desde la mirada de un vagabundo -la vergüenza del Capitalismo-

javier eguílaz escribió:



desde la mirada de un vagabundo
    -la vergüenza del Capitalismo-

 Esos ojos vidriosos que de tanto vivir, y sentir
en ese penar callado que no pide ni comprensión
sin desgastar ni una lágrima por nada
a expensas de unas migajas perdidas,
y que se las quieran dejar con buena voluntad
o como salvoconducto de sus propias conciencias,
no creen, ni dejan de creer en sus idas y venidas
esa  verdad manoseada en sus azarosas vidas;
con el alma agotada, y  que solo pide una sonrisa
para poder traspasar el umbral de su felicidad
-esa paz y tranquilidad que no pide ni pan-
en el límite de la cordura hacia la locura
“esa no vuelta atrás de la frontera con  lo absurdo”
paraíso límbico de los inocentes impenitentes,
en  mirada perdida lloviéndole sin ritmo los días
zarandeado por el tiempo sin piedad
en los surcos dentelleados de su rostro curtido
por lágrimas secas desparramadas por la vida,
que no importan nada olvidadas en la memoria.
Ignorado  por aires presuntuosos altivos
que ni le rozan con la mirada pasando de largo
en un sol que se apaga  abochornado
lagrimeando a borbotones, y no refrescan las quemazones.
 ...Y en algún recuerdo perdido que no daña,
porque el pasado pasó, el presente es-está y que más da,
y los mañanas… el destino dirá, y se verá;
contemplando  la trashumancia urbana  diaria
de aquí  para allá con sus prisas y sonrisas escondidas,
se siente invisible ante esos ojos perdidos en sus prisas
que bajan la vista a sus zapatos sin remiendos.

javier eguílaz
10/10/14

       Recordando al Sr. Bacardí
–vagabundo de la Gran Vía madrileña-

cecilia gargantini escribió:porque el pasado pasó, el presente es-está y que más da,
y los mañanas...

Deseo de corazón que esos mañanas nos traigan buenos momentos, más igualdad y menos odio.

Sigamos luchando por esos ideales.

Besossssssssss siempre, querido amigo Javi

Amalia Lateano escribió:

javier eguílaz escribió:



desde la mirada de un vagabundo
    -la vergüenza del Capitalismo-

 Esos ojos vidriosos que de tanto vivir, y sentir
en ese penar callado que no pide ni comprensión
sin desgastar ni una lágrima por nada
a expensas de unas migajas perdidas,
y que se las quieran dejar con buena voluntad
o como salvoconducto de sus propias conciencias,
no creen, ni dejan de creer en sus idas y venidas
esa  verdad manoseada en sus azarosas vidas;
con el alma agotada, y  que solo pide una sonrisa
para poder traspasar el umbral de su felicidad
-esa paz y tranquilidad que no pide ni pan-
en el límite de la cordura hacia la locura
“esa no vuelta atrás de la frontera con  lo absurdo”
paraíso límbico de los inocentes impenitentes,
en  mirada perdida lloviéndole sin ritmo los días
zarandeado por el tiempo sin piedad
en los surcos dentelleados de su rostro curtido
por lágrimas secas desparramadas por la vida,
que no importan nada olvidadas en la memoria.
Ignorado  por aires presuntuosos altivos
que ni le rozan con la mirada pasando de largo
en un sol que se apaga  abochornado
lagrimeando a borbotones, y no refrescan las quemazones.
 ...Y en algún recuerdo perdido que no daña,
porque el pasado pasó, el presente es-está y que más da,
y los mañanas… el destino dirá, y se verá;
contemplando  la trashumancia urbana  diaria
de aquí  para allá con sus prisas y sonrisas escondidas,
se siente invisible ante esos ojos perdidos en sus prisas
que bajan la vista a sus zapatos sin remiendos.

javier eguílaz
10/10/14

       Recordando al Sr. Bacardí
–vagabundo de la Gran Vía madrileña-

Javier:
tus palabras siempre llevan ese sello tan único
que imprime tu alma,
es muy profundo.
Dolorosos versos.
Te admiro.

Besos

Pedro Casas Serra escribió:Un poema impactante, javier, y más el video con esas imágenes que lo acompañan. Un grito de atención para no olvidar a quienes por distintas circunstancias han quedado a un lado en el camino y prestarles ayuda.

Un abrazo.
Pedro