POESÍA SOCIAL X (En la primera página de Poesía Social I hay un índice de autores)

PUERTO RICO
CINDY JIMÉNEZ VERA


Cindy Jiménez-Vera (San Sebastián del Pepino, 1978).

Es autora de los libros de poesía, Tegucigalpa (Erizo Editorial, 2013), 400 nuevos soles (Atarraya Cartonera, 2014), Islandia (Editorial EDP University, 2015); la crónica En San Sebastián, su pueblo y el mío (EDP University: 2015), y El gran cheeseburger y otros poemas con dientes, libro de poemas para la niñez temprana y tardía. (Ediciones Aguadulce / Trabalis Editores, 2015). El número 50 de la revista Punto en línea de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó una antología de su poesía titulada Anoche soñé que tenía seis años. Textos suyos han sido publicados en Tierra Adentro (México: Conaculta), Metrópolis (México), Transtierros (Perú), La Galla Ciencia (España), International Poetry Review: Puerto Rican Issue (EEUU), Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña (Puerto Rico), entre otras, así como en las antologías Los prosaicos dioses de hoy (Puerto Rico: La secta de los perros), Calibrar la voz (Cuba: Encaminarte), entre otras. Es colaboradora de la Revista La Ventana de Casa de las Américas (Cuba), con una columna de literatura latinoamericana actual.

Es editora de Ediciones Aguadulce www.edicionesaguadulce.com, bibliotecóloga y profesora universitaria. Mantiene el blog Apócrifos inflables: apocrifosinflables.wordpress.com

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA



El hijo imaginario


Tengo un hijo
que no parí
—nunca he parido a nadie—
pero es mi hijo.
Todas las mañanas
se me acerca,
me besa, me abraza,
me pide la bendición
—aun sabiendo que no creo en dioses—
pero es mi hijo.
Nunca le di de comer,
ni lo vestí.
De hecho,
quiero convencerlo
de quitarse la medalla de San Benito
del rosario que se empeña
en llevar colgado del cuello.
Pero, no tengo éxito.
—Es para que me libre
de tentaciones, madre.
Dice mi hijo imaginario.
En este punto, querido lector,
no me tengas pena
por haberme imaginado un hijo.
Parra se imaginó un hombre
una casa y el amor de una mujer.
Mejor, tenme pena
porque por más que quiero
que mi hijo imaginario
se afiance a la razón
y deje de creer
en la inexistencia divina,
todas las mañanas
le sigo dando la bendición
en el nombre de su dios imaginario.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


De cuando me hice vieja

Me corté el pelo
las uñas y los zapatos.
Regalé las faldas
los vestidos
y aquellos libros de amor
que no sirven.
Me quedé
con unas enaguas de mi madre
su libro de cocina
una de sus batas de dormir
y a la espera de aquellos pantalones
que se quedaron en una gaveta
de su mesa de noche
en turno para que ella
les hiciera el ruedo.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Iconos de la ufología

Se busca astrobiólogo
que dicte una conferencia
en el Congreso Mundial
de Fotografía del Espacio.
Debe sufragar los gastos
de su propio billete de avión,
el hospedaje y los viáticos diarios.
La austeridad es un fenómeno intergaláctico.
Interesados favor de enviar
un retrato no alterado
en el que usted posa
junto a un Premio Nobel
o junto a la tumba
de un casi ganador del Premio Nobel
y sonríe.

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VI

EN MEMORIA

DE RAFAEL BALSEIRO DÁVILA

Y DE EDUARDO GIOGETTI.

2.- INTERROGACIÓN?

¿Descifraste el misterio dela Nada?
¿Aurora? ¿Mediodía? ¿Tarde? ¿Noche?
¿Perdido el cuerpo y liberado el alma?
¿Todo tiniebla, o luminosa ruta?
¿La tierra? ¿El cielo? ¿El agua?
¿Cuál tu visión y tu elemento, padre?
¿Un punto fijo o una senda en marcha?
¿Quietud sin peso? ¿ Caminar sin tregua?
¿Qué ves - si miras-? ¿O es que vas de espalda
al Ayer - ansiedad inútil, cierta-
en busca forzosa de un Mañana?
Igual que no se encuentran
del mismo tronco y en la misma rama
dos hojas de distintas Primaveras,
¿ya nunca más se encontrarán dos almas
que no llegaron a la misma hora
ni en la misma estación rumbo de la Nada?

Octubre, 1930

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VI

EN MEMORIA

DE RAFAEL BALSEIRO DÁVILA

Y DE EDUARDO GIOGETTI.

3.- A EDUARDO GIOGETTI

La tierra
- la gran madre
de donde todo nace-;
la tierra
- la gran madre
a donde todo llega -,
se abrió en rosa entrañable
para acoger entera
tu voluntad de hierro
y tu bondad de seda.
La poseíste toda, con devoción de padre.
El corazón le diste
como semilla eterna:
que siempre pecho adentro
nació tu óptima siembra.

Y cuando se haga flores
la nueva Primavera,
y cuando se haga sombra
y luz y fruto y fuerza,
por ti será más clara
- tu voz fue transparencia-;
por tí será mas noble
- tu mano fue maestra
de amor-: y cada yema
tendrá pleno sentido
de espíritu y conciencia.

Al transponer la orilla
de paz de esa ribera,
te habrás ganado el cielo
por conservar la tierra;
y serás lazarillo
de quien mi vida espera
fulgores para el paso
de transcurrir por ella.

Serenidad de cumbre
sobre todas las vegas:
asomarse a tu mundo
de afirmaciones, era
ver lejos y ver claro
el deber de tu tierra.

Noviembre de 1937

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VII

LOS CIELOS CERRADOS

1.- REVELACIÓN

En tu mirada nace la luz de la esperanza.
(¡Cuántos siglos gravitan en mis ojos cansados!)
Yo esperé en otro mundo esa alegría diáfana
y la encontré en la tierra como un nuevo milagro.

Y he sentido en mi espíritu esa paz sin palabras
- de atardecer de bosque, de beatitud de lago-.
Y tu alma y mi alma se fundieron intactas
en un beso infinito de misterioso pacto.

¿Qué destino fue el tuyo?¿Cuál tu voz hecha alas?
¿Y cuándo, con mi espíritu, y dónde, se encontraron?
¿Me guiaste, perdido, por antiguas montañas,
o fui yo el lazarillo de tu ingrávido paso?...

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VII

LOS CIELOS CERRADOS

2.- TRANSFIGURACIÓN

Otra vez yo fui niño que tembló de inocencia.
Nunca vieron mis ojos alborada tan pura.
En la luz de tu frente, con su diáfana estela,
recogí tenuidades que aclararon mi ruta.

Transparentes escalas, bajo un cielo sin tierra,
transmutáronme el alma al palor dela tuya.
Tuvo entonces la vida horizontes de espera.
Y tu voz dio a la mía levedades de música.

Del cristal de tu espíritu, con perfecta limpieza,
yo fui sol que rogaba su fulgor a la luna:
porque ya todo en mí ni soñaba ni era
sin seguir tu destino de imprecisas espumas.

Sentí alas de fuego dando vuelo a mi senda.
¡Y hubo muerte en mis campos contra todas las dudas!
(¿Cuánto tiempo he vivido con visiones de ausencia
de mí mismo, viviendo de la presencia tuya?...)

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


La vaca de Girondo

Me ha dicho el médico
que tengo laringitis.
Inclino mi cabeza y sonrío.
A veces hay que ser
condescendiente con los médicos.
Él argumenta que me ha enmudecido
una bacteria escondida
en los libros polvorientos
de la biblioteca
o en la gripe ocasional.
Pero, yo sé hace cuatro días
que tengo la vaca de Oliverio Girondo
en la garganta.
Cuentan que en sus viajes en barco
entre Argentina y España
el poeta llevaba su vaca
junto a la familia
para asegurarse que nunca
les faltase la leche.
Hace poco descubrí
en un test cibernético
que mi cuerpo es un barco que oscila
en las aguas que llevan a ninguna parte.
Hace mucho, otro médico
me diagnosticó intolerancia a la lactosa.
Desde entonces no bebo leche
pero hablo mucho.
No es de sorprender
que me haya convertido
en un barco que habla.
Yo sé que a Ulises
le hubiese encantado
amarrarse a mi cuerpo
y oírme contar chistes
o recitar poemas con rima.
Creo que alguna diosa griega,
argentina, española o caribeña
tuvo celos y quiso castigarme.
Por eso sé que la vaca de Girondo
se ha metido en mi garganta
y muerde con astucia mis cuerdas vocales.
Ya no hablo.
Ahora oscilo
entre las aguas
de este no lugar.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


¿A dónde volvemos cuando salimos del trabajo?

Disculpa si suena redundante
preguntar por el lugar de retorno.
Desde que salí de mi casa
no he vuelto.
Cada vez que da la hora de salida
camino los pasillos del laberinto obrero
y llego a una casa a la que le faltan las piernas.
Ayer a las ventanas de la casa le faltaban los brazos.
A la puerta le faltaba conciencia social.
Ya me harté de llamar a las dependencias municipales
para indagar por los restos de esta casa que no es casa.
A la que no volví desde que salí de su cuerpo.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Un personaje de Harper Lee
Soy Jem
en Matar a un ruiseñor
porque aunque todo pinta
a una derrota inminente en la poesía
me aferro a la victoria.
Y, así,
como el niño de Atticus Finch
sé que terminaré
con una pierna rota
al final del libro
y muerta en la secuela
o precuela o versión original
a publicarse cincuenta y cinco años después
con fracaso en crítica literaria
y en ventas.
Tanto, que hasta las librerías
ofrecerán devolverle el dinero
a los lectores.


*De No lugar (libro inédito)

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Muerte a la poesía lírica

El cronista que narra los acontecimientos
sin distinguir entre los grandes y los pequeños,
da cuenta de una verdad:
que nada de lo que una vez haya acontecido
ha de darse por perdido para la historia.
–Walter Benjamin
Tercera tesis de ‘Tesis de filosofía de la historia

Me abruman las notas periodísticas
sobre la Junta de Control Fiscal
que tomará las riendas del país en unos pocos días.
Yo quiero leer las crónicas de mi amigo, Gegman,
un poeta que hace libros con las manos
los vende a cinco dólares para comprar pan,
y se unió a la lucha contra la Junta
porque la dignidad puede tener levadura y algunas sinalefas.
O las crónicas de las cartas acumuladas
entre la reja y la puerta de mi vecina Camila,
que tuvo que dejar su apartamento
en este condominio de clase obrera
porque no podía pagar su mensualidad,
y yo no sé cómo llamarla.
Nadie contesta su celular.
Que cuenten los periódicos
las crónicas de Cayito en el barrio Robles
de San Sebastián del Pepino,
que le sorprendió un infarto y
no había una ambulancia
que lo llevara al hospital de Mayagüez.
Murió solo en su casa.
Yo quiero que publiquen en primera plana
la letra de la última canción
que le enseñaron a mi primita Alanis en la escuela,
antes que la cerraran.
Que las crónicas tengan los nombres
de todos los que las viven.
Los periódicos solamente publican
los nombres cuando tienen finales felices;
esa que «se faja trabajando con sacrificio»
o alguno que otro white savior
que no conocerá los efectos de la ley PROMESA
y logrará “echar palante.”
¿A que la belleza también puede oler
a sudor de debajo del brazo?
No, mejor invalidemos esos versos.
No sea que el Banco Popular
quiera contratar mis servicios
para una campaña publicitaria.

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VII

LOS CIELOS CERRADOS

3.- RENUNCIACIÓN

Yo que vencí caminos de ascensión y de nieve
hago un alto en el cruce de llama intransitado.
Tu, imagen, ave clara, a mi reclamo viene.
Pero después esquiva mi soledad de árbol.

Siento tus alas finas y tu cantar terrestre
como voces de cielos para siempre cerrados.
Y mi raíz de hombres se despierta y se tuerce
en afanes oscuros de apresarte en mi páramo.

Tu esplendor palpitante me mordió de altiveces,
y conocí el origen del mundo, deslumbrado.
Después gritaste, "¡Calla!" Se hizo noche el presente.
Y hubo un ancho silencio mortal de campo santo.

No dejes que tu espíritu en el mío se adentre:
te espantará el misterio de mis sueños helados.
El corazón ya es túnel de humo, y de repente
ahogó su acento vivo de joven campanario.

Si en las mañana turbias sobre la tierra llueve
recordarás la sangre que palpitó en mi mano.
Pero ya es piedra lacia, sin promesa, y no tiene
voluntad de caricia en su metal de charco.

El alma es noche negra sin flor de amaneceres.
Llegué primero, y no podré quedar anclado
en el puerto de luces que el Mañana te extiende.
Tú eres toda Presente. Yo soy casi pasado.

Mi corteza no sabe nada más que de Ayeres.
Y entrañarte en mi nudo de pensamiento atado
es peor que la angustia del arroyo que muere
desangrando dulzuras entre mares salados.

Sólo el viento que pasa, y que no se detiene,
oirá la agonía con que a solas te llamo.
(Pero tú no la oigas otra vez porque hiere
con su sombra de ardores y su sol congelado.)

El castigo del Tiempo me golpea las sienes.
(¡Oh, ciega y sorda carga de plomo de los años !)
Tu rosal, como apenas si ha florecido en mieles,
no sabe del vacío de los cielos cerrados...

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VII

LOS CIELOS CERRADOS

4.- LUGAR DONDE SE AMA

El sol cayó en tus labios. Y los volvió sonrisa.
Bajó hasta tu cabeza. Y se tornó de oro.

Mis dedos buscan chorros
de luz junto a tu vida.
Y sale - buzos locos-
con la yemas vacías.

Horizontes de cal, pájaros rotos.
¡Este vacío inútil, este vacío inmenso
dentro de mí, sabiendo
dónde late el tesoro!
Mis brazos cavan hondo,
del manantial sedientos:
buscando entre las rocas
el corazón que ocultas
entre racimos nuevos..
Y a mi ansiedad retornan
baldíos y desiertos.

El ardor en el alma de fugaces anhelos
hoy es nieve sin sangre que enterró mi esperanza.
Se nubló en nudos quietos, sobre cejas de hielo,
la visión que ha perdido sus cristales de alba.

Los recuerdos de vida tienen frío de invierno.
La mirada renuncia a la luz de la mañana.
Todo es ya un evocar de lejanos encuentros,
un sudor de agonía que tortura y no mata

Voluntad ya no puedes dar color a tus sueños.
Eres hoja arrancada al calor de la rama.
Voluntad: al morir, como todo lo muerto
sólo tienes la sombra sin amor de la Nada.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA



Mi biografía como una entrada de wikipedia

El problema de estas entradas
no es la veracidad
la confiabilidad
o la apuesta al futuro
de su contenido.
El problema es
no podar los párpados
de todas aquellas veces
que viste llorar a tu madre
o la imposibilidad
de describir el olor
de sus manos
cuando te dolía la panza
y ella te servía te de menta.
Ahora, propongamos
una referencia cruzada
a la imagen de cómo sería
verla envejecer
mientras eres tú
quien te haces viejo
se te caen los dientes
te da estreñimiento
y no te da la jubilación
para cubrir los costos
del hogar de ancianos
que debiste pagar a plazos
con un trabajo seguro
que nunca estuvo a tu alcance
como envejecer tampoco estuvo
al alcance de ella.
Por eso es necesario
el anonimato
de estas entradas enciclopédicas
justificado con la filosofía
de creación colectiva
y acceso democrático.
Nadie es capaz
de contarle a los lectores
-quienes copiarán y pegarán
estos datos
en algún proyecto
para su clase de español-
que la autora
nunca volvió a escribir
como lo hacía antes
de la muerte de su madre.
Eso, seguramente,
Wikipedia lo ha almacenado
en su lista de lugares comunes
de poetas menores
de América Latina, claro,
porque a Las Antillas
nadie las menciona.
¿Quién más tendría el valor
de reclamar la autoría
de esta entrada?
Por eso la verticalidad
de estas poquísimas líneas.
Para engañar a los algoritmos
y hacerles creer
que hemos escrito
un poema.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA



HULDUFÓLK

La primera vez
cerré los ojos y oré
sentía mucho frío.
Por eso la segunda vez
oré con los ojos abiertos.
A la tercera dejé de orar.
Ya sabía –desde la primera–
que ninguno de aquellos
pequeños seres
saldría de su escondite

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA




FRENESÍ

La esperanza es audaz
se mete donde no la llaman.
La última vez la vi merodeando
el féretro de mi madre.
Por momentos podía ver
cómo se le metía por los ojos.
Hasta llegué a pensar
que ese era el mejor momento
para ir a besarla.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA



LAS OVEJAS DE TUNGARÉTT

Una manada de ovejas
blancas y negras
camina sobre una montaña
del sur islandés.
Alguna habrá
que no volverá a ver
la caída del sol.



UN POEMA BUCÓLICO

El río se secó porque no llueve.
La carretera que conecta el campo
con la ciudad se hizo añicos
por las fuertes precipitaciones
de aquellos tiempos en que sí llovía.
Cerraron la única escuela primaria
porque ya no hay niños en el barrio
aseguran los viejos de la tierra
arrugados como cuando te metes en un río
y te quedas adentro demasiado tiempo.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Guantes

Le puse la bufanda azul
el abrigo de invierno
los guantes negros
y el gorro que le tejió su nieta.
Lloré para que no se fuera
porque llovía.
Construí una barrera
entre la puerta y la lluvia.
Lloré mientras mi hermano
la sacaba y la llevaba a comprar
hojas de plátano que podía
arrancar en el patio de su casa
si estuviésemos en la isla.
Quise esconderla
en veinte bóvedas chinas.
Quise abrigarla
como si se fuese
a Islandia.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA



Alcanzar la cima

De más está decir que
si la montaña no va a Mahoma
es que esa montaña no existe.
Por lo tanto, dejemos claro
este asunto de una buena vez:
tampoco existe
ninguna otra montaña.
Y ya que estamos en las de
saldar cuentas,
eso de la cima es un pretexto
para tener donde exhibir tanta nieve.

POESÍA SOCIAL. PUERTO RICO

JOSÉ AGUSTÍN BALSEIRO (*)


LA PUREZA CAUTIVA (Poemas de 1927 -1937)

VII

LOS CIELOS CERRADOS

5.-RECAPITULACIÓN

No sé si fuiste espiga y yo fui hoz,
Amada.
No sé si yo fui tronco y fuiste hacha,
Amor.
Sé que herí y sentí herido de muerte el corazón
hasta perder la vida en ríos de esperanza.

henchiste mi pasado con generosa savia
de júbilo de mayo y de poesía nueva.
Primavera en el cielo de la tierra florida:
renaciste canciones de pasión en mi voz.
Y después las quemaste, como viejas astillas,
ordenando silencios lacerados de amor.

Hoy... memoria de luto, horizonte en cenizas
con lamentos sin ecos y tinieblas sin sol.
Las praderas son páramos de carbón y de harina
donde todo se apaga... ¡Pero me queda Dios!


Con este bellísimo poema termina LA PUREZA CAUTIVA. Insisto, creo que han podido faltar algunos poemas: pero es lo que he encontrado del libro. Creo, no obstante, que es posible encontrar algo más de este autor, aunque deba buscar nuevamente. Eso, sin embargo, será dentro de una semana... hasta entonces yo pedí permiso a Lluvia. Y me tomaré una seman de vacaciones.

Gracias a todos.

POESÍA SOCIAL - PUERTO RICO

Jose Gautier Benitez

ELLA Y YO

Ella tiene la gracia seductora
que a mí me enloqueció.
Ella tiene, en los ojos, del lucero
la limpia irradiación.

Ella tiene un hoyuelo en la mejilla
que amante le dejó
al besarla, prendado de sus gracias
el travesuelo dios.

Ella tiene en su límpida mirada
tesoros de pasión,
la diosa del talento, generosa,
sus dones le cedió.
Ella tiene muchísimos encantos...
¡no tiene corazón!

Yo no tengo riquezas fabulosas
que halaguen su ambición,
ni en el libro glorioso de la fama
mi nombre se grabó.

Yo no tengo el poder de los magnates,
su altiva posición;
Yo vivo pobre, solitario y triste
luchando con mi amor.

Yo no tengo siquiera versos suaves
que formen su ilusión;
todo, todo me falta en esta vida...
¡me sobra corazón!

POESÍA SOCIAL - PUERTO RICO

Jose Gautier Benitez


LAS AVES DE PASO

El cielo está en calma, la tarde serena,
y el sol declinando;
y al valle tranquilo dirigen su vuelo
las aves de paso.

Se ignoran sus nombres, que vienen de lejos,
de climas extraños,
y todos las miran, mas nadie conoce
las aves de paso,

las blancas palomas, que siempre tranquilas
el valle habitaron,
reciben alegres, con tiernos arrullos,
las aves de paso.

Que al fin ellas vienen de incógnitos valles
y es dulce su canto;
tal vez es por raras, que halagan, seducen,
las aves de paso.

Y aunque hay en el valle rendidos amantes
de cuello nevado,
prefieren las blancas palomas sencillas,
las aves de paso.

Mas ¡ay!, que saciadas al fin de caricias,
de nidos y granos,
de nuevo levantan su rápido vuelo
las aves de paso.

Y al verse burladas las pobres palomas,
exclaman cantando:
Malhaya la incauta que alberga en su nido
las aves de paso.

Pascual: Buenos Días, un gusto saldarte, quisiera dejarte una inquietud, viendo La página social de Grande Escritores: en esta ocasión Los Poetas de Puerto Rico, donde me ha parecido un gran recorrido por la Literatura de escritores de ese País, hace una semana tenía más de 50 páginas de lectura hoy me encuentro con que existen solo 5 paginas, ojala puedas ver con Walter que paso con las que se encuentran perdidas, Un abrazo amigo en la distancia...

No hay nada perdido, Ángel. Simplemente las secciones tienen buena capacidad. Cuando se satura salta de sección: De Poesía Social IX a Poesía Social X., En la que estamos ahora. Yo estaré fuera. Comunícale a Lluvia cualquier duda.

No hay nada perdido, Ánge, simplemente las secciones tienen una capacidad. Cuando se satura salta de sección: De Poesía Social IX a Poesía Social X, en la que estamos ahora. Yo estaré fuera. Comunícale a Lluvia cualquier duda.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


La noche

Imagina que esa montaña es tu hermana.
Ir a la escuela con la montaña
compartir la merienda
la peinilla
-aunque se le peguen algunas yerbitas frescas-
correr tras la montaña
verla temblar de frío
bajo esos grandes copos de nieve
y no poder hacer nada para calentarle
en especial entre noviembre y enero
esos meses en que el sol brilla
solamente tres horas diarias.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Falsa mejoría

Un día te levantas
y ves que todo es felicidad
estamos juntos
comemos
reímos
de repente nos va dando el frío
a unos primero
luego a otros
algunos corren
a buscar la chaqueta
otros son más cautelosos
y sólo se ponen medias
los que están en la casa
ajustan el termostato
los que viven debajo de los puentes
mueren gélidos, y nunca sabremos
y así pensamos
que el café con leche o la quimioterapia
nos calentará los dedos
indefinidamente.

PUERTO RICO

CINDY JIMÉNEZ VERA


Encontrar a Eyjafirdi y otros cementerios

Una página web asegura que ayuda
a encontrar el cementerio islandés
donde está enterrada tu madre.
El día que enterrramos a mi madre
(lo sé porque yo cargué
el lado izquierdo
de la parte posterior del ataúd
desde la entrada del cementerio
hasta la tumba)
hacia un sol terrible.
Era fácil dar con su ubicación
no sólo por la luz solar
si no porque su tumba está
a la derecha de la entrada.
Lo que nunca se encuentra
en una página web
es el teléfono directo
del enterrador
-porque dirige la llamada
al municipio
a la oficina del alcalde
a su secretaria
a la recepcionista de otra oficina municipal
quien suelta el auricular
y le grita a algún funcionario
que no debía aparecer en este poema
y le pide el número de extensión
del cementerio-
para poder preguntar
el horario de visitas
y llevar flores.