TORSO MENDIGO

TORSO MENDIGO

Quiero, cuando te ruego amor y muero;
puñal de fuego imploro su desvelo
dejando al cielo viudo en su ventura
apartada atadura de sus culpas.

Desnuda tejes ruinas sin quebranto,
perdido llanto al tiempo desolado
del corazón negado a tu partida
súplica complacida de cenizas.

Jamás deseo agotes lo que pido,
clamor ceñido al torso te mendigo,
amargo tu castigo que proclamas.

Anhelo celestial confín errante
vistes menguante cuando me profane.
Amor rendido al miedo vil del alma.

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TORSO MENDIGO

Quiero, cuando te ruego amor y muero;
puñal de fuego imploro sin desvelo
dejando al cielo viudo sin morada
de voz helada ardiendo como brasa.

Desnuda tejes ruinas sin quebranto,
perdido llanto al tiempo desolado
del corazón negado a tu partida,
súplica complacida de cenizas.

Jamás deseo agotes lo que pido,
clamor ceñido al torso te mendigo,
amargo tu castigo como pena.

Anhelo celestial, confín errante,
viste menguante cuando a ti proclame.
¡Ay amor del miedo mío y a ti desvela! Opción 1

¡Ay amor del miedo mío que desvela! Opción 2


Soneto pareado en endecasílabos, con rima asonante. Correcto en rima.


En cuanto l metro y acentos, correcto salvo el último verso, en que ninguna de las dos opciones cumple, pues tienen 13 y 12 sílabas, y acentúan en 5ª. Tendrías que modificar este verso para convertirlo en endecasílabo propio. Por Ejemplo: ¡Ay amor de mi miedo que desvela!


En cuanto a la sintaxis, he hecho una corrección gramatical (“brasa”) y algunos cambios para hacer más comprensible el contenido.


Un abrazo.
Pedro

Maestro,

Creo haber resuelto la falla del verso 14, la gramatical del verso 4 la cambie, para cerrar el texto con un heroico pleno.
¿no sé si es más apropiado si hacerlo con un enfático?

TORSO MENDIGO

Quiero, cuando te ruego amor y muero;
puñal de fuego imploro su desvelo
dejando al cielo viudo en su ventura
apartada atadura de sus culpas.

Desnuda tejes ruinas sin quebranto,
perdido llanto al tiempo desolado
del corazón negado a tu partida,
súplica complacida de cenizas.

Jamás deseo agotes lo que pido,
clamor ceñido al torso te mendigo,
amargo tu castigo que proclamas.

Anhelo celestial confín errante
vistes menguante cuando me profane.
Amor, rendido al miedo vil del alma.


P.D: Este texto nació por estar leyendo los Sonetos Oscuros de García Lorca, sin duda un virtuoso con las letras. Claro esta: Yo aun solo soy un lanza piedras en estas lides.


Gracias por sus enseñanzas mi buen amigo, un fuerte abrazo.

Un fuerte abrazo
Ernesto

Está bien, Ernesto.

Un fuerte abrazo.
Pedro