Traigo mi soledad, de plenitud, bañada,
con los labios resecos, y los ojos ardientes,
febriles del invierno, castañeando los dientes…
¡Qué inmensa soledad! de primavera amada.
Afluiste como el agua, descongelada nada,
regando mis baldíos, con regatos afluentes,
y calmaste mi sed, mis ojos, sus vertientes,
en sueño del amor, de un alma apasionada.
¡Qué inmensa plenitud! De ansiada primavera,
florido el corazón, y los labios sangrantes,
ya vencido el dolor, por tenerte a mi vera.
Así somos tú y yo, verdaderos amantes,
incansables, de amor, siendo lago y rivera
exultantes de vida; de la luz, sus diamantes.
Hoy a las 01:50 por Pascual Lopez Sanchez
» MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS, 2
Hoy a las 01:47 por Pascual Lopez Sanchez
» POESÍA INUI (Esquimal) // OTROS PUEBLOAS NATIVOS
Hoy a las 01:20 por Pascual Lopez Sanchez
» CÉSAR VALLEJO (1892-1938)
Hoy a las 01:02 por Pascual Lopez Sanchez
» ELVIO ROMERO (1926-2004)
Hoy a las 00:55 por Pascual Lopez Sanchez
» NO A LA GUERRA 3
Hoy a las 00:36 por Pascual Lopez Sanchez
» POESÍA SOCIAL XIX
Ayer a las 23:21 por Lluvia Abril
» POETAS LATINOAMERICANOS
Ayer a las 22:11 por Maria Lua
» MARIO QUINTANA
Ayer a las 19:12 por Maria Lua
» CECILIA MEIRELES
Ayer a las 18:55 por Maria Lua