DESPEDIDA

DESPEDIDA

Aciaga cristalera de condenas
embiste con dolor al universo,
mancillando castigo a la diadema
harta de complacer a su lamento.

Ínsita al pretendiente de tristeza
robando sin perdón sus firmamentos,
ahoga asesinando las promesas
sin la gracia de dios y de su averno.

Almas perdidas, ciegas de valía
danzan en la amargura de su muerte
trágica realidad es su presente,

inertes yacen vidas malheridas.
ahora juntas lloran su partida,
sólo quien abandona se fallece.

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DESPEDIDA

Aciaga cristalera de condenas
embiste con dolor al universo,
mancillando castigo a la diadema
harta de complacer a su lamento.

Ínsita al pretendiente de tristeza
robando sin perdón sus firmamentos,
ahoga asesinando las promesas
sin la gracia de dios y de su averno.

Almas perdidas, ciegas de valía
danzan en la agonía de su muerte
calamidad aciaga su presente,

súplicas de su sombra malherida.
Claman melancolías efusivas,
sólo quien abandona se fallece.




Soneto correcto en metro, rima, acentos y sintaxis.


En el primer terceto hay una asoconsonancia interna entre “valía” y “agonía”. Yo cambiaría “agonía” por un sinónimo que no rimara en -ía.
Ocurre otro tanto, aunque menos notorio (esta vez la rima interna es asonante), en el segundo terceto, entre “malherida”, “melancolías” y “efusivas”. Yo cambiaría “melancolías” por un sinónimo que no  rimara en i-a.


En el primer terceto se repite “aciaga” que ya aparece en el primer verso. Yo cambiaría “aciaga” por un sinónimo.


Un abrazo, Ernesto.
Pedro

Maestro,

Creo haber resuelto las fallas observadas por Usted, espero que estos cambios mejoren el texto.
Siempre agradecido por sus enseñanzas, tiempo y dedicación mi buen amigo.

DESPEDIDA

Aciaga cristalera de condenas
embiste con dolor al universo,
mancillando castigo a la diadema
harta de complacer a su lamento.

Ínsita al pretendiente de tristeza
robando sin perdón sus firmamentos,
ahoga asesinando las promesas
sin la gracia de dios y de su averno.

Almas perdidas, ciegas de valía
danzan en la amargura de su muerte
trágica realidad es su presente,

inertes yacen vidas malheridas.
ahora juntas lloran su partida,
sólo quien abandona se fallece.

Un fuerte abrazo
Ernesto

De nada, Ernesto.

Un abrazo.
Pedro