MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS, 2

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

21. Oh, qué tristeza para mí...

Oh, qué blues para mí... ¿Cuál es el sabor agrio del ron?
¿Que los cigarrillos son delgados en las manos?
Lloro en el otoño, me deshago del "menos",
me apresuro a volver a casa con tacones finos...

¿Calvados? Sí... Y en él, el amor y la Ciudad
Ultramarina se inundan... ¡Hola, hermano!
¡Me alegra ver cómo arde el chocolate en el
cenit de Tu coronada gloria!

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

22. Qué extraño anhelo...

Qué extraño anhelo
Cuando estás lejos Y tenue,
Y no resplandezcas, fluyendo en el lecho del
Río, lluvias de leche.

Cuando miras hacia otro lado,
siento el latido de la vena,
cuyo nombre es el corazón. Sí, estamos vivos.
Estamos juntos en esto. Estamos fluyendo hacia la noche.

Me alegro de que estés allí. Y aquí,
y en un mundo donde los vivos se habrán ido,
cultivaré flores
por la mañana en el plano de tus cielos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

23. Hay un cielo y una luna

Está el Cielo y la Luna. Y la tierra desnuda.
La miro desde los restos del barco.
Y comprendo que el mundo,
que está firmemente cosido,
cuelga en la oscuridad como el queso.
Ya no tiene prisa.

Hay Cielo y Hierba. Y la Tierra dormida.
¿Y por qué no existen para
entregarle
el mundo entero a Él,
que decidió amar
a su loco?

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

24. ¡No es verdad!

¡No es verdad! ¡No es verdad! ¡No lo creo!
Todos aquellos que me
han dejado una pesada sensación de pérdida
no me destruirán hasta la muerte. Es poco probable que la Tierra
salga de
órbita debido a esto. Pero los cuerpos
se balancearán, y las almas se congelarán, muertas
por esta falta de calor.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

25. Lléname, oh Dios, con el sol...

Lléname, oh Dios, de sol,
Amor y silencio,
Donde el océano ríe
, seré Su esposa,

Seré Su libertad,
Su calor, el frenesí en él,
El firmamento destrozado,
Donde caminamos juntos,

Y Donde la lava
del océano Es tan fuerte como tus palabras,
Dúchame, oh Dios, de
gloria y felicidad mientras viva.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

26. Quitaré el cielo del árbol cansado...

Quitaré el cielo del árbol cansado, abrazaré
este universo contigo,
y pondré la manta en la silla.
He enterrado mis tardes en el jardín,
he olvidado el significado del ayer,
estoy atrapado en ti, para ser honesto.

Le quitaré la eternidad al árbol frío.
No hay respuestas a los mil y cien "¿por qué?"
que se elevan por encima del resto.
Te amo. Simplemente. Es muy sencillo. Seriamente.
Y colgaré en el madero un esparcimiento de estrellas,
como regalos. Ignorando a los Reyes Magos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

27. El amor es más fuerte

El amor es más fuerte que otros designios,
más fuerte que los reproches del pasado y del mal,
y la mujer realiza su nueva danza
en el plano de la mesa nupcial.

Y cree que habrá constancia,
y en las alegrías, y en millones de años,
donde haya un espacio sin nubes para el amor.
Y no tiene otros deseos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

28. El sol alado, la orilla del amor...

El sol alado, la orilla del amor,
El mar ha lavado tus penas,
Nació la tarde y en el sudor
rojo el cielo y el que vuela a las alturas.
Extiendo las palmas de las manos,
renuncio a los agravios del pasado,
mi cabello se enrosca en la brisa húmeda,
creo que nunca moriré.
Viviré para siempre, maldiciendo las ansiedades,
Bendice a los que me aman.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

29. ¿Quién en el mundo te debe? Nadie

¿Quién en el mundo te debe? Nadie.
No le debes nada a nadie.
Camina por la ciudad con un abrigo negro,
Uno que ha perdido la esperanza y la razón.

El que no puede sobrevivir a la separación,
el que no sabe reír sin sentido,
el que no huye del destino,
el que no cree en los números.

¿Quién en el mundo te debe? Solo soy yo,
tú no me debes. A pesar de que quería.
Solo tu
amor renacerá en el momento en que tu corazón crea en el coraje,

será tan terrible perderlo para siempre,
perderlo todo por un segundo
y aprender a no caer en la nieve,
y amar, si me dejas.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

30. El cielo no tolera la tristeza...

El cielo no tolera la tristeza, y aquí está el trabajo.
El gris noviembre gotea sobre la frente.
Los días, como los sombríos caballeros de Camelot
, se han levantado en torno a la ansiedad de mi mesa.

¿Qué tipo de reina? ¿Qué clase de sierva del Señor?
El manto y el orbe son como la antigua opresión.
Las cálidas sombras de los pies sobre los proxenetas
arenosos de esas costas de Gran Bretaña donde vive el mundo.

El cielo no tolera el aburrimiento, y aquí está la ansiedad.
¿Qué puedes decir cuando todo se está oscureciendo en tu alma?
Esta mañana le pregunté a Dios:
¿Dónde están mis días? ¿Sonreír? ¿El amor es un cliché?

Él respondió. Cruzó los dedos rectos.
Largo. Delgado. Saber de antemano.
"El cielo no tolera la muerte. Es incruento.
Es simplemente la vida. Pero pasará".

Hay un cielo y una luna

Está el Cielo y la Luna. Y la tierra desnuda.
La miro desde los restos del barco.
Y comprendo que el mundo,
que está firmemente cosido,
cuelga en la oscuridad como el queso.
Ya no tiene prisa.

Hay Cielo y Hierba. Y la Tierra dormida.
¿Y por qué no existen para
entregarle
el mundo entero a Él,
que decidió amar
a su loco?


Me encontré una maravilla.
Gracias, Pascual

Gracias, amiga mía. Me he venido para acá conntigo. Y solamente con dos temas: POESÍA DE PUEBLOS PRIMITIVOS...

Y MAIAKOVSKY y otros poetas rusos y soviéticos....

...el resto de exposiciones que tengo en grandes autores de momento quedan paradas (Antonio Gala; Poetas españoles en el exiliio; Grandes aautoras americanas; etc...)

Besos.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

31. El mar no tiene límites, esta es mi serenidad

El mar no tiene límites, esta es mi serenidad,
la ternura para ti, que no se parece en nada a la ternura,
sino a una esencia tan ridícula de la existencia.
¿Qué está pasando aquí? Creo en ti.
Con mi cuerpo me aferro a ti como una verdad soñadora,
que no es hermosa, pero tan deseada. Recientemente
, he crecido. Y abrió la puerta.
Te reconozco por las flores y el susto, Dando vueltas sobre tu nave
como un rosario,
Y por mis alas siento un ala.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

32. Mi mamá apaga las luces de la habitación...

Mi mamá apaga las luces
de la habitación Y hace que el mundo sea un poco más silencioso.
E inmediatamente de la radio, justo en el techo,
sale My Evening. Ligeramente desnuda,
sin afeitar, ansiosa. Y la noche está
desprovista de vergüenza y vicio. Como un gato de seda
me acuesto a mi lado, pincho como una aguja,
soy amargo, dulce. No soy una esposa.
Y el jazz fluye tranquilamente, como el café en coñac
, y el mundo emerge entre las gotas y los suspiros,
y te quedas por la mañana. No está mal
que estés tan enamorada en esta habitación de oscuridad,
enamorada de mi cuerpo, de mi mente, de mí...
Sí, no me di cuenta de lo que era el poder,
cuando mi madre de repente apagó la luz,
pero la noche brilló contigo desde el fuego.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

33. En el crepúsculo, o más bien en su núcleo...

En el crepúsculo, o más bien en su corazón,
donde el azúcar y el café se mezclaban con la lluvia,
escribí una carta a un hombre
en la inevitabilidad Al otro extremo de la ciudad, en una casa fantasmal,

donde el cine está en la pared, donde no es nada miserable,
donde no hay gato, ni hermosa en pieles,
le escribí y quise un poco:
En el expreso de medianoche, para encontrarme con la corriente de aire

para irrumpir a través de sus puertas... Pero de alguna manera, inoportunamente
, se congeló en el entumecimiento sin ninguna razón
, y yacía en su lecho
desnudo la soledad de todos los hombres no amados.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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34. Mi Nautilus yace en el fondo...

Mi Nautilus yace en el fondo,
me hundí en ti hasta la risa.
—¿Qué encontraste en mí?
Has hablado. Escuché un eco.
¿Cómo se puede entender esto cuando
la Química es física? Dios juzgará.
Tú eres mi tierra,
y yo soy el agua que la nutre. Así será.
Dame el poder de tu amor,
tu pasión, que casi no tiene sentido,
destroza todo lo que me ha disgustado,
explota mi cuerpo, que es radiante,
y encuentra una nueva razón para vivir,
llorar y temer a la muerte,
sin recordar las
quejas de otras personas de la antigua dirección en el sobre.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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35. Замок в истерике

Виктория Николаевна Ветрова
Замок в истерике и неврозе,

Потому что весь день в дожде,
Нет в стихах его, нету в прозе,
Нет страданий его нигде,

В жилах нет его тертых терций,
Нет желания в фонарях,
В мрачных клетках не бьется сердце,
Скрип не стонет в сухих ветвях.

Все в нем празднично, все в нем лживо,
Как и трон королей в золе,
Только трепетно, колко, живо
Предвкушенье тебя во мгле.


Estoy corriendo por tu espalda...

Corro por tu espalda con polvo,
Con la luz mágica de la ventana blanca,
Con el túnel negro, con el silencio de la tumba,
Que en la oscuridad es apenas audible.

Y mi oído capta tu voz clara,
Ensartado en una tormenta de nieve blanca,
Donde apenas cogí el autobús
que me llevó a tu cama.

Y, cayendo del puente como un enorme
cadáver, estallé en el bazo
y por tu espalda goteo
polvo Más dulce y enfermizo como la cocaína.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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36. El castillo está histérico


El castillo es histérico y neurótico,
porque llueve todo el día,
ni en sus versos, ni en su prosa,
sus sufrimientos no se encuentran por ninguna parte,

en sus venas no hay tercios deshilachados,
no hay deseo en las linternas,
en las jaulas sombrías no late el corazón,
el crujido no gime en las ramas secas.

Todo en ella es festivo, todo en ella es engañoso,
como el trono de los reyes en cenizas,
solo tembloroso, espinoso, vivo
La anticipación de ti en la oscuridad.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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37. Estoy en un torbellino de ojos, simples y negros...

Miro el remolino de mis ojos, simples y negros
, como en un lago de noche,
mi mirada se hundirá condenada
en ti, como un aguijón de hielo.

Y la forma en que digo "no lo hagas"
Cuántas palabras son vacías y pegadizas,
Me estoy ahogando en una mirada cálida
En la niebla de las calles de Moscú,

veo la noche y en la oscuridad de las dos caras
Parecerás un triste fantasma
Tus claveles
marchitos Duerme en la mano como un signo de muerte,

Pero la mañana traerá frescor
Y la frescura de la luz del
sol Y el viento encontrará una
barrera Como una vela con una cortina levantada.

Mientras tanto, miro en el duro estanque
sin exigir una respuesta,
y la noche fluye ingrávida
tinta desde los bordes del amanecer.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

38. Los coches se deslizan por la ciudad...

Los coches
se deslizan por la ciudad y una bata blanca penetrará en su brillo
único,
realizando su danza en el viento.

Ella está
corriendo por la calle Y el color de su cabello brilla con
luz Tiene prisa por vivir
Amor robado en el

verano Perdido en el medio
De las casas muertas y las canciones
sombrías Donde no puedes encontrarte
a ti mismo en un mundo que es demasiado pequeño

Para los que miran hacia arriba
Y respira el viento profundamente, ¿Quién atrapa las estrellas al vuelo
?
En quien la alegría hierve con

mercurio, corre en su abrigo, Como un pájaro
gracioso en una nube,
Y nadie puede salvarla,
Con quien puedes detenerte en un momento.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

39. Yo Soy Tu Mundo


Yo soy tu mundo. Tú eres mi Universo,
Tú eres el firmamento inmutable sobre el mar,
Tú eres el acueducto de la ciudad,
Que es infinito en el mundo de la razón,
Tú eres el amor que se me muestra,
Como el oxígeno a un gusano pulmonar.

Yo soy tu mundo. Tú eres mi transpiración,
tú eres el sueño salvaje del tártaro,
que sólo en los sueños cae en la fornicación,
tú eres mi mente abatida por la pasión,
tú eres mi estómago, ebrio
de dolor, y las lágrimas que picotean a los demás.

Yo soy tu mundo. Tú eres mi religión, comprendo los cambios
en tu alma,
y creces
como una flor que ha roto la perniciosidad de las piedras ajenas
, a través de la felicidad del arco iris.
Yo soy tu Mundo. Vives en mí.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

40. No te vayas de la noche robada...

No dejes la noche
robada De pie en sus puertas
cerradas No hay nada
que puedas hacer hoy Y está cansado del estruendo de las anclas
Y las cadenas de anclas que están ahí en el muelle,
Ha estado en su alma
durante demasiado tiempo Guardé esas fotos donde chispeaban chispas
de colores Estamos empapados en las gachas
a la luz de la luna Vino a ti con una carta, vino con postales
La mía, Despreciando la vergüenza y el miedo, así que recibe mi calor con sonrisas,
y por el amor de
Dios, ¡no me dejes en la puerta!

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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41. Te traigo un regalo...

Te traigo como regalo
Cuarenta y nueve crisantemos
del Sol de cenizas de verano, Arrepentimiento de cuerpos desnudos.


Te traigo, querida mía,
Un atardecer púrpura,
Lágrimas sobre la tumba
de otro Y un billete de vuelta al infierno.

Te traigo, amada mía,
un canto de las doncellas de antaño,
y cómo en tu
pasión te has matado por ellas.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

42. Ни в агнце, ни в этом чертоге...
Виктория Николаевна Ветрова

Ни в агнце, ни в этом чертоге,
А в самой утробе двора,
Стою я на первом пороге,
Где раньше осталось «вчера»,
И все оставляю за дверью,
Обиды, вранье, клевету,
Я буду бороться с неверьем
И вновь сквозь асфальт прорасту.


Ni en el cordero, ni en este palacio...
Victoria Nikolaevna Vetrova

Ni en el cordero, ni en este palacio,
ni en el vientre mismo del patio,
me paro en el primer umbral,
donde solía estar el "ayer",
y lo dejo todo fuera de la puerta,
insultos, mentiras, calumnias,
lucharé contra la incredulidad
y volveré a crecer por el asfalto.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

43. Se eleva sutilmente por encima del mundo...

Se eleva sutilmente por encima del mundo,
aunque apenas puede llegar a ser más sabio,
sus sueños son tan ridículos como líneas punteadas en mapas
de mares inexplorados.

Y su ojo de lobos
entusiastas corre por el camino detrás de mí,
como un saboteador en el último ausente
disfruto de este silencio, que ensordece dulce e ilimitadamente
,

y en un plano donde el día es claro y puro
, seré tocado tiernamente
por un loco egocéntrico enamorado.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

44. ¿Por qué? ¿Por qué sería eso de repente?

¿Por qué? ¿Por qué sería eso de repente?
Ángel y yo pasamos la noche en la estación de tren.
Queremos comer. Se me rompió el talón.
Y nuestros compañeros estaban atados.
Cabalgamos en equipo hacia el este,
para salvar al mundo evitando una caída,
pero los tres hermanos fueron arrastrados a la cuneta,
plenamente conscientes de su mal comportamiento,
y los otros siete, angustiados
, robaron dos carruajes por la noche,
en arameo antiguo con
el conductor se peleó en la plataforma,
y aquí estamos solos con el ángel. Uno.
Estamos esperando el tren para hacer un rescate.
El mundo se está cayendo. Sus luces tiemblan.
Y ahora ha llegado el domingo.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

45. Angela

Ángela con orquídeas
blancas Fui a medianoche a mirar la luna,
Su cabeza que pululaba de ideas,
Se sumergió en la primavera con pesado anhelo.

Ángela vagaba por las criptas y los ángeles,
que en la dicha de mármol ondeaban las alas
, y las estrellas del cielo, como antorchas amarillas
, llevaban el triunfo de la inevitabilidad del mal,

y los cabellos lánguidos como serpientes ligeras
caían sobre los hombros de la más delicada de las doncellas,
cuyo cerebro iluminado pululaba de ideas,
cuya mente alegre era eclipsada por la vista.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

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46. Una pandilla se reúne en nuestro patio por la mañana...

Tenemos una pandilla en nuestro patio por las mañanas,
fumamos, tomamos café y planeamos jazz juntos.
Somos cuatro: yo, Drunk Cid, Diógenes y Orlando,
que compramos un contrabajo la semana pasada.

Apenas hemos dormido, pero Sid ya está haciendo una fusión
En una vieja guitarra roída por un gato pelirrojo,
No necesitamos una ciudad, y no necesitamos este mundo en absoluto,
Haremos el nuestro, aullando con el estómago vacío.

Canto mal, pero me veo hermosa en la
pantalla Y nuestro Diógenes con el saxofón da a luz un sueño,
En resumen, de todos nuestros trapos humeantes locales,
Solo nosotros podemos apreciar la belleza, Además,

tenemos muchas posibilidades
de vivir hasta las canas y beber quinientos millones,
E incluso si todavía estamos jugando a los bailes
¡En nuestro patio hemos alcanzado alturas celestiales!

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

47. Qué frías son las nubes...

¡Qué nubes tan frías
Y en una casa hecha de vidrio
, Vientos
libres se precipitan, como antes del bien y del mal!

En la encrucijada, la calle
duerme, Y, corriendo por el patio,
Un perro viejo se agacha,
Saliendo de su perrera,

Una estrella tiembla que en el cielo herido,
Apenas perceptible como una lágrima,
Con los marcos
de las ventanas sacuden Mi mundo, que desaparecerá sin dejar rastro,

Y con latitudes
sin precedentes Se extenderá a todos los extremos,
Constelaciones con notas
alegres Y dulce como piruletas.

VICTORIA NICOLAEVNA VETROVA

OBRAS

48. ¡Señor, escucha mis oraciones!

¡Señor, escucha mis oraciones!
Siempre y cuando estén afilados
como navajas Mientras perturben los sueños
Y nace la oscuridad
, Mientras en mis bosques y montañas,
Y en los viejos pasillos de los edificios Viejo
anhelo
se arrastra En el abrazo tacaño de la corriente de aire,
Y estos cuentos del pasado
No pienses en lo
malo Que estoy casi delirando
Estoy
subiendo las escaleras hacia ti Como ángeles, sin ver señales,
Como Jacob en un sueño.