ANHELO DE LUZ

ANHELO DE LUZ

Épocas infinitas y sombrías
de brumas lacerantes y mortales
aciagos, de pasiones ancestrales,
acechan venerando las arpías.

Juntas las almas roban armonías
medradas por clamores colosales,
que piden al candil de los umbrales
su llama de pasión y fantasías.

Musas de luz anhelan su fortuna
suplicando piedad, amor y encanto
soslayando la pena inoportuna.

Imploro ¡dioses! cubran con su manto
y den allí su magia luz de luna,
librando bendiciones sin quebranto.

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ANHELO DE LUZ

Épocas infinitas y sombrías
de brumas lacerantes y mortales
aciagos, de pasiones ancestrales,
acechan venerando las arpías.

Juntas las almas vagan en ardías
medradas por clamores colosales,
que piden al candil de los umbrales
su llama de pasión y fantasías.

Musas de luz anhelan su fortuna
suplicando piedad, amor y encanto
soslayando la pena inoportuna.

Imploro ¡dioses! cubran con su manto
y den allí su magia luz de luna,
librando bendiciones sin quebranto.




Correcto en metro, rima y acentos.


En cuanto a la sintaxis: En el verso 3 “aciago” nombre, es masculino (DRAE: masculino: azar, desgracia); en el verso 5 “ardías” como nombre no existe en DRAE, habrías de buscar otra palabra con terminación en -ías; en el verso 12 pongo “dioses” con minúscula, pues solo se usa la mayúscula para nombrar el Dios cristiano: corrijo la errata del último verso: “quebranto”.


Un abrazo.
Pedro

Maestro,

Listas las correcciones indicadas por Usted, aprendida la lección de hoy.

Muchas gracias por su apoyo y dedicación.


ANHELO DE LUZ

Épocas infinitas y sombrías
de brumas lacerantes y mortales
aciagos, de pasiones ancestrales,
acechan venerando las arpías.

Juntas las almas roban armonías
medradas por clamores colosales,
que piden al candil de los umbrales
su llama de pasión y fantasías.

Musas de luz anhelan su fortuna
suplicando piedad, amor y encanto
soslayando la pena inoportuna.

Imploro ¡dioses! cubran con su manto
y den allí su magia luz de luna,
librando bendiciones sin quebranto.

Un fuerte abrazo
Ernesto.

De nada, Ernesto.

Un abrazo.
Pedro