Quiero ser tu admiradora,
presides entre rosas mi jardín,
cobijarme en tu dulce sombra,
y tu abrazo confortante sentir.
Ayudame a saborear lo puro,
del agua límpida de la montaña,
Cristo saca de mi alma lo oscuro,
y me ilumine la luz de la mañana.
La felicidad obtengo en rezos,
de rodillas me entrego a Ti,
es tan profundo y frágil mi adentro,
el miedo no logro sacar de mi.
Una poesía no es capaz de definir,
la mística, la ascética de mi ser,
quiero rindiendome al fin;
que me limpies la inmundicia también.
Y así unidos y muy hermanados,
disfrutando de la lluvia, sol y viento,
en mi patio de bellos geranios,
la paz gocemos en adorable tiempo.
» VINICIUS DE MORAES
» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE
» Bhagavad-gītā
» JULIO VERNE (1828-1905)
» Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)
» DOSTOYEVSKI
» Zinaída Hippius (1869-1945)
» Nikolay Gumiliov (1886-1921)
» 2000-07-26 CANCIÓN DE CUNA DEL DUENDE DE LA FUENTE