, que me regaló mi tía Esther, está en su
lugar; y si algo me fascina, es el desgaste que ha sufrido.
....Por lo demás, hay un mundo de cosas.
....Una mesa de ruedas, con dos divisiones, desvencijada; un
ropero de nogal, en ruinas; otros muebles, con mucha
historia, con mucho misterio, y con una vejez que asusta.
....¿Cuánto valdrán estos muebles? -me pregunto yo.
....Pues en realidad, no valen nada; y, en el mejor de los casos,
capaz que su valor total no alcance para una ranga-ranga.
....Son tristes trastos,vejestorios, muebles pasados de moda.
....-y por idéntica razón, forman parte inseparable de tu vida
y te da pena dejarlos.
III INTERMEDIO (fragmento)
....Sucedió una noche de noviembre.
....Angustiosamente y con ojos extraviados me debatía en
medio del tormento de cuatro días sin sueño,
....cuando de pronto se escucharon atroces alaridos y voces y
lamentos que llegaban a mis oídos desde lo hondo de un pozo
fatídico,
....y que dejaban adivinar horrores sin cuento,
....por lo que me invadió el terror y me quedé mudo de
espanto,
....contemplando silenciosamente inmóviles aguas con una
negrura reluciente,
....que reflejaban formas fosforescentes de personajes
depravados, de multitudes ensangrentadas, de ciudades
asoladas, y de seres enloquecidos.
***
....No había una estrella.
....No había un planeta.
....No había firmamento -el cielo estaba en tinieblas.
....Sin embargo, hacia el norte, una nube reflejaba el
resplandor de la ciudad,
....y rompía el espeso manto de sombras.
....Y extrañamente, en la esquina del Hospital General, en
Miraflores, reinaba una oscuridad total y absoluta;
....y era esta una oscuridad ultraterrena, una oscuridad nunca
vista.
....Y la gente se reunía en las proximidades, guardando una
prudente distancia;
....y todos dirigían recelosas y asustadas miradas hacia el
tenebroso ámbito
....-y a ese paso, cundía el pánico.
....El caso es que para terror de los habitantes, el grave
prodigió persistió por espacio de largos días;
....y tan solo al cabo de una semana se hizo la luz.
....Poco después del misterioso suceso -que en adelante se
llamaría la maldición de la esquina-,
....pavorosos al par que inenarrables desastres se abatieron
sobre la población.
....Nadie en el mundo podía explicar los acontecimientos que
a diario ocurrían;
....y era cada vez más difícil controlar a las turbamultas
enloquecidas, que se lanzaban a las calles y que provocaban el
caos.
....En pleno día, el sol se oscurecía, y la ciudad se anega en
un mar de tinieblas.
....Estruendos sobrenaturales atronaban en el seno de la
tierra, y muy pronto sobrevenía un silencio de muerte.
....Mucha gente, que enloquecía por causa del terror a lo
desconocido, se ahorcaba.
....Hombres y mujeres, niños y ancianos, incendiaban las casas
para procurarse luz,
....y saltaban a las llamas y se quemaban vivos.
....Al cabo el sol brillaba ya con inusitado resplandor, y con
esto, el pánico y la locura subían de punto.
....Y así, cada día.
....Ora una luz encubridora, ora una oscuridad aterradora, al decir
de un poeta que cantaba la catástrofe.
....O el calor resultaba infernal y mortal, o el frío alcanzaba el
grado sesenta bajo cero,
....con lo que miles de personas y animales aparecían como
estatuas de carne y hueso decorando las calles.
...
IV LA NOCHE
2
....Pues existe un mandato, que tú deberías cumplir,
....en homenaje a la realidad de la noche, que es la tuya
propia:
....aun a costa de renunciamientos imposibles, y de
interminables tormentos,
....deberás decir adiós, y recogerte al espacio de tu cuerpo.
....Y deberás hacerlo, sin importar el escarnio y la condena de
un mundo amable y sensato.
....Es de advertir que miles y miles de mortales se recogen
tranquilamente al espacio de sus respectivos cuerpos,
....día tras día y quieras que no, al toque de rutilantes
trompetas, y en medio de lágrimas y lamentos;
....pues en realidad, recogerse al espacio del cuerpo, es morir.
....Pero aquí no se trata de morir.
....Aquí se trata decumplir el mandato; y por idéntica razón,
habrá que vivir.
....Y tan es así, que no se podrá cumplir el mandato, sino a
condición de recogerse al espacio del cuerpo, con el
deliberado propósito de vivir.
....Lo cierto es que aquel que acomete tan alta aventura, no
hace otra cosa que ocultarse de la muerte,
....para vislumbrar así la manera de ser de la muerte.
JAIME SÁENZ, La noche, 1983.
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