POR QUÉ NO MORIR

POR QUÉ NO MORIR

He anhelado tu amor en esta corta vida.
Si, te he tocado dentro tan fuerte y tan profundo
que robé tu vergel y apasionar fecundo
con magia de las almas, estando prohibida.

Me elevas al edén en triste despedida
mirando como tonto tu fantasía y mundo,
ocultando quien soy al cosmos moribundo.
¡Acepto! Te he llorado de más en tu partida.

Añoro como niño tu luz de luna y fuego,
tus sueños y esperanzas atadas al sentir
hoy juro a Dios que te amo, escucha mi sosiego.

Aquí rendido muero, suplico a ti vivir,
las noches y sus días eres tú eterno ruego,
imploro tu regreso, deseo no morir.

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POR QUÉ NO MORIR

He anhelado tu amor en esta corta vida.
Sí, te he tocado dentro tan fuerte y tan profundo
que robé tu vergel y apasionar fecundo
con magia de las almas, estando prohibida.

Me elevas al edén en triste despedida
mirando como tonto tu fantasía y mundo,
ocultando quien soy al cosmos moribundo.
¡Acepto! Te he llorado demás en tu partida.

Añoro como niño tu luz de luna y fuego,
tus sueños y esperanzas atadas al sentir.
Hoy juro a Dios que te amo, escucha mi sosiego.

Aquí rendido muero, suplico a ti vivir,
las noches y sus días eres tú eterno ruego,
imploro tu regreso, deseo no morir.


Soneto correcto en metro, rima, acentos.


En cuanto a la sintaxis, he puesto un acento, una coma y un par de puntos para separar oraciones: En el verso 3 supongo que es “robé” acentuado. ¿En el verso 8 es “demás” (forma arcaica del actual además) o “de más” separado (en demasía)?


Un abrazo, Ernesto.
Pedro

Maestro,

En el verso 3 ciertamente es robé, con acento, en el verso 8 es de más, en demasía, con las comas y puntos colocados por Usted, efectivamente mejora bastante la lectura y comprensión del texto.

POR QUÉ NO MORIR

He anhelado tu amor en esta corta vida.
Si, te he tocado dentro tan fuerte y tan profundo
que robé tu vergel y apasionar fecundo
con magia de las almas, estando prohibida.

Me elevas al edén en triste despedida
mirando como tonto tu fantasía y mundo,
ocultando quien soy al cosmos moribundo.
¡Acepto! Te he llorado de más en tu partida.

Añoro como niño tu luz de luna y fuego,
tus sueños y esperanzas atadas al sentir
hoy juro a Dios que te amo, escucha mi sosiego.

Aquí rendido muero, suplico a ti vivir,
las noches y sus días eres tú eterno ruego,
imploro tu regreso, deseo no morir.

Cuanto agradezco tener la oportunidad de contar con su sabiduria Maestro, muchas gracias.

Un fuerte abrazo
Ernesto

De nada, Ernesto.

Un abrazo.
Pedro