LA NOCHE QUE NO ACABA
Las estrellas son testigo,
con su rutilante brillar,
demuestran su dominio,
en la estancia eternal.
Me muestran el camino,
encuentro mi felicidad,
surcado por los siglos,
con estelas en la mar.
Dime tu querido amigo,
si no las puedo mirar,
mi vista se ha detenido,
y me cierne la soledad.
Oigo de lejos un himno,
y las campanas repicar,
Dime tu, querido amigo,
yo ya no puedo respirar.
Abrazo fuerte mi sino,
pronto me voy a alejar,
estaré siempre contigo,
con sosiego espiritual.
Las estrellas son testigo,
con su rutilante brillar,
demuestran su dominio,
en la estancia eternal.
Me muestran el camino,
encuentro mi felicidad,
surcado por los siglos,
con estelas en la mar.
Dime tu querido amigo,
si no las puedo mirar,
mi vista se ha detenido,
y me cierne la soledad.
Oigo de lejos un himno,
y las campanas repicar,
Dime tu, querido amigo,
yo ya no puedo respirar.
Abrazo fuerte mi sino,
pronto me voy a alejar,
estaré siempre contigo,
con sosiego espiritual.
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