Uno, dos, tres y “cuatro”
voy contando los versos
con mis ojos inmersos
y así llevo un buen rato.
De hacerlo bien yo trato
unos van muy dispersos
otros los pongo inversos
buscando tres al gato.
Temiendo algún rebote
al acabarlo espero
su paciencia no agote.
No pretendo un florero
ni escribir el quijote
vaciando mi tintero.
Sin que apenas se note
hacer soneto quiero
y que tenga estrambote.
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