que volaba sin pájaros que la acompañaran.,
mientras tanto muy abajo y cabisbajo,
un hombre vaga sólo en la playa amarilla,
desea abrazar fuerte a su soledad,
mira enrededor, busca compañía
pero aún solitario, está consígo mismo,
Cuesta poco quedarse sólo, piensa,
¿adonde se fugaron gaviotas y utopías?
¿adonde se fué ella?, ¿también tú soledad?
si soledad y utopías ya no existen ,medita,
mas se detiene, reconsidera, se evade y
escucha el ruído del mar con sus olas,
a esa voz que susurra y siempre le cobija,,
entonces se da cuenta no está solo,
porque en el fondo del alma está con ella,
de su mano, apretando dedos imaginarios,,
eterna compañía su yo, su ego, sus ojos,
es ella, con su amor, sus utopías y un abrazo,
pintando los colores del olvido.
Ayer escuché a una amiga filósofa, decir que la soledad
no existe, a veces aparece adentro del alma, pero en
realidad es uno mismo, quien la inventa, como necesidad
de compañía cuando cree que está solo sin estarlo, porque
a veces la crea, desde su afuera, sin pensar lo que tiene
adentro..
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