X. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (III)

SONETOS SIGLO XX

RICARDO FOMBUENA VIDAL (1924 - 2011)

16. Y SOLO ERA UN GRILLO

Descubro tu paisaje insospechado
penetrando por valles entreabiertos,
bosques febriles, temblorosos huertos,
lechos en paz con frutos del pecado.

Junto a un vulgar tomillo desmayado,
bajo la hierba un hoyo estaba abierto;
sonando el rinrín de su concierto
un grillo solitario enamorado.

Desde el cielo una estrella sonreía
sabiendo que en aquel grillo moría
un corazón violín, pobre y sencillo.

Sólo su nada supo del dolor.
¡Qué diferencia hay entre aquel grillo
y la humana ignorancia del amor”

SONETOS SIGLO XX

RICARDO FOMBUENA VIDAL (1924 - 2011)

17. MATERNIDAD

Su cuerpo ante la vida, frente a frente,
y es Febo quien entrega como amigo
esa espiga de amor que se hace trigo
en bálsamo y aliento de inocente.

Y asciende en espiral, hacia su fuente,
el ansia maternal que va consigo,
al llegar a este mundo, sin abrigo,
lo inunda de calor interiormente.

Maternidad sublime en regocijo,
esencia en sentimientos desbordada,
inmenso amor de madre por su hijo.

Eslabón a su estirpe encadenada.
En su cruz, sentirá su crucifijo,
y en su luz, se verá iluminada.

SONETOS SIGLO XX

RICARDO FOMBUENA VIDAL (1924 - 2011)

18. LOS NIÑOS DEL TERCER MUNDO

Escuálidos, hambrientos, desvalidos,
han de morir por miles cada año;
todo es pena, dolor y desengaño
por los niños del mundo mal nacidos.

Amargos son los panes ofrecidos,
son hambre del mañana, son engaño;
evitar el que nazcan no regaño
si luego han de morir desatendidos.

Ya somos demasiados en La Tierra.
¡Dejarla con su barro y no hagáis lodo!
Fontana maternal que, a su medida,

no fluye para el hambre, o por la guerra,
que el hombre, donde aflora, sabe el modo
de evitar su mal cauce hacia la vida.

SONETOS SIGLO XX

JOSÉ IGNACIO FORONDA (1961 - ?)

Fuente: PEPITAS DE CALABAZA



Se licenció en Filología. Ha publicado las colecciones de poemas Tiempo de ocio (AMG Editor, 1991), Las cigarras (Manifiesto, 1992), Porrón y cuenta nueva (AMG Editor, 1995) y Milan & Staedler (Ayuntamiento de Logroño, 2004) y de los libros Libro de familia (Premio Jaén de Poesía, Hiperión, 2001) y Jaulas (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004).

En 2004 publicó con Pepitas de calabaza, y en la inmejorable compañía de Bernardo Sánchez, Teresa Rodríguez, Emilio Blaxqi y Rafael Azcona, la colección de artículos La ciudad en el ombligo, una colección de crónicas en las que lo vivido, lo leído y lo recordado cruzan las calles de un Logroño desaparecido. En 2011, también en Pepitas de calabaza, vio la luz Días bajo el cielo, un libro sin género donde se vale del apunte, la crónica o el poema para preguntarse por su lugar en la vida y en el mundo.

SONETOS SIGLO XX

JOSÉ IGNACIO FORONDA (1961 - ?)

UN AMOR FUMANDO

Quiero apoyarme amor contra tu espalda
y contemplar fumando este escenario
donde tú y yo, callados, nos amamos,
donde mi voz se anega entre tus nalgas.

Quiero encender sin verte otro cigarro,
pensar en ti y en esta serpentina
que envuelve con sus vueltas nuestras vidas,
y el corazón me apoca con sus lazos.

Quiero hacer aros de humo en el silencio
y ver como se enredan en los muebles
o cómo los deshaces con tu aliento.

Dame la desazón de este presente,
de este tiempo de deuda y desconsuelo
y acércame de paso el cenicero.


(HAY BASTANTES PÁGINAS DEDICADAS AL AUTOR Y A LA CRÍTICA DE SUS LIBROS. POEMAS NO ENCUENTRO MÁS QUE ESTE SONETO (?) QUE CITA RGG.

(?) Esquema métrico y sobre todo rima bastante heterodoxas.

SONETOS SIGLO XX

GUSTAVO FORT

RGG pone : ESPAÑA. SIGLO XX.

No encontramos ninguna referencia biográfica suya. Sí, indicaciones, de que podría tratarse u poeta portorriqueño.

Ponemos el único soneto que menciona RGG


La Poesía de los Números

¡Oh inspiradas a+b+c+d...!
Matemática madre universal;
principio del enigma sideral
que lenguaje a la Esfinge acaso dé.

Cifras sagradas..., llenas de futuro,
que guardáis como larvas misteriosas,
las alas multiformes de las cosas
y hacéis el madrigal del hierro duro.

¿Qué eres prosaica?... ¡No! Eres poesía,
compleja y atrevida Geometría,
en donde acaso el manantial esté...

¡Oh, astrónomo, Colón del Infinito,
de ávido labio donde duerme un grito...
¡Oh inspiradas a+b+c+d...!


PUEDES SEGUIR, LLUVIA.

SONETOS SIGLO XX




JOSÉ MARÍA FORTEZA
España. 1.925 – 1.998
Escritor y Poeta.



ME ASOMBRO ANTE LA VIDA...

Me asombro ante la vida, me detengo
a contemplar la nube pasajera.
Ruedan los años como la primera
revelación del mar de donde vengo.

Cercado amor. Un árbol de abolengo
dio sombra a la naciente primavera.
Dichoso aquel recinto de la espera
y este náutico impulso que mantengo.

Dios crece hasta en la danza de la abeja
con su temblor de acacia, con su inquieto
y estremecido vuelo, con su grito.

Llevo una pausa íntima, una vieja
sabiduría de hombre analfabeto,
que busca en las estrellas su infinito.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



Fernando Fortún, precoz en la vida y en la muerte, publicó su primer libro, La honra romántica, el año en que cumplía diecisiete años, en 1907. Su mentor era entonces Villaespesa, y algo del Villaespesa más caduco, del modernismo más decorativo y exterior hay en esos versos. Pero hay también otras cosas: un tono intimista, una nostalgia del ochocientos, una música asordinada que los emparenta con los Poemas de provincia, de Andrés González-Blanco, y con la mejor herencia del simbolismo.
Breve, muy breve, fue la vida literaria de Fernando Fortún, pero vivida con rara intensidad. Colabora en las nuevas revistas, asiste a tertulias como la de Carmen de Burgos, Colombine, tan ferozmente caricaturizada por Cansinos en sus memorias... En 1910 lo encontramos, era inevitable, en el París de sus mayores admiraciones. Allí conoce a Enrique Díez-Canedo, con quien comparte fervores y descubrimientos y la elaboración de una antología fundamental, La poesía francesa moderna, que se publica en 1913 y es quizá el volumen poético de mayor influencia en la juventud de entonces. Los más grandes poetas franceses del fin de siglo son traducidos, además de por los antólogos, por algunos de los mejores poetas españoles del momento, encabezados por Juan Ramón Jiménez.
A partir de 1910 se irá constituyendo, en acertada opinión de Juan Manuel Bonet, «un grupo de perfiles bastante definidos»: los crepuscolari españoles, que el citado crítico, que es quien mejor ha evocado la figura de Fortún, define como «discretos, irónicos con mesura, amigos de las cosas grises y humildes, atentos a París pero enamorados de la provincia, tentados en su verso por la prosa, sentimentales y prosaicos en su acercamiento a la ciudad moderna y a los puertos»; sus integrantes serían, además de Fortún, Díez-Canedo, Tomás Morales, Alonso Quesada, Ángel Vegue y Goldoni, Pedro Salinas.
La muerte de Fernando Fortún en 1914, unida al alejamiento provinciano de Morales y Quesada y a la dedicación a la crítica de Díez-Canedo y Vegue y Goldoni, haría desaparecer ese grupo antes de que encontrara en la historia de la literatura española el lugar que merecía. Sólo uno de esos poetas, Pedro Salinas, lograría un lugar de honor en sus páginas, pero unido a otro grupo, el del 27, olvidados ya sus inicios modernistas.

En 1914 se publica el segundo y último libro, ya póstumo, de Fernando Fortún. El título, puesto por los recopiladores, resulta suficientemente significativo: Reliquias. Prosa y verso se juntan en sus páginas. Las conferencias, cartas y apuntes sueltos de un cuaderno de escritor nos hacen lamentar que su tarea de prosista -para la que estaba dotado, como pocos, de inteligencia y sensibilidad- quedara tan precozmente cortada. Los poemas son ya los de un poeta con voz propia, que merece un lugar en las antologías y no sólo en el melancólico recuerdo de sus amigos.
Vida provinciana, recuerdos de infancia, amores adolescentes son evocados en un verso muy rimado, con mucho sonsonete (que nos resulta inevitablemente antiguo), y a la vez con un léxico preciso y prosaico, «a un paso de lo cursi o de lo banal», en opinión de Bonet.
A partir de los años treinta, Agustín de Foxá recogería la herencia de Fortún. Ambos serían rescatados por un sector de la poesía española de los ochenta. Jon Juaristi, por citar sólo un ejemplo, parte de Fortún para su evocación, entre irónica y tierna, de la vieja provincia de tradición carlista.

Obra poética

La hora romántica, Madrid, Imprenta Gutenberg, 1907.
La poesía francesa moderna. Antología ordenada y anotada por Enrique Díez-Canedo y Fernando Fortún, Madrid, Renacimiento, 1913; 2.ª ed., Gijón, Llibros del Pexe, 1994.
Reliquias, Madrid, Imprenta Clásica Española, 1914; 2.ª ed., Madrid, Signos, 1992. Prólogo de Luis Antonio de Villena [no se reproducen los textos en prosa].



Bibliografía

BONET, Juan Manuel, «Tras la sombra de Fernando Fortún», en Fin de siglo, núms. 9-10, Jerez de la Frontera, 1985, págs. 41-47 [incluye también una atinada selección de poemas, págs. 48-52].
GARCÍA MARTÍN, José Luis, «Melodías de ayer», en Punto de Mira, Gijón, Llibros del Pexe, 1997, págs. 182-185.
ROLDÁN VENDRELL, Mercedes, Fernando Fortún y el modernismo español, Ann Arbor, UMI, 1994.
VALDÉS, Francisco, «Fortún», en Letras. Notas de un lector, Madrid, Espasa-Calpe, 1933, págs. 143-146.
VILLENA, Luis Antonio de, «Fernando Fortún: crepuscular español», en Reliquias (1992), págs. 9-16.

"Llevo una pausa íntima, una vieja
sabiduría de hombre analfabeto,
que busca en las estrellas su infinito."

ME ENCANTA.

GRACIAS, LLUVIA.

Gracias a ti, por estar siempre ahí, amigo mío.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



EN LA VIEJA SALA

En la quietud invernal, cerca de la camilla
he creído contemplar mientras que cae la nieve,
en este antiguo estrado de cretona amarilla,
tertulia de principios del siglo diecinueve.

Vendría un consejero de Indias, grave y sesudo,
un canónigo que haría hexámetros latinos,
y un capitán de guardias, mujeriego y rudo
que era uno de los más entusiastas cristinos.

Entrarían despacio al toque de oración
y cuando sobre el pueblo la tarde se moría,
se les vería inclinarse a la luz del velón

diciendo: “¡Oh, mi señora Doña Presentación!”
saludando rendidos a aquella abuela mía
que Don Vicente López, pintó en este sillón.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


LA CAJA DE JUGUETES

En una vieja caja que olvidada
arrinconó mi ama en un desván
de nuestra antigua casa abandonada,
vagos recuerdos de mi infancia están.

Los juguetes de la edad añorada
que el pobre corazón no ha de olvidar,
son como muertos que en nuestra jornada
llorando contemplamos enterrar.

Y guarda entre las cajas de pinturas,
los soldados de plomo, las figuras
de Arlequín, y un caballo de cartón,

una muñeca rota y lastimera,
cuya dueña gentil fue la primera
por quien latió mi pobre corazón.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
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– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



AL PARTIR

En la noche profunda se desliza tranquila,
sobre las aguas muertas, con un rumor de ave
que volase callada en el viento. una nave
a la luz de una estrella, empañada pupila

de una amada que muere no sé dónde, allá lejos.
Una canción muy triste se escucha en los canales
sobre las aguas quietas, como inmensos espejos,
y parecen las luces de la luna triunfales.

De una ventana abierta salen vagos rumores
de besos y caricias. Y triunfan los amores
divinos en la noche de opacidad silente.

Y en el canal se escucha el bogar de mi nave
apagada, tranquila, que en su marcha suave
sobre las aguas muertas se aleja mansamente.

En la noche profunda se desliza tranquila,
sobre las aguas muertas, con un rumor de ave
que volase callada en el viento. una nave
a la luz de una estrella, empañada pupila

de una amada que muere no sé dónde, allá lejos.
Una canción muy triste se escucha en los canales
sobre las aguas quietas, como inmensos espejos,
y parecen las luces de la luna triunfales.

De una ventana abierta salen vagos rumores
de besos y caricias. Y triunfan los amores
divinos en la noche de opacidad silente.

Y en el canal se escucha el bogar de mi nave
apagada, tranquila, que en su marcha suave
sobre las aguas muertas se aleja mansamente.

PRECIOSO.

BESOS.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



LIED

Era la primavera. Un fresco olor a rosas
por la ventana abierta penetraba en la estancia
ungiendo nuestras almas su divina fragancia
con el óleo intangible de las vidas dichosas.

Volaba el pensamiento por regiones amadas
que tal vez no existiesen… Las almas eran una.
Y sólo se escuchaba el beso de la luna
sobre el verde follaje… caricias ignoradas.

Y ha finado ese instante. Nos hemos separado
a los vagos rumores del día que ha empezado…
Le quiso hacer eterno mi alma entristecida,

pero ha sido imposible… Llorando, dolorosa
ha puesto en este sitio unas hojas de rosa…
Y he pasado esa página del libro de mi vida.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
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– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EL TRIUNFO DEL SILENCIO

I
El maternal silencio me ha besado amoroso
como a un niño que llora una vieja criada,
que meciendo su cuna va cantando apagada
la canción añorante que nos lleva al reposo.

Se va aquietando el niño… Y se queda dormido
con la vaga sonrisa de pureza en la boca…
Y otra, descolorida y sin dientes, le toca
levemente, dejándole en su sueño fluido.

Y el divino silencio el alma me ha besado
habiendo conseguido dormirme poco a poco,
cantando tenuemente su canción ignorada;

y en la quietud silente tan solo me he quedado,
que al ver que a tu adorada figura yo no evoco
parece que mi alma se ha quedado encantada.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EL TRIUNFO DEL SILENCIO


II

Parece que he vivido en épocas pasadas
de un luchar incesante, de una guerra imposible,
retornando vencido de esa jornada horrible
a encontrar en la vida bellezas impensadas.

Y es que en ella contemplo visiones apagadas
de quietud adorable, de silencio profundo,
como si a mis sentidos cansados fuera el mundo
una tenue caricia de manos delicadas.

Quiero que de esta calma intensa y confortante
nadie me saque nunca, y siga somnoliento
en la penumbra umbría pensando en una amante

que no existe… Y su sombra me da un beso callado
no con labios de ardores, sólo con el aliento
que como el don de un ángel en mi boca ha dejado…

Parece que he vivido en épocas pasadas
de un luchar incesante, de una guerra imposible,
retornando vencido de esa jornada horrible
a encontrar en la vida bellezas impensadas.

Y es que en ella contemplo visiones apagadas
de quietud adorable, de silencio profundo,
como si a mis sentidos cansados fuera el mundo
una tenue caricia de manos delicadas.

Quiero que de esta calma intensa y confortante
nadie me saque nunca, y siga somnoliento
en la penumbra umbría pensando en una amante

que no existe… Y su sombra me da un beso callado
no con labios de ardores, sólo con el aliento
que como el don de un ángel en mi boca ha dejado…

PRECIOSO SONETO. LOS VERSOS SUBRAYADOS CON NEGRITA HACEN REFERENCIA A LA HONESTIDAD DEL Y LA POSIBILIDAD DE TRANSMISIÓNAUTOR QUE PARECE QUE CONSCIENTE DE SU TBC, CAMBIA EL BESO POR EL SIMPLE ALIENTO ANGELICAL.

Pues ahí queda dicho y sí, es bello soneto.
Gracias y seguimos, amigo mío.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
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– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.




CAMPOAMOR

Por solitaria senda soleada
avanza lentamente el gran poeta
riendo indulgente su mirada inquieta
al ver una pareja enamorada.

Unida estrechamente, entrelazada
y envuelta en un olor de violeta,
como en una dolora del poeta,
no esperan del hastío la llegada.

Juegan los niños entre risas locas
de suprema alegría, triunfadoras.
Y presentando sus fragantes bocas

las hijas de las madres que amó tanto,
con infantil cariño, seductoras,
le besan ya como se besa a un santo.

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FERNANDO FORTUN
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España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


RECUERDOS DE INFANCIA

I

Con un amor intenso he recordado
vagas visiones de un lejano día,
y una amarga y sutil melancolía
hasta el fondo del alma ha desgarrado.

En esta evocación de lo pasado
he visto que algo amado aparecía:
una ilusión, porque en el alma mía
lo demás está muerto y enterrado.

¡Todo está tan lejano!... Nada veo
de cuanto amé con infantil cariño…
Es todo el mundo un acerado espejo,

y al contemplarme en él es mi deseo,
saber, si siendo viejo hay en mí un niño,
o si siendo aún un niño, hay en mí un viejo.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


RECUERDOS DE INFANCIA


II

Opacos días grises de mi infancia, lejanos
os remembro en instantes de hastío y de pereza,
y llorando de tedio veo que sois hermanos
de esos otros que pasan con la misma tristeza.

Apagados recuerdos…No sufro más dolores
que el dolor infinito de soportar la vida
monótona y silente, guardando los amores
divinos hasta el último día de la partida…

¿Si todos sois iguales para qué ir contemplando
el paisaje que siempre cruza la caravana
que con su andar tranquilo lenta se va alejando?

Yo prefiero quedarme solo en este desierto
viendo borrarse lejos toda imagen humana,
hasta que el aire avente las cenizas de un muerto.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



LA VISION DEL MAR

I

En nuestra vieja casa los inviernos pasaba
contemplando los días detrás de una vidriera,
iguales y tranquilos, y al llegar la primera
esperanza abrileña, cuando ya el sol quemaba,

emprendía diarios y continuos paseos,
pesadas caminatas… De cerca vigilado
por dos ojos amantes que siempre me han mirado
con un terrible miedo de perderme… Deseos

de empezar otra vida enfloraban mi alma
y esperaba intranquilo con una fe inquietante
que acabaran muy pronto esas horas de calma;

y entonces ensoñaba la visión del verano
en la playa lejana, junto al mar murmurante
que eran para mis ojos como un divino arcano.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
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LA VISION DEL MAR



II

Se ha perdido el recuerdo con el tiempo pasado
de los opacos días de aquella triste infancia
enfermiza y monótona, y queda la fragancia
de unas flore cloróticas que el viento ha deshojado…

Sin orden aparecen las figuras amadas,
los plácidos rincones y las horas dichosas,
pero todas se pierden, y en el tiempo borrosas
se esfuman sus imágenes muy lejos, olvidadas…

Sin embargo remembro un juguete ideal,
y las tardes felices de un teatro Guignol
adonde nos condujo la mano maternal;

y tal vea confundidos allá en la lejanía,
el beso delicioso de las horas de sol,
y otro beso ignorado de alguna prima mía.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
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– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
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EL LAGO

Todo el amor de Elena y Margarita
en sus ojos divinos he encontrado
cuando nuestras miradas se han juntado
y he visto que esa unión es infinita.

¿Qué importa que se aleje de mi lado
y siga otro camino diferente
si mi alma con ella eternamente
ha de vivir de un modo no pensado?

En el azul tranquilo de sus ojos,
divino lago de aguas increadas,
en una nave ignota me haré fuerte,

¡y ni veré los horizontes rojos
ni a mis hermanas, otro tiempo amadas,
navegando en el lago hasta la muerte!

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



VERONICA

En el camino horrible, tu figura
apareció clemente, luminosa,
y a mi cruz te acercaste tan piadosa
como si descendieses de la altura.

Con un lienzo de nívea blancura
el rostro me enjugaste y, amorosa,
consolaste un instante mi espantosa
soledad en esa vía de amargura.

Me hostigaron los que me conducían,
y llorosos tus ojos de esmeralda,
escuchaste un sonido funerario…

Una plegaria por los que morían
rezaste, y con la cruz sobre la espalda
emprendí mi camino hacia el Calvario.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



Y EL CAMINANTE DICE…

He recobrado fuerzas para el largo camino,
descansando un momento mi cuerpo extenuado
al calor de la lumbre de un hogar ignorado
adonde me condujo la mano del Destino.

Un yantar abundoso y un buen vaso de vino
en grata compañía con deleite he probado,
mientras dos bellos ojos amantes me han mirado
cándidos y profundos en un brillar divino.

Y me he alejado lento de ese lugar dichoso
llevando el alma mía con aquella mirada
una dirección mágica en su anhelar glorioso,

que la consuela y guía en áspera jornada
que ha de acabar al fin, si el camino espinoso
no mata mi energía antes de la llegada.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



CHARLES GUERIN

El cielo palidece. La tierra, reposada,
respira. Mensajero del día, el viento puro
agita débilmente la parra sobre el muro
y abre con mano tímida de mi estancia la entrada.

Brilla un temblor de plata en la hierba cortada;
del collado de Oriente al hondo valle oscuro,
marcha el alba riendo por el rocío puro,
cabellera de brezos al azul desatada.

Se desgarra la niebla en las ramas del huerto.
El sol, que se levanta, arroja un oro incierto,
y empapa las glicinas sobre la casa mía…

Y así el amor, de un alma nocturna en el oriente,
abrirá su plumaje de cisne reluciente…
Yo tiemblo igual que tiembla una estrella ante el día.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



SONETOS ROMANTICOS

I

¡Oh evocador encanto de estos salones viejos,
que tuvieron antaño una época de gloria!
¿Qué figuras románticas copiaron sus espejos?
Pensativos retratos, decidme vuestra historia…

¿Qué secretos ocultan los rojos cortinones,
que oyeron decir versos de un fogoso lirismo?
Ceremoniosos aires de antiguos rigodones,
¿por qué en estas instancias ya no soñáis lo mismo?

Damas de aquellos tiempos, cordiales y coquetas,
que bebíais vinagre para estar siempre pálidas,
y amabas sobre todo la santa poesía,

haciendo así felices a los tristes poetas…;
damas de aquellos tiempos, almas bellas y cálidas,
¿por qué esa época vuestra no habrá sido la mía?

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



SONETOS ROMANTICOS



II

En al oscura calleja, esta silla de posta
que antes se detenía en la vieja posada,
por rota e inservible, se encuentra abandonada
como una vieja nave que se pudre en la costa.

Yo creo haberla visto cruzar por mi camino,
yendo en una sonora e incómoda galera,
con estudiantes, curas y gentes jaranera…
Vestiría yo entonces un frac de lechuguino.

Y tras su ventanilla vi un traje Directorio
y un óvalo divino bajo una cofia rosa
de donde se escapaban rubios tirabuzones,

al pasar yo tejiendo un sueño ilusorio…
Y vi la carretera otra vez silenciosa,
escuchando a lo lejos cantos de postillones…