SEGUNDA CARTA:
Los antiguos valores
Tenía ante mí toda la rica tierra, y sin
embargo tan solo miraba hacia lo más
humilde y lo más pequeño... ¿Dónde
estaríamos los pobres hombres si no
existiera la tierra fiel?, ¿qué tendríamos si
no tuviéramos esta belleza y bondad?
R. WALSER
DESPUÉS DE RECORRER durante horas la imponente Quebrada de
Humahuaca hemos regresado a la antigua ciudad de Salta, tan hermosa
en otro tiempo, hoy casi irreconocible, plagada de letreros y de
edificios modernos que han roto la belleza de sus calles coloniales. Ya
nada va quedando, como si nadie la mirara, aristócrata ciudad de
Salta, como si también a ella le hubiera llegado este desencanto
moderno que en nada pone empeño, que construye las casas para que
se deshagan al día siguiente, ya sin frentistas, ni viejos herreros.
Por la tarde me he acercado a la histórica Catedral, el santuario
donde mañana miles de creyentes celebrarán la Fiesta del Milagro.
Muchos de ellos hace días que vienen peregrinando para ofrecer sus
candorosas promesas tan simples como una flor de campo, y sus
pedidos tan apremiantes como la comida, la salud o el trabajo.
Sentado en la plaza volvieron mis obsesiones de siempre. Las
sociedades desarrolladas se han levantado sobre el desprecio a los
valores trascendentes y comunitarios y sobre aquéllos que no tienen
valor en dinero sino en belleza. Una vez más compruebo cómo se han
afeado las ciudades de nuestro país, tanto Buenos Aires como las
antiguas ciudades del interior. ¡Qué poco se las ha cuidado! Da dolor
ver fotos de hace años, cuando todavía cada una conservaba su
modalidad, sus árboles, el frente de sus edificios. A través de mis
cavilaciones, me detengo a mirar a un chiquito de tres o cuatro años
que juega bajo el cuidado de su madre, como si debajo de un mundo
resecado por la competencia y el individualismo, donde ya casi no
queda lugar para los sentimientos ni el diálogo entre los hombres,
subsistieran, como antiguas ruinas, los restos de un tiempo más
humano. En los juegos de los chicos percibo, a veces, los resabios de
rituales y valores que parecen perdidos para siempre, pero que tantas
veces descubro en pueblitos alejados e inhóspitos: la dignidad, el
desinterés, la grandeza ante la adversidad, las alegrías simples, el
coraje físico y la entereza moral.
El niño sigue jugando en la glorieta de la plaza, donde
seguramente mañana tocará la orquesta o habrá concierto de guitarras
como antes en Rojas, los días de fiesta.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]18
Hoy a las 14:57 por Maria Lua
» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
Hoy a las 14:42 por Maria Lua
» LA POESÍA PORTUGUESA - LA LITERATURA PORTUGUESA
Hoy a las 14:35 por Maria Lua
» FERNANDO PESSOA II (13/ 06/1888- 30/11/1935) )
Hoy a las 14:34 por Maria Lua
» 2015-10-18 a 2015-12-09 BESTIARIO EN DÉCIMAS: TORO
Hoy a las 10:42 por Pedro Casas Serra
» 2017-12-31 ORO, INCIENSO Y MIRRA, Y OTRA HISTORIA DE LOS REYES MAGOS
Hoy a las 10:41 por Pedro Casas Serra
» Carlos Pujol (1936-2012)
Hoy a las 10:35 por Pedro Casas Serra
» JULIO VERNE (1828-1905)
Hoy a las 09:45 por Maria Lua
» MANUEL ACUÑA (1849-1873)
Hoy a las 09:29 por Maria Lua
» JUANA DE IBARBOUROU (1892-1979)
Hoy a las 09:17 por Maria Lua