SIN PIEDAD

La noche mira tras su bruma espesa
el llanto mancillado del amante,
su grito mudo yace triste en pena
al condenar su calma miserable.

El ocaso le muestra su vileza
flagelando pasiones sin umbrales,
es miedo sempiterno de cadenas
al obituario falto de culpables.

Ajada duerme la avidez sombría,
saciada de vestigios y torturas
entre mil universos de cenizas.

Agoniza fugaz mi desventura,
la oscuridad impía paraliza
atando mi alma sin piedad alguna.

.



SIN PIEDAD


La noche mira tras su bruma espesa
el llanto mancillado del amante,
su grito mudo yace triste en pena
al condenar su calma miserable.

El ocaso le muestra su vileza
flagelando pasiones sin umbrales,
es miedo sempiterno de cadenas
al obituario falto de culpables.

Ajada duerme la avidez sombría,
saciada de vestigios y torturas
entre mil universos de cenizas.

Agoniza fugaz mi desventura,
la oscuridad impía paraliza
atando mi alma sin piedad alguna.




A este soneto, solo le añadiría una coma al final del segundo verso, para señalar que acaba la oración.


Ya llevas unos cuantos sonetos y creo, Ernesto, que ya le has cogido el tranquillo a esta composición, de manera que obtienes bellos resultados.


Comentar solo que en este soneto, cada estrofa tiene un sujeto distinto (el cuarto dos): la noche, el ocaso, la avidez y mi desventura y la oscuridad. Como puedes ver, todos van del campo semántico de lo oscuro, lo penoso. Es un soneto de lamentación de un amante al que le falta su objeto amoroso.


Un fuerte abrazo.
Pedro

Pedro Casas Serra escribió:.



SIN PIEDAD


La noche mira tras su bruma espesa
el llanto mancillado del amante,
su grito mudo yace triste en pena
al condenar su calma miserable.

El ocaso le muestra su vileza
flagelando pasiones sin umbrales,
es miedo sempiterno de cadenas
al obituario falto de culpables.

Ajada duerme la avidez sombría,
saciada de vestigios y torturas
entre mil universos de cenizas.

Agoniza fugaz mi desventura,
la oscuridad impía paraliza
atando mi alma sin piedad alguna.




A este soneto, solo le añadiría una coma al final del segundo verso, para señalar que acaba la oración.


Ya llevas unos cuantos sonetos y creo, Ernesto, que ya le has cogido el tranquillo a esta composición, de manera que obtienes bellos resultados.


Comentar solo que en este soneto, cada estrofa tiene un sujeto distinto (el cuarto dos): la noche, el ocaso, la avidez y mi desventura y la oscuridad. Como puedes ver, todos van del campo semántico de lo oscuro, lo penoso. Es un soneto de lamentación de un amante al que le falta su objeto amoroso.


Un fuerte abrazo.
Pedro

Maestro,

Ciertamente me gusta la poesía clásica, aun cuando he escrito en prosa tratando de utilizar principios de la métrica y acentuaciones, los resultados no son los mismos, la estructura clásica tiene su propia magia.

Maestro, es correcto en oportunidades elaboro un trabajo sin identificar al sujeto y en otros como este caso me excedo, cada experiencia, cada corrección que Usted me hace es un aprendizaje nuevo y de seguro en algún momento alcanzare a crear un poema que cuando lo lea, diga este es el que buscaba.

Infinitas gracias por sus enseñanzas mi buen amigo,
para mi es un honor contar con Usted.

Un fuerte abrazo
Ernesto

De nada, Ernesto. Para mí es un motivo de alegría poder ayudarte.

Un abrazo.
Pedro