POESÍA MÍSTICA Y RELIGIOSA I (Hay un índice de autores en la primera página)

MEDITACIÓN.-


Cruzando va por los cielos

entre celajes de nácar

la melancólica luna

del manso céfiro en alas.


Su tibia luz apacible

valle, y selva. y monte baña,

tornando arroyos y mares,

mares y arroyos de plata.


Noche de amor y silencio!

Todo duerma, todo calla:

solo suena la armonía

de las quejumbrosas caras.


Al cruzar por la floresta

ó entre verde enramada

querella sentida mueven

con blando rumor las aguas.


Los fragantes bosquecillos

sordos murmullos levanta,

que al perderse en el espacio

ya se acrecen, ya se apagan,


como seres que susurran

incomprensibles palabras;

lamentos que doloridos

sueltan las nocturnas hadas;


acordes de tierna música;

modulaciones lejanas,

que en los ensueños oímos

de ventura y de esperanza.


¿Qué nos dicen esas notas

por el viento derramadas

que así el corazón consuelan,

como suspenden al ama?


¿Por qué infunden ese anhelo

de elevar al son del arpa

á un ser ignoto y oculto

bellos himnos de alabanza? 


Misterio dulce y sublime!

Esa ternura que grata

naturaleza difunde

adormida en leda calma;


la luna con su tristeza,

con sus querellas las auras,

las fuentes, los bosquecillos,

tan sólo de AMOR nos hablan.


Pero no del amor ciego

que en el mortal ha morada,

que alumbra, quema y espira

como fosfórica llama;


sino de un amor celeste

que ni se entibia ni se apaga;

siempre vivo, siempre grato,

luz, consuelo, paz del alma.


Oh! mirad! el que de estrellas

el azul espacio esmalta;

el que refrena los mares,

el que la tierra engalana,


el que los volcanes prende,

el que el huracan acalla,

es el SER que misterioso

tan solo de AMOR nos habla."

( Junio de 1849)



ASPIRACIÓN

Oh tú que de los tristes consuelos la amargura,

escucha, Dios piadoso, del ánima el clamor,

y en esta de la carne tan lóbrega clausura

sienta de tus acentos el eco salvador.


Por tu divino soplo los cielos resplandecen,

por el se riza o brama la inmensurable mar,

y montes, y llanuras, bellísimas florecen,

y céfiros y arroyos murmuran sin cesar.


En esa dulce aurora de cándida alegría

que con tu luz escelsa(*) viertes en la oración,

el alma que padece y á ti volar ansía

¿ha de llorar atada del cuerpo en la prisión?


Si las desdichas reinan en la existencia amarga,

y para ver tu gloria sostienes su virtud,

¿por qué, ó Dios, no la libras de la penosa carga

llevándola á tu trono de amor y de salud?


Ah! los endebles lazos desate tu clemencia

que la unen á este valle de halago engañador.

¡Dirija ya sus alas  á tu inmortal presencia!

¡El mundo es su tormento; su dicha, tú SEÑOR!

Me faltan varios poemas de este autor, que todavía no descubriré. El que venía a continuación no fue fotografiado adecuadamente. Pondré los que le siguen.  Son tres o cuatro más. Creo que independientemente de las creencias de cada uno la calidad del poeta es contrastable. Adscrito, en su época, a la corriente política más moderada ello no es óbice para reconocerle sus méritos. Hay otro libro del autor, dedicado  la temática religiosa que, según he podido leer podría ser considerado de una influencia notable de Fray Luís de León, y de una calidad sublime. No sé si lo encontraré. Prometo, desde luego buscarlo, y en caso de encontrarlo traer acá los que me parezcan los poemas más bellos... Y después de esto TERMINO. No diré que definitivamente, pero preciso un reposo.
Este espacio fue abierto por Ana María di Bert en Abril de 2014. Es decir, hace un año. Ella lo condujo, con mi participación - y colaboraciones muy, muy notables de María Lua sobre misticismo sufí-. Desde julio de 2014, y porque nuestra compañera se encontró mal, yo asumí el "reto" de no abandonar el espacio. Lo simultaneé con Poesía Social - gracias Lluvia-. He tenido que buscar, rebuscar, discriminar, pasar... Y, simplemente, me siento agotado. Actualmente estoy en un brote de mi enfermedad ( LES o SAF, me da igual) y no solamente son los dolores. Sobre todo los problemas de memoria, cada vez más acentuados.
¿Sensación de fracaso...? ¿Por qué...? He hecho lo que he podido. Me he partido, literalmente, el pecho... Y si alguna vez me siento con fuerzas continuaré. Pero ahora, una vez concluya con este autor, lo dejo.
Gracias por la atención que le habéis venido concediendo al espacio.

LA ADORACIÓN

"Et omnes Ángeli (...) in circuita troni

...et coeciderunt... et adoraverunt Deum."  (Apoc. VII)














































































(*) Esclama.- Así en la versión original.

A LA ORACIÓN


Tú, solo tú del alma conturbada,

misteriosa ORACIÓN eres consuelo

cuando le alcanzas del airado cielo

la quietud por que gime atribulada.


Yo aquí en mi corazón te doy morada:

por alentarte cuidadoso anhelo:

O paloma de amor, tiende tu vuelo!

Busca la oliva de la paz ansiada!


Renacerá con ella mi alegría:

derramarán los ojos dulce llanto:

tendrá el sosiego de la edad primera.


Nunca me dejes, nunca, hermana mía,

y así podré lograr tu fruto santo

que en la sublime patria nos espera.

(Octubre 1818)



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PEQUEÑEZ Y GRANDEZA


Grandezas de este mundo, sois ay! bien pasajeras;

humo que  ráudo(*) el viento pierde en le inmensidad:

tan solo, ó (*)Dios, tan solo son imperecederas

la gloria de tu nombre, tu escelsa(*) magestad. (*)


En la breñosa cumbre, ó cedro, ayer te alzaste;

ayer, bajel, surcabas el mar murmurador;

pero tú ardiste, ó rayo, y el árbol abrasaste:

la nave hundió en sus senos, el ponto bramador.


Mas hay una morada que eterna resplandece

tras ese firmamento que sobre el mundo está;

donde la escelsa planta de la virtud florece;

donde un sol sempiterno sus resplandores da.


Allí todo es hermoso, todo inconmensurable,

aquí todo mezquino, nacido á perecer:

¿ cómo ha de amar el alma lo bajo y deleznable

si una llama divina siente en su seno arder?


Gustó de las pasiones y halagos de la tierra:

sintió el alma un vacío que no pudo llenar;

que solo, ó Dios, la gracia que tu ternura  encierra

de tan oscuro valle la puede remontar.


A ti aspira: gozosa desplegará su vuelo

para la sacra cumbre, templo de eterna luz,

si en el postrer instante de este vital anhelo

recuerdas que por ella moriste ay! en la cruz.

(Enero de 1848).


Y como decía poco más arriba solo me queda un poema. Mañana lo pondré. Diré el nombre del autor  y hablaré un poco de él.

Bien, entes de colgar el último poema que tenemos suyo. El autor en cuestión es ANTONIO ARNAO Y ESPINOSA DE LOS MONTEROS.

Nació Antonio en Murcia en 1828 y murió en Madrid en 1889.

Hijo de Don Antonio Lorente ( Abogado) y de Doña Concepción Espinosa de los Monteros, de clase acomodada, con una gran cultura y aficionada a la pintura.
Hizo sus primeros estudios  en el SEMINARIO CONCILIAR DE SAN FULGENCIO, centro donde su padre era profesor. estudió DERECHO en Valencia y, posteriormente, en Madrid, donde concluiría la carrera en 1862, obteniendo el título de LICENCIADO EN DERECHO CIVIL Y CANÓNIGO.
Tantos Wikipedia como sus historiógrafos ( SANTIAGO LOPEZ GÓMEZ - Tesis doctoral sobre la vida y la obra del autor que nos ocupa, presentada en Murcia, 1984) remarcan la unión mantenida con otro poeta murciano de la época, mucho más conocido, JOSÉ SELGAS - el cual es incluso reseñado por MENENDEZ PIDAL -. Con José Selgas comparte  aficiones y tertulias literarias en Madrid. Y ambos, políticamente, son personas adscritas al Partido Moderado. Selgas hace un bello PRÓLOGO  al libro del cual hemos obtenido los poemas puestos aquí. En el primero  de esos poemas, INTRODUCCIÓN,  vienen con mayúsculas y en negrita dos palabras, como queriendo que el lector, en dicha Introducción , se hiciera eco del título del libro: HIMNOS Y QUEJAS.
El poeta e autor de otros libros: 
* MELANCOLÍA.
* LA VOZ DEL CREYENTE.
* EL CAUDILLO DE LOS CIENTOS ( novela versificada)
y otros.
La Introducción reseñada es un buen aporte sobre las cualidades poéticas del autor. Y también lo es la tesis doctoral mencionada:

"En Arnao encontramos un poeta muy particular por su candor de espíritu, por la modestia y sencillez de sus necesidades cotidianas, por sus aspiraciones humanas..." (Santiago López Gomez)

José Selgas señala la influencia en su amigo del autor francés LAMARTINE. Y sobre todo de FRAY LUIS DE LEÓN,  al que llega a superar en ocasiones.

Expondré el poema CONSOLACIÓN y concluiré, de momento, mi participación en este apartado de POESÍA MÍSTICO-RELIGIOSA. Me he comprometido, y así lo haré a buscar el libro LA VOZ DEL CREYENTE. Sobre todo porque he leído críticas que así me lo recomiendan. Pero no lo veo fácil.

CONSOLACIÓN (Antonio Arnao y Espinosa de los Monteros)

Oí , SEÑOR: tu canto

cual grato nuncio de salud ansiada

llegó en alas del viento

al alma conturbada,

cuando esclamaste bienhechor y pío:

*¡ Vuelve al redil, oveja extraviada!

¡Dame tu corazón y toma el mío!*


¿Y la llama amante

viendo que en torpe desamor perdida

ó ingrata ó inconstante

de tu bondad se olvida;

viendo que ciega en loco devaneo

antepone á servirte ir anhelante

siguiendo simpre (1) su mortal deseo?


Mas ¡ah SEÑOR! profundo,

inmenso es el raudal de tu dulzura

que viertes en el   mundo

con próvida ternura:

y lo mismo derramas su corriente

de paz y amor, en árida llanura

que en el campo feraz y floreciente.


En la nítida aurora,

en el ardiente sol, en la preciada

lumbre, que á ocaso dora,

en la noche estrellada,

en todo dice á nuestro pecho frío,

esa tu augusta voz consoladora:

*¡ DAME TU CORAZÓN Y TOMA EL MÍO!*


¿Y no lo rendiremos,

cual justa ofrenda, á tus divinas plantas?

¿Acaso olvidaremos

las dulces, sacrosantas

maravillas sin fin que nos obraste,

y con inmenso amor no pagaremos

el amor que en nosotros derramaste?


Ah! no: puede en la vida

de su dolor en el cruel tormento

el alma entristecida

olvidarte un momento;

pero al sentir que de tu sacra cumbre

baja una hermosa ráfaga perdida

para abismarle en tu amorosa lumbre;


comprende su flaqueza,

y desplegando el arrogante vuelo

henchido de terneza

remóntase á tu cielo;

y allí prorrumpe con acento pío

ante el supremo sol de tu grandeza:

*¡ DAME TU CORAZÓN Y TOMA EL MÍO!*


SEÑOR! Así lo quieres?

¿Anhelas que esa ley de tu ternura

florezca entre los seres

de nuestra raza impura,

de esta mundana raza que te olvida,

por quién clemente y dulce de amor mueres

tú que eres astro de la eterna vida?


Ah! ya lo comprendemos:

manda de ese tu amor una centella

y el alma elevaremos

inflamándola en ella;

y de la muerte en el dintel umbrío,

poniéndola á tus plantas, clamaremos:

*¡DAME TU CORAZÓN Y TOMA EL MÍO!*

(1) "simpre".- Se ha puesto tal como viene en el original. Pero parece un error tipográfico; y lo correcto sería "siempre".

Hola Pascual. Lo que has hecho todo este tiempo es sin palabras, mucho esfuerzo y yo sin poder ayudarte.
Para nada un fracaso, en todo caso fue mío, pero no por mi voluntad, sino por el tema de mi salud psiquica. Lo lamento mucho. Tampoco lo puede seguir, porque tengo que evitar cualquier tipo de presión o stress.
Esto que me ha pasado no es de cura rápida, estoy en tratamiento y debo hacerme nuevos estudios con otro neurólogo, porque mi psicóloga así quiere, otra opinión.
Me voy el lunes por dos semanas a la ciudad para hacer todo lo que necesite y además porque nace mi tercer nieto, Fausto, que traerá alegría a todos.
Decirte gracias es muy poco, lo que si pediría por justicia, que no lleve mi nombre el foro, no puede hacerme responsable de él, y debería llevar tu nombre, aunque ya no lo sigas, hiciste mucho, dejaste todo en este y en el de poesía social, en cada lugar donde apareces, eres un poeta sin par y un hombre muy valioso, que debe cuidarse mucho, por todos los que te quieren, los que te queremos, por tí mismo, por tus nietos, por Jose.
Espero algún día estar bien recuperada y poder brindar más apoyo al foro, ahora no puedo.
Lo lamento.
Gracias por todo de nuevo, cuídate mucho, como médico sabes bien lo que debes hacer.
Un abrazo agradecido y dos besos de cariño, para ti y mi querida Jose.
Los quiero

Ana

Mi querida amiga:

- Este espacio no se cierra: esperará, solamente, a que nuestros estados de salud cambien de viento o nos sean favorables. Obviamente cualquier otro forista puede participar si ese es su deseo.

- Este espacio no cambiará de nombre. Lo abriste tú. Hiciste un trabajo impecable. Con tu nombre, en justicia, debe seguir.

- Sigo buscando cómo acceder a ese libro: "LA  VOZ DEL CREYENTE". Sé que, al menos, hay dos ejemplares. Uno en la BIBLIOTECA NACIONAL. Otro en la BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO. Tengo difícil, pues, acceder a él. Pero seguiré intentándolo. Creo que merece la pena que aparezca aquí.
- Gracias por todo. Un beso. "Y a curarse".

Gracais por tus palabras, si así lo consideras , lo respeto.
Y eso Pascual, a curarse, para después dar lo mejor que podamos.

Entré para contestarte y despedirme por los días en que no estaré, que serán alrrededor de 20.
Me voy mañana temprano.
Tengo mil cosas que preparar para dejar todo en orden. Luciano me lleva, luego va cuando nazca Fausto.
Les avisaré ese día si puedo, como va todo.
Gracias de nuevo, un abrazo y besos para todos.

Ana

Tiempo sin venir por este lugar, hoy vengo y os doy las gracias por todo cuanto dejáis en él.

Besos, amigos.

Gracias, Lluvia por asomarte por aquí. Precisamente dentro de unos días es la SEMANA SANTA O SEMANA DE PASIÓN DE CRISTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN. En honor a los creyentes retomaré por unos días el trabajo en el mismo lugar que lo dejé, con ANTONIO ARNAO Y ESPINOSA DE LOS MONTEROS. Me ha sido del todo imposible hacerme con el libro fundamental dentro de su vertiente religiosa, LA VOZ DEL CREYENTE. No está, al parecer, la versión digital que me interesaría para hacer un análisis global y exponer unos cuantos poemas. Expondré, sin embargo , parte de una TESIS DOCTORAL ( " VIDA Y OBRA DEL ACADÉMICO MURCIANO ANTONIO ARNAO"). Tesis que en su momento mereciera la calificación de  Sobresaliente "Cum Laudem" y que fue un trabajo de Santiago López Gómez , del año mil novecientas ochenta y tantos, en la Universidad de Murcia. Insisto: una tesis amplia y minuciosa de la que yo expondré solamente lo referente  al libro buscado.

"...Cuatro años y medio más tarde de la publicación de El Caudillo de los Ciento apareció impreso, a mediados de 1872, un volumen de poesías católicas titulado La Voz del Creyente.( Cont.)

VIENE DEL ANTERIOR...

"...Este libro fue compuesto en los difíciles años que siguieron a la revolución de 1868, cuando España había experimentado una verdadera transformación social no muy apta para las musas, y todavía menos para los sentimientos religiosos. Cañete, con su proverbial maestría, nos cuenta los avatares y dificultades que tuvo que superar Arnao en aquellos aciagos años revolucionarios. (1)
La Voz del Creyente contiene las fervorosas composiciones en que Arnao desahogó su corazón en aquellos tristes días. Está dedicado a la Virgen de la Fuensanta, Patrona de Murcia. El volumen se divide en cuatro libros: Paráfrasis, Oraciones, De la Virgen y Armonías. Arnao no quiso que se imprimiese el libro sin pasar la censura eclesiástica, que no sólo no encontró inconveniente alguno en su publicación, por no contener nada contra los dogmas de la religión católica ni contra las buenas costumbres, sino que consideró que su publicación sería de suma utilidad porque en los poemas que forman esta obra había según el censor - "tal piedad, tan grande unción, y en algunos de ellos un sabor bíblico tan marcado, que en mi juicio pueden compararse en este punto con los mejores que ha escrito el mismo Fray Luís de León y aún el devotísimo San Juan de la Cruz".
El primer libro, PARÁFRASIS, contiene 18 poemas y según confesión del propio Arnao, fue el de más difícil ejecución, porque a los problemas comunes a dicho género de poesía, hay que añadir los de conservar con la posible fidelidad las ideas originales de la que es objeto la versión. A estas dificultades, el autor añade algo más complicado y laborioso - esta novedad es invención suya- al incrustar en poemas como el Padrenuestro, Credo, Salve, etc... el texto íntegro de las citadas oraciones, de modo que puedan verse aquellos sin alteración con sólo leer lo impreso en letra cursiva.
El libro ORACIONES cont.

Viene del anterior:

"...El libro ORACIONES, reúne treinta poesías, casi todas en cuartetos endecasílabos, y rara es la que excede los veinte versos, aunque tan cortas dimensiones no impiden que Arnao logre resaltar los rasgos que mejor pueden caracterizar al santo cuya intercesión implora. Sólo versifica las oraciones de algunos santos, según su importancia en la Iglesia universal, en la devoción del común de los fieles o en la suya particular, no obstante, reconociendo que faltan las de otros muchos que pudieran llamarse "astros de primera magnitud" como San Ambrosio, San Juan Crisóstomo, Santo Tomás de Aquino, etc...pero que no los incluye por no prolongar demasiado el libro, teniendo en cuenta que esto sería ya propio de otra obra especial para el caso. Cont.

VIENE DEL ANTERIOR

"... En las veinte y tres composiciones del libro DE LA VIRGEN se advierte mayor inspiración y acierto. Cañete al enjuiciar estos poemas afirma que "la variedad de tonos empleados en los diversos cánticos de este libro le da gran amenidad y lo hace más atractivo". Destacan la oda La Concepción de María, premiada con la medalla de plata en el certamen celebrado por la Juventud Católica de Murcia el 8 de diciembre de 1871; Los Desposorios donde sigue el camino de nuestros antiguos romanceros; Los Siete dolores, cántico de tristeza y aflicción que recoge el inmenso dolor de la Virgen:


"En tus ojos que envidia la aurora

contemplo, Señora,

tu inmenso dolor.

Y al sentir que tu espíritu gime,

mi pecho se oprime,

muriendo de amor.

Ellos dicen que en rudo madero,

cual manso cordero

tu bien morirá:

No lamentes la fiel profecía

pues tal agonía su gloría será."

Cont.

VIENE DEL ANTERIOR

El cuarto y último libro de LA VOZ DEL CREYENTE, llamado ARMONÍAS, contiene 28 composiciones "animadas del mismo laudable espíritu de las anteriores".
Conforme se va avanzando en su lectura, nos vamos dando cuenta de que el arte de Arnao siempre tiene un mismo punto de convergencia: Dios. La mayoría de la obra del escritor murciano, gira en torno a su glorificación personal por medio de la virtud, la cual ha de ser sobre todo y en último término la planificación del Creador, dado que el hombre está hecho a su imagen y semejanza.

En conjunto esta última parte del libro reúne un grupo de poemas con personajes y temas muy variados variados. Comienza Armonías con un Cántico a Pio IX, en el 125 aniversario de su coronación, en el que un solista y el coro ensalzan la figura del Santo Padre. El tema bíblico del nacimiento de Moisés sirve a Arnao para escribir el romance Moisés en el Nilo. Encontramos asimismo La peregrina, una alegoría que al decir de Manuel Cañete, "no desdeñaría Lope de Vega los floridos y bien cortados romances".
Termina el volumen con la composición que le da título: La Voz del creyente. Una voz misteriosa y pura envuelta en notas santas que, a todo creyente, que busca consuelo, convierte su dolor y tristeza en bálsamo de paz". ( FIN DE ESTE ARTÍCULO)

Como ya comentamos no ha sido posible conseguir el libro. Si algunos poemas que iremos exponiendo en los sucesivos días.

CONSUELO DEL MORTAL  , ANTONIO ARNAO Y ESPINOSA DE LOS MONTEROS.


María cuya frente

Baña la aurora eterna,

Cual sol resplandeciente,

Consuelo del mortal;


A todo el que te implora,

Con voz humilde y tierna,

Muestra por fin, Señora,

La patria celestial. (Cont.)

CONSUELO DEL MORTAL (cont.)


María, cuyo seno

Del Verbo fue morada;

Edén por gracia lleno

Del más divino amor:


Pues miras el quebranto

Del alma conturbada,

Preste tu excelso manto

Refugio al pecador.


María poderosa,

reina del cielo y tierra,

Que huellas victoriosa

La frente de Luzbel;


Por Dios que hacerte pudo

Vencer en cruda guerra.

Sé del cristiano escudo,

Imán del pecho infiel.


Cual siervo de tu nombre

Lucero de los mares

Así se humilla el hombre

Buscando vida y luz.


Y al fin de polo a polo

Del mundo en los altares

Reine doquier tan sólo

La Gloria de la Cruz.

Seguimos con el murciano ANTONIO ARNAO Y ESPINOSA DE LOS MONTEROS.


"REFUGIO DE PECADORES


Almas que en la lid terrible

De este mundo seductor

Alzáis al cielo los ojos,

Guardáis puro el corazón.


Vírgenes que en el martirio

Llenas de divino ardor,

Distéis el postrer aliento

Del Esposo ante la voz.


Arcángeles misteriosos

Que junto al trono de Dios

Véis la hermosura sin mancha

De la Madre que Él amó.


Pues que agradable a los cielos

Fue siempre vuestro clamor,

Dirigid hasta María

Mi amante deprecación.


Volad, volad y decidle,

Aunque a tanto indigno yo,

Que es su nombre mi esperanza,

Que vivo y muero en su amor.


Decidle que amiga torne

Sus ojos de compasión

A las penas que con mi alma

Fiero enemigo sembró.


Pues cual iris que en el cielo

Pinta en la tormenta el sol,

Es a mi afán su sonrisa,

Su clemencia a mi dolor.


Ya que quiere el dulce Esposo

Que para los hombres hoy

Brille en la gloria infinita

Con que pródigo la amó.


recordadle cuando estaba

En esta humana aflicción,

Junto a la Cruz en que el Hijo

Madre nuestra la nombró.


Así en piedad rebosando

Su celestial corazón,

Nos aparecerá en el seno

Que Jesús santificó."



De momento dejaré aquí a este autor. No obstante seguiré intentando encontrar ese libro para traer algún poema más.

Gracias.

MARÍA PILAR LÓPEZ  (CIEZA. 1919 -2006)


"Detrás de los cristales, la bandera,

y el júbilo de palmas en el cielo.

La rama del olivo hizo su vuelo

para santificar la primavera.


Domingo de pasión, y mi primera

angustia se hizo almendra por el suelo.

En el aire está el cáliz, y el desvelo

que cambiarán mis flores en madera.


Me bebo la tristeza de la tarde

con ansias de apurar la última gota

de mi dolor... Esd el Calvario largo.


Y es mi carne la hoguera que no arde

y mis ojos la fuente más remota

donde se vierte el llanto más amargo." ( M.P. López. Domingo de Ramos de 1942)

MARÍA PILAR LÓPEZ ( CIEZA. 1919-2006)

Por la rosa que llevas al costado,

por la espina o piñal que abre tu frente,

por el dolor sin fin que ante ti siente

el que vive al pecado maniatado.


Por el ancho perdón, ¡Dios humillado!,

que prodigas al mundo dulcemente,

por la sangre, Señor, que en la vertiente

de tu Calvario, largo se ha quedado.


Por el luto qu sucedió en la altura

en el trance mortal de tu agonía,

por el eco de tu último clamor.


Por toda tu pasión y tu agonía,

por el hijo de Dios que en ti moría,

por tus llagas, vengo a suplicarte amor. " (Cieza, 1942)

MARÍA PILAR LÓPEZ

Poema nº XV del libro TODO EL TIEMPO ( EL BARDO

1

Hablaremos Tú y yo, Señor, con valentía;

sin que el temor a ti me agobie las palabras.

Hablaremos, Señor, serenamente,

sin temer tu amenaza,

como si el cielo fuera patrimonio seguro,

y el infierno un invento sólo para asustarnos.


2

Tú me lanzaste a mí, vertiginosamente,

desde tu mente de Dios, sobre la tierra.

Me lanzaste metida en esta carne

que tantas veces me ha hecho

renegar de ti.

Tu mismo me pusiste un corazón en el pecho,

y me regaste con esta sangre

que duele por las venas.

Tú me has hecho encendida,

semejante a tus tormentas.

Y yo no me siento culpable

de habitar esta piel.


3

Yo solo quiero

escaparme del barro que me diste,

tirar mi cuerpo muerto para que pique cuervos

noche y día en su carne;

convertirme en estrella, en nube por los cielos,

en roca por la tierra,

en espuma del mar, en arroyo pequeño...;

salirme para siempre de este cuerpo.


4

Por valles y colinas, mar adentro,

tierra adelante,

donde quiera que tiendo mi mirada,

te veo a ti, Señor,

espiándome con tus ojos eternos.

Tus ojos...

¿Desde que luz terrible me los lanzas?

Tus ojos clavados inexorablemente en mí.

Dondequiera que intente descansar,

creo verte, Señor,

persiguiendo incansable mi descanso. ( Cont.)

MARIA PILAR LÓPEZ

POEMA XV DE "TODO EL TIEMPO" (Cont.)


5


Es contigo, Señor,

con quien mi voz fracasa.

Mi voz, golpeadora otras veces,

derramadora de palabras,

se me queda sin vida, sin música, sin aire,

y te nombro pobremente con vulgar balbuceo,

en que suena a roto todo.

Quiero, Señor, mi voz para que en ti se estrelle;

para que irrumpa

como un torrente desenfrenado en tu corazón.

No me basta con que me quieras muda.

Quiero tener mi voz,

la que rebota en eco contra los montes;

la que hendía la roca,

la voz fuerte que hería, acariciaba

y me apartaba con fuerza de tu lado.


6


Ha llegado el momento

de enfrentarme contigo.

¿El momento de los fracasos rotundos?

Ha llegado el momento de hablar sólo contigo.

¿Por qué ya nadie escucha lo poco que decimos?

Ha llegado el momento

de quedarse contigo

¿Por que no habrá otra piedra en que apoyar el tedio?". (Cieza, 1951)

MARÍA PILAR LÓPEZ

POEMA XVIII de TODO EL TIEMPO.

"Señor: si mi mano pudiera

romper estas estrellas

que de ti me separan...


Si en medio de la noche

tan negra que me cerca,

tu lámpara divina

señalara un camino.


Señor: Si me llamaras

con tu voz infinita

y tu brazo celeste

me sirviera de apoyo...


Si dejaras mi boca

vacía de palabras

que no fueran tu Nombre...


Si cerraras mi boca

con barro de esta tierra...


Señor: Si me llamaras..."  (*)

(Cieza,1957)


(*) Detrás de los dos puntos hemos puesto , indistintamente, mayúscula o minúscula respetando el testo original.

POEMA XIX DE TODO EL TIEMPO


¿Descansamos, Señor? Yo ya no puedo

combatir en tus guerras. No me queda

fuerza para luchar. Arma que pueda

enfrentar a tus armas. ¡Tengo miedo!


Tus batallas son fuertes. Yo no cedo

fácilmente el terreno. O tal vez ceda

por miedo a combatir. A que te pierda.

Por miedo de ganarte. ¿Huyo?...¿Me quedo?


¿Descansamos, Señor? Casi es un ruego.

Estoy rendida. Ha huído mi sosiego.

No quiero que me ganes agotada.


¿Descansamos, Señor? Tú atacas luego,

yo salgo a disputarte en duelo ciego

la victoria que esperas tan ansiada." ( Cieza, 1958)

POEMA XXV DE "TODO EL TIEMPO"

Me puse de rodillas

y llegué casi a Dios.

Me arrodillé en las piedras,

y en el cantar del río

me estaba hablando Dios.


El sol se despertaba

entre cumbres y valles

despeinando el silencio

con su luz cambiante...


Y desde cada cumbre

me estaba viendo Dios.

( Valle de Arán, Agosto de 1973. TODO EL TIEMPO. MARÍA PILAR LÓPEZ.)

POEMA XXVI de TODO EL TIEMPO

( Tal vez en un instante

veré todas mis cartas contestadas) M.P.L.


Es la primera vez que soy feliz,

y esta felicidad

no me cabe en el pecho

y se me vuelve llanto.

Por fin, Señor, me has contestado.

Tu mensaje, ¡Qué claro!,

era aquel brillo puro

radiante de sus ojos.

Los ojos de mi hija, Señor,

que Tú me regalaste. ( María Pilar López. Valle de Arán, 1973)

POEMA XXVIII de TODO EL TIEMPO.


¿Qué has hecho de la fe que me quedaba?

Una risa a destiempo puede mover montañas,

y tu risa y el gesto despiadado de tus manos

ha empujado un alud

sobre la poca Fe que me quedaba.

Ahora ¿dónde me apoyo?

¿Con qué base me sostengo?

Algo tiene que haber de cierto, de sincero,

en todo lo que rodea nuestra angustia.

Dan ganas de llorar a pecho descubierto,

de gritar, de romperse contra las piedras.

Porque si le quitamos eso, y esto, y aquello,

¿qué nos queda en las manos, además

de nuestra soledad sin remedio?

(TODO EL TIEMPO. M. PILAR LÓPEZ) CIEZA, 1975

He dado un paseo por la obra mística de una gran poeta de Cieza. Seguro que me quedan cosas. Pero eso no es malo : nos permite volver sobre una poesía entrañable y de calidad.

Y venimos a otro poeta ciezano, AURELIO GUIRAO, 1940 -1996; de una calidad fuera de lo común. He hablado de él ya en alguna ocasión. Ahora, simplemente, he rebuscado el valor místico de su poesía que es lo que expondré, aquí.

Hago la aclaración, ignoro si necesaria, de que he retomado esto por pasión hacia la poesía ( POESÍA) independientemente de cómo la adjetivemos después. Como es lógico esto no se termina nunca. Por tanto cuando lo crea volveré a parar. Si Ana desea volver ella empezó. Por tanto el espacio es de todos, pero es suyo. Y la espera con los brazos abiertos.

AURELIO GUIRAO ( CIEZA, 1940 -1996)

CREACIÓN DE LA CULPA,

SEGUNDA AUSENCIA


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - "y heredero de su misma felicidad"

El aliento de Dios insufló en este cuerpo,

todavía aromado con frescura de limo,

volátiles semillas llegadas de agujeros diferentes

y esas semillas germinaron sueños.


Unos sueños que cierran este tacto a las cosas

y dilatan los poros en luminosas brechas enormes como heridas

mayores que mi carne,


heridas,


o vida derramada

en ascendente fuga de lo roto y pequeño,


herida para ir adonde no se puede,

para olvidar el pulso durante algún suspiro

cuando no hallar la causa ni el fin de nuestro afán tal vez parece

calor de eternidad cociéndonos el barro.


Pero me noto el cuerpo todavía aromado con frescura de limo


siento que por los poros, en una luz ajena distendidos,

la sangre se me escapa


- - - - - - - - - - - - - - - no se humilla

al íntegro disfrute de mi tacto.


Tras el fraude del éxtasis

--------------------------- - ¡cuán limitada es la eternidad posible!-

el hueco de su paso y su recuerdo

hurto son a la entera cosa maciza, táctil,

triste, disparatada, a veces disfrutable consciencia de morirse.


Las tenaces semillas caídas en el lodo

no descansan,

--------------- rebrotan

en sueño distendido por encima de cielos arrugados,

más allás de los bordes del puchero oloroso calentado en la vida.


Es un hurto a la entera consciencia de ir pudriéndose.


Soñamos encerrar eternidades

en las horas ya muertas por detrás de los párpados...

Vamos perdiendo, así, días nunca comidos

y amenguamos el alma que aun nos queda en la muerte. ( LAS HORAS NO ENTERRADAS. AURELIO GUIRAO. Cont.)

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

I

- - - - - - "... el árbol

- - - - - - apetitoso era para comer,

- - - - - - agradable a la vista

- - - - - - y deseable para adquirir sabiduría."



- - - - - - "... se abrirán vuestros ojos

- - - - - - y seréis como dioses..."



Señor,

- - - - - - ¿cómo se te escaparon

- - - - - - por tu boca

- - - - - - estas palabras de acuciante arrope?


- - - - - - "...y seréis como dioses..."


Yo no pedía tanto,

yo quería tan sólo

saber,

no quedarme a la sombra de aquel árbol del pan

en la siesta preñada de cien tribus de hijos,

no asfixiar mi cerebro,

marginarlo

en un sumiso estar de satisfecha bestia.


- - - - - - ¿Yo igual a Dios?


¡Qué pueril estulticia!

¡Cuán torpe sugerencia!

Pero tal vez lograra la pulpa de aquel fruto

revelarme algo más

de la pulpa

divina.


Dios vigilaba el árbol prohibido de la ciencia.

Alrededor del tronco, casto como una virgen,

se agitaban las hojas al paso de Su aliento;

Sus obsesivos ojos

sacudían

miradas

por el follaje turbio de mi espíritu.


Pero Dios no pasaba de ser un aire insomne,

tal vez no más que brizna aguzando mis dedos.


Aquel fruto macizo, tentación de las yemas

de mis manos, del hueco de mi mano,

con el tamaño justo, con la forma precisa

por el exacto hueco de mi mente,

era una verdad hecha a la escala del hombre,

intacta bajo un soplo, un ínfimo pellejo

de misterio.


Aquel fruto pendiente de la rama

donde posaba Dios sus pájaros de presa

había de chupar verdad desnuda

- - - - - - ( - algo más deglutible que un sibilino viento-)

de aquel árbol regado

con médula

divina.


¡Oh, santa incontinencia!

¡Ráfaga irremediable por la boca

de dientes disparados!

- - - - - - Un mordisco

para romper la piel, la farinosa carne,

quebrantar la pepita plegada en su clausura,

alcanzar el reducto

de la verdad

celada


¡y amar!

amar a  Dios multiplicadamente

por cada bocanada de su conocimiento.


Amar a Dios con dignidad de hombre

- - - - - - ... Y mordí la manzana.


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Cont.