Cataclismos
Miremos hacia la Naturaleza
donde está expuesta en la tierra
todas las materias en movimiento
observando su vida con misterios.
Dando pasos buscando existencias,
vemos en nosotros mismos un resumen
de la Naturaleza tan bien interpretada
que la caducidad nos lleva al yacer;
pero antes de este desfallecimiento
tenemos que aceptar lo que dice la Ciencia
que el Hombre ha nacido de la Tierra,
ahogados por sus propias palabras creadas
que corre peligro de perder de vista el Problema
al no captar el sentido
de lo que descubren sus propias experiencias.
Estamos formando siempre civilizaciones
a base de sueños en noches de agua y fuego
en busca de la eternidad quebrada
y nos despierta la Naturaleza en la realidad
de que las civilizaciones,
nacen, crecen y al final, mueren pacíficamente
o abruptamente.
Así, siempre sobrevuela en nuestra Mente
la hermosura del Pensamiento
que encauzado o no
nos lleva a buscar apoyos divinos
ante la fragilidad verídica aceptada
en los momentos graves de la vida;
en esos instantes buscamos la Luz
que tantas veces hemos rechazado.
Nos hemos encontrado ante nuestra Ciencia
que los últimos eslabones
siempre llegan irresueltos
en el sueño y la impotencia
y nos hemos hecho dioses a medida
viendo que la temporalidad material
lleva siempre un tique de finiquito.
El Hombre entiende
y por eso lucha, (pequeño dios)
que algo tiene de los Mundos
hasta que venga, (que vendrá)
el final de los mismos.
La Tierra misma tiene sus propios
Cataclismos; pero no estamos solos.
El morir cae a cuenta del ser vivo.
Miremos hacia la Naturaleza
donde está expuesta en la tierra
todas las materias en movimiento
observando su vida con misterios.
Dando pasos buscando existencias,
vemos en nosotros mismos un resumen
de la Naturaleza tan bien interpretada
que la caducidad nos lleva al yacer;
pero antes de este desfallecimiento
tenemos que aceptar lo que dice la Ciencia
que el Hombre ha nacido de la Tierra,
ahogados por sus propias palabras creadas
que corre peligro de perder de vista el Problema
al no captar el sentido
de lo que descubren sus propias experiencias.
Estamos formando siempre civilizaciones
a base de sueños en noches de agua y fuego
en busca de la eternidad quebrada
y nos despierta la Naturaleza en la realidad
de que las civilizaciones,
nacen, crecen y al final, mueren pacíficamente
o abruptamente.
Así, siempre sobrevuela en nuestra Mente
la hermosura del Pensamiento
que encauzado o no
nos lleva a buscar apoyos divinos
ante la fragilidad verídica aceptada
en los momentos graves de la vida;
en esos instantes buscamos la Luz
que tantas veces hemos rechazado.
Nos hemos encontrado ante nuestra Ciencia
que los últimos eslabones
siempre llegan irresueltos
en el sueño y la impotencia
y nos hemos hecho dioses a medida
viendo que la temporalidad material
lleva siempre un tique de finiquito.
El Hombre entiende
y por eso lucha, (pequeño dios)
que algo tiene de los Mundos
hasta que venga, (que vendrá)
el final de los mismos.
La Tierra misma tiene sus propios
Cataclismos; pero no estamos solos.
El morir cae a cuenta del ser vivo.
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