Emily Roberts (1991-

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Emily Roberts (Ávila, 1991).
Terminó los estudios de Filología Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid y es becaria de colaboración en el departamento de Literatura Inglesa.

Ha residido un año en Utrecht, Holanda, y actualmente vive en Madrid. Ha publicado una novela, Lila (Ediciones Oblicuas, 2011) y ha participado en diversas antologías de relato y poesía como Tenían veinte años y estaban locos (La Bella Varsovia, 2011), Hijas del pájaro de fuego (Fin de viaje ediciones, 2012), Erosionados (Origami, próximamente) y Al encuentro de todo (Escuela de escritores, 2011).

Ha recibido tres veces consecutivas el primer premio de Narrativa Corta del certamen Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Ávila. Ha sido becaria de excelencia del grupo de investigación LEETHI. También ha publicado artículos académicos y traducciones del inglés como la selección de poemas para VOMIT (El Gaviero, en preparación), la revista Quimera y diversos blogs.

Sus poemas han sido traducidos al portugués y ha publicado poesía y narrativa en distintas revistas impresas y digitales. En verano de 2012 dirigió y coordinó el recital de jóvenes autores abulenses «Sombras en el adarve». Es columnista del diario Tribuna Ávila, coordina la antología digital Ciudades esqueleto junto a María Sánchez y mantiene un blog:
http://emilyrobertswrites.blogspot.com

(Sacado de https://www.cuadernosdelaberinto.com/autores/paginas/EmilyRoberts.html


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Algunos poemas de Emily Roberts, del libro Parliament Hill, Vaso roto, 2022:


MI PADRE ME ENSEÑÓ EL COLOR AZUL

Cuando mis padres eran pobres, y jóvenes, y felices,
heredaron (heredé) su primer árbol de Navidad.

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DE POR QUÉ A LAS POETAS TRISTES
LES GUSTA EL REGUETÓN

No sabíamos cómo entrar
y hemos llamado al timbre gritando:
“¡Sé bailar! ¡Sé bailar!”-
como queriendo justificar el fracaso.

Creíamos que amar
……………………………….o no amar
era cuestión de movimiento,
de seguir los pasos de una canción que nos decía
lo que nadie nos había enseñado.

Gritábamos: “¡Sé bailar!”,
como pidiendo permiso
para abrirnos paso.

Fuimos
la chica que no invitaron a la fiesta,
el novio al que no quisite besar,
las canciones tristes que se bailan mal
……………...con nuestros zapatos.

Y en el fondo nos preguntábamos
si queríamos bailar.



PRAGA

Te pedí que no llorases en Praga
para no perturbar la belleza de las calles,
pues ése era todo el recuerdo que nos llevábamos.

Te pedí que no llorases en Praga
para no interrumpir el silencio.

Te pedí que no llorases en Praga
porque no había forma de consolar
el final de nuestro viaje.

Pero tú insististe y lloraste en Praga:
…………….dijiste que era culpa de la belleza y de la absenta,
…………….de ver atardecer desde el puente de Carlos,
…………….de los adoquines y de aquel idioma incomprensible.

Pudiste llorar en Praga,
pero no supiste enterrar allí

los ojos.



ELOGIO DEL HORIZONTE

Nada te será arrebatado.
MARIA-MERCÈ MARÇAL

Encuentro que te quería así: azul.
Y, si hubiera venido antes,
no te habría encontrado.

Eso era lo que quería decir: el viento
arrasó las manos, la vida se tornó
lenta, sólo quedó

una aguja sin hilo, un tapiz
con instrucciones bordadas
para volver a casa

en un idioma desconocido.
La vida era una casa en el árbol
antes de venir.

Ahora la casa es un animal que tiembla
húmedo y caliente:
estar aquí.

El regalo del mar que nos devuelve
lo que no quisimos.
Me besas sin decir adiós:

podría tratarse de una bienvenida.

(Cimadevilla, Gijón, diciembre de 2016)

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PARLIAMENT HILL

Nobody can tell what I lack.
SYLVIA PLATH

Después de haber llegado aquí,
te tienes que marchar.

Aunque dijiste: no me pienso ir,
aunque lloraste de felicidad
…………..cuando las luces.

Tanto tiempo esperando para ver la ciudad,
tanto tiempo lejos,
que ahora vuelves y te asomas:

no quieres
despedirte.

Y sin embargo, vuelves,
una única vez,
y ya estabas allí,

no importaba la luz
ni el color del día,

ni el temblor con el que esperaste resistir
—así—
la helada.



DON’T CRY FOR ME, ABERYSTWYTH

Para Miriam


No llores por mí, Aberyswyth,
dice el grafiti junto al cementerio del castillo
que fue destruido por Carlos I
…………...tras la Guerra Civil.

No llores por mí.
Y no lo hará.
Porque es ella quien ha querido venir
frente a las olas………..que arrasan
el paseo marítimo.

Ahora estamos aquí
…………..salvajemente libres
como un castillo en ruinas
que ya no puede temerle al mar.

(Aberystwyth, 19 de marzo de 2017)



SONDERBORG

La luna no alumbra nuestros sonrojos:
somos siluetas vacías,
recortables en la oscuridad.

Las medusas iluminan el reflejo
de un cielo sin luna: el fiordo canta
la abundancia de la nada.

Nos abrazamos sin querer, casi inconscientes,
casi extraños que se reconocen
después de un largo tiempo.

Luego desistes,

………...desistimos.



CRAWFORD NOTCH, NEW HAMPSHIRE

El fuego une. Un desconocido en una gasolinera
nos regala su leña. Él tampoco pertenece aquí.
Alguien dice: me gustaría haber nacido cuando todos
…………….nos necesitábamos.
También unían la violencia
…………….y la escasez.

Admiramos la quema.
Ahora que no necesitamos nada,
nos entregamos al frío de la noche al raso.
Somos extraños que se asemejan en el hambre,
……………..respiramos
………………………...la herida que queda tras el silencio.

“Vive libre o muere”, dice el lema del Estado.
Hemos venido para encontrar la primavera del invierno:
……………..árboles que cantan su última melodía.


Sobre una cama de hojas muertas contamos
……………..los dones que nos quedan.
…………………………Como una estrella que ha venido a regalar su muerte,
agradecemos este anochecer.

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YA NO TIENES EDAD

Me enseñaron bien:
desde niña, después de jugar, recogí todas
…………..mis muñecas.
Las guardaba y parecía
…………..que nadie había pasado por allí.

Al ser hija única, mis amigas
me invitaban a menudo a sus casas.
Probablemente era la niña favorita de sus madres:
…………..cuando me marchaba dejaba todo limpio
…………..y recogido, como una casa sin niños.

Pasada la edad peligrosa en la que una niega
…………..jugar con muñecas
vuelvo a invitar a mis amigos a casa.
Cuando se marchan, es como si nunca
hubieran estado aquí:

…………..lo guardo y lo recojo
…………..lo guardo y lo recojo
……………………..todo:

poemas, personajes, pinceles y lienzos,
las palabras y la ropa, las certezas
y la piel,

hasta la próxima vez que vuelvan
a jugar.



FE NOCTURNA

Para Adrián

La primera noche me entregaste
un cepillo de dientes.
No sabías si iba a volver,
no sabías si ese cepillo quedaría olvidado
en el estante del baño
esperando, o no,
un milagro o la basura.

Meses después,
tus amigos preguntaron
si ya teníamos cepillo de dientes
en casa del otro
-la marca del compromiso-.
La hospitalidad sorprende
a los que a menudo amanecemos
…………..sin manchas.

Pero tú guardabas cepillos de dientes
y sábanas y toallas limpias
para cobijar a criaturas extrañas.
Como si el amor fuera eso:
una fe nocturna en que alguien volverá
a una casa ajena;
elegir el menor daño posible
de no lograrlo.



ISLA DE TABARCA

El hogar es donde el corazón
se repite.
ROBIN MYERS

Dicen que ahora sólo quedan las cosas pequeñas.
Damos por sentado las nuestras: meses estrechos en los que existimos
y aire tibio para disolver los desacuerdos.
Una suavidad rugosa, como una playa de guijarros
o esperar al sol que se esconde al mediodía.
Una canción que suena una y otra vez.
Los días en los que no dijimos nada, y los que sí.
La casa que habitamos y las que nos deshabitaron.
Las personas que aprendimos a ser
y las que queremos olvidar que hemos sido.

Porque hemos creído también en los poemas rotos,
cierro los ojos y miro para ver
que estamos aquí,
que aún podemos tocar
lo que no hemos perdido.


EMILY ROBERTS, Parliament Hill, Vaso roto, 2022.