Acabo de comprobar que mi cuerpo no existe

Acabo de comprobar
que mi cuerpo no existe.
Hay señal de renuncia
a los juguetes de infancia
y a las pretensiones de admirar al Sol.


No hay epitafio,
ni tampoco mármoles que consoliden.
La arena ha dejado su insistencia
y la palabra no se atreve a ocuparme.

En mis lienzos,
puedo alabar los blancos,
y algún fucsia en crepúsculo,
pero en mi espacio
no existe el mar,
tan sólo me conforma una oración.

Querido tocayo, la existencia es una intención, un espejismo. Tal como se acercan los espejos creemos que el reflejo es nuestro yo. Y eso es mentira.

Un excelente poema.

Ignacio Fajardo escribió:Querido tocayo, la existencia es una intención, un espejismo. Tal como se acercan los espejos creemos que el reflejo es nuestro yo. Y eso es mentira.

Un excelente poema.

Muy interesante lo que dices Ignacio,tocayo, pues tengo la teoría, de que el hecho de tener que identificarnos para comprobar nuestro yo e imagen en el espejo( desde las teorías psicoanalíticas).produce una inversión de las actuaciones en un futuro.Estoy desarrollando esta idea, y veremos si merece su publicación, como ensayo me refiero.Gracias por esta idea que aportas.
Un abrazo

Y es curioso, al hilo de vuetra reflexión y en otro sentido, como nuestra visión se ajusta a un enfoque temporal de nuestro rostro en dicho espejo obviando los cambios y el deterioro que se produce, reciclando esas transformaciones y mitigando la asunción de una vejez que se apodera de nosotros aunque, nos cueste recibirla y reflejarnos en ella.
Perdonar mis divagaciones.
Jesús.

Jesús Presa escribió:Y es curioso, al hilo de vuetra reflexión y en otro sentido, como nuestra visión se ajusta a un enfoque temporal de nuestro rostro en dicho espejo obviando los cambios y el deterioro que se produce, reciclando esas transformaciones y mitigando la asunción de una vejez que se apodera de nosotros aunque, nos cueste recibirla y reflejarnos en ella.
Perdonar mis divagaciones.
Jesús.

Muy interesante también Jesús,aunque pienso que esa miraba de vejez ya esta de alguna forma "alterada" por esa primera imagen de identificación ante el espejo.
Desde allí partirian muchos pensamientos, uno:
¿Cómo sería nuestro sentir y nuestro actuar de no haber tenido el espejo como identificación y confirmación de nuestro yo y presencia?
Bueno así acabaremos escribiendo un ensayo entre todos.
Un abrazo
Ignacio Bellido

Pienso que el YO es facil de identificar, aunque es posible que algunas personas tengan mas difucultad que otras. El yo esta' en esa esencia que so'lo uno conoce (o desconoce) totalmente intrasferible, El cuerpo existe aunque algunas veces podamos rehazar la imagen que el espejo nos pasa. Interesante poema-reflexion. Enhorabuena.

abrazos - Iben

"En mis lienzos,
puedo alabar los blancos,
y algún fucsia en crepúsculo,
pero en mi espacio
no existe el mar,
tan sólo me conforma una oración."

Un bello poema-reflexión,
Ignacio, me encanta esa magia, ese misterio,
que, creo, no desvendaremos...
He leído todos los comentarios y respuestas...
volveré...
un beso
Maria Lua

Ignacio Bellido escribió:
En mis lienzos,
puedo alabar los blancos,
y algún fucsia en crepúsculo,
pero en mi espacio
no existe el mar,
tan sólo me conforma una oración.

Tu palabra ocupa un lugar en el espacio, se convierte en materia y nos convoca: ergo: existe.

Un poema muy bueno , te hace meditar.
Me gustó leer los comentarios de los compañeros/as
Tambien tu pregunta

¿Cómo sería nuestro sentir y nuestro actuar de no haber tenido el espejo como identificación y confirmación de nuestro yo y presencia?
Hace falta un espejo, para saber qeu estoy y que soy? creo que no, que lo esencial no se ve en los espejo ni se logra sentir, perdon por mis locuras, con todo respeto
Monica

No hay epitafio,
ni tampoco mármoles que consoliden.
La arena ha dejado su insistencia
y la palabra no se atreve a ocuparme.


Ignacio, magistral poema, un lujo leerte, abrazos, Tori.

Iben Xavier Lorenzana escribió:Pienso que el YO es facil de identificar, aunque es posible que algunas personas tengan mas difucultad que otras. El yo esta' en esa esencia que so'lo uno conoce (o desconoce) totalmente intrasferible, El cuerpo existe aunque algunas veces podamos rehazar la imagen que el espejo nos pasa. Interesante poema-reflexion. Enhorabuena.

abrazos - Iben

Iben yo no he querido hacer un poema-reflexión, pues pienso que todos deben serlo de alguna manera.Sucede que hemos comenzado a reflexionar sobre el yo y la existencia y me parece muy interesante lo que se ha ido aportando por mi tocayo y todos los compañeros.
Me refiero únicamente y en principio, a que el espejo ocupa un lugar muy importante
en nuestra vida,y que en las teorías psicológicas se estudia la fase de identificación
ante el espejo en sus primeros estadios.En la " civilización " en que vivimos el espejo resulta imprescindible
para la identificación en sus inicios....y hasta para afeitarse o pintarse los labios.
Habría que ir a los grupos o tribus donde el espejo no es necesario o ni siquiera lo conocen...y ya vemos que sus conductas son muy distintas...y más cercanas a la naturaleza.
Un gran abrazo y gracias querido amigo por tu aportación. A este paso salimos con un libro escrito entre todos.
Ignacio Bellido

Maria Lua escribió:"En mis lienzos,
puedo alabar los blancos,
y algún fucsia en crepúsculo,
pero en mi espacio
no existe el mar,
tan sólo me conforma una oración."

Un bello poema-reflexión,
Ignacio, me encanta esa magia, ese misterio,
que, creo, no desvendaremos...
He leído todos los comentarios y respuestas...
volveré...
un beso
Maria Lua

Un abrazo Maria Lua,por tu atención.Vuelve cuendo quieras esta es tu casa.
Ignacio

Álvaro Ancona escribió:

Ignacio Bellido escribió:
En mis lienzos,
puedo alabar los blancos,
y algún fucsia en crepúsculo,
pero en mi espacio
no existe el mar,
tan sólo me conforma una oración.

Tu palabra ocupa un lugar en el espacio, se convierte en materia y nos convoca: ergo: existe.

Gracias Alvaro sin duda alguna ocupamos un lugar en ese espacio, que yo considero que es la Gran Oración que se distribuye en nosotros ,en todos nosotros, independientemente de creencias, o esa es la creencia.Dificil todo, y sobre todo de explicar desde la palabra.
Un gran abrazo querido amigo
Ignacio

Un poema muy bueno , te hace meditar.
Me gustó leer los comentarios de los compañeros/as
Tambien tu pregunta

¿Cómo sería nuestro sentir y nuestro actuar de no haber tenido el espejo como identificación y confirmación de nuestro yo y presencia?
Hace falta un espejo, para saber qeu estoy y que soy? creo que no, que lo esencial no se ve en los espejo ni se logra sentir, perdon por mis locuras, con todo respeto
Monica

Monica perdona como siempre digo,mi tardanza.Como veo que además del poema, señalas un comentario mio, te voy a adelantar
una hipótesis arriesgada,fruto de mis elucubraciones:
El espejo ha sido necesario para identificar nuestra presencia.
Esto esta admitido por todos los psicologos y pensadores....
pero...( y aquí mi hipótesis y hasta tesis) El espejo invierte la imagen:¿No habrá invertido nuestro deseo y actuaciones?
Da para mucho, esto, es cierto pero es una preocupación que pienso hace tiempo, como consecuencia de mi profesión,claro está.
Perdona estas disquisiciones,pero si tienes alguna idea sobre esto,es de agradecer.
Un abrazo
Ignacio

Juro, por Dios, que yo no lo he robado, aunque me gustaría tenerlo cerca.

Una reflexión muy lúcida sobre la propia identidad, aunque estoy convencida que uno es la suma de sus múltiples yo: el yo-amante, el yo-profesional, el yo-amigo, el yo-padre, el yo-hijo...En cada faceta utilizamos el yo más conveniente (o el rostro que nos identifica con ese grupo). ¡En fin, perdona mis disquisiciones sin sentido! Un gran poema.
Besos, María.

Pues lo mío es tremendo, yo no me identifico ni en las fotos de ahora ni de nunca.(o demasiado guapa, o demasiado fea)
Y lo peor es que con la edad no me identifico ni en el espejo, me pregunto ¿esa soy yo? así me ven los demás? y me niego, me niego.....
creo que acabaré quitando los espejos para ser yo misma......

Qué belleza!, Ignacio... un poema que se cuela en el alma, y deja huella... así como el tiempo sobre nuestros lienzos.

Un placer leerte.

Abrazos,
Norma

Creo que debo varias contestaciones a este poema, que de alguna manera
suscitó,me incluyo, muchas opiniones que agradezco y he estudiado. Sobre ello estoy preparando un libro y quisiera contar con el permiso de los que
aqui habeis opinado para incluir vuestro nombre, en caso de publicación
Gracias.
Ignacio Bellido

Ignacio he leido el poema y todas las repuestas y la verdad he disfrutado mucho de la lectura. Todas me han parecido realmente interesantes y muy gratas y amenas. Me ha fascinado todo el conjunto. Y claro yo aportaré algo, lo primero tu poema es bellísismo.
y lo segundo creo que el espejo no refleja en verdad la imagen proyectada...sino la imagen que creemos tener de nosotros mismos. La necesidad de ensalzarnos o desmerecernos, es la imagen que se percibe en el espejo por el propio observador.
Un encanto haber leido tan interesante poema y reflexiones.
Con cariño, María.

a mi humilde entender el espejo nos muestra la realidad, somos nosotros la que no la queremos ver... e ahí el gran interrogante que ha llevado a
tantos comentarios apostando a una repuesta a ese enigma...
Brillanteeeeesssssssss versosssssssss
millonesssss de besosssssssss

LILI

Interesantísimo en cuanto la reflexión a la que invita...me gustó mucho.
Un placer leerte amigo.
Un abrazo cariñoso.