Amor en silencio

Amor en silencio




No soy quién soy, cómo lo que tú quieres que sea:
una palabra que nunca he dicho,
un pensamiento con olor a golpe de alegría,
que se descubre en el silencio de un libro;
la tranquila hoguera con señal de triunfo,
que se acerca a ti como llaga arropada
por el vestido en luz de un nuevo principio.

¿Qué debo ser, sino quiero perderte, ante tus ojos
de dueña y señora del sol que baña mis sueños?

Igual que un mar en peligro,
con voz, de fuego en gozo,
desnuda el agua con el viento del recuerdo,
mientras el amor despierta con húmeda melodía
y perfecto idioma y dominio de las rosas milagrosas.

Voy sintiendo en el camino, el suave dolor
de vida y muerte, muerte y vida.
Todo es posible y cierto; más allá de lo que soy,
y lo que he sido, el desvelo de la flor abierta
y la fuga de la sombra que se ríe del entierro.

¿Tú, desde tu inmenso mundo, podrás
coronar mi eterno suplicio, con el milagro
de tu canto y  nuevo bautizo?

Y después, el aire me besará, contigo,
con las primeras gotas del rocío,
y abrirá el sueño donde nada existe,  
sólo nuestro amor en silencio.

Un bello y profundo poema de amor, Ricardo, que acaba con la alegría de amar.