La gran verdad
Aquí no se esconde nada
Nada se puede entender
si no sentimos a Cristo
que Él nos da todos los tiempos
para que todos le crean.
Aquí no se esconde nada
al ser palabra de Dios
que dio su vida y su muerte
y dejó resurrección
De aquí son tantos misterios
para nuestra mente humana
que andamos buscando a Dios
y sin dejar nuestros yos
Hemos de vivir etapas
como cualquier animal
vida y muerte cada día
con juicio y punto final.
Pensando solo en un día
se nos come la materia
donde crecen margaritas
trasplantando la belleza
Y perduran los milagros
sujetando la esperanza
preguntándonos el donde
sin saber el por qué y cuando
Vamos al punto final
entregando como dádiva
última entrega sabida
el ramo de nuestra vida.
[/b]
Vamos al punto final sin medida de tiempo. Todo ha estado, está y estará en las manos de Dios. ¿Alguien conoce a Dios? Tiene tal inmensidad, que cualquier hombre o mujer, después de oír y ver al que decía la santa palabra se postraba para adorarle. Y él le dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Cuando llegue el momento, que nadie sabe el tiempo ni el cuando, será la entrega TOTAL para una nueva vida. Los caminos de Dios están marcados y bienaventurado el que llega al final del viaje a la meta prometida. Lo demás todo son ruidos y conjeturas con frases nuevas que solo llevan al egoísmo y orgullo para la negación de Dios.
Pero hay de aquel que ha oído hablar del Hijo de Dios y lo niega sin arrepentimiento, más le valiera no haber nacido. Desde el primero al último todos estamos llamados a la GRAN CENA, pero hay que estar dispuesto. Y todo siempre desde el primero al último
Cuando llegue el momento, que nadie sabe el tiempo ni el cuando, será la entrega TOTAL para una nueva vida. Los caminos de Dios están marcados y bienaventurado el que llega al final del viaje a la meta prometida. Lo demás todo son ruidos y conjeturas con frases nuevas que solo llevan al egoísmo y orgullo para la negación de Dios.
Pero hay de aquel que ha oído hablar del Hijo de Dios y lo niega sin arrepentimiento, más le valiera no haber nacido. Desde el primero al último todos estamos llamados a la GRAN CENA, pero hay que estar dispuesto. Y todo siempre desde el primero al último
Aquí no se esconde nada
Nada se puede entender
si no sentimos a Cristo
que Él nos da todos los tiempos
para que todos le crean.
Aquí no se esconde nada
al ser palabra de Dios
que dio su vida y su muerte
y dejó resurrección
De aquí son tantos misterios
para nuestra mente humana
que andamos buscando a Dios
y sin dejar nuestros yos
Hemos de vivir etapas
como cualquier animal
vida y muerte cada día
con juicio y punto final.
Pensando solo en un día
se nos come la materia
donde crecen margaritas
trasplantando la belleza
Y perduran los milagros
sujetando la esperanza
preguntándonos el donde
sin saber el por qué y cuando
Vamos al punto final
entregando como dádiva
última entrega sabida
el ramo de nuestra vida.
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