CAPÍTULO 8
34 Bienaventurado el hombre
que me escucha,
velando a mis puertas cada
día,
guardando los postes de mis
puertas,
35 porque el que me halle
hallará la a vida
y alcanzará el favor de
Jehová.
36 Pero el que peca contra mí
daña su propia alma;
todos los que me aborrecen
aman la muerte
FIN DEL CAPÍTULO 8
Hoy a las 19:40 por Maria Lua
» LA POESIA MÍSTICA DEL SUFISMO. LA CONFERENCIA DE LOS PÁJAROS.
Hoy a las 19:36 por Maria Lua
» POESÍA ÁRABE
Hoy a las 19:31 por Maria Lua
» CÉSAR VALLEJO (1892-1938) ROSA ARELLANO
Hoy a las 15:04 por cecilia gargantini
» NO A LA GUERRA 3
Hoy a las 14:47 por Pascual Lopez Sanchez
» 2021-01-24 EL AZULEJO DE DELFT
Hoy a las 14:43 por cecilia gargantini
» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
Hoy a las 10:33 por Maria Lua
» CLARICE LISPECTOR II ( ESCRITORA BRASILEÑA)
Hoy a las 10:31 por Maria Lua
» Khalil Gibran (1883-1931)
Hoy a las 10:24 por Maria Lua
» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
Hoy a las 10:23 por Maria Lua