MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS, 2

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

71. Conduje mi Buick hasta la tienda...

Conduje mi Buick hasta la
tienda donde no venden discos, venden vinilos.
Mi amigo, que me esperaba cerca de la
gasolinera, se disculpó por este retraso.

Discutimos todos nuestros planes
con él, y este hombre no muy viejo,
sacó un cigarrillo de su bolsillo para mí,
y luego me tomó por el cuello,

me besó. Sonreí irónicamente
y me lamí los labios. Y luego
cabalgamos libre y hermosamente
para encontrarnos con Yakimoto debajo del puente.

El japonés estaba desaliñado y triste,
y probablemente todavía borracho por la mañana,
los tres bebimos whisky y guardamos
silencio sobre el banco que robamos ayer.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

72. Abrazándote

Al abrazarte, al decir: "Lo siento",
he renunciado a mi vida pasada,
estoy destinada a crecer para ser
una niña descuidada, estoy destinada a captar las miradas de

otros hombres,

y tengo cien razones para no estar contigo.


Pero no te quejes de tu destino,
no me maldigas impíamente,
encadenándome a la picota
del amor con nuevas mentiras.

No espero
entendimiento, y no haré caso a la condenación,
déjame ir y me iré,
meciendo la tierra conmigo mismo.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

73. La superficie es de batista delgada

La superficie del delgado cámbrico,
en el que se dibuja el pecho,
como la ternura del exorcista
que envió a los espíritus en su camino,
es fuerte, delgada. ¿Qué querías?
Toca con esa mano.
Has mirado mi cuerpo con los ojos entrecerrados, como en un descanso
perdido,
con una leve sonrisa,
con el deseo de no quedarte aquí,
para caer como un peón
diminuto, y comerte a todas las reinas contigo,
y tener un aliento limpio,
y una mirada que siempre está radiante,
y todo lo que está oculto por el cámbrico
para saber como un espíritu exorcista.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

74. Aprendí a dibujar...

He aprendido a
pintar Con pinceladas brillantes de manera desigual,
Para ver cómo la
hierba Crece con pura sangre cerca de la casa,

Como las mejillas de una niña arden
Cuando apenas está viva
Atrapó la mirada audaz de alguien
Lo que come mientras se desnuda,

Al
despuntar el alba Sobre tejados quemados por la nieve, Cuando, en menos de treinta años
,
Has sido escuchado y exaltado,

Mientras la noche fluye a través de mi ventana
Con fibras de polvo celeste,
Cuando los coches voladores juegan con el silencio
.

He aprendido a
dibujar, y esta es mi simple verdad, que tengo prisa por arrebatar a
la vida el derecho

a la inmortalidad,
y producir
mi arte loco con pinturas,
y llevar
a través del siglo un sentimiento insatisfecho.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

75. Dos perros

Tú y yo somos dos perros
sentados bajo la lluvia,
no nos esperaban en la oscuridad,
y esperaremos.
No comimos del plato
de la Buena Comida,
la gente nos dejó
en medio de las aguas negras.

La lluvia está cayendo implacablemente,
Mi espalda está empapada,
Parece extraño,
Pero no necesitamos
Una perrera
de madera Que sea cálida,
La lluvia parpadea como si
el ala

de un perro En el cielo negro sea miserable
Volando en la distancia,
Como si estuviera en un
collar estricto Y con una correa.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

76. ¿Cómo puedes hacer eso?

¿Cómo es posible?!! Se me cayeron las tripas,
un corazón inquieto se me subió a los talones,
te vi por la mañana en el metro
en la escalera mecánica. Pimiento
picante Disparo en la cabeza. Algo está mal.
¡No tiene por qué ser así! El amor es estúpido.
Pero por alguna razón, con el estómago vacío
de nuevo, tomo los labios
salados como comida, besándote,
y me doy cuenta de que estoy engañando de nuevo,
¿cómo puedo hacer eso?!!! No viví amorosamente
, Y no soñé
con salir del bar, secuestrar un taxi,
correr por la ciudad en las grietas de los cayos,
para encontrarte
por un momento y perderte si querías.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

77. Hay una guerra en marcha en todo el mundo

Hay una guerra en marcha en todo el mundo. Desde la morgue
vecina enviaron a un inquilino que resucitó en la sala de la fiscalía por la mañana.
Poniendo el sueño azul de la tienda militar en una maleta,
subió una larga escalera hacia el cielo azul,

volvió a bajar y dentro de las paredes de mi apartamento
comunal apareció con una sonrisa y una herida debajo de su corazón,
y me contó cómo sirenas doradas
volaron sobre él mientras yacía muerto, muerto por la guerra.


Hay una guerra en marcha en todo el mundo. Desde la morgue
vecina enviaron a un inquilino que resucitó en la sala de la fiscalía por la mañana.
Poniendo el sueño azul de la tienda militar en una maleta,
subió una larga escalera hacia el cielo azul,

volvió a bajar y dentro de las paredes de mi apartamento
comunal apareció con una sonrisa y una herida debajo de su corazón,
y me contó cómo sirenas doradas
volaron sobre él mientras yacía muerto, muerto por la guerra.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

78. Tómate tu tiempo...

No te apresures a empezar cosas nuevas.
¿Qué es mi vida? Confusión y nada más.
Camino lentamente hacia el pelotón de fusilamiento,
que fue precedido por una flagelación.

Y mis guardias borrachos caminan por el campo
cubiertos de polen del color,
han olvidado las canciones de amor,
y se alegran de que haya llegado el verano,

pero incluso si llueve de nuevo
y los truenos se estrellan en gruesos repiques,
no cambiarán de opinión sobre
disparar y jugar a las balas de fogueo otra vez.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

79.Es la única en el mundo...

Ella es la única en el mundo
que entiende por lo que vive,
Ella reina en tu apartamento,
Útil como el oxígeno,

Está cansada de creer en la felicidad,
Pero se dio cuenta en la realidad,
En la ilusión que tuvo que decir
adiós Y llorar, cayendo en las hojas.

Pero en esta duda de paz,
donde todos viven separados,
ella no sabe lo que es
experimentar la neurosis del amor,

por lo tanto la respiración está tranquila,
y la sangre está completamente relajada,
y la nube de un elefante
gris cuelga en el cielo azul.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

80. Scoobydoo Jazz...

Scoobydoo Jazz... Y Pamela baila
Simplemente, sin vestido, sobre una mesa mojada,
Quien la mire con la mirada,
Recibirá un abrazo en la oscuridad.

Henry está tocando un trombón amarillo, Harry está
tocando una trompeta ridícula,
la guitarra de Andrew ha muerto en el balcón,
así que ella todavía está fuera de sí.

Scoobydoo Jazz... Y Pamela ríe,
Para sonreír con una barriga,
Ternura y sol nacen en ella,
Y los besos que vendrán después.

¿Con quién irá? ¿Con Mark o Fred?
Con el sombrío Robert, ¿qué hay en la aguja?
O con mi vecino loco,
que todavía cree en el amor en la tierra.

Hay una guerra en marcha en todo el mundo

Hay una guerra en marcha en todo el mundo. Desde la morgue
vecina enviaron a un inquilino que resucitó en la sala de la fiscalía por la mañana.
Poniendo el sueño azul de la tienda militar en una maleta,
subió una larga escalera hacia el cielo azul,

volvió a bajar y dentro de las paredes de mi apartamento
comunal apareció con una sonrisa y una herida debajo de su corazón,
y me contó cómo sirenas doradas
volaron sobre él mientras yacía muerto, muerto por la guerra.


Hay una guerra en marcha en todo el mundo. Desde la morgue
vecina enviaron a un inquilino que resucitó en la sala de la fiscalía por la mañana.
Poniendo el sueño azul de la tienda militar en una maleta,
subió una larga escalera hacia el cielo azul,

volvió a bajar y dentro de las paredes de mi apartamento
comunal apareció con una sonrisa y una herida debajo de su corazón,
y me contó cómo sirenas doradas
volaron sobre él mientras yacía muerto, muerto por la guerra.

Me gustó su manera de contarlo.
Besos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

81. Manteca de cerdo de la ciudad soñolienta...

De la ciudad soñolienta la grasa
Es tan gorda como la tristeza,
El brillo del metal
extranjero Curvado como almendras maduras,

Las mujeres son delgadas y flexibles,
Pero de forma redonda,
Como si estuvieras tocando el violín,
Que no acepta ángulos.

Estás vagando para trabajar,
Agobiado por tu mente,
Creyendo que una vida de conveniencia
Es poco probable que caliente tu hogar,

No creo que te sientas mejor,
Si eres dolorosamente sincero
Derramarás tus pasiones sobre las cabezas
de tus pasiones con positividad,

¿Apenas hay maldad?
Que es imposible ser lindo
Te dará harina
De un fuerte abrazo de calidez,

No voy a entrar en
las complejidades de la adversidad pasada,
te enseñaré a sonreír,
y el resto pasará.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

82.

¿Quién habla con los gatos?

Aquellos que hablan con los gatos
y se hacen amigos alegres de los perros,
miran la vida con la boca abierta y siempre están ocupados
peleando.

Quienes, hablando del poder de los druidas,
van a abrazar los árboles,
odian la angustia y el resentimiento
, y miran las estrellas en las aldeas.

Aquellos que se sientan sin cesar en los pubs,
Incapaces de arruinar la soledad,
Hacer un muñeco de nieve
por la noche En un parque donde no quieres llorar,

Toda esta gente son locos y borrachos Encadenados por extraños
lazos
Con las chicas que vienen los
viernes Y se llaman musas.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

83. En el hombro...

Tienes un tatuaje en el hombro.
Parece ser una especie de cruz celta.
Estoy parado descalzo. Me da vergüenza.
Es solo un cementerio de novias.

Y en ella hay un sepulturero medio borracho,
como si él mismo hubiera regresado del cielo,
como un guía que conduce a los muchachos
a través del cementerio de las novias hacia la niebla
.

Y ellos, engañando con deleite,
Ven a través de los ataúdes de cristal Muchachas
que se han quedado dormidas por un corto tiempo,
Durante trescientos años en busca del destino,

Y asienten en dirección a un extraño,
Donde se me puede ver desde lejos,
Donde estoy descalzo y de guardia
En el poste con el estandarte del regimiento,

Y te dirigirás a mí lánguidamente,
Como si fuera un parque campestre:
"Veo que casi me reconoces.
Soy tu eterna guerrera, Juana de Arco.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

84. El dinero

¿Dónde está mi dinero? Estoy sentado sin dinero.
Todo lo que gasté el lunes
pide a gritos volver a la vida.
En el mar del trabajo, relájate,
si puedes respirar. No te rías.
Estoy oxidado como una máquina.

¿Cuánto necesita una mosca para ser feliz?
¿Si sus suspiros son
sordos a los cientos de héroes enamorados de la oscuridad?
La mosca vuela ociosa,
está enferma y cansada de todo lo que hay en el mundo.
Y no se lo debe a nadie.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

85. No me ruegues que me quede...

No me ruegues que me quede
Contando los pasos de las pérdidas de otras personas,
dejé de sonreír.
Bebí amor. Y por la Puerta Fría
, entré cansado,
Como quien desprecia la muerte,
Me pareció que la vida no era suficiente,
Para crecer en ella.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

86 Sobre algo...

Salí corriendo de la casa por la mañana,
antes de que el cielo estallara en llamas por la tarde.
La luna, como un glaucoma somnoliento,
se coló por la puerta, riendo.

Y los hijos de alguien jugaron al escondite
en la ruptura de los patios negros de otras personas
, y los errores tipográficos
de la memoria pasada cambiaron los significados de las pérdidas y las palabras.

Pero, ¿qué es la luna y la mañana?
Cuando la ansiedad en su número
supera de tal manera al amor por alguien,
que la noche cuelga de un remo.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

87. Día accidental

Un día inesperado, un momento inesperado y un año,
Donde caes bajo el peso de las preocupaciones,
Donde poco a poco se disuelve lánguidamente,
Introduces la eternidad en la tierra como un topo,
Y a altas horas de la noche regresas a la ciudad,
Recuerda una canción de una docena de notas.
Pero, ¿hay alegría y primavera en esto,
que la canción no se oye ni se ve,
y retrocediendo gradualmente hacia el mar,
como un dolor
accidental, una ola cae al fondo del universo?

Salí corriendo de la casa por la mañana,
antes de que el cielo estallara en llamas por la tarde.
La luna, como un glaucoma somnoliento,
se coló por la puerta, riendo.

Y los hijos de alguien jugaron al escondite
en la ruptura de los patios negros de otras personas
, y los errores tipográficos
de la memoria pasada cambiaron los significados de las pérdidas y las palabras.

Pero, ¿qué es la luna y la mañana?
Cuando la ansiedad en su número
supera de tal manera al amor por alguien,
que la noche cuelga de un remo.




Llevo todo el tiempo luchando con internet, hoy debe ser que es domingo y está descansando.
Me cuesta mucho entrar al foro, comienza a girar y girar la ruedecita y me desespera.
No sé si esta vez, rulará o no, pero he leído y te dejo mi paso y mi gratitud de siempre, Pascual

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

88. Extraño

Te siento en el abrazo de las cortinas,
me oxido como el cuproníquel
De mi rostro ennegrecido por la soledad.
Estás hechizando demasiado la realidad,
estás haciendo una emulsión y una aleación
de hierbas que da Nueva Guinea.

Hablo con una lengua transparente
que huele a menta. Huele a
coñac De esta apertura al crepúsculo de la noche.
Y tengo prisa por clavarte
una pluma y convertirte en un triste Pierrot,
que se durmió en la cantina de los obreros.

Gracias, Lluvia. Me faltan 3o 4 poemas de estta autora y me voy con otro/a - no lo sé.,

Que tengas un buen día.

Besos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

89. Mañana

Esta mañana es más fría que la morgue,
Para salir de casa y desaparecer,
No entre ermitaños o,
Solo porque me derrumbé.
Solo porque los guantes están apretados,
la garganta duele, la bolsa está en silencio,
y los restos amargos
se esparcen por las habitaciones. Tentado.
Engañado. Matado. Querido. Izquierda.
Dormido. Cambié de opinión. Llamado.
A través de las persianas abiertas de
par en par, salió volando y rasgó el cielo.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

90. Peggy y la nieve

¿Qué piensa la triste Peggy de la
nieve cuando vuela hacia ella a través de la ventana?
¿En qué se fija cuando hace arcas?
¿Qué escribe mientras actúa en películas?

¿Qué quiere cuando traza Forward
durante tres mil años?
¿Qué busca en la oscuridad de las fotografías
de los periódicos rancios de ayer?

Tal vez sea hora de aferrarse a
esa bufanda retorcida,
Tal vez sea suficiente para
reírse cuando te equivocas.

¿Qué piensa la triste Peggy de la nieve,
cuando es más blanca que la tiza,
corriendo por la ventana para decir adiós para siempre,
antes de que te atrevas a irte?

Ella se congela y atrapa los copos de nieve
Con su boca caliente y cerrada,
Para que tus discos ya no se enamoren de ti,
Que vendrán después,

Más tarde, Cuando el tiempo corte sigilosamente
Un agujero en su corazón, Cuando
no haya tristeza ni nieve, No habrás tú,
no habrá problema.

Debe disminuir, debe crecer juntos
, y nunca volverá a serlo.
Y Peggy se animó. Y Peggy se ríe.
Y Peggy le da la bienvenida a la nieve.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

91. Valentín

Apareció una imagen
tan incomprensible: un Buick mojado flotó en la niebla, Un día en el día de

San Valentín El océano
llovió del cielo Y se volvió bueno... Caminó a lo largo del
puerto, y atrapó los besos del silencio,
para descomponer en tres acordes
la simple sublimación del amor.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

92. Vals sentimental de Nueva York

He vivido en Nueva York por toda la eternidad.
¿Y qué saco ahora de ello?
Me desperté en la morgue por la mañana
y salí de ella.

Mientras caminaba torcido
y entrecerraba los ojos en la oscuridad,
dos médicos bebían cerveza
y discutían sobre la cruz.

¿Hay vida más allá del borde,
donde la muerte desprecia la esencia?
¿Y está amargado el universo
por la muerte? ¿O no en absoluto?

Y sin atreverme a interrumpirlos,
pasé de largo, refunfuñando,
que mi
cuello estaba congelado y quería ver a un médico,

y ellos, no creyendo en el milagro
recogido de los libros,
decidieron que era vudú
y murieron en el mismo momento.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

93. ARCHIE

Vivía en Jamaica, acostado en una
hamaca y empapando mis rastas en las olas,
corrí a través de mi vida ligero,
usando las zapatillas del año pasado.

Dormí muy poco, fumé anash
, Y pensé en muchas cosas, Que no he
tenido prisa durante mucho tiempo,
Y no trato de discutir con Dios,

No sé quién soy, ni cuál es mi nombre,
Por qué luchar en vano,
Mi madre loca mece la hamaca,
Hermosa, orgullosa Rasta.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

94. Betty

Donde el invierno no está ni a tiro de piedra de la primavera,
Donde los sueños están empapados en ron bindyuzhich, Betty Blanca cabalga sobre una pulga
,
Y no sabe nada del verano ni de este verso.

Betty cabalga hacia una tierra donde no se ve nada,
porque los hierros de las casas están quemados,
y la pulga, tropezando, salta hacia adelante
, esta joven es conducida a la victoria.

Allí, en un cielo extraño, donde la luna, como un zerro
, Nuestra Betty encontrará la costilla de Adán,
para volver a casa y rezar angustiada,
para que un hombre esté en la casa y duerma en una hamaca.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

95. LETRAS DE AMOR.

Cuando el silencio me mira a través de las ventanas,
la miro sin pestañear,
sentada en la ventana por la noche,
está fría, desnuda.

Y su mundo abierto de lágrimas
Es todavía tan feo y tímido,
Como si se avergonzara de las estrellas,
Como viejos y malos tatuajes.

YURIY POLIKARRPOVICH KUZNETSOV  (1941 - 2003)

Conocido por  "EL GRAN POETA RUSO"


NO ENCONTRAMOS REFERENCIAS BIOGRÁFICAS SUYAS. LA MAYSORÍA DE LAS ENTRADAS SUPRIMEN POLIKARRPOVICH EN ALGÚN LUGAR SE AFIRMA SER UN ACTOR DE TEATRO CUALIFICADO.

PERO NO HAY NADA MÁS.



SEGUIRÉ CON SUS VERSOS ALLÁ DONDE LOS ENCUENTRE.

YURIY  KUZNETSOV  (1941 - 2003)

PRIMEROS POEMAS

Memoria 1

De nuevo, la memoria arrastra el trineo por el patio.
Huérfano de padre. Y no hay agua.
La madre está pasando al pasado como el agua,
y el pozo está al borde de la guerra.

Brilla en la nieve como un sol negro,
iluminando la casa con un escaso resplandor.
Y en el trineo, los cubos, como velas,
se queman, flotan con hielo.

¡No vayas, por el amor de Dios, madre,
a este pozo para la guerra!
¿Cómo vas a vivir en el mundo, Madre,
congelada con canas?

Estás caliente, con las manos sobre la cara,
derramarás lágrimas lentamente...
Habrá un recuerdo
congelado años después con dolor por partir.