X. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (III)

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



SONETOS ROMANTICOS



III

El preciado abanico que hay sobre la consola,
entre las porcelanas, junto a unas miniaturas,
deja ver, al abrirse, las goyescas figuras
del país de Fortuny: una escena española.

Fue de una abuela mía con alma de manola,
que en París residió; dicen que hizo locuras…
Linda faja de maja ciñera su cintura
en vez del polisón y el vestido de cola.

En una regia historia tal vez fue la heroína;
no sé que comentarios ante el retrato oí…
La pintó Winterhalter, vestida de Rosina,

con una casaquilla de seda carmesí,
que en un baile de trajes, con su gracia divina,
lució en las Tullerías, bailando con Morny.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



SONETOS ROMANTICOS


IV

Pasea por las tardes, bajo los soportales
de la sombría plaza de la Constitución,
en un opaco grupo de personas formales,
este hidalgo que tiene corazón de león.

Se ha formado una vaga y sonora leyenda
en torno a su severa figura señorial.
Sufrió muchos dolores… perdió toda su hacienda…
y conservó su gesto de altivez imperial.

Fue, con Zumalacarregui, el soldado más bravo
que peleó en Navarra. Y del Señor esclavo,
sacrificó su casa en bien de la facción.

Y todo emocionado, con orgullo se abate
al recordar su alma que, una tarde, en Oñate,
besó una mano regia como alto galardón.

Paso por tus sonetos, querida amiga.

Besos y buena semana.

Gracias, Pascual y disculpa, ando un poco liada en casa y si voy lenta normalmente, ahora el doble.
Despacio, pero seguimos.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.




SONETOS ROMANTICOS

V

¡Y los viejos dandys, un poco afrancesados,
de melenas nevadas y próceres maneras,
con sus levi-sacs negros y sus blancas chorreras
encuadrando los rostros pulcramente afeitados!

Tuvieron una ardiente juventud azarosa
ocultada en sus rostros rientes y simpáticos,
y fueron oradores, poetas, diplomáticos,
igual que don Francisco Martínez de la Rosa.

Y con sus dulces voces sedosas y cansadas,
bajo el velón antiguo, en las largas veladas,
contaban casos raros, y ante ellos sonreían,

para al fin terminar lamentando el presente…
Y, poco a poco, iban inclinando la frente
y en el sillón de yute, soñando, se dormían…

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.




SONETOS ROMANTICOS



VI

Los pretéritos días que nunca conocimos,
los pálidos semblantes, y los tocados viejos,
son como esas mujeres cuyo retrato vimos
y a las que amamos sólo porque estaban muy lejos.

¡Oh las damas románticas cuyos días pasaron,
y, con ellas, sus dioses: Rossini y Lamartine!
Tal vez dos iniciales confundidas grabaron
una noche de luna en un viejo jardín.

Vosotras perfumasteis el siglo diez y nueve
con las almas de fuego en un cuerpo de nieve,
de la reina Cristina a Eugenia de Montijo...

Por vosotras, románticas, aún mi corazón arde;
a este mundo tan viejo, he venido muy tarde;
debí ser vuestro amante y he sido vuestro hijo.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



VISION DE QUIETUD

I

Yo hubiera sido igual que aquel abuelo mío
que fue guardia de Corps y amigo de Espronceda,
y tuvo algún romántico y sonado amorío
con alguien cuyo nombre decíase en voz queda.

Después de haber vivido mucho tiempo en la corte,
y cuando en mi melena albeara una cana,
en un viejo palacio de una ciudad del Norte
me uniera a una cordial y buena prima hermana.

Los pretéritos tiempos serían olvidados;
y en las largas y quietas veladas invernales,
acabado el yantar, hundido en mi sillón,

viendo seis cabecitas con los bucles dorados,
y mientras que la lluvia hiriese los cristales,
seis voces me dirían: Padre, la bendición.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



VISION DE QUIETUD


II

¡La calma de las horas opacamente iguales,
a la luz de la lámpara y al amor del brasero,
y el arrastrarse lento de aquel vivir casero,
hecho con apacibles cuidados abaciales!

Estar tras la vidriera leyendo, solitario;
y en los mudos ocasos en que hasta el aire piensa,
meditar en la calma con el alma suspensa,
esperando la hora de rezar el rosario.

Después, una tertulia silenciosa y levítica;
se hablaría del culto, del tiempo, de política;
y tal vez me tildasen de un poco volteriano…

Y al encender, muy tarde, el quinqué de petróleo,
aromara la sala, con el dulzor de un óleo,
un aria de Bellini llorando en un piano…

¡La calma de las horas opacamente iguales,
a la luz de la lámpara y al amor del brasero,
y el arrastrarse lento de aquel vivir casero,
hecho con apacibles cuidados abaciales!

Estar tras la vidriera leyendo, solitario;
y en los mudos ocasos en que hasta el aire piensa,
meditar en la calma con el alma suspensa,
esperando la hora de rezar el rosario.

Después, una tertulia silenciosa y levítica;
se hablaría del culto, del tiempo, de política;
y tal vez me tildasen de un poco volteriano…

Y al encender, muy tarde, el quinqué de petróleo,
aromara la sala, con el dulzor de un óleo,
un aria de Bellini llorando en un piano…

Precioso soneto, querida amiga.

Y ya sabes: sin prisas ( estoy de acuerdo contigo).

Besos.

Gracias, Pascual, por estar ahí siempre y sí, sin prisas, pero a ser posible sin pausas, jeje.
Besos.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


VISION DE QUIETUD

III

Era mi hija mayor que, en el salón contiguo,
con su vestido Imperio ante el clave sentada,
junto a un dandy que en ella clavaba su mirada,
formaban una escena de algún grabado antiguo.

Y estando luego a solas, en las noches tranquilas,
cuando la paz del mundo por nuestras almas pasa
y late el corazón del silencio en la casa,
ver muy cerca de sí unas claras pupilas.

Y escuchando el halago de una voz que tendría
célicas reflexiones, tibias y acariciantes,
para pedir el pan nuestro de cada día,

añorando felices el vivir olvidado
-aquellos bellos tiempos sonoros y triunfantes-,
con el amor presente revivir el pasado…

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


VISION DE QUIETUD



IV

Y al evocar los viejos amores juveniles
emocionadamente, ante una miniatura,
sentir plácida y vaga la serena dulzura
de la suave sonrisa de unos labios monjiles.

Guardar como un blasón el idilio de escándalo,
y repasar el libro de su sabida historia,
sintiendo que florece de nuevo en la memoria,
al abrir un antigua abanico de sándalo.

Decir los tristes versos que a aquella amada hicimos
después de la primera ocasión que la vimos,
y contar el encanto de esa feliz mañana

que, con su traje rosa de organdí y su pamela,
como una partición, en una carretela,
cruzó rápidamente la Fuente Castellana.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


VISION DE QUIETUD


V

¡Ver llegar los inviernos, pensando, junto al fuego,
si serán el final de nuestras quietas vidas,
estando rodeados de personas queridas
en las tibias estancias sahumadas con espliego!

Y teniendo el consuelo de las manos filiales
sobre nuestros dolores de viejos achacosos,
ver el fin melancólico de los días dichosos
cuando todo es enorme en las cosas triviales.

Y entonces, una tarde, en el antiguo lecho
donde yo fui engendrado y nacieron mis hijos,
que me rodearían llorando quedamente,

considerar mi vida, y, fuerte y satisfecho,
en un Crucificado mis turbios ojos fijos,
cual mis padres morían, morir cristianamente…

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


LOS VIEJOS AMIGOS

Pasa siempre despacio: va a jugar su tresillo
este viejo humanista, con su larga levita,
que la de don Juan Álvarez Mendizábal imita,
y su pequeña caja de rapé en el bolsillo.

Junto al brasero, envuelto en un humo de espliego,
lee después a Horacio, en un goce inefable…
Todo en su lenta vida es ejemplar y amable,
como en las dulces fábulas del pulcro Samaniego.

A la tarde va al campo, bordeando los rastrojos,
y hace el mismo paseo, oloroso a tomillo,
que harán siempre sus hijos, que hizo siempre su abuelo…

Lee un rato. Y, de pronto, al levantar los ojos,
ve la primera estrella que, al encender su brillo,
le echa una escala mística para subir al cielo.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EN TIERRA VASCA

I
Crepúsculo lluvioso y otoñal. El rosario.
Por las calles resuenan, graves, unas pisadas…

Las primeras ventanas se ven iluminadas.
Una mansa tristeza baja del campanario.

Un carreta gime por las calles umbrías;
como un lamento suena el ¡Aidá! del boyero.
Tiembla la claridad rojiza de un mechero,
viéndose a los caseros que hay en las sidrerías.

Y una arcaica figura que otro tiempo hemos visto,
tocada ahora de boina y un viejo montecristo,
aparece en la puerta de un secular palacio.

Es un enjuto hidalgo acartonado y seco;
parece su cabeza una que pintó el Greco,
y se llama don Carlos, don Juan o don Ignacio.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EN TIERRA VASCA



II

En el alma no muere la esperanza postrera
porque triunfa este único día de primavera…
En la luz sonriente de la tibia mañana,,
hay un vago perfume a menta y mejorana.

Un olor que aspiraba cuando yo aún era niño
y al que guardo un profundo y un íntimo cariño.
Sobre un manzano en flor, trina una golondrina,
que también ha arrancado con su pico una espina;

la espina del dolor de la bruma invernal,
a la que ha sucedido un cielo de cristal;
un divino cristal, azul y transparente,

del que mana la vida como el agua en la fuente.
Y se escucha un repique de campanas, risueño…
Angelus matinal de este día abrileño.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EN TIERRA VASCA


III

¡La existencia geórgica de estos curas de aldea!
Son sus almas de niño, quietas y bien halladas
en los cuerpos lozanos y fuertes, las soñadas
por mi alma atormentada, que todo lo desea.

Ríen con unas risas sonoras y cordiales,
sin la inmensa inquietud del horror del pecado;
y ven pasar la vida como siempre ha pasado
para sus existencias monótonas, iguales.

Tienen algún placer ignorado y sencillo:
el juego de pelota, la sidra o el tresillo.
Y buenos epicúreos se placen en la mesa

de unos clásicos platos que cocinan las manos
del alma, que los hace suculentos y sanos,
según una receta de una vieja abadesa…

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EN TIERRA VASCA



IV

Y cuando las natillas terminan la comida,
leen una oración ingenua en el breviario…
Y después la tertulia –el juez y el boticario-,
recogen la baraja para echar su partida.

Van a tomar el sol: tardes primaverales,
cuando Dios nos sonríe en la risa del cielo;
y hablan de la cosecha, y tantean el suelo
mirando los manzanos, el trigo y los maizales.

Y al terminar la tarde, tomando el chocolate,
mientras que los cristales la lluvia terca bate,
hay un silencio intenso en el salón umbrío…

Y el buen cura, pacífico, amical y optimista,
que peleó de joven en la guerra carlista,
comienza: “Iba yo un día con don Joaquín Elío…”

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


EN TIERRA VASCA


V

Y entusiasmado, cuenta una estupenda hazaña,
digna de Don Quijote o don Ramón Cabrera…
“¡Ah! El rey (a quien Dios guarde) triunfara si no fuera
por indignas traiciones. ¡Y otra sería España!”

Con esto van hilando unos humildes sueños,
floreciendo en su espíritu como livianas flores;
ellos que no conocen de divinos amores,
ni saben más dolores que dolores pequeños.

¡Vida, que más vida que la vegetación
de un alma que no sufre ni penas ni cuidados;
eres mi único anhelo! Con su eterna canción

veo caer la lluvia por la ventana abierta,
como si fuera tierra y tuviera enterrados
las almas y las cosas en esta villa muerta…

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA

I

Unos frailes que beben, ebrios, enardecidos;
y, bajo las cogullas pardas de franciscanos,
sus rostros pantagruélicos, anchos y enrojecidos,
son carátulas vivas de radiantes silvanos.

La paz del refectorio se altera con sus gritos,
y a la luz sonriente que pasa por las rejas,
se ven surgir, grotescos, unos vientres ahítos,
unas manos grasosas y unas barbas bermejas.

Tal vez una aldeana viene, por el camino,
a pagar a la iglesia el tributo mandado,
y por el cipresal del huerto se la ve;

mientras aquí, empuñando un gran jarro de vino,
por Eros brinda un fraile, como hubiera brindado
el Reverendo Padre Francisco Rabelais.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA


II

Por el balcón se ve morir el día
en el cristal del Saal, cerca de Jena;
en la sala en penumbra es una escena
cual la de una borrosa oleografía.

Una blonda cabeza está inclinada
en la historia de Hermann y Dorotea;
y en unos labios una pipa humea,
incendiando una barba plateada.

Bebe cerveza lentamente el viejo.
Fuera, el viento murmura entre la fronda…
Campanas… Los contornos s esfuman…

E inmóviles se ven en un espejo,
junto a la blanca, la cabeza blonda,
oyendo el sollozar de un lied de Schumann.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA


III

A la orilla del río, mientras está cantando,
al reír de los crótalos, el trípili un chispero,
una maja goyesca con los pies va trenzando
las líneas sinuosas de un clásico bolero.

El vinillo de Yepes se va menudeando;
la grama de esmeralda hace de merendero,
y es mantel una capa que se viera cruzando
el apolíneo torso del gran Pedro Romero.

Es de un viejo sainete la abigarrada escena:
una mancha policroma bajo una sombra amena,
perturbando el severo paisaje velazqueño…

Y el pintoresco corro huye y se arremolina;
cómicamente escapan, porque tras una encina,
emerge la cabeza de un toro jarameño.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA



IV

Sorben, casi borrachos, los viejos mosqueteros,
las mediadas botellas del Anjou y el Champaña;
y, jugando a los dados, relatan altaneros
los homéricos triunfos de su última campaña.

Después calla, e inclinan las cabeza, oyendo
los nombres de los nuevos afectos a la Fronda,
que un poeta y amigo de Sacrrón va leyendo;
mas enmudece al ver que se acerca una ronda.

Y en la puerta aparecen algunos embozados,
que otean la hostería, ocultos, recatados…
Y el frondista da un grito ahogado: ¡Mazarino!

Después, sólo se escucha el ruido de los dados,
mientras el Cardenal, entre los disfrazados,
sin haber oído nada, prosigue su camino.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA


V

Verbena, noche azul, vino, cantares,
mantones de Manila, algarabía;
y, entre el humo de una buñolería,
la niebla del cercano Manzanares…

Al pie de las encinas seculares,
albahacas y claveles. En la umbría
borda la luz con su policromía
una torera capa de alamares.

Y dos ojos, parleros y gitanos,
iluminan el cuadro con su gracia,
llameando en su rostro de morena,

como dos farolillos venecianos
brillan entre el ramaje de una acacia
en la cálida noche de verbena.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



DE MI VIEJA CASA


VI

En el halago de unos moriscos alhamíes,
escuchando el lamento de una guzla lejana,
la miliunanochesca visión de unas huríes,
en la noche oriental, surgía sobrehumana.

Propicios se ofrecían sus labios de rubíes…
Del patio en que la luna besaba a una fontana
entraba un enervante ensueño de alhelíes,
suave como perfume de un cuerpo de sultana…

¡Oh amorosa visión que contemplé en mi infancia!
Ante ella aspire una ignorada fragancia,
y me inició en alguna divina maravilla

aquella antigua estampa, en mi alcoba colgada,
y que, como un tesoro, descubrió mi mirada
ilustrando un poema de don José Zorrilla.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


TARDE MADRILEÑA

La calle de Alcalá. Sol. Primavera.
Las tres. Queda en la paz dominical
de la riente bulla mañanera,
el eco de unos trajes de percal.

Endomingado pasa algún hortera
en busca de su idilio semanal.
Un frescor sobre el fuego de la acera
sale de un ancho y húmedo portal.

Bullicio en los cafés. Fuera, se siente
el sopor de la siesta en el ambiente.
Llena de luz albea la Cibeles…

Comienzan a pasar coches sonoros;
y dejan un cantar de cascabeles
los primeros que van hacia los toros.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



TARDE

Bajo un lívido azul, la tarde sueña.
Ni es más leve rumor… Nada se siente…
Hay un tibio palor en el ambiente
cual la faz de una infanta velazqueña.

Es una rosa blanca el firmamento.
Todo es pálido… En un balcón lejano,
como un rubí en la nieve de una mano,
tiembla una luz con un rojor sangriento.

¿La tarde es un consuelo o una pena?
Quietud, quietud… Y el alma se nos llena
de un deseo de bocas que besar…

Y pensamos, en esta hora encantada,
en aquel pobre príncipe que un hada
condenó para siempre a no llorar.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


PIEDAD

Soy un viejo y horrible lazarino
que va arrastrando, roto, extenuado,
bajo el fuego de sol por el camino,
la peste de su cuerpo condenado.

Sólo un consuelo tuve en mi destino:
el horror de mis llagas fue curado
por las manos de un santo peregrino
que un momento pasó junto a mi lado.

Después, la soledad… Y mi quejido
se pierde sin consuelo eternamente…
Se va acercando lenta mi agonía.

¡Piedad, piedad, piedad, tan sólo pido!
Con tus manos ungidas en mi frente,
¡sé para mí otra Isabel de Hungría!

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.



UN MENDIGO

Un mendigo harapiento, de faz terrosa y muerta,
ha hecho un alto sen su marcha, se ha sentado a mi puerta.
Con una acordeón de rota voz de anciano
ha llorado canciones sobre la paz del llano.

¡Canciones cortesanas que en la ciudad yo oía
y que en el campo, ahora, sangran melancolía!
Dale a ese pobre, nieto de los viejos aedas,
pan, un poco de vino y unas cuantas monedas.

En el acordeón, el viejuco, llorando
la ciudad, sus miserias, me ha estado recordando…
Y el mendigo harapiento abandona mi puerta;

en el ocaso suena el agua de la huerta,
que absorbe la reseca tierra de los bancales
como yo esta pureza y esta paz pastorales.

SONETOS SIGLO XX



FERNANDO FORTUN
(S. XIX-XX)
España. Madrid. 1.890
– Las Rozas. Madrid.
1.914 Estudio Derecho.
Murió tuberculoso. Poeta hallado en la Biblioteca M. de Benidorm.


LAS TURQUESAS DEL JOYEL

Era el joyel magnífico, hierático blasón
que me concedió un día una excelsa adorada,
en pago de una empresa hasta su fin llevada
por sólo el pensamiento del alto galardón.

Y este fue digno de ella… Con él su corazón
en un rubí grandioso me donó, y la mirada
de sus ojos azules, tranquila y apagada,
en dos turquesas vírgenes de astral coloración.

Las demás gemas eran cortejo refulgente
-ópalos y esmeraldas, zafiros y almandinas
de aquel rubí de sangre que brillaba esplendente,

y las piedras azules su entonación perdían
empañadas, vidriosas cual mirada mugiente…
Y era que las turquesas con su dueña morían.