Tiempo

Enigma del secreto milenario
ungido a la deidad de lo existente,
oculto al corazón de aquel valiente
que se niega al terror del obituario.

Misterio que batalla lo sagrario
robando del pasado mi presente,
arrastrando al estío que silente
me promulga un destino lapidario.

Acecha su existir inexorable
con vil naturaleza retorcida
y clara indiferencia blasfemable.

¡Oh, tiempo, mi verdugo sin medida!
jamás serás odioso ni culpable
por llevarte pedazos de mi vida.

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Hola, Ernesto:


A tu soneto, correcto en cuanto a metro, rima y acentos, solo le haría unos pequeños cambios de puntuación en la primera y última estrofa, según te dejo.


Un fuerte abrazo.


Enigma del secreto milenario
ungido a la deidad de lo existente,
oculto al corazón de aquel valiente
que se niega al terror del obituario.

...

¡Oh, tiempo, mi verdugo sin medida!
Jamás serás odioso ni culpable
por llevarte pedazos de mi vida.
Pedro

Pedro Casas Serra escribió:.



Hola, Ernesto:


A tu soneto, correcto en cuanto a metro, rima y acentos, solo le haría unos pequeños cambios de puntuación en la primera y última estrofa, según te dejo.


Un fuerte abrazo.


Enigma del secreto milenario
ungido a la deidad de lo existente,
oculto al corazón de aquel valiente
que se niega al terror del obituario.

...

¡Oh, tiempo, mi verdugo sin medida!
Jamás serás odioso ni culpable
por llevarte pedazos de mi vida.
Pedro

Maestro Pedro, Una vez más le agradezco sus sabios consejos a mis letras,
Un fuerte abrazo para Usted.

Ernesto

De nada, Ernesto.

Un abrazo.
Pedro