ODAS
ODA XXIII
A F U R I O
-.-.-.-.-.
¡Furio, tú que ni siervos ni arca tienes,
Ni arañas en tu hogar, chinches, ni fuego,
Sino un padre y madrastra cuyas muelas
Hasta guijarros triturar pudieron,
¡Qué afortunado con tu padre vives
Y con su esposa que parece un leño!
No maravilla; porque estáis bien todos,
Digerís bien y á nada tenéis miedo:
Ni á incendios prontos, ni á ruinas graves,
Ni á actos infames, ni á mortal veneno,
Y ni á los otros casos de peligro
A los cuales un rico se halla expuesto.
La verdad es que el frio, el sol y el hambre
Os dejaron enjutos como un cuerno,
Si algo más seco y árido no existe;
¿Y feliz no te sientes con todo esto?
Tú, sudor ya no tienes, ni saliva,
Ni moco en la nariz líquido ó seco,
Y agrega á esta limpieza algo más limpio,
Que lo tienes más pulcro que un salero,
Pues al año diez veces no más lo usas
Y de piedras parece que está lleno;
Pues si hubieras de asearte con las manos,
No te llegaras á ensuciar los dedos.
No desprecies, ¡oh Furio! estas ventajas
Que no debes tener jamás en sueños.
Cien mil sextercios de pedirnos deja
¿No vives tú feliz y satisfecho?
» HOMERO. Grecia Clásica.
» “La versificación española”, por Ignacio Bonnín Valls. (Ediciones Octaedro, S.L.., Barcelona, 1996) (extracto y comentario)
» “La versificación castellana” por José María Micó (Poesía de España, Círculo de Lectores, Barcelona, 1996)
» MÉTRICA: NOCIONES FUNDAMENTALES
» X. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (III)
» Tu estrella regente
» Eras del amor
» Lucrecio: De rerum natura
» Fernando Pessoa: Libro del desasosiego