POESÍA MÍSTICA Y RELIGIOSA II (Hay un índice de autores en primera página de Poesía Místico Religiosa I)

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XX

He agotado mis días.
- - - / Atravieso una puerta
- - - / que da acceso a una estrella
y a este mar de una vida que me obsede.

¿Qué significa amar este espacio de ahora?
He querido encontrar la respuesta anhelada
en un hombre sin voz que pernocta en la calle.
Quizá quise evocar minutos más felices
reviviendo un pasado que comienza a ignorarme,
dejar vibrar mis sueños a veces olvidados
y unos versos secretos que nunca leí a nadie.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - Un desafío extraño
me enfrenta al horizonte, hacia un ocaso último.

Mi vida se adormece al fondo de su fondo.

Los rostros enmudecen: la noche, la distancia
y el tiempo de un después que tanto ignoro.

Confíame, Señor, guardaré tu secreto:
¿Vendrás acaso Tú a mi pequeño espacio
cuando la estrella última agonice?

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXI

Avanzo cada día en fantasmales olas.

La tarde fue cayendo
- - - / y el miedo me retuvo,
ese miedo que habría de volver y...
- - - / quedarse, quedarse.

No sé, Señor,
que otra cosa pudiera atormentarme.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXII

Aspiro no sé a qué.
En mi almohada de noche
- - - / mis sueños cumplen años.
En el Rhin ha nevado, contemplo su blancura...
Me remito a un espacio
en el que la alegría se quedó sólo en sueño.
El cielo que me diste 
me hacía vislumbrar horizontes y estrellas.

Pero un día el dolor
- - - / me envolvió en su mutismo.

Algo faltó en mi vida
- - - / en plena soledad de ola abandonada.
Mas no puedo borrar esa idea obstinada
- - - / de que quisieras ser humano como yo.

Di, Señor:
¿Acaso he naufragado y no lo advierto?

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXIII

En letras muy azules
descifraré en el mar tu inmensidad.

Desde lo más profundo del océano
- - - / he creído dar forma a tu palabra,
tu promesa de amor a la Creación,
- - - / para anunciarla al viento..

Mi alegría anhelaba atravesar espacios,
atravesar la vida que me has dado,
inmensa y luminosa en tus planes secretos.

Y surqué la marea
- - - / para mirar a solas tu universo
y que nadie robase esa mi fe obstinada
- - - / que yo anhelaba en ti.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªTCERVANTES)

XXIV

Desde el sur del Tirol envío mis saludos
a un amor muy callado
- - - / que nunca medio cita.
Nieve y frío: el sereno silencio del paisaje.

El mar me viene intacto a la memoria,
me lleva, me devuelve,
- - - / lo retengo, lo esquivo.
Siepre regreso a él
y hasta loa aprieto en mí, noche tras noche.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXV

Camino
esperando llegr hasta la orilla
- - - / de un mar que he imaginado.
Garabateo frases
- - - / que nunca dije a nadie.
Reflexiono y me lanzo
por las olas de antaño hacia mí misma.

Suelo que estoy nadando
- - - / por el mar de mi alma,
ahí donde mi fuerza expira.

Esa parte de mí
que ha empezado a extinguirse
- - - / de mi propia existencia
me ha dejado más sola que otras veces.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXVI

Di, Señor: ¿Por qué existen
- - - / las cosas que no existen?
Lo mismo que un castillo ya ruinoso
que en un tiempo fuera deshabitado,
podría imaginar que el mundo se ha caído
- - - / de su torre más alta.
Que ya nada es aquello
con lo que yo soñaba tantas noches.
- - - / Quizás fuera la lluvia
desde el fondo de un mundo muy privado,
o la mano de un mago
- - - / con luz de amanecer
que trajera su mar hasta mivida
- - - / con muy templadas olas.

Descansar en sus aguas como niña traiesa,
- - - / con los ojos cerrados
al inicio de aquella vida mía
que una mano invisible sacara de su fondo.

Hay algo que me atrae
- - - / en estas tan extrañas maniobras.
Sí, algo que no sé, que no adivino,
o un alguien que pudiera asemejarse a ti,
- - - / aunque no  fueras Tú.

El día ha declinado,
mas quiero confiarte la fatiga que arrastro
- - - / con tanto acontecer.
No sé si en tu secreto te sientas hasta triste
de una tristeza humana, cuando haya anochecido.

Hoy recuerdo una tarde
que pareció tan nuestra: mis diecisiete años.
Yo te quería tanto...
Tú fuiste mi verdad y creí ciega en ti
a través de una fe que otros me negaron .
Un tiempo en que fui libre y me empeñé
en buscarte en aquella que yo acaso sería.
Sí, dar conmigo en mi senda
y hasta quedarme en mí como si yo no fuera
una parte secreta de tu más pura esencia.
Un espacio que habrían de robarme
- - - / y tan en contra mía.
Tú sabes como nadie
- - - / de aquel mi triste instante.

El mar desde su fondo, en obstinado anhelo
volvía siempre a mí: "la mer...
- - - - - - - - - - - - - la mer toujours recommencée"(*)
El mar que Tú creaste tan profundo y tan bello,
tan hondamente tuyo y tan de siempre,
- - - / me observaba desde su azul inmenso.
Ese mar que yo amaba tan al fondo de mí;
a su azul más secreto llegaba tu templanza.
Mis ojos retornaron a sus aguas, a ti.

En su marea alta hoy sostienes mi vida.
Juntos hemos firmado un pacto muy secreto.

(*) Baudelaire.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXVII

Remar a la deriva,
oh mar del mundo - mar mío-
y a la escucha de una posible voz,
de una palabra única
- - - / al terminar la noche.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MªT CERVANTES)

XXVIII

Me helanzado segura hacia tu mar,
asida a este bajel de mi existencia.
Nada se oye...
- - - - - - - - - Apenas mis sueños
se perciben al fondo de sus olas:
todo eso que vibra más allá de mí misma,
de mi lucha de vida, de mi sueño secreto.

Aquellas tristes frases
- - - / al fondo de la noche.
Y esperar silenciosa, confusa y muy alerta
- - - / a la fuerza imparable de las olas.

Escribiré una carta a mis viejos amigos
con sólo breves frases
- - - / que quizá nunca entiendan.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (Mª TERESA CERVANTES)

XXIX

En el mar de este día
- - - - - en el que brotan lágrimas
- - - - - de muy viejas heridas,
me he acercado a tu orilla entre las olas.

Navegar...
Mi Ilíada aún tenía su sueño
- - - / de esperanza.
Sigo sola, Señor, por este espacio mío,
- - - / sola en la noche,
sola en el umbral abstracto de tu ser.

El tiempo transcurrido ha registrado
un número secreto
- - - / de muertes que entristecen.
Yo, entre tanto, he empujado
en la proa de mis más dulces anhelos
- - - / hacia lo inexplicable.

Desnuda ya de mí,
- - - / aunque de ti sedienta.
Sí, sólo de ti, cuando morir
- - - / es esa gran pregunta
que convierte en silencio su respuesta.

QUÉ EXTRAÑA TRAVESÍA (MARÍA TERESA CERVANTES)

XXX

Me despierto.
Mi ventana da al mar: observo...
Desde el amanecer
la marea se muestra más alta que otrs veces.
Se acerca hasta mis ojos,
- - - / la estrecho entre mis brazos.


Quiero creer en Ti, Señor,
aunque no te conozca:
- - - / es una decisión.

Hemos terminado la segunda parte - Qué extraña travesía - del libro de MARÍA TERESA CERVANTES, COMO UN NAÚFRAGO. Nos vamos a la tercera y última parte, que lleva por título :

SAL A MI ENCUENTRO

que lleva en sus dos primeras páginas la siguiente introducción:

1ª Página:

"Fue al terminar la guerra.
Un recuerdo muy vago me viene a la memoria: yo quería trazar caminos entre las leves olas de la azul lejanía. En el mar está Dios - me decía mi madre-, Él camina en las olas sin hundirse.

Y en mi ilusión de niña quise lanzarme al agua hacia su encuentro, caminar con ÉL, cobijarme en sus inmensos brazos en los días de calma o de tormenta.

Sí, sólo en Él - detenerme en los rasgos de ese su bello rostro que tanto he imaginado-, sin otra vida después."

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

2ª Página:

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Te buscaré, Señor, invocándote,
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - y te invocaré creyendo en ti.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - SAN AGUSTÍN ( Confesiones, libr.I cap.I)


"Esta noche he soñado con una inmensa nave,
navegando en la niebla del tiempo y del espacio.
Nadie la pilotaba, tuve miedo.
Mas quise retener en mis párpados 
la ternura marina de su estela en las olas.
Y lloré sin saber de dónde provenía mi emoción."

María Teresa Cervantes

(extracto del poema "Carta a Dios",
publicado en la revista Agua en 1993)

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

I

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

SAL A MI ENCUENTRO ( MªT CERVANTES)

"El azul nació en el mar para inundarnos." (Joseph Palau i Fabre)

III

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

IV

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

V

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

VI

SAL A MI ENCUENTRO ( MªT CERVANTES)

VII

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)


VIII

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

IX

Llegar a ti por los nadires más ocultos.
El barco de mi mente ha ido entrando por el azul de tu infinito cielo y se detiene. Ésta es mi libertad, tan grande como la vida que se expande y atraviesa el océano...
Hay noches que te ignoro y otras en que un azul muy tenue me presiona hacia ti.
Aquí la vida, la memoria, las ilegibles páginas del tiempo, las olas de este mundo que me abaten, una presencia última: esa tu imagen en el mar que no atino a rozar.
Entre tu orilla y mi orilla se advierte una leve sombra que me desvía de algo que no atino a saber. Allí donde los ojos se cierran para siempre, donde las palabras se detienen.

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

X

Sal a mi encuentro, si de verdad me amas. Necesito tu luz, tu calor de hombre bueno: inclinarme en tu hombro como oveja perdida.
Entre tu orilla y mi orilla hay una sombra que me desvía de algo que no atino a saber, de algo inmensamente lejano en donde Tú pudieras ser néctar encantado, interminable océano que me adormezca en ti, ahí donde las palabras se detienen.
¿Llegaré a ti, porese tu abstracto espacio que desde niña me atrae? Quiero mirarme en él como un inmenso espejo que te refleje en su fondo. en el más puro anhelo de tu azul, en tu amor palpitante, en un último empeño por descubrir tus ojos, esa tu tan tierna mirada que presiento.
La tarde va cayendo y he empezado a inquietarme. Te busco en las estrellas, en las noches del mundo, en la pequeña acuarela con olas muy azules que he inventado para ti, para ofrecértela antes de que anochezca: en ella Tú palpitas.
Te quisiera en mi espacio con colores intensos y rozar ese tuyo que tanto sobrecoge.
Ilumina mis ojos, tiéndeme tus dos manos para arribar a salvo hasta tu luz.

Aprovecho y; ¡Qué buen trabajo estás haciendo por este lado también!
Mucha belleza descubro en cada paseo, así que muchísimas gracias, y besos.

La autora acabe de presentar un nuevo libro... Y tiene 93 años creo...

Besos.

Y ayer me pasé, pero un montón. Así pues, en este momento dejo la poesía y me voy a andar antes de explotar.
Besos de nuevo.

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

XI

En una oscura tarde junto al Rhin quise llegar al fondo de mí misma. Viví días inhóspitos. Anhelé mi juventud en París: el misterio del Sena y aquellas mis quimeras que nunca acabarían.

Todo era diferente: pensamientos nublados a la espera de no se sabe qué. Tú pudiste ser todo en mi camino como un verso de Homero que no tuviera fin: ese ardor de vivir, de atravesar tu mar para encontrar respuestas.
Mis deseos vagaban distraídos sin fijar su atención en ningún sitio. Huí de mi tristeza con retenidas lágrimas, porque un mar muy lejano me traía el recuerdo de sus verdes luminosos. Mis ojos se llenaron de luz.

Como nunca los años han pasado sus páginas secretas, cerrado sus capítulos, su nublado horizonte.

Emprender el retorno dejando huellas hondas hasta un día final que ennoblezca mi vida.

SAL A MI ENCUENTRO (MªT CERVANTES)

XII

¿Qué van a hacer las olas, eternamente presas de esa tu inmensidad, de tu extraño mutismo?
El silencio se cita con no se sabe quién. Y escucho unos sonidos repentinos con palidez de estrella que se apaga.

Mas Tú te vas de mí tras ese mar oculto que sólo Tú conoces, cuando elevo mi súplica hacia tu inmensidad.

Tú, ese anhelo imposible del que yo me desvío hacia cosas triviales. ¿Dónde ahora la mágica terraza de mi niñez, en la que tantas veces me quedara con la mirada fija en tus estrellas?

Las olas de mi infancia olían a misterio, a luz de amanecer, a cristales de cuarzo, a versos nunca escritos.

SAL A MI ENCUENTRO ( MªT CERVANTES)

XIII

¿A quién empiezo a parecerme ahora?¿Al fuego, al agua, a la tierra que habito, al aire que me roza las mejillas?
Tu insondable silencio me estremece, me hace temblar en el umbral de un templo que nunca he visitado.

Si tan sólo existiese lo que veo ¿qué nombre puedo darle a la quimera?¿Acaso yo misma sea quimera, esencia inaccesible, parte de ese misterio de tu Ser que cada día me obsede?

Oh, Tú, desconocido. abrígame en tus brazos si los tienes, quiero arriesgarme a ellos. Dime con voz humana que existes, aunque ocupes un muy distinto espacio de mi espacio. Quiero que seas alguien a quien yo pueda amar, explicarle mis dudas, que pueda comprenderlas . Contarle que he amanecido triste esta mañana, que el mundo me hace daño un día y otro.

Hoy me siento pequeño como nunca, golondrina sin alas, apenas una niña que creció sin querer.

Perdona mi trastada de nacer, yo no supe lo que hacía. Nadie le explicó nada a ésta que ahora soy, ni a la que pude ser.

SAL A MI ENCUENTRO ( MªT CERVANTES)

XIV

¿Qué podría decirte de cada uno de los secretos que retengo en mi silencio? Con pasos cautelosos he caminado por los libros que escribo. A través de sus hojas he marcado mi vida, en ellas me he escondido sin que nadie pudiera dar conmigo. En los libros que leo también puedo encontrarme con rostro diferente: la duda entre sus páginas.
No sé si me quedara algún espacio libre donde pueda hacer nido mi sentir. La noche está en silencio. Pongo el oído, apenas si te oigo. ¡Ese callar de abismo con el que tanto hieres!

¿Olvidaré algún día a la que siempre he sido, cuando de mí me apartes y me dejes sin ésta que aún respira?
Nadie tendrá la culpa de mi extraña actitud, ni cuando el mar se adentre en su secreto ocaso, ni aun cuando Tú tan solo seas una última lágrima en mis ojos sin pronunciar mi nombre.