X. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (III)

SONETOS DEL SIGLO XX


Javier Feijoo.
Extremadura. Badajoz. España.
Siglo XX. Poeta hallado en Internet.



SONETO EN “IVAN MAYOR”

(A Iván Rodríguez –síndrome de Dawn profundo
y a su hermano protector J. A. R. M. del S.)

Dúctiles, entrelaza dedo a dedo,
continuo juego que su mente enreda,
a los designios de su hermano queda
en la sombra del alma de su credo.

Clama sin voz, con alarido acedo,
a la naturaleza que le veda
apreciar el valor de su moneda,
el cese de la lluvia de su miedo.

Más largos son sus días cada año,
marcando calendario compartido
ligado a dos edades divergentes.

¿Presente? ¡Para él futuro extraño!
Inocencia en su cuerpo ya crecido
y en sus ojos dos mundos diferentes.

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Javier Feijoo.
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¡CUÁNTO AGRADEZCO!…

¡Cuánto agradezco, amigos su atención,
porque en ella naufrago con mi sino!
A veces desfallezco y, ya cansino,
me viene a tutear mi corazón.

Tan sólo me reaviva una razón,
quizás la más furtiva, mi destino;
ese que me subleva, clandestino,
contra esa mi demencia y sinrazón.

La poesía es mi mundo, mi querella.
¿Acaso no la esculpo y me revelo?
Ella me arranca el llanto por la gloria

de ver mis versos ebrios de memoria.
¡Quizás pequé en mi afán por tanto celo!
¡Quizás pequé en mi afán de hacerla bella!

Gracias amigos míos.
Sus breves comentarios son mi anhelo
y prenden el fulgor de la mi estrella.

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Javier Feijoo.
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POR CONSERVAR LAS LENGUAS, UN SONETO

Por conservar las lenguas, un soneto
merece para quien así lo siente.
No es malo hablar con verbo diferente,
lo malo s transformar la lengua en gueto.

El “Verbo en Libertad” es nuestro reto,
mimarlo, mantenerlo reluciente.
Jamás forjar con él y en hierro ardiente
espadas que se falten al respeto.

La historia de las lengua son se cierra.
La Torre de Babel fue gran afrenta
que encauza su didáctica a otra historia,

aquella de los hombres que a la gloria
quisieron llegar antes de la cuenta.
Mas antes y después existió guerra.

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EL INGENIO QUE HABITA EN MIS SONETOS

Quizás este soneto exija pluma,
no es el lápiz de alcurnia suficiente
para lazar las honduras de mi mente
al listón de la gloria y de la espuma.

Tampoco del bolígrafo rezuma
un caldo de cultivo tan nutriente
para darle, a mis versos, consistente
osamenta que aguante tanta bruma.

Me equivoco, y con pluma rectifico
(y en su tinta fundida va mi afrenta):
Discrepo del tenor de los cuartetos.

Revoco las estrofas. Certifico:
Ni en grafito ni en tintas se sustenta
el ingenio que habita en mis sonetos.

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Javier Feijoo.
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INSPIRACION

A escondidas disfruto mi locura
sin querer compartir esa alegría
y gozo con mi única manía
liberando a mi mente de atadura.

Me distancio del tiempo y sus premura,
olvido si es de noche o es de día
y siempre me sorprende mi osadía
buscando en mi demencia la cordura.

Me entusiasma, a veces, estar loco
amarrado a mi cuerda sinrazón
escribiendo mis versos poco a poco.

Y me quema la piel del corazón
la lama cegadora de ese foco
que alumbra mi locura y mi razón.

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OROS, COPAS, ESPADAS… Y VERSOS

El filo de la espada que subyace
con la rima dorada de la historia
a veces corta esquirlas a la gloria,
su disección no siempre nos complace.

Recordad: La Poesía en sí renace
si levanta su copa en la memoria,
el verso siempre apunta a la victoria
de la Verdad que a todos satisface.

A veces sobran rimas escabrosas
y métricas que rompen los conjuntos.
¡No han de ser las estrofas esas Diosas

que vistan de poeta a los presuntos!
Otras rimas, también maravillosas,
adornan la Verdad de los asuntos.

Hoy es, de los difuntos,
ese día. No hablemos de la muerte.
¡Poetas! ¡Pinta en versos! ¡Que haya suerte!

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Javier Feijoo.
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EL COLMO DE MIS AMBICIONES

Ese sueño, prendido de mis manos,
inunda mi horizonte deseable,
anhelo de futuro confortable
con lazos entrañables entre hermanos.

No es un sueño, son dos, creciendo sanos,
al abrigo del manto respetable
de quien vuelca su vida hacia lo amable
contra el viento fugaz de sus veranos.

Ante ellos, despierta y se abre un mundo
de misterios, de intrigas e ilusiones;
y emanan de un océano profundo

sus más nobles y verdes emociones.
¡Puedan verme achacoso y moribundo
pero siempre colmado de ambiciones!

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Javier Feijoo.
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¡OH NAVIDAD!

¡Oh Navidad! El alma nos traspasas
con tu árbol de luces de colores.
¿Pretendes mitigar nuestros dolores
con uvas que mañana serán pasas?

Inundas de añoranzas nuestras casas
con nostalgia de ricos sinsabores.
¿Regarás nuestro sueños con licores
templando nuestros odios con tus brasas?

Tu misterio es un credo complicado,
a la fe se confía su existencia.
Es un dogma. Es un sobre bien lacrado.

No cabe en el buzón de nuestra ciencia.
Hoy confieso mis dudas, desconfiado,
para darle esquinazo a la apariencia.

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EL TIEMPO

Imparable, sin motor que le desplace,
al futuro se dirige presuroso,
sin demora, excitado, codicioso,
no fabrican cepo alguno que le cace.

No pretendan destruirlo, se rehace,
es el ente más voraz y poderoso,
si enterrarlo se pudiera en algún foso,
en su antípoda verán como renace.

Con sus pasos marca el ritmo de vida
como escrita en minúsculo panfleto,
su vara de medir es nuestro dote.

Nuestra historia en su mesa está servida
con versos del más rítmico soneto
donde somos ridículo estrambote.

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SI ME ACARICIA EL VIENTO

Para escribir sonetos… ¡Amar mucho!
Grabar su melodía en la cabeza,
hasta versificar esa certeza
donde florece el don del vate ducho.

Quizás entre los versos me encapucho.
Todo poeta miente… ¡Qué rareza!
Todo poeta llora, y ríe, y reza,
y afila el diente-sierra del serrucho.

Para escribir sonetos… ¡Sentimientos!
¡Imprescindibles hados!... ¡Valentía!
¡Acariciar la vida con alientos… …

beber en cada verso rebeldía!
¡Poeta es quien absorto en sus momentos
se afana en la justicia cada día!

SI ME ACARICIA EL VIENTO

Para escribir sonetos… ¡Amar mucho!
Grabar su melodía en la cabeza,
hasta versificar esa certeza
donde florece el don del vate ducho.

Quizás entre los versos me encapucho.
Todo poeta miente… ¡Qué rareza!
Todo poeta llora, y ríe, y reza,
y afila el diente-sierra del serrucho.

Para escribir sonetos… ¡Sentimientos!
¡Imprescindibles hados!... ¡Valentía!
¡Acariciar la vida con alientos… …

beber en cada verso rebeldía!
¡Poeta es quien absorto en sus momentos
se afana en la justicia cada día!

SIMPLEMENTE: ME ENCANTÓ. ¿CÓMO PODRÍA DECIRSE MEJOR?

BESOS.

SONETOS DEL SIGLO XX


Javier Feijoo.
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EN ESTA SOLEDAD

En esta soledad donde mi mano
frágil sobre un papel escribe versos,
escudriño en mi mente y sus reversos,
y me pregunto enérgico y ufano:

¿Por qué malgastas tiempo en tema vano?
¿Por qué tu pluma escupe tan perversos
renglones que mantienen hoy tan tersos
los hilos que te unen a tu hermano?

¿Acaso en este mundo no hallas fuente
inspiradora y fiel a tus preceptos,
donde tus sentimientos en caliente

reviertan en poemas con conceptos?
¿Te ves como el poeta más valiente?
¿Acaso son tus versos tan ineptos?

Y me respondo así:
¡Qué razón tienes! Ebrio y ardiente
de tanta vanidad… nublé mi mente.

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Javier Feijoo.
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LLORA LA MARGARITA DESHOJADA

Llora la margarita deshojada
y el sauce ¡cómo no… y de qué manera!
igual que la montaña en primavera
y los rayos del sol en la almohada.

Y llora la tormenta desatada
y el pez que a solas nada en la pecera
y el peldaño que cruje en la escalera…
y llora la mujer enamorada.

Y llora la mentira descubierta
y lloran en los dedos los anillos
y llora la mirilla de la puerta

y llora una canción por los pasillos.
Luego llora el amor a tumba abierta
cuando la noche cae tras los visillos.

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NO VISTAS DE LETRAS TUS SUEÑOS

¡Cuán tensado está el arco de Cupido
si alcanza a un corazón en la distancia,
si su flecha de amor, con su fragancia,
encuentra en un ventrículo su nido.

La aurícula, celosa, da un gemido.
El flujo de la sangre y sus constancia
se agolpan en la aorta con prestancia
y abdican a la fuerza del latido!

¡Tan frágil es el sueño cuando yace,
de cálida vigilia, en el umbral.
El sueño es descifrable cuando nace,

cuando su brillo es verde de coral;
y muere, cual valiente kamikaze,
cuando en letras se viste de formal!

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Javier Feijoo.
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PREPOSICIONANDO AL VERSO

Con el verso comulgan los poetas,
en el verso se encuentran compartidos,
hacia el verso se sienten atraídos,
sin el verso se vuelven majaretas.

Desde el verso dirigen sus veletas,
para el verso presumen ser nacidos,
bajo el verso se saben los vencidos,
por el verso compiten como atletas.

Ante el verso, perplejos, enloquecen,
contra el verso no encuentran argumento,
sobre el verso descargan su lamento.

Hasta el verso caminan, se estremecen,
tras el verso demuestran su talento.
(preposicioné la verso en un momento)

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SOÑE QUE ALGUIEN ME HABLABA

Y dejarme llevar por tu camino
y pisar en tus huellas de poeta
y soñar… y soñar con un profeta
que fije para ambos un destino.

Y sentir el aroma de tu vino
y embriagarme con el y su receta
y seguirte sin tregua hasta la meta
y gozar del encuentro más divino.

Y jugar con tus versos a poesía
y libar las estrofas melodiosas
de tu voz cuando el sol apunta el día…”

(Lo soñé, como sueño tantas cosas,
y mi pluma llorando de alegría
delata estas historias tan hermosas)

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PRIMAVERA

Ya Marzo, calle abajo, clama Abriles
con húmedos abrazos a la tierra,
y el eco me devuelve de la sierra
edades más tempranas y febriles.

Anidan en mi versos más sutiles
metáforas en flor donde se encierra
mi frágil ilusión que a ti se aferra
con sueños de colores juveniles.

Mi edad se difumina en tu semblante;
hoy eres para mí dulce fragancia
envuelta con papel de calendario.

El hoy fue aquel mañana tan distante
que el tiempo acorraló con su constancia…
¡Marchitas, Primavera, en mi diario!

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Javier Feijoo.
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NI CONCIENCIA

Y tantos que dijeron y dirán,
y tantos que callaron lo no dicho,
“verán”, por decir algo, sólo un nicho
y nunca más decir, jamás podrán.

A solas con su credo callarán
envueltos en vorágine y capricho
del hambre de vivir de humano bicho
a muerte condenado por su Adán.

tan sólo si su arte halló la vida
su muerte prolongase su existencia
clamando evocación de su semblanza.

A solas, con su ósea pertenencia,
a solas, donde abdica la esperanza,
no hallaren, de su fama, ni conciencia.

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Javier Feijoo.
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ESCRITO EN ESPAÑA

No llueve en esta España malherida
por no regar con llanto su final.
Abierta me la tienen en canal
y absorto sufro y temo por su vida.

Evoco a aquella España decidida
a repartir el grano del costal,
aquella que dio tumba al animal
y abrió al progreso puertas convencida.

No llueve y ya la tierra está sedienta,
se resquebraja y rompe su paisaje.
Bruñidas van las nubes de tormenta,

inquietas, cavilando en qué paraje
descargan evitando toda afrenta
y eluden el hedor del vasallaje.

Y dejarme llevar por tu camino
y pisar en tus huellas de poeta
y soñar… y soñar con un profeta
que fije para ambos un destino.

Y sentir el aroma de tu vino
y embriagarme con el y su receta
y seguirte sin tregua hasta la meta
y gozar del encuentro más divino.

Y jugar con tus versos a poesía
y libar las estrofas melodiosas
de tu voz cuando el sol apunta el día…”

(Lo soñé, como sueño tantas cosas,
y mi pluma llorando de alegría
delata estas historias tan hermosas)


Bendito sueño. Bendito soneto y bendito tu trabajo...

Besos.

Gracias, Pascual, que sería de mi sin tu apoyo.
Seguimos, lenta, pero allá vamos.

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Javier Feijoo.
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ANIMO A LA PAZ

Al hilo del terror, vagas pesquisas
revelan una paz irreverente.
No cuajan las ofertas en mi mente,
no calan en España las premisas.

Tras más de treinta años, hoy las prisas
enervan el dolor, la voz candente
de un pueblo que sufrió pacientemente
políticas fatales e indecisas.

Ya va teniendo edad la Democracia
para enterrar con tino su desgracia.
Pero hay que obrar hurgando en la Experiencia,

con Buen Talante, sí… mas con Paciencia.
¡Ánimo a quien, “sincero”, hace la apuesta
sin olvidar la sangre de la Cesta!

Después, quizás… la Gloria…
ya lo dijo Cervantes: ¿Quién ha nombre
si no consigue hacer más que otro hombre?
¡No hay Paz sino hay Verdad en la Memoria!

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Javier Feijoo.
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¿QUIEN SABE?

Inmerso entre mis dudas me revelo
ante tanta certeza mal plagiada.
Está todo ante mí, y ante mi nada,
y todo y nada es humo bajo el cielo.

Tal humo es el amor si trae recelo,
vedando la pasión desenfrenada,
pues miente cuando esquiva la mirada
o la verdad que busca su consuelo.

¿Quién sabe de mentiras y verdades?
¿Quién, del amor, derechos y deberes?
¿Quién sabe de pasión? ¿Quién de su ocaso?

Quien diga “yo” destila vanidades
en frágil alambique de placeres.
Quien diga “yo” naufraga en el fracaso.

SONETOS DEL SIGLO XX



José Manuel Feito

España. Siglo XX.

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BIOGRAFÍA

Nació en Pola de Somiedo el 28 de agosto de 1934. Inició estudios eclesiásticos en 1945 en el Seminario de Tapia de Casariego, que continuó en Valdediós, Oviedo y Covadonga. Ordenado sacerdote en 1958, fue nombrado capellán y profesor del Colegio de Los Cabos (Pravia) así como encargado de la parroquia de Santianes de Pravia. Tomó posesión como cura ecónomo de Santo Domingo de Miranda en septiembre de 1964, puesto que desempeñó hasta septiembre de 2015.

Sacerdote (el raso de los xagós, que en «bron» significa algo así como «el cura de los colegas o compañeros», en definitiva, de los mirandinos), escritor –en prosa y en verso– etnógrafo e historiador, con una valiosa labor divulgadora en Avilés.

Ejerció como profesor de Sociología y Religión en los colegios San Fernando, Avilés; Estilo, Salinas y Luisa Marillac, Miranda; así como en los institutos de enseñanza media Carreño Miranda, La Magdalena y Menéndez Pidal de Avilés, hasta su jubilación en 1999.

En Miranda puso en marcha una Junta Parroquial, germen de la Asociación de Cabezas de Familia, antecesora de la Asociación de Vecinos, la Coral Santo Domingo, un Teleclub, promovió la creación del grupo folk Madreselva y la coral “Amigos de Miranda”, recuperó la jerga gremial del «bron» de los caldereros. Participó en la puesta en marcha de la Escuela y Museo de Cerámica, primeramente, en Miranda luego en Avilés, así como de la revista de las fiestas de Miranda, creando una de las primeras páginas web parroquiales en internet.

Perteneció a la tertulia «Jueves Literarios» en Avilés y fue uno de los fundadores del grupo «Encuentro de Escritores Avilesinos, ENEAS». Conferenciante y colaborador habitual en la prensa local y regional: La Nueva España, La Voz de Avilés, El Bollo, así como en Tele Avilés, donde participó en múltiples tertulias.

Miembro correspondiente del Real Instituto de Estudios Asturianos, RIDEA, en cuyo boletín publicó numerosos trabajos, también realizó aportaciones a la Gran Enciclopedia Asturiana, Enciclopedia Temática de Asturias y Artesanía en España. Ha publicado numerosos libros de divulgación histórica, cultura popular, cerámica y el «bron», así como de poesía. En 1983 se le concede el Premio Nacional de Etnografía Marqués de Lozoya, por su obra Cerámica tradicional asturiana.

En el último de sus libros, Notas para la Historia. Miranda de Avilés (Nieva, 2014), Feito reúne solo una pequeña parte de su tarea de medio siglo, principalmente referido a la parroquia, al entorno y a sus gentes, evitando su olvido en la noche de los tiempos. De él escribió nuestro recordado Joaquín Rodríguez, «Quín de Miranda», en La Voz de Avilés en 2009, que «Feito reinventó Miranda, al incorporar a la actualidad su patrimonio cultural histórico, rescatando de sus entrañas valores olvidados, aunque no perdidos».

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José Manuel Feito

España. Siglo XX.

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A LA CRUZ DE ANIMAS DE LA LLEDA

Esta cruz señalaba en el camino
el sitio en que las ánimas tenían
su aquelarre divino. Allí venían
cargadas cada una con su sino.

Esperaban que algún fiel peregrino
rezara una oración. Se aparecían
a sus deudos de noche, pues decían
que por ellos jugaran su destino.

Yo rescaté esta cruz. Es lo que queda
de aquel fervor que había entre la gente.
Espero que en su humilde nicho pueda

servir de reflexión; y a Dios presente
su “requiescant in pace” simplemente
lo mismo que lo hizo allá en la Lleda.

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José Manuel Feito

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A LA IGLESIA DE MIRANDA

Mi templo es un Jesús crucificado:
sus dos brazos descansan en las naves,
su cabeza en el ara; al final graves
sus pies yacen; la fuente en su costado.

Capiteles al uno y otro lado
desnudos de historial. Los arquitrabes
no abrigan aquí acantos, flores, aves
ni símbolo de oscuro apostolado.

Al fondo el capitel que es su pie izquierdo
descansa unos centímetros más bajo
que el derecho. En su por qué me pierdo.

Un arqueólogo me ahorró este trabajo,
y me dijo: “Se hace así en recuerdo
de la cruz, que el pie izquierdo está debajo”.

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José Manuel Feito

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LA PUERTA DE LA CASA DEL REY
DE LA PATAGONIA

Esta puerta de piedra, estuvo un día
en la casa de un rey que hizo fortuna,
que nació en pobre casa y pobre cuna
pero luego, fue rico en demasía.

“Rey de la Patagonia” se decía,
pues es rey quien poder y plata aúna,
y tuviera, a quererlo, hasta la luna
ya que a más iba el oro en su alcancía.

En la puerta que vio al salir de chico
mandó dejar en piedra cincelado:
“Por aquí salí pobre y entré rico”

Su mensaje no fue cumplimentado,
mas, tallando hoy la piedra a zapapico,
de algún modo cumplimos lo ordenado.

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José Manuel Feito

España. Siglo XX.

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A LA VERJA QUE SEPARA EL PREBISTERIO

Bajo el arco románico el ladrillo
levanta el medio punto con prestancia,
y la verja nos brinda la elegancia
del bronce abroquelado de amarillo.

En el arco radial se abre un sencillo
florón: flores de lis, cuya fragancia
metálica da al aire una luz rancia ,
y al hierro mate oscuro, negro brillo.

Frontera que protege el Sacramento
de la mano que intente profanarlo
invita a un mayor recogimiento.

Tras la verja se escucha orar al viento
y quienquiera que venga aquí a encontrarlo,
la voz de Dios que invita al seguimiento.

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José Manuel Feito

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AL TRONCO DE ROBLE QUE SIRVE DE ATRIL

En un tronco que el tiempo ha traspasado
de pájaros y lluvia su corteza,
la historia en su vejez se despereza
en flores y recuerdos del pasado.

En su alma de roble está guardado
-sepulcro vegetal tras su dureza-
un pueblo que a sus plantas llora y reza
desde el último al primero bautizado.

Hoy le sirve de atril al libro santo,
de báculo o callada a nuestras manos
y de tumba sellada a cal y canto

a los nombres de todos los que, hermanos,
nos han dado su credo sacrosanto
convirtiéndonos de infieles en cristianos.

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José Manuel Feito

España. Siglo XX.

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PEREGRINO ANTE LA PUERTA

De pie junto al dintel, fijos los ojos
en las mudas maderas de la puerta
verla espera de par en para abierta
para postrarse ante el Señor de hinojos.

Sus pies rotos de andar por entre abrojos
y su ropa de polvo azul cubierta
dibujan su perfil contra la incierta
luz de un cielo de vivos blanquirojos.

Golpea con sus nudos la madera
esperando impaciente oír la llave
dejar libre su alma prisionera,

que la puerta del alma, ya se sabe,
abrirla desde dentro sólo cabe,
imposible intentarlo desde afuera.