ESTE SILÊNCIO É FEITO DE AGONIAS...
Este silêncio é feito de agonias
E de luas enormes, irreais,
Dessas que espiam pelas gradarias
Nos longos dormitórios de hospitais.
De encontro à Lua, as hirtas galharias
estão paradas como nos vitrais
E o luar decalca nas paredes frias
Misteriosas janelas fantasmais...
O silêncio de quando, em alto mar,
Pálida, vaga aparição lunar,
Como um sonho vem vindo essa Fragata...
Estranha Nau que não demanda os portos!
Com mastros de marfim, velas de prata,
Toda apinhada de meninos mortos...
Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
ESTE SILENCIO ESTÁ HECHO DE AGONÍAS...
Este silencio está hecho de agonías
Y de lunas enormes, irreales,
De esas que espían por las celosías
En largos dormitorios de hospitales.
Ante la Luna, abruptas espesuras
vienen a detenerse en los cristales
Y su luz abre en las paredes frías
Misteriosas ventanas fantasmales...
El silencio de cuando, en alta mar,
Pálida, ambigua aparición lunar,
Como un sueño se acerca esa Fragata...
¡Extraña Nao que no demanda puertos!
Con palos de marfil, velas de plata,
Abarrotada de niñitos muertos...
Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)
***
DENTRO DA NOITE ALGUÉM CANTOU...
Dentro da noite alguém cantou.
Abri minhas pupilas assustadas
De ave noturna... E as minhas mãos, velas paradas,
Não sei que frêmito as agitou!
Depois, de novo, o coração parou.
E quando a lua, enorme, nas estradas
Surge... dançam as minhas lâmpadas quebradas
Ao vento mau que as apagou...
Não foi nenhuma voz amada
Que, preludiando a canção notâmbula,
No meu silêncio me procurou...
Foi minha própria voz, fantástica e sonâmbula!
Foi, na noite alucinada,
A voz do morto que cantou.
Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
EN LA PROFUNDA NOCHE ALGUIEN CANTÓ...
En la profunda noche alguien cantó.
Y yo abrí mis pupilas asustadas
De ave nocturna... Y mis manos, velas paradas,
¡No sé que estremecer las agitó!
Luego, de nuevo, el corazón paró.
Y al ver la luna, enorme, en las calzadas
Salir... bailan mis lámparas quebradas
Al viento malo que las apagó...
No fue ninguna voz amada
La que, anunciando la canción noctámbula,
En mi silencio me buscó...
¡Fue mi propia voz, fantástica y sonámbula!
Fue, en la noche alucinada,
La voz del muerto que cantó.
Mario Quintana (A Rua dos Cataventos, 1940)
(Versión de Pedro Casas Serra)
***
.
» 2000-08-09 EL TREN
» Innokenti Ánnenski (1855-1909)
» ¡NO A LA GUERRA! (Exposición Colectiva)
» POESÍA MÍSTICA Y RELIGIOSA V (PROVERBIOS - ECLESIASTES Y CANTARES DEL REY SALOMÓN
» Nikolay Gumiliov (1886-1921)
» Zinaída Hippius (1869-1945)
» 2000-07-26 CANCIÓN DE CUNA DEL DUENDE DE LA FUENTE
» CÉSAR VALLEJO (1892-1938)
» MAIACOVSKI (1893-1930) Y OTROS POETAS RUSOS